Ensayo sobre la pleícula WIT PDF

Title Ensayo sobre la pleícula WIT
Course ETICA DE LA MEDICINA
Institution Universidad Autónoma de Ciudad Juárez
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Summary

Ensayo que analiza todos los aspectos de la relación médico-paciente, principios de bioética, etapas de duelo de Kübler-Ross, de la película Wit....


Description

ENSAYO SOBRE LA PELÍCULA “WIT” Vivian Bearing es profesora universitaria de literatura inglesa, filósofa y experta en poesía, que se ha ganado el respeto y reconocimiento de sus alumnos por su gran facilidad de palabra y excelente técnica de aprendizaje, además de su dureza e inflexibilidad en el salón de clases. Parece que tiene una vida perfectamente normal hasta que es diagnosticada con cáncer ovárico con metástasis avanzada en etapa cuatro. Sola, sin nadie que la apoye, recibe la noticia de su terrible y avanzada enfermedad, y es aquí cuando comienza, sin saberlo, un duro y difícil camino para combatirla. A cargo del caso se encuentra el Dr. Harvey Kelekian, quien le informa que están diseñando una combinación experimental de drogas para su tipo de cáncer. Este tratamiento experimental consiste en 8 ciclos donde se le aplican los medicamentos en su máxima dosis, después de los cuales se hacen pruebas para ver si los resultados son o no favorables en su organismo. Debido al avance de su enfermedad, el tratamiento necesita ser agresivo, por lo que el doctor le dice que lo mejor sería que dejara de dar clases ese semestre. También le informa que debido a que es una investigación, sus resultados constituirían un aporte al conocimiento médico. Hay aquí un modelo de atención autonomista, puesto que en el momento en el que el Dr. Kelekian le entrega el documento de consentimiento informado a la paciente, le da el derecho de decidir si acepta o no la opción que le da de tratamiento a su enfermedad. Este documento es aceptado por Vivian, que lo firma sin pensarlo más. En colaboración con el Dr. Kelekian se encuentra el Dr. Jason Posner, quien fue alumno de la profesora Vivian, y que es quien le hace algunos estudios para la investigación. En el desarrollo de la película, la profesora va narrando sus reacciones ante su enfermedad y el tratamiento al que accedió ser sometida, y poco a poco se da cuenta que no es tomada en cuenta como un ser humano o una persona con dolor, sino como un experimento de investigación. Sólo la enfermera que la atiende, Susi, es quien se preocupa por ella y ve su bienestar tanto físico como psicológico, y siente empatía por ella, siendo un ejemplo de vocación y amor a la humanidad, que está al pendiente de Vivian hasta sus últimos momentos de vida.

Ejercer adecuadamente la medicina significa atender las necesidades de las personas a nuestro cargo, siempre viendo y pensando en su bienestar como lo primordial. Como revisábamos en el capítulo 1 “La medicina y el médico”, la medicina puede considerarse un arte que se perfecciona conforme se va ganando experiencia, y donde hay que tener ciertas habilidades tanto manuales como técnicas; sin embargo, si sólo se tiene una percepción de lo técnico, el médico es solo un experto que sabe aplicar ciertas tecnologías, y su objetivo se minimiza o reduce a ser eficiente con esas técnicas y tener mayores beneficios a costos reducidos. Lo malo de esto no sólo es que se busca la satisfacción personal como médicos antes que el bienestar de los pacientes, sino que se hacen a un lado la comprensión, la humanidad y la compasión, y así, poco a poco, los médicos van perdiendo el sentido y el amor que los llevó en primer lugar a elegir esa carrera para ayudar al prójimo. En la película pudimos observar que el ejercicio de la medicina cae en conflicto porque, más que intentar salvar la vida de Vivian, los médicos del caso experimentan con el tratamiento sólo para tener información suficiente que añadir a su investigación, viendo la relación médico-paciente un tanto distante y cortante, carente de humanismo, donde los médicos se enfocan sólo en atender los cuidados sanitarios de la paciente, dejando a un lado los sentimientos y el dolor que dicho tratamiento causaba, pues su principal interés eran los resultados que iba a arrojar para la investigación. La misma Vivian siente que está siendo usada como objeto de estudio y no tratada como un ser humano, y se ve en repetidas ocasiones durante la película, como por ejemplo, cuando el Dr. Posner le hace un chequeo sin cuidado alguno, sin explicarle el procedimiento que va a realizar y sin decir una palabra después de ello. Contrario a la relación médico-paciente, la relación entre el Dr. Kelekian y el Dr. Posner es constante y fluida, como de cualquier maestro con su alumno, con fines laborales y educativos, aunque nos percatamos que es también por el interés que ambos tienen en el tratamiento experimental, pues es algo que les interesa a los dos y por lo cual han estado trabajando durante algún tiempo. Otra de las relaciones que podemos analizar es la de la enfermera Susi con Vivian, que fue realmente quien le dio un trato digno y humanitario en su momento más vulnerable, dándole una atención médica adecuada, así como también un apoyo moral para sobrellevar su dolor de una manera un poco más sencilla; incluso podemos decir que

tomó el papel de familia de la paciente, quien disfrutaba de la compañía de la enfermera, pues claramente se veía que Susi realmente se interesaba por ella y la veía como un ser humano con necesidades y no sólo como un objeto enfermo. Pero, a pesar de las atenciones de la enfermera, Vivian presenta los síntomas que describe el libro de Kübler-Ross, donde se sumerge en su desgracia y opta por no compartir nada a la sociedad, ni saber nada del exterior. La única persona que la visita una de sus profesoras universitarias, que en su tiempo trató a Vivian con dureza para moldearla con fines de aprendizaje, y que cuando se da cuenta del estado de salud de su antigua alumna, decide visitarla y se compadece de ella, haciéndole compañía durante un rato. Uno de los mayores retos de la medicina es cuidar el correcto ejercicio de los principios bioéticos, que también analizamos en Wit: 1)No maleficencia: en ningún momento se buscó dañar a Vivian con el tratamiento, pero el hecho de seguir aplicando la dosis máxima para combatir mejor el cáncer aun viendo que los efectos secundarios empeoraban su condición (y manteniendo esas dosis porque era parte de la experimentación) constituye, en una opinión muy personal, un quebrantamiento de este principio; 2)Beneficencia: si se buscaba el beneficio máximo para Vivian, pero como mencionamos en el principio anterior, a veces ese beneficio le causaba más daño; 3)Autonomía: Vivian decidió firmar una orden de “no resucitar” si su corazón llegaba a fallar por consecuencia del tratamiento, y en un punto uno de los doctores no quería respetar esa decisión, sin embargo, cedió finalmente a los deseos expresados por la paciente, respetando la voluntad anticipada; así mismo, el derecho al consentimiento informado fue adecuado, puesto que se le informó al inicio del tratamiento cómo funcionaría y los posibles efectos secundarios; y 4)Justicia: se cumple puesto que a Vivian se le administró el tratamiento que se consideraba que le daría una mejor calidad de vida, en ningún momento se le negó el mismo. De la mano de la bioética nos encontramos con los códigos deontológicos que deben seguir los médicos para el bienestar del paciente, y aquí fue expresado a medias, puesto que todo el tratamiento fue con el consentimiento de la paciente, pero la falla estuvo en que el trato que se le dio a Vivian fue deplorable y con el mínimo cuidado, incumpliendo esa parte del código.

Regularme en el momento en el que una persona es diagnosticada con una enfermedad terminal suele haber 5 etapas de duelo descritas por Kübler-Ross: negación, ira, negociación, depresión y aceptación. En el caso de Vivian, la etapa de aceptación fue la que primero se hizo visible, desde el momento en el que el Dr. Kelekian le dijo su padecimiento, pues ella aceptó tranquilamente el diagnóstico. Después, durante el tratamiento, entra en una depresión en la que ella pierde la seguridad en sí misma, comienza a tener miedo y empieza a recordar ciertas experiencias que la marcaron en su vida, no soporta psicológicamente por lo que está pasando, y tampoco es de ayuda que los médicos no le presten atención a su estado emocional, haciéndola sentir como un objeto de estudio, inerte y sin dolor alguno. No presenta ningún tipo de negación a lo que le está pasando, pero si niega sus malestares, y aunque se sienta mal por el desgaste de su enfermedad, no lo comunica porque piensa que a los doctores no les interesa eso. Al terminar de dialogar con la enfermera, acepta su destino natural que es la muerte, dando la señal de que si muere, no quiere que intenten algo por reanimarla, puesto que sabe que ya no hay forma de que pueda librarse de la muerte. En su caso, no se ve la etapa de la negociación, se sobreentiende que no hay nada que ella pueda hacer para salvarse, tampoco hace juramentos a una deidad, por lo que se descartaría esta etapa. A pesar de la falta de sensibilidad por parte de los médicos a cargo del caso, nunca se le ocultó la verdad a la paciente, pues desde el momento en el que se le da el diagnóstico y ella firma el consentimiento informado, estaba aceptando que la información dada era suficiente para tomar una decisión acerca de su tratamiento, sabiendo que habría efectos secundarios. De igual manera, la enfermera, al darse cuenta de que el tratamiento no estaba dando los resultados esperados, y sabiendo que los médicos aún no le informaban sobre su condición, le dice la verdad a Vivian, quien toma la decisión de no tomar medidas extraordinarias en caso de que su corazón dejara de latir, viendo como hace uso de su derecho a la voluntad anticipada. Esta película nos hace reflexionar acerca de todo lo que es importante y necesario cambiar, como la actitud que toman los médicos con Vivian, que es un tanto inhumana, pues ella, además de requerir los cuidados sanitarios por parte del personal de salud,

también necesitaba apoyo emocional para poder atravesar todo ese doloroso proceso, debido a que no contaba con familia que estuviera a su lado o amigos que se preocuparan por su persona. Cambiar el comportamiento y la forma en la que se realizan los tratamientos es indispensable, puesto que no se trabaja con objetos sin valor, sino con vidas humanas, personas con ambiciones, sueños, familia y aspiraciones propias. De igual manera, es necesario que un paciente modifique también su forma de expresarse, puesto que es su ser el que está sintiendo el dolor, y no hay nadie mejor para expresar ese sentimiento que la persona que lo está viviendo en carne propia. De esta forma se mejoraría la relación médico-paciente, y se facilitaría mucho el proceso para ambas partes. Esto es importante porque nos damos cuenta de las cosas que podemos evitar en nuestra formación como médicos para no caer en esta actitud, y son detalles que, ya desde ahorita, podemos tomar en cuenta para que en un futuro seamos médicos humanistas y empáticos que sepamos brindar una atención de calidad y con trato humano....


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