Familia y su ciclo vital PDF

Title Familia y su ciclo vital
Author Eduardo Alvarez
Course Psicologia del desarrollo
Institution Universidad Católica Cardenal Raúl Silva Henríquez
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APUNTES SOBRE CICLO VITAL INDIVIDUAL Y FAMILIAR Moratalla, T.; Carreras, A. y Villegas, J.

1. Introducción 2. Ciclo vital de la familia 2.1. 2.2.

Principales etapas Importancia del ciclo vital en la terapia

3. Características relacionales en las diferentes etapas del ciclo vital 3.1. 3.2. 3.3.

Relaciones en la familia nuclear Relaciones con las familias de origen Socialización de la familia. Intervención de otros sistemas

4. Transiciones familiares a lo largo del ciclo vital 4.1. 4.2. 4.3.

Transición y crisis Organización y mitologías familiares Rituales familiares y de transición

5. Cambio individual y desarrollo familiar 5.1. 5.2.

La individuación como proceso familiar Ciclo vital individual vs. familiar

6. Ciclo vital y estresores externos 6.1. 6.2.

Impacto de la enfermedad o pérdida Impacto de factores sociales, laborales, migratorios

7. Ciclo vital como instrumento terapéutico

Ciclo vital individual y familiar

Moratalla, T; Carreras, A y Villegas, J.

1. Introducción A lo largo del anterior tema, se han introducido los diferentes conceptos que nos ayudan a analizar y comprender los sistemas familiares; haciendo referencia a su estructura y organización. Dando un paso más, en este tema vamos a introducir la dimensión histórica en los sistemas familiares. Y es que la perspectiva del ciclo vital nos va a ayudar a comprender cuáles son los cambios que se producen en las familias, teniendo en cuenta su evolución como sistema. La idea básica que subyace a la noción del ciclo vital familiar es que todas las familias recorren un proceso de desarrollo y experimentan cambios a lo largo del tiempo. Si observamos detenidamente a las familias, vemos cómo estos cambios presentan unas determinadas regularidades; es decir, se ajustan a un patrón previsible que se puede describir en términos de etapas, fases, periodos, transiciones o crisis. Estas etapas son cualitativamente diferentes entre sí, dándose constelaciones emocionales y relacionales distintas en cada una de ellas. Y es que cada etapa plantea demandas específicas a la familia e implica unas tareas evolutivas determinadas. Y al igual que cuando hablamos de ciclo vital individual, cada una de las fases del ciclo vital familiar se caracteriza por sucesos que deben ser resueltos satisfactoriamente para que el desarrollo progrese sin alteraciones. Así, podemos decir que el paso de una fase a otra supone algo más que un cambio cuantitativo. Evolucionar a una nueva etapa exige siempre una verdadera transformación del sistema familiar; implica un replanteamiento del contrato relacional básico, donde se redefinen las relaciones. Antes de entrar en materia, conviene hacer una puntualización respecto al estudio del ciclo vital familiar. El ciclo vital no se concibe como un concepto teórico estable y constante. Por el contrario, es un concepto vivo, que está en constante evolución. Y es que los cambios sociales tienen una gran influencia en el ciclo vital familiar. Algunos ejemplos pueden ser que ante la dificultad de la emancipación económica, los jóvenes adultos conviven más tiempo con los padres; que se alarga la fase de matrimonio sin hijos o que cada vez es más larga la etapa del matrimonio una vez los hijos se han emancipado. Cada familia además tiene una realidad diferente, y la influencia de los cambios culturales hacen que coexistan diferentes modelos de ciclo vital familiar. Por supuesto, los profesionales que trabajamos con familias hemos de ser tolerantes hacia las diversas formas de vivir, y al mismo tiempo tener una perspectiva evolutiva de las familias que nos sirva como guía para reconocer las etapas críticas.

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Ciclo vital individual y familiar

Moratalla, T; Carreras, A y Villegas, J.

Pasamos a continuación a presentar los conceptos básicos relacionados con el ciclo vital familiar

2. Ciclo vital de la familia 2.1. Principales etapas Los criterios utilizados para la división de las etapas del ciclo vital familiar pueden ser diversos. Pero tal vez el criterio que con mayor frecuencia se ha utilizado es el que se refiere a los cambios en el tamaño de la composición familiar. Este criterio se basa en las adicciones o pérdidas de miembros de la familia. En este sentido, la etapa de matrimonio sin hijos o la etapa de vejez –que presentaremos a continuación- son las únicas que permanecen estables, mientras que las etapas de procreación son de expansión de la familia, y las etapas de emancipación corresponden a una contracción de la familia. Existen otros criterios, como son la composición por edades, los cambios laborales o los cambios en la posición de rol. En general, todos ellos se basan en la edad cronológica del hijo mayor. Las etapas que clásicamente han sido consideradas como las básicas para describir el ciclo vital familiar han sido seis, siendo Haley el autor que más ha trabajado este concepto desde la terapia familiar. Pasamos a presentarlas a continuación: • Formación de una nueva pareja. Incluye el noviazgo y la primera etapa del matrimonio. Es por ello la etapa de búsqueda y formación de pareja • Nacimiento del primer hijo. Corresponde al periodo en que la pareja debe dar cabida y lugar a un nuevo miembro en la familia a la vez que inicia su parentalidad • Familia con hijos en edad escolar. Es la etapa de crianza, en la que además del primer hijo tiene lugar el nacimiento de los hermanos • Familia con hijos adolescentes. En esta nueva etapa, los hijos inician el proceso de desvinculación familiar • Familia con hijos adultos jóvenes. Es la etapa en que los hijos logran su autonomía personal y profesional y abandonan el núcleo familiar • Retiro de la vida activa o vejez. En esta etapa los hijos ya tienen su propia familia nuclear y los padres pasan a ser abuelos

Cada una de estas etapas implica cambios en la composición de la familia, y estos a su vez conllevan cambios en las posiciones de rol. Son estos nuevos roles que se van adquiriendo los que determinan las tareas evolutivas de cada etapa. En el siguiente esquema presentamos un resumen de las diferentes fases, así como de algunas características de cada una de ellas. A lo largo de los siguientes puntos del artículo iremos analizando los diferentes apartados del esquema.

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Ciclo vital individual y familiar

Moratalla, T; Carreras, A y Villegas, J.

EVOLUCIÓN FAMILIAR

EVOLUCIÓN INDIVIDUAL

BAGAJE PERSONAL DE LA FAMILIA DE ORIGEN CONSTRUCCIÓN DE LA PAREJA: (Desarrollo Fetal)

 

NACIMIENTO DEL PRIMER HIJO

PARTO. BEBÉ. PRIMERA INFANCIA: Dependencia Relaciones duales y triangulares

SEGUNDA INFANCIA:  

Curiosidad y aprendizaje Autonomía personal

Crisis de identidad (duelo de la infancia) Proceso de individuación

Acceso al mundo adulto Ruptura del 2º cordón umbilical

Asunción de la propia responsabilidad sobre las elecciones y acciones

VEJEZ Y MUERTE

 

Primer paso de autonomía Primer intercambio familia – Sdad.

 

Crisis de identidad familiar Cuestionamiento conyugal y parental. Duelo de la etapa infantil

 

Reorganización familiar Síndrome del nido vacío

REENCUENTRO DE LA PAREJA:

ADULTO: 

ESCOLARIZACIÓN:

DISPERSIÓN DEL HOGAR PATERNO:

JUVENTUD:  

Reorganización de reglas: conyugal – parental Renegociación con las F. de Origen

ADOLESCENCIA:

ADOLESCENCIA:  

 

FASE PARENTAL

 

Definición de la relación. Pertenencia Negociación de reglas y límites

 

Balance conyugal Reconstrucción de la pareja

TRES GENERACIONES BAGAJE PERSONAL DE LA FAMILIA DE ORIGEN Juanjo Villegas Aguinaga. Psicólogo. Terapeuta de Familia y Pareja (1.991)

2.2. Importancia del ciclo vital en la terapia -4-

Ciclo vital individual y familiar

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La posibilidad de dar una lectura en clave evolutiva a los problemas clínicos es precisamente uno de los grandes atractivos que tiene la perspectiva del ciclo evolutivo familiar para los profesionales que trabajan con familias desde el enfoque sistémico. Aunque el primer clínico que introdujo en su trabajo el concepto de ciclo vital fue Solomon, la primera descripción en términos de terapia familiar de debe a Scherz (1971). Ambos autores ya describieron tareas familiares recurrentes y universales que se distribuyen a lo largo de las etapas del desarrollo. Pero Haley (1973) es probablemente quien mejor resume la postura clásica en cuanto a la relación entre problemas clínicos y ciclo vital. De hecho, una frase con la que resumir sus aportaciones podría ser “El síntoma es una señal de que la familia tiene dificultades para superar una etapa del ciclo familiar”. Por tanto, una forma de dar sentido a los problemas que las familias presentan es entenderlos en términos de “atasco evolutivo”. Por otra parte, Pittman señala que las crisis de desarrollo exigen que la familia modifique su estructura para adaptarse a ellas. En su opinión, los problemas surgen tanto cuando la familia trata de evitar la crisis en vez de adaptarse a ella como cuando parte de la familia trata de apresurar la crisis. Profundizando en el estudio de las relaciones entre los síntomas y el ciclo vital familiar, otros autores asocian los problemas clínicos no sólo a una detención del ciclo evolutivo familiar, sino a una auténtica regresión a etapas anteriores: los conflictos irresueltos de etapas constituyen puntos de fijación a los cuales la familia tenderá a volver. Otras posturas consideran que los momentos de transición en el ciclo vital pueden resultar estresantes y pueden configurar un problema si se carece de las habilidades necesarias para realizar las transiciones. En cualquier caso, todos estos autores defienden que el atasco evolutivo genera y mantiene el problema; pero a su vez el problema mantiene el atasco evolutivo. Pero aunque esta propuesta sea atractiva, tampoco podemos hacer un análisis reduccionista y decir que todo problema clínico tiene su origen en un atasco evolutivo. Existen otros eventos estresantes que sumados a los anteriores precipitan disfunciones. Sin embargo, siempre es importante contextualizar los problemas en el ciclo vital familiar, porque interactúan y se influyen mutuamente. Conocer el momento de desarrollo que vive la familia nos permite hacer hipótesis sobre posibles dificultades, disfunciones, etc.; así como entender de forma amplia las variables que intervienen en cada etapa que vive la familia. Además, también nos permite tener en cuenta los periodos de crisis, relacionados con las transiciones de una etapa a otra. En el último punto del artículo continuaremos con este tema, analizando cómo el ciclo vital familiar puede ser utilizado como instrumento terapéutico. -5-

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3. Características relacionales en las diferentes etapas del ciclo vital En este tercer punto analizaremos cuáles son las características de las relaciones que se dan en cada una de las etapas del ciclo vital familiar. Para ello, hemos divido tres tipos de relaciones: (1) las que se dan entre los miembros de la familia nuclear, (2) las que se dan con los miembros de la familia de origen y (3) las que se dan con otras personas en general. Empezamos con las primeras. 3.1. Relaciones en la familia nuclear Las relaciones en la familia nuclear se van modificando a través de las diferentes etapas del ciclo vital, dado que deben adaptarse a los diferentes cambios que se van produciendo y a las tareas evolutivas que la familia debe afrontar. Siguiendo el esquema presentado anteriormente, podemos definir cambios y tareas en cada una de las fases: • En la etapa de constitución de la pareja se han de elaborar multitud de acuerdos. La negociación y la construcción de la nueva familia es la tarea más importante. Por ejemplo, implícita o explícitamente se han de resolver las reglas en torno a la relación con las familias de origen, los amigos, los aspectos prácticos de la vida en común, así como las diferencias sutiles y gruesas que existen entre ellos como individuos. Esta es la etapa en la que se construyen los cimientos del funcionamiento posterior de la familia. • Cuando nace el primer hijo, la familia se enfrenta a una nueva posición de rol, que es la parentalidad, y por tanto a las tareas en las que el cuidado del hijo pasa a ser lo prioritario. Con el nacimiento del niño, la pareja pasa de ser dos personas a configurar un triángulo; lo que pone en cuestión la intimidad de la pareja y sus relaciones conyugales. De esta manera, vemos cómo la llegada de un nuevo miembro a la familia conlleva una desestabilización de las reglas y roles acordados en un primer momento. • La etapa posterior nacen más hijos y se inicia y lleva a cabo la escolaridad. Es una etapa básicamente de crianza y de dedicación a las tareas parentales. Suele coincidir además con la etapa de crecimiento profesional y personal de los padres. Esta coincidencia de tareas individuales y familiares puede ser un factor a tener en cuenta en los momentos de dificultad. • La familia con hijos adolescente sufre su primera posibilidad de pérdida. La desvinculación de los hijos y la aparición de otros sistemas -como la relación con los pares-, conlleva frecuentemente crisis en la familia, y es necesaria la puesta en marcha de nuevas pautas de funcionamiento que permitan una buena consecución del proceso de autonomía de los hijos.

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• Cuando los hijos comienzan a abandonar el hogar familiar y a iniciar su vida autónomamente, la familia se enfrenta no solamente al hecho de la pérdida, sino también al hecho de un cambio en la posición de rol. La parentalidad se pierde como tal y de nuevo la relación con el cónyuge pasa al primer plano. Va a ser necesario renegociar la relación, las reglas y los roles de cada uno. Es la etapa del nido vacío. Esta etapa además suele coincidir con la vejez de los propios padres, es decir, de los abuelos y la necesidad de cuidado de los mismos. • Cuando los hijos ya son autónomos y los padres dejan la vida activa, los padres deben transitar ese cambio fundamental en la vida al que se llama “ser abuelos”. Deben aprender cómo llegar a ser buenos abuelos, elaborar reglas a fin de participar en la vida de sus hijos, y arreglárselas para funcionar solos en su propio hogar. Con el tiempo se va poniendo en cuestión la necesidad de dependencia y cuidados, y se va haciendo frente a la vejez y a la idea de muerte. A menudo, en este periodo tienen que enfrentar la pérdida de su propio cónyuge y el dolor consiguiente. 3.2. Relaciones con las familias de origen Pero no sólo cambian las relaciones en el seno de la familia nuclear a lo largo de las etapas del ciclo vital familiar. Las relaciones con las respectivas familias de origen también van a tener su propia evolución. Veamos algunas características de cada una de las etapas: • En la etapa de constitución de la pareja no es posible separar fácilmente las decisiones de la pareja recién constituida de la influencia parental. Cuando los hijos se casan, van a formar su propia familia y por lo tanto a construir su propio sistema familiar con reglas propias, organización propia, etc. La tarea de las familias de origen de los respectivos cónyuges debe limitar su influencia en este proceso, facilitando y permitiendo la constitución de la nueva familia. Los roles y las relaciones deben cambiar. Dicho con otras palabras, la joven pareja debe de establecer su territorio, con cierta independencia de la influencia parental, y a su vez los padres deben cambiar los modos de tratar a los hijos, una vez que estos se han casado. • Cuando nacen los hijos, en las familias de origen aparecen nuevos roles – padre, madre, abuelos, tíos, primos, etc.-. Una adecuada formación y mantenimiento de estos roles va a ser una nueva tarea evolutiva. En muchas ocasiones, a lo largo de esta etapa del ciclo vital las familias de origen ejercen de soporte a los nuevos padres. De nuevo, hay que volver a poner en cuestión los límites entre ambos sistemas. • El rol de las familias de origen cambia cuando estos abuelos entran en la etapa de vejez. Si requieren de cuidados y se incrementa su dependencia respecto de sus hijos, vemos cómo se invierten los roles. Será pues necesario encontrar nuevas pautas de funcionamiento. -7-

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3.3. Socialización de la familia. Intervención de otros sistemas Un tercer ámbito relacionado con los cambios en las relaciones a lo largo del ciclo vital familiar se refiere a los contactos con otros sistemas: amigos, trabajo, vecindario, escuela de los hijos, etc. Y es que en todo el proceso, y a lo largo de toda la vida van apareciendo otros sistemas que también pasan a formar parte de la vida familiar y que intervienen de una forma u otra en la misma. Como hemos visto en temas anteriores, la familia es un sistema abierto. Está inmersa y se relaciona con otros sistemas que la influyen y a los que influye. Pero aunque existan numerosos ámbitos implicados en la socialización de la familia, son las relaciones con los amigos y con la familia extensa las que suelen ser las más significativas para la familia, dado que se dan a lo largo de todo el ciclo vital. Los otros sistemas influyen más o menos según la etapa del ciclo. Por ejemplo, el contexto laboral pasa a ser prioritario y muy importante en las primeras etapas del ciclo vital familiar, dado que es cuando el crecimiento profesional y económico se pone de manifiesto. Pero sigue manteniendo su importancia durante la vida activa de los padres. La escuela se convierte en un elemento esencial durante buena parte del ciclo vital. Ejerce una potente influencia en los padres en cuanto a su rol parental; pero también ejerce una gran influencia en los hijos, dado que se convierte en un referente educativo y socializador. También los sistemas sanitarios a veces inciden en aspectos familiares. Tienen su presencia en las diferentes etapas –especialmente en torno a los nacimientos y a la vejez de sus miembros-, y adquieren relevancia según los diferentes momentos vitales.

4. Transiciones familiares a lo largo del ciclo vital 4.1. Transición y crisis El momento de transición de una etapa del ciclo vital familiar a otra es un momento de crisis, en el cual los miembros de la familia tienen la clara percepción de que las reglas con que se venían manejando ya no sirven; pero aún no han surgido de ellos otras nuevas que las reemplacen. Se han escrito ríos de tinta relacionando la aparición de síntomas en estos periodos de crisis, especialmente cuando no se logran alcanzar los retos que plantea cada etapa. Es decir, cuando e ciclo vital de una familia –o de otro grupo natural- se disloca o interrumpe, los síntomas pueden aparecen. El síntoma se convierte en estas ocasiones en una señal de que la familia se enfrenta a dificultades para superar una etapa de su ciclo vital. -8-

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Los momentos de mayor riesgo aparecen por tanto en los periodos de transición de una etapa a otra, ya que en ellos la familia debe afrontar nuevas tareas y nuevos desafíos que impone la transición, generándose una crisis en el status quo de la familia que necesariamente debe superarse. Un aspecto a tener en cuenta es que el hecho de no haber resuelto adecuadamente las dificultades planteadas en una etapa, probablemente implique trabas en la transición a la siguiente. Por ejemplo, si una pareja no ha logrado negociar adecuadamente -ni entre ellos ni con sus familias de origen- cuestiones importantes al inicio de...


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