Ethel Manganiello \"Introduccion a las ciencias de la educacion\" Completo PDF

Title Ethel Manganiello \"Introduccion a las ciencias de la educacion\" Completo
Author Andres Leiva
Course Pedagogía General
Institution Universidad Nacional de La Rioja
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Resumen de todos los capitulos del libro de Ethel Manganiello "Introduccion a las Ciencias de la Educacion" 37 paginas....


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MANGANIELLO, Ethel M. (1973): Introducción a las ciencias de la educación, Librería del Colegio, Buenos Aires. UNIDAD 1. LA EDUCACIÓN: SU CONCEPTO Y SUS CARACTERES ESENCIALES I.

La Educación

El esfuerzo continuo y sistemático por reflexionar e intentar dar soluciones al eterno problema de la educación, constituye el ser y el sentido del saber pedagógico. Ningún hombre puede permanecer indiferente o extraño frente a él. Porque es su existencia misma, como ser individual y como ser social, la que aparece comprometida en sus planteamientos y en sus soluciones. La palabra educación ha tenido diversas interpretaciones de acuerdo con las ideas filosóficas, religiosas, sociales, políticas y culturales que han imperado a través de los tiempos. LA EDUCACIÓN COMO HECHO CONCRETO La educación es una realidad permanente en la vida individual y social. Atañe al hombre en su totalidad biopsíquica y espiritual y en su bipolar dimensión de individuo y miembro de la comunidad. La educación no es un simple accidente circunstancial en nuestra experiencia. Es una realidad que afecta al hombre en su total integridad. La realidad de la educación supone una experiencia permanente, directa e inmediata. Constantemente nos modificamos y transformamos, asimilamos conocimientos, corregimos defectos, adquirimos hábitos y modos de obrar, somos influidos en nuestro modo de ser y de actuar, y todos somos un estímulo educador sobre otros individuos que se relacionan con nosotros. Todos somos educandos y educadores a la vez. La educación implica un proceso universal y permanente. La historia de la civilización nos revela que la educación es un hecho que se ha producido en todas las épocas y en todos los pueblos, como función esencial de la vida en comunidad. La sociedad moldea al individuo según sus normas y ordenaciones, de conformidad con sus creencias, sus costumbres y sus maneras de proceder. La socialización se lleva a cabo mediante un lento y permanente proceso de impregnación, resultado de la convivencia con las generaciones adultas. En las comunidades primitivas, al igual que en aquellas de cultura desarrollada, se observa el mismo esfuerzo, más o menos consciente, de transmitir a las generaciones jóvenes su bagaje cultural. La influencia inintencional y espontánea de la comunidad sobre las nuevas generaciones entra ya en el concepto de educación. LA NECESIDAD DE LA EDUCACIÓN El acto educativo es inherente y necesario a la naturaleza humana. La inferioridad de sus recursos y medios físicos de defensa y la lentitud de su proceso de maduración le hacen imprescindible la protección ajena durante mayor tiempo que a cualquiera de los otros seres vivos. La madurez espiritual que caracteriza al hombre formado no se logra si se deja al ser joven abandonado al azar. Sin la educación, el ser humano no adquiriría el lenguaje, los hábitos, las ideas y los sentimientos que pertenecen a la vida cultural. Pero la educación no es sólo una función necesaria para la vida del individuo. Es también una función ineludible de la vida de la comunidad. La sociedad humana, para poder subsistir y progresar indefinidamente, necesita propagarse espiritualmente mediante la educación de las nuevas generaciones. ETIMOLOGÍA DEL VOCABLO Y SUS DOS SENTIDOS Educación toma su sentido del verbo latino educare, que significa alimentar, nutrir, instruir, hacer crecer. Pero al mismo tiempo tiene un sentido opuesto si deriva del verbo ex-ducere, que significa extraer, hacer salir. La educación es, al mismo tiempo, un proceso de desarrollo de las posibilidades que están latentes en el individuo y de incorporación de elementos del medio histórico-social-cultural. II. Caracteres esenciales de la Educación 1º) La educación sólo acaece en el hombre La educación toma como punto de partida al individuo, al ser psico-vital, y concluye en la persona, o sea, en el ser cultural, portador de valores espirituales. La educación, como proceso de formación humana, representa el tránsito de la esfera natural hasta el reino objetivo de los valores. La educación está, pues, directamente relacionada con la actividad espiritual. Por consiguiente, es un proceso exclusivamente humano. 2°) Toda educación supone una finalidad, un estado individual o social que se quiere alcanzar, distinto del que el individuo tiene por naturaleza El proceso educativo supone siempre un ideal de perfección, de elevación, de mejoramiento. Siempre supone un estado que se quiere alcanzar y que es distinto del que se tiene originariamente. 3º) La educación es un proceso dinámico La educación es un proceso dinámico. Este proceso significa el paso de un estado a otro. El proceso implica una modificación, una transformación que afecta a la total integridad del ser, y supone un perfeccionamiento continuo.

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No obstante, el sujeto de la educación se mantiene en su identidad a través del proceso. No pierde su individualidad. 4°) El proceso de la educación se cumple a través de todas las edades de la vida El proceso educativo se realiza ininterrumpidamente en todas las etapas de la vida humana, a través de las cuales se va plasmando y definiendo su personalidad. No obstante, las etapas de la vida humana son las que condicionan la estructuración y el ritmo del proceso de la educación. Los períodos de mayor plasticidad, de mayor educabilidad, son la infancia y la adolescencia. Cuando el hombre llega a su madurez, esto es, cuando posee las aptitudes necesarias para su función en la vida y ha definido su conducta frente a ella, acepta en menor grado la influencia ajena. No obstante, aunque más débilmente, ésta siempre persiste. Por otra parte, el proceso formativo, que nunca se interrumpe, es continuado como un esfuerzo de autoeducación. 5°) La educación implica una transformación duradera La educación supone un cambio duradero, una verdadera transformación interior del sujeto. 6º) Toda educación auténtica supone la intervención consciente y creadora del sujeto que se educa La educación supone siempre la labor creadora y consciente del sujeto mismo que se educa. No existe educación auténtica, mientras no haya una decisión voluntaria y libre por parte del educando. Si el educando no participa activa y libremente en la tarea de su formación interior, mediante la intervención consciente de su voluntad, la educación podrá significar un sistema de hábitos, una acumulación de conocimientos aprendidos memorísticamente, una cultura muerta, un adiestramiento. Pero no será una auténtica educación. 7°) El fenómeno educativo se produce bajo el estímulo del medio socio-cultural con el que se relaciona el sujeto de la educación El hombre vive y actúa en un mundo del cual no puede prescindir. Ahora bien, si las fuerzas originarias de su naturaleza coinciden o armonizan con ese mundo, éste lo estimulará de forma positiva, favoreciendo el libre desenvolvimiento de esas fuerzas. De lo contrario, sólo suscitará su resistencia a ajustarse al medio y su esfuerzo por rebelarse; o bien, obtendrá su adaptación pasiva, que implicará no una educación auténtica sino una especie de socialización extrínseca. CONCEPTO GENERAL DE EDUCACIÓN La educación es el proceso interior de formación del hombre realizado por la acción consciente y creadora del sujeto que se educa y bajo la influencia exterior o el estimulo del medio sociocultural con el que se relaciona. La acción educadora surge como consecuencia de la conexión del sujeto con el mundo sociocultural. III. Los dos modos del proceso: educación sistemática y no sistemática El fenómeno educativo es anterior a la teoría y a la técnica pedagógicas. Toda sociedad humana, para poder subsistir y renovarse indefinidamente, necesita propagar a las nuevas generaciones todo su acerbo cultural. Hasta en las agrupaciones más rudimentarias, observamos que la comunidad ejerce en todo momento una acción educadora sobre las nuevas generaciones, aunque esta acción constituya una influencia meramente espontánea y no sistemática. El joven se va iniciando en las ocupaciones destinadas a satisfacer las necesidades elementales de la vida, según el grupo social al que pertenezca, por un simple proceso de imitación espontánea, en su mayor parte no intencionada. Cuando el hombre adquiere conciencia clara de la importancia del proceso mediante el cual las nuevas generaciones son incorporadas a las formas de vida de la comunidad, surge, sobre esa educación espontánea, una acción educadora metódica y sistemática, que se ejerce voluntariamente sobre las jóvenes generaciones, de acuerdo con determinadas normas y con sujeción a planes previamente establecidos. La actividad educativa sistemática no excluye nunca la educación espontánea de la comunidad. Aun en los pueblos más civilizados, la base de toda la educación formal está constituida por la educación espontánea que resulta de las múltiples influencias que la sociedad entera ejerce en todo momento sobre el individuo. La función educativa metódica y sistemática sólo complementa y perfecciona la acción difusa de la familia y del medio social. La acción educadora no sistemática, como influencia espontánea, difusa, se lleva a cabo en la familia y en la sociedad, y la acción educadora sistemática, como influencia planeada, intencionada, se realiza especialmente en la escuela, con objetivos definidos, con normas y reglas previamente determinadas, con contenidos seleccionados, e impartida por personas especializadas. La acción educadora no sistemática no es selectiva: transmite sin discriminación alguna contenidos buenos y malos, convenientes e inconvenientes, verdaderos y falsos. La acción educadora sistemática es selectiva e intencionada: transmite sólo aquellos contenidos positivos y valiosos adaptados a las características y necesidades de los educandos. UNIDAD 2. LOS FUNDAMENTOS INDIVIDUALES DE LA EDUCACIÓN IV. El educando como unidad integral de vida CONCEPTO DE EDUCANDO El educando es el sujeto de la educación. Pero hemos de establecer la distinción de educando en general. que sólo puede serlo el ser humano, en cualquier etapa de su vida, y el educando escolar, concepto restringido a aquellas etapas del desarrollo humano en las que se recibe una educación sistemática.

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El término educando puede ser aplicado a todo ser humano, tanto al niño y al adolescente como al joven y al adulto, siempre que sean educables, esto es, que tengan capacidad de recibir forma, de transformarse y de perfeccionarse, sea sistemáticamente por medio del educador y de la escuela, sea espontáneamente, por la influencia del medio socio-cultural. LA EDUCABILIDAD COMO FUNDAMENTO DE LA ACCIÓN EDUCADORA Educabilidad es la capacidad que posee el ser humano para formarse a través de sucesivos esfuerzos educativos. Esta educabilidad tiene sus límites en la naturaleza de cada individuo. La herencia, las enfermedades, la insuficiencia de la producción hormónica, etc., pueden perturbar y hasta detener el crecimiento físico y psíquico, poniendo límites a la educabilidad. Sin embargo, en el estado actual de las investigaciones científicas y de las prácticas educativas, hemos de afirmar el principio de educabilidad de todos, incluidos aquellos con discapacidades orgánicas o mentales. ESTUDIO DEL EDUCANDO La biología nos hace ver que el hombre pertenece al mundo de la naturaleza, con sus instintos, sus tendencias y sus disposiciones naturales. Pero los actos del hombre van mucho más allá de la simple satisfacción de sus necesidades vitales. Todas las reacciones humanas cuyas finalidades están por encima de la simple conservación del individuo y de la especie, pertenecen a la esfera del espíritu. Esta esencia no la posee el hombre natural sino el hombre que se ha elevado a la esfera superior de la persona. Pero estas dos exigencias, la biológica y la espiritual, están íntimamente relacionadas. La vida del espíritu tiene sus raíces más profundas en la vida biológica. La pedagogía debe enfocar el estudio del educando desde un punto de vista integral, atendiendo a todos sus aspectos y posibilidades como ser biológico y espiritual, individual y social. V. Los fundamentos biológicos No puede educarse al hombre si no se conoce su aspecto corporal, tanto en su constitución morfológica como en su funcionamiento fisiológico y en su desarrollo orgánico. Es en la infancia y en la adolescencia cuando más se manifiestan en el desarrollo del ser el predominio de los factores físicos. El pedagogo no puede desconocer la influencia que en el desenvolvimiento de las funciones intelectuales tienen la alimentación, el sueño, el funcionamiento de los órganos sensoriales, las perturbaciones del sistema nervioso, la insuficiencia de la producción hormónica, etc. La acción educativa tiene que tener en cuenta, además, todas aquellas perturbaciones orgánicas que inhiben o detienen el desarrollo normal de niños difíciles o discapacitados. LA HERENCIA BIOLÓGICA Las concepciones biológicas contemporáneas explican la transmisión de los caracteres individuales mediante la hipótesis de los genes. Se admite que los genes serían los determinantes de las posibilidades hereditarias. El mecanismo de la herencia está regulado por las leyes de Mendel. Cuando se cruzan individuos de una misma especie y de la misma variedad, es imposible llegar a determinar en qué medida interviene cada individuo en los caracteres que presentan los descendientes. Al carácter que se exterioriza se le llama dominante, y al que queda oculto recesivo. El predominio de uno de los caracteres sobre el otro obedece a la ley de la dominación. En la herencia hay que distinguir las propiedades genotípicas de las fenotípicas. El fenotipo designa el conjunto de propiedades hereditarias o no, que se manifiestan en el individuo. El genotipo, en cambio, designa la constitución específica de la célula germinal que se transmite a través de las generaciones. Está constituido por las propiedades específicas de naturaleza hereditaria, ya se exterioricen efectivamente, ya permanezcan latentes (caracteres recesivos). En muchos casos se presentan individuos con caracteres que no están manifiestos en los antepasados próximos. Al volver a surgir dichos caracteres en un individuo después de muchas generaciones, se dice que ha ocurrido una salto atrás o una reversión. También pueden aparecer inesperadamente caracteres nuevos que no se habían dado en los antepasados del individuo. Estas variaciones toman el nombre de mutaciones. La aparición de los caracteres hereditarios está determinada en muchos casos, pero a menudo la realización de ellos depende de las condiciones del medio, de la situación vital. Así, puede ocurrir que por una alimentación deficiente se desarrolle un individuo de estatura baja a pesar de que su constitución hereditaria sea la correspondiente a una estatura alta. En el ser humano, la influencia del medio es más acentuada que en otros seres vivos. Así, la formación del hombre tiene un doble origen: por una parte el factor endógeno (herencia) y por otra el factor exógeno (el medio ambiente). De la conjugación de estos factores dependerá el desarrollo del individuo. EL CRECIMIENTO FISIOLÓGICO Con la denominación crecimiento fisiológico designamos sintéticamente todas las manifestaciones del desarrollo biológico del ser humano: desarrollo de la talla, del peso, del volumen, de los órganos, del perímetro torácico, etc., y en general, de todas las propiedades físicas que corresponden a su tipo específico. El hombre es el ser vivo que tiene un crecimiento más largo, pues representa un tercio de su existencia. El crecimiento psicológico es aún más extenso, ya que al finalizar el crecimiento fisiológico, con la madurez sexual y la detención del aumento de la talla, el ser humano no ha logrado todavía el equilibrio psíquico que caracteriza al hombre plenamente formado. El crecimiento fisiológico se efectúa según las leyes de la herencia, pero está poderosamente influido por las relaciones con el medio exterior. Su ritmo es irregular, con períodos de crecimiento rápido y períodos de reposo.

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Las fases de aumento considerables de estatura y de peso, llamadas crisis de crecimiento, varían según el sexo, la raza, las condiciones sociales, etc. Hay fases de alargamiento y fases de engrosamiento. Además, algunos órganos se desarrollan mientras que otros se detienen en este desarrollo momentáneamente: hasta los 9 años el crecimiento progresa con bastante igualdad; desde los 9 a los 12 años procede más lentamente; desde los 13 a los 15 es el tiempo del desarrollo más rápido; y de los 15 a los 20 se produce una nueva lentitud. FACTORES DE VARIACIÓN DEL CRECIMIENTO FISIOLÓGICO 1.- Con respecto al sexo, el crecimiento en las niñas tiene un ritmo más uniforme que en los varones y llega a su detención con un adelanto de dos o tres años. Durante la pubertad, el crecimiento se acelera en ambos sexos, siendo más acentuado en las niñas. Pero hacia los dieciséis o diecisiete años los varones manifiestan un desarrollo superior al de las niñas. 2.- El factor racial también influye en el crecimiento. Se admite que en los indios y en los negros el crecimiento es más acelerado que en los blancos hasta los siete u ocho años. Los japoneses tienen en cambio un crecimiento más pausado hasta la pubertad; más rápido después. 3.- Las condiciones climatológicas ejercen una influencia importante. En los climas tropicales el crecimiento es más rápido hasta la pubertad; más lento después. Con respecto a las estaciones, parece admitirse que el crecimiento en la talla se acelera en el verano mientras que el desarrollo en peso y volumen se acentúa en el invierno. 4.- Los factores sociales también tienen suma importancia. El régimen alimenticio, las condiciones de alojamiento, los períodos de vacaciones, el cuidado que se presta al niño, etc., están relacionados directamente con las condiciones sociales. 5.- Las enfermedades, especialmente aquellas de largas convalescencias, y las perturbaciones de los aparatos digestivo, circulatorio y respiratorio, provocan alteraciones en el desarrollo. La carencia de vitaminas trae como consecuencia el adelgazamiento, la inhibición del desarrollo del sistema óseo hasta conducir al raquitismo y las perturbaciones del sistema nervioso. 6.- Las insuficiencias de la producción hormónica pueden asimismo perturbar notablemente el crecimiento físico y mental. EL MEDIO FÍSICO Con respecto a las relaciones del medio con el individuo, han surgido dos teorías opuestas: En el siglo XIX, con las teorías de Darwin (El origen de las especies, 1859) y de Spencer, se sostuvo la inalterable uniformidad del medio físico y la ineludible adaptación a él de cada organismo. Darwin enuncia su célebre teoría de la selección natural según la cual la naturaleza ejercería una acción selectiva en la supervivencia del ser vivo. El medio aparece pues como el supremo determinante vital. A comienzos del siglo XX, frente al determinismo del medio, surge la reacción vitalista. Se sostiene con ella que es el ser vivo quien determina por sí mismo su destino. El medio no es algo inalterable sino que está condicionado por la estructura del ser vivo. Cada especie animal y cada organismo tienen un mundo específico, peculiar, que es su mundo circundante, en el que se desenvuelve su vida. Cada organismo se halla totalmente coordinado con su mundo circundante mediante un sistema receptor, por el cual recibe los estímulos externos, y un sistema efector, por el cual reacciona ante dichos estímulos. Para poder sobrevivir, todo organismo requiere el equilibrio entre ambos sistemas, estableciendo de este modo un círculo funcional. Entre el sistema receptor y el sistema efector, el hombre ha interpuesto un sistema de símbolos creados por él (formas lingüísticas, imágenes artísticas, ritos religiosos, símbolos míticos, etc.) que le impide enfrentarse directamente con la realidad. El animal vive coordinado directamente con su medio. El ser humano no conoce la realidad cara a cara sino a través de una red simbólica que lo envuelve y que ha sido creada por él. Así, mientras la actividad simbólica humana se desarrolla (lenguaje, arte, ciencia, religión, mito, etc.) la realidad natural retrocede. El hombre no vive en un mundo de hechos naturales en relación directa con sus necesidades inmediatas, no vive en un puro universo natural, sino en un universo simbólico. Con todo esto, sería más exacto afi...


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