Fisiologia DE LA Sangre PDF

Title Fisiologia DE LA Sangre
Course Fisiología Humana
Institution Universidad Nacional del Litoral
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Resumenes propios para examenes finales de medicina....


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FISIOLOGIA DE LA SANGRE Componentes de la sangre: La SANGRE consiste en un líquido rico en proteínas conocido como plasma , en el cual están suspendidos los elementos celulares: leucocitos, eritrocitos y plaquetas. El volumen total normal de sangre circulante es cercano al 8% del peso corporal, 5 600 (litros), cerca de 55% de este volumen es plasma. ERITROCITOS: son discos bicóncavos que tienen un diámetro medio de unos 7,8 mm y un espesor de 2,5 mm en su punto más grueso y de 1 mm o menos en el centro. En los varones sanos, el número medio de eritrocitos por milímetro cúbico es de 5.200.000 (±300.000); en las mujeres es de 4.700.000 (±300.000). Las personas que viven en altitudes elevadas tienen más eritrocitos. Una función importante de los eritrocitos, también conocidos como hematíes, es transportar hemoglobina, que a su vez transporta oxígeno desde los pulmones a los tejidos. Cuando la hemoglobina está libre en el plasma del ser humano, alrededor del 3% se filtra por la membrana capilar hacia el espacio tisular o a través de la membrana glomerular del riñón hacia el filtrado glomerular cada vez que la sangre pasa por los capilares. Luego, la hemoglobina debe permanecer dentro de los eritrocitos para realizar con eficacia sus funciones en los seres humanos. Los eritrocitos tienen otras funciones además del transporte de la hemoglobina. Por ejemplo, contienen una gran cantidad de anhidrasa carbónica, una enzima que cataliza la reacción reversible entre el dióxido de carbono (CO2) y el agua para formar ácido carbónico (H2CO3), aumentando la velocidad de la reacción varios miles de veces. La rapidez de esta reacción posibilita que el agua de la sangre transporte enormes cantidades de CO2 en forma de ion bicarbonato (HCO3–) desde los tejidos a los pulmones, donde se convierte en CO2 y se expulsa a la atmósfera como un producto de desecho del organismo. La hemoglobina de las células es un excelente amortiguador acidobásico (igual que la mayoría de las proteínas), de manera que los eritrocitos son responsables de la mayor parte del poder amortiguador acidobásico de la sangre completa. Lugares del cuerpo en donde se producen eritrocitos. En las primeras semanas de la vida embrionaria, los eritrocitos nucleados se producen en el saco vitelino. Durante el segundo trimestre de gestación, el hígado es el principal órgano productor de eritrocitos, pero también se produce un número razonable en el bazo y en los ganglios linfáticos. Después, durante el último mes de gestación y tras el nacimiento, los eritrocitos se producen exclusivamente en la médula ósea. La médula ósea de casi todos los huesos produce eritrocitos hasta que una persona tiene 5 años de edad. Las médulas de los huesos largos, excepto las porciones proximales de los húmeros y las tibias, se hacen muy grasas (medula amarilla) y no producen más eritrocitos después de los 20 años. Más allá de esta edad, la mayoría de

los eritrocitos continúa produciéndose en la médula de los huesos membranosos, como las vértebras, el esternón, las costillas y los ilíacos. Incluso en estos huesos, la médula ósea es menos productiva a medida que aumenta la edad. El bazo es un importante filtro sanguíneo que elimina eritrocitos viejos o alterado. Las células hematopoyéticas primordiales son celulas medulares capaces de generar todos los tipos de células sanguíneas. Se diferencian en uno u otro tipo de celulas progenitoras. A su vez, estas forman diferentes tipos de celulas sanguíneas. Hay reservas separas de celulas progenitoras para megacariocitos, linfocitos, eritrocitos, eosinofilos, y basófilos; los neutrófilos y los monocitos provienen de una celula precursora común. Las células primordiales en la medula osea son fuente de los osteoclastos, células de Kupffer, mastocitos, células dendríticas y células de Langerhans LEUCOCITOS: La sangre humana contiene unos 7.000 leucocito por microlitro. Los leucocitos también llamados células blancas, son las unidades móviles del sistema protector del organismo. Se forman en parte de medula osea (granulocitos y monocitos y unos pocos linfocitos) y en parte en el tejido linfático (linfocitos y células plasmáticas). Tras su formación son transportados a la sangre a diferentes partes del organismo donde son necesarios. Ya que la mayoría de ellos se transportan específicamente a zonas de infección e inflamación intensas, lo que constituye una defensa rápida y potente frente a los microorganismos infecciosos. TIPOS: normalmente hay seis tipos que son: los neutrófilos polimorfonucleares, los eosinofilos polimorfonucleares, los basófilos polimorfonucleares, los monocitos, los linfocitos y en ocasiones las células plasmáticas. Además hay un gran número de plaquetas, que son fragmento de otro tipo de células, el megacariocito. Los primeros tres tipos de celulas, las polimorfonucleares, tiene aspecto granular y por esto se les llama granulocitos. Los granulocitos y los monocitos protegen el organismo frente a los microorganismos invasores, sobre todo ingiriéndolos (fagocitosis). Los linfocitos y celulas plasmáticas actúan sobre todo en conexión con el sistema inmunitario. Finalmente la función de las plaquetas es activar el mecanismo de coagulación de la sangre (cicratizacion). PLAQUETAS: Son pequeños cuerpos granulados que se agregan en sitios de lesión vascular. Hay cerca de 300.000/u y su vida normal es de 4 dias. Los megacariocitos, celulas gigantes en la medula osea, dan origen a las plaquetas mediante la separación de fragmentos de citoplasma que explusan a la circulación. Entre 60 y 75% de las plaquetas expulsadas de la medula osea se halla en la sangre ciruclante, el resto se encuentra sobre todo en la bazo. GENERALIDADES SOBRE HEMATOPOYESIS:

La hematopoyesis o hemopoyesis (del gr. α ἷμα, -ατος-, 'sangre' y ποίησις, 'creación') es el proceso de formación, desarrollo y maduración de los elementos figurados de la sangre (eritrocitos, leucocitos y plaquetas) a partir de un precursor celular común e indiferenciado conocido como célula madrehematopoyética multipotente, unidad formadora de clones, hemocitoblasto o stem cell. Las células madre que en el adulto se encuentran en la médula ósea son las responsables de formar todas las células y derivados celulares que circulan por la sangre. La hematopoyesis del tejido hematopoyético aporta la celularidad y el microambiente tisular necesario para generar los diferentes constituyentes de la sangre. En el adulto, el tejido hematopoyético forma parte de la médula ósea y allí es donde ocurre la hematopoyesis normal. Durante la ontogénesis, varía el sitio donde ocurre la hematopoyesis, por diferente anidación del tejido hematopoyético. Así se constatan tres fases secuenciales según los sitios hematopoyéticos: 1. Fase mesoblástica o megaloblastia: Fase inicial, en el pedúnculo del tronco y saco vitelino. Ambas estructuras tienen pocos mm. de longitud, ocurre en la tercera semana embrionaria. 2. Fase hepática: Hacia el tercer mes de vida embrionaria, el hígado es sembrado por células madres del Saco Vitelino. 3. Fase medular o mieloide: El bazo y la médula ósea fetal presentan siembras de células madres hepáticas. Organización del sistema hematopoyetico El sistema hematopoyético puede ser dividido en base: Grado de madurez de las células que lo conforman. se han identificado cuatro compartimentos. 1. Células más primitivas o células troncales hematopoyéticas (CTH): También se les conoce como células madre. Estas células tienen dos características funcionales que las distinguen: son capaces de auto-renovarse (al dividirse, por lo menos una de las células hijas conserva las propiedades de la célula madre) y son multipotenciales (pueden dar origen a los distintos linajes sanguíneos). Las CTH corresponden al 0.01% del total de células nucleadas presentes en la médula ósea. Las CTH dan origen a células progenitoras hematopoyéticas (CPH). 2. Células progenitoras hematopoyéticas (CPH): constituyen el segundo compartimiento del sistema hematopoyético, el cual corresponde a 90% de las células hematopoyéticas residentes en la cavidad medular). Finalmente, los precursores hematopoyéticos al madurar, generan a las células sanguíneas circulantes. 4. Células sanguíneas circulantes (cuarto compartimiento). Generación de linajes hematopoyeticos Las células de la sangre se dividen en dos grandes grupos: mieloides y linfoides. Mieloides: comprenden a los granulocitos (neutrófilos, basófilos y eosinófilos), monocitos, eritrocitos y trombocitos. Son producidas a través de un proceso conocido como mielopoyesis. La mielopoyesis toma lugar dentro de la médula ósea, sitio en donde las células troncales hematopoyéticas dan lugar a los progenitores mieloides comunes (PMC). Los PMC son células con una alta capacidad proliferativa (y por lo tanto activas en el ciclo celular), pero incapaces de auto-renovarse y cuyo potencial de diferenciación está restringido a linajes específicos; estas células son responsivas a un determinado tipo y número de citocinas, evento que está definido por el número de receptores que cada progenitor presenta. Los PMC subsecuentemente se pueden diferenciar en progenitores más específicos, tales como los progenitores granulo-monocíticos (PGM), y los progenitores eritroides-megacariocíticos (PEM). La maduración posterior en cada uno de los linajes hematopoyéticos está definida por dos procesos fundamentales: la pérdida definitiva del potencial de auto-renovación y la adquisición de una identidad específica. Estos procesos son controlados por programas genéticos. Linfoides: comprenden a los linfocitos B, linfocitos T y células NK, son resultado de la linfopoyesis. Es un proceso dinámico y complejo, el cual está determinado por combinaciones de factores intrínsecos y microambientales que guían la diferenciación de progenitores linfoides a partir de las células troncales hematopoyéticas PLASMA Y PROTEINAS PLASMATICAS: La porción liquida de la sangre es el plasma, es una solución notable que contiene una cantidad inmensa de iones, moléculas inorgánicas y organicas que transitan a varias partes del cuerpo o ayudan al transporte de otras sustancias. El volumen plasmático normal es cercano al 5% del peso corporal, alrededor de 3500 ml en un varon de 70kg.

El plasma se coagula cuando reposa, solo permanece liquido si se agrega un anticoagulante. PH plasmático: 7,40. Las proteínas plasmaticas corresponden a las fracciones de albumina, globulina y fibrinógeno. La mayoría de las paredes capilares es impermeable a las prote. Del plasma y por esto deben ejercer una fuerza osmótica a través de la pared capilar, la cual atrae agua hacia la sangre. Las proteínas plasmáticas generan 15% de la propiedad amortiguadora. Algunas proteínas plasmáticas tienen funciones específicas (ej: anticuerpos y proteínas participantes en la coagulación sanguínea), en tanto otras funcionan como portadoras de varias hormonas, otros solutos y fármacos.

GRUPOS SANGUINEOS: Se descubrió que la sangre de personas diferentes tiene antígenos y propiedades inmunitarias diferentes, por lo que los anticuerpos del plasma de un tipo de sangre reaccionarán con los antígenos que hay en las superficies de los eritrocitos de otro tipo sanguíneo. Si se toman las precauciones adecuadas, se puede determinar con antelación si los anticuerpos y los antígenos presentes en el donante y en el receptor de la sangre provocarán una reacción transfusional. Antígenos A y B: aglutinógenos Dos antígenos (tipo A y tipo B) aparecen en las superficies de los eritrocitos en una gran proporción de los seres humanos. Son estos antígenos (llamados también aglutinógenos porque aglutinan a menudo los eritrocitos) los que causan la mayoría de las reacciones transfusionales sanguíneas. Debido a la forma en que se heredan estos aglutinógenos, es posible que las personas no tengan ninguno de ellos en sus células, tengan uno o tengan ambos a la vez. GRUPO RH: Junto al sistema del tipo sanguíneo O-A-B, el sistema del tipo sanguíneo Rh también es importante cuando se hace una transfusión de sangre. La principal diferencia entre el sistema O-A-B y el sistema Rh es la siguiente: en el sistema O-A-B, las aglutininas responsables de producir las reacciones transfusionales aparecen de manera espontánea, mientras que en el sistema Rh, las aglutininas casi nunca aparecen de forma espontánea. Así, primero hay que exponer a la persona de forma muy intensa a un antígeno Rh, por ejemplo a través de una transfusión de sangre que contenga el antígeno Rh, antes de que las aglutininas causen una reacción transfusional significativa.

Existen seis tipos frecuentes de antígenos Rh, cada uno llamado factor Rh. Estos tipos se designan C, D, E, c, d y e. Una persona que tiene un antígeno C no tiene el antígeno c, pero una persona que carece del antígeno C siempre tiene el antígeno c. Lo mismo puede aplicarse también a los antígenos D-d y E-e. Además, debido a la manera en que se heredan estos factores, cada persona tiene uno de estos tres pares de antígenos. El antígeno del tipo D es muy prevalente en la población y es considerablemente más antigénico que los otros antígenos Rh. Cualquiera que tenga este tipo de antígeno se dice que es Rh positivo, si una persona no tiene un antígeno del tipo D se dice que es Rh negativa.

Tipos principales de sangre O-A-B. En las transfusiones sanguíneas de una persona a otra, la sangre de los donantes y de los receptores se clasifica generalmente en cuatro tipos principales de sangre O-A-B, dependiendo de la presencia o falta de dos aglutinógenos, los aglutinógenos A y B. Cuando no están presentes ni el aglutinógeno A ni el B, la sangre es del tipo O. Cuando sólo está presente el aglutinógeno A, la sangre es del tipo A. Cuando sólo está presente el tipo del aglutinógeno B, la sangre es del tipo B. Cuando están presentes los aglutinógenos A y B, la sangre es del tipo AB. DETERMINACION GENETICA: Dos genes, uno de cada dos cromosomas pareados, determinan el tipo sanguíneo O-A-B. Estos genes pueden ser cualquiera de los tres tipos, pero sólo un tipo en cada uno de los dos cromosomas: tipo O, tipo A o tipo B. El gen del tipo O es no funcional o casi, de manera que da lugar a un aglutinógeno del tipo O no significativo en las células. Por el contrario, los genes de los tipos A y B dan lugar a aglutinógenos fuertes en las células. Las seis combinaciones posibles de genes, como se muestra en la tabla 35-1, son OO, OA, OB, AA, BB y AB. Estas combinaciones de genes se conocen como genotipos, y cada persona tiene uno de los seis genotipos. Se puede observar en la tabla 35-1 que una persona con el genotipo OO no produce aglutinógenos y, por tanto, su tipo sanguíneo es O. Una persona con el genotipo OA o AA produce aglutinógenos del tipo A y, por tanto, su tipo sanguíneo es A. Los genotipos OB y BB dan el tipo sanguíneo B, y el genotipo AB da el tipo sanguíneo AB.

Los anticuerpos contra los aglutinógenos de los eritrocitos se llaman aglutininas. Con frecuencia, hay antígenos similares a A y B en las bacterias intestinales y tal vez también en alimentos a los cuales se exponen los recién nacidos. Por tanto, los lactantes pronto desarrollan anticuerpos contra los antí- genos que no están presentes en sus propias células. Así, las personas con tipo A generan anticuerpos anti-B; las de tipo B, anticuerpos anti-A; los sujetos con tipo O, ambos anticuerpos y, quienes tienen sangre tipo AB, no desarrollan ninguno (cuadro 32-4). Cuando el plasma de una

persona tipo A se mezcla con eritrocitos tipo B, los anticuerpos anti-B hacen que los eritrocitos tipo B se aglomeren (aglutinen), como se muestra en la figura 32-11. Las otras reacciones de aglutinación originadas por el plasma y los eritrocitos incompatibles se resumen en el cuadro 32-4. La tipificación sanguínea se realiza mediante la mezcla en un portaobjetos de los eritrocitos del individuo con antisueros que contienen las diversas aglutininas, y se observa si hay aglutinación. REACCIONES A LA TRANSFUSIÓN Cuando un individuo recibe una transfusión sanguínea de un tipo incompatible con el suyo, o sea que posee aglutininas contra los eritrocitos que recibe, se producen peligrosas reacciones hemolíticas a la transfusión. El plasma de la transfusión casi siempre se diluye en el del receptor, lo cual casi nunca causa aglutinación, incluso si el título de aglutininas contra las células del receptor es alto. Sin embargo, cuando el plasma del receptor tiene aglutininas contra los eritrocitos del donador, las células se aglutinan y sufren hemólisis. La hemoglobina libre sale al plasma. La gravedad de la reacción a la transfusión resultante varía desde un aumento menor asintomático en la concentración de bilirrubina plasmática, hasta ictericia grave con daño tubular renal que conduce a anuria y muerte Las personas con tipo AB son “receptores universales” porque no tienen aglutininas circulantes y pueden recibir sangre de cualquier tipo sin generar una reacción por incompatibilidad ABO. Los individuos tipo O son “donadores universales” porque carecen de antígenos A y B; por ello, la sangre tipo O puede proporcionarse a cualquier persona sin producir una reacción a la transfusión....


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