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SALCAI Y UTINSA DAN PASO A GLOBAL Un poco de historia El transporte público en la isla de Gran Canaria está marcado por la historia de dos empresas, Utinsa y Salcai, nacidas como resultado de dos culturas muy enraizadas en la sociedad grancanaria, la de los piratas y la de los coches de hora. Utinsa, que en 1973 se constituye como sociedad anónima, nació de la tradición de un sistema de transportes que había arraigado entre la población, especialmente la del centro y norte de la isla, el pirata, que al igual que el coche de hora circulaba por carreteras abruptas y complicados caminos. Se trataba de microbuses que operaban de manera autónoma y que llegaron a organizarse de alguna manera para poder sobrevivir: sus conductores se hicieron muy pronto los mejores conocedores del horario de salida y de paso de los coches de hora, a los que adelantaban para captar clientela que, en muchas ocasiones, preferían estos vehículos más rápidos. Los vehículos de Aicasa recibían la denominación de coches de hora, aquellas guaguas inglesas que contribuyeron al lento desarrollo económico de Gran Canaria no sólo transportando personas, sino convirtiéndose, en algunos casos, en el único nexo entre la capital y muchos municipios. De gran parte de la plantilla de Aicasa nació Salcai, constituida en 1973 bajo la fórmula de sociedad anónima laboral (los trabajadores son los socios), algo bastante novedoso para los tiempos que corrían, con ayudas públicas y un importante endeudamiento de los socios trabajadores para comprar las guaguas. La constitución de Utinsa y de Salcai es la respuesta al otorgamiento en 1973 de dos importantes concesiones para el transporte público en Gran Canaria: el centro-norte para Utinsa y el sur-sureste para Salcai, que se convertiría a la postre en la más rentable de las dos por su orografía más suave y por el inminente boom turístico. Así, desde el 6 de octubre de ese mismo año estas dos compañías operaron por separado como consecuencia de una decisión gubernamental que puso fin, entonces, a un prolongado conflicto laboral surgido de la quiebra de la empresa que prestaba el servicio, Aicasa. Eran tiempos complejos para muchísimos sectores, complejidad a la que no fue ajeno el transporte. La crisis de Aicasa produjo una huelga muy dura que provocó la intervención oficial y que dio lugar al nacimiento de dos empresas diferentes. Ya desde ese momento la isla quedó dividida por una línea imaginaria que unía La Aldea-Tejeda-San Mateo-Las Palmas, pero que para los usuarios no lo era tanto, ya que era como el muro que había que traspasar para pasar de una concesión a otra. Aquella separación facilitaba de alguna manera el que las empresas, aun no siendo competidoras (cada una actuaba en su concesión) entraran en una carrera por el liderazgo, duplicando recursos que a la larga sólo hacían perjudicar la cuenta de explotación de cada una. Casi 27 años después, aquella división promovida por las instituciones para dar una salida a una crisis concreta quedó invalidada por el impulso de las propias 1 

Administraciones públicas canarias, que instaron a las dos compañías a entenderse para poder así formar una empresa de gran calado capaz de mejorar sustancialmente la calidad del servicio público de transportes en la isla de Gran Canaria. Los trabajadores de Utinsa y Salcai sientan las bases para la fusión Con los objetivos centrales de conseguir un servicio de transporte de viajeros de calidad y garantizar que las actuales concesiones fueran explotadas por una nueva empresa financieramente sólida de la que fuesen titulares los propios trabajadores, los comités de empresa de Utinsa y Salcai, los sindicatos con representación en estos órganos (CC.OO., UGT, Intersindical Canaria y CSICSIF), así como los directivos de ambas compañías, suscribieron un preacuerdo mediante el cual decidieron apoyar y defender la fusión entre las dos empresas. Lo cierto es que si bien la fusión era ventajosa para las dos sociedades, ambas tenían intereses diferentes. Por un lado, Utinsa, con una problemática situación financiera, se encontraba en la disyuntiva de fusionarse con la otra operadora o acometer un riguroso plan de viabilidad que implicaría una regulación de empleo y recortes en el convenio colectivo. Salcai, por su parte, estaba decidida a la fusión, ya que la empresa resultante, al convertirse en la única prestataria de este servicio a nivel insular, adoptaría la condición de sociedad anónima laboral que ella ya tenía, capitalizando la empresa en casi 8 millones de euros (7.813.157,357€) y situándose en una posición privilegiada para la prórroga de su concesión. Pero la necesidad de convertir en accionistas a todos los trabajadores que provenían de Utinsa conllevaba la aportación por parte de cada uno de éstos de 32.743,139 euros, equiparándose de esta forma el valor patrimonial de Utinsa al de Salcai. En una muestra de responsabilidad, los trabajadores de las dos empresas decidieron situar en segundo plano sus intereses y sus expectativas de mejoras futuras para dar prioridad a una fusión que desembocara en una empresa productiva y rentable que estuviese en óptimas condiciones para prestar un servicio público de transportes que contribuyera a mejorar la calidad de vida de los grancanarios. La nueva empresa surgida de este proceso sería propiedad, al cien por cien, de los trabajadores y tendría como convenio colectivo de referencia el de Salcai, con las modificaciones negociadas que fueran pertinentes. A este respecto, se consiguió una nueva regulación del concepto de antigüedad y la congelación de algunas primas que, en un escenario temporal a medio plazo, no supondrían ninguna disminución de las retribuciones que se venían percibiendo y, sin embargo, permitirían homologar al alza los salarios de los trabajadores que provenían de Utinsa. Esa empresa se convertiría en la primera en su género (transporte regular de viajeros) de España, tanto en número de trabajadores como en flota y facturación, lo que le permitiría tener capacidad de maniobra suficiente para ofertar a los viajeros un servicio de primera calidad. 2 

La fusión de las dos empresas de transporte Así, tras más de dos años de intensas negociaciones, el 22 de enero de 2000 las juntas generales de accionistas de ambas empresas tomaban un acuerdo histórico: fusionar ambas empresas para que naciera una compañía de unas dimensiones inéditas capaz de proporcionar un mejor servicio público de transporte. La nueva empresa tendría como nombre comercial Global. Este proceso de concentración tuvo su punto culminante con la inscripción de Salcai Utinsa, S.A. en el Registro Mercantil de Las Palmas de Gran Canaria el 17 de marzo del año 2000. Esa nueva empresa adquiere la fórmula de sociedad anónima laboral, la misma que adoptó en su día Salcai, y por la cual los propios trabajadores son socios y, por tanto, propietarios de la compañía. Salcai-Utinsa, S.A. -Global, en su versión comercial- se ha convertido en una de las más importantes compañías del sector en España y la primera de economía social dedicada a esta actividad. Su facturación inicial se estimaba en unos 36 millones de euros; una plantilla de 770 socios-trabajadores, una flota de 310 guaguas y un valor de algo más de 25 millones de euros. La nueva empresa sería presidida por el hasta ahora presidente de Salcai, Antonio Benítez, y dirigida por el actual director general de Global, Miguel Ángel Rodríguez. El presidente y el director gerente de Utinsa, Antonio Manuel Ojeda y Francisco López de Lara, ocuparían, respectivamente, los puestos de vicepresidente y de director adjunto. Fruto de esta unión, se proyectaba crear un nuevo cuadro de servicios que implicaría suprimir muchos transbordos y crear nuevos servicios que recorrerían la isla sin tener en cuenta limitación geográfica alguna, y se alcanzarían nuevos destinos poco a poco, y en función de la demanda y de la propia reestructuración de la nueva empresa. A mediados del año 2000 también se decide desdoblar las oficinas de Global en dos sedes, una en la calle Juan XXIIII, donde radica la dirección general, y otra en Viera y Clavijo, donde está la presidencia. Esta remodelación supone optimizar al máximo las instalaciones disponibles y prestar un mejor servicio, tanto a los clientes de la compañía como a los socios-trabajadores y proveedores. El reto estaba ahora en integrar dos culturas empresariales distintas, las del coche de hora, aquellos Aicasa que luego dieron lugar a Salcai, sociedad en la que los trabajadores son también propietarios; y la del pirata, cuyos propietarios se agruparon para formar Utinsa. Esta meta se está alcanzando poco a poco; valga como seña que en Global se ha sustituido la tradicional cena de Navidad que antes festejaban Utinsa y Salcai por la celebración de una cena anual que se hace coincidir con el aniversario de la creación de la nueva empresa, el 17 de marzo, evento al que también son invitadas las viudas de los chóferes ya fallecidos. 3 

Los colores de la nueva empresa El azul turquesa es la mezcla cromática del verde y el azul, los dos colores que hasta la fecha venían representando a Salcai y a Utinsa, respectivamente. De esta manera, el color escogido es auténticamente la fusión de los dos colores corporativos. Las guaguas se van rotulando paulatinamente, de modo que no se vea perjudicada la programación de las rutas. El azul turquesa pertenece a la familia del azul, color representativo de Gran Canaria junto al amarillo, que también aparece en el símbolo con una tonalidad ocre, lo cual responde a las manifestaciones de la presidenta del Cabildo de Gran Canaria en la época de la fusión, María Eugenia Márquez, de que deseaba que en la nueva imagen aparecieran de algún modo los dos colores de la bandera de la isla: azul y amarillo. Nueva denominación para el futuro La nueva empresa surgida de esta fusión tiene como nombre comercial Global Salcai Utinsa, según el proyecto de imagen corporativa aprobado por el Consejo de Administración de la compañía. La denominación de Global fue escogida entre más de un centenar de propuestas. La empresa encargada por Salcai Utinsa para formular una propuesta ha trabajado en el concepto de un nombre que sirviera de síntesis a esa fusión, un nombre que agrupara a dos empresas de 26 años de historia, con dos culturas distintas, la del coche de hora y la del pirata; dos compañías con dos fórmulas societarias diferentes pero con un mismo objetivo, la prestación de un servicio público esencial. En definitiva, era preciso encontrar un término que sintetizara unión, agrupamiento, unidad de acción y de esfuerzos. Y ese término se ha estimado que está recogido en la palabra Global. El imagotipo está formado por un anagrama (símbolo) y un logotipo (leyenda). El diseño está basado en el juego que permite la letra O, contenida en la palabra Global. Así, el anagrama está formado por dos flechas, con recorrido semicurvo, que se mueven en dos direcciones y sentidos dibujando un círculo que representa a la isla de Gran Canaria, ámbito de actuación de la compañía, además de englobar todas las direcciones y las concesiones de las empresas fusionadas. El imagotipo cuenta con una segunda leyenda, Salcai Utinsa, que son los nombres de las dos empresas fusionadas. El Gobierno ha de autorizar la unión El 13 de octubre de 2000 el Consejo de Ministros, a la vista de un informe del Tribunal de Defensa de la Competencia, acordó que no se procediera a la concentración de las empresas SALCAI, S.L. y UTINSA S.A. por considerar que se podría obstaculizar el mantenimiento de una competencia efectiva en el mercado de concesiones de transporte regular de viajeros de carácter permanente y de uso general en la isla de Gran Canaria. El Tribunal estima en su informe que la operación aumentaría significativamente el ya elevado grado de concentración existente en este mercado, configurando una situación de práctico monopolio y que muy probablemente deterioraría las condiciones de 4 

competencia en los procedimientos concursales para la adjudicación de concesiones. Además, el Tribunal apunta la existencia de importantes barreras a la competencia en el referido mercado derivadas de la propia normativa vigente y de la actuación de los poderes reguladores. Vista esta decisión, Salcai Utinsa, S.A. presenta recurso ante el Tribunal Supremo. Por Auto del Tribunal Supremo de 21 de marzo de 2001 se suspende cautelarmente la ejecución del citado acuerdo y, finalmente, en abril de 2002 el Tribunal Supremo volvió a pronunciarse en contra de la decisión del Gobierno anulando el acuerdo por una cuestión de procedimiento: estimó el recurso formulado por las empresas notificantes y anuló el Acuerdo del Consejo de Ministros al constatar que éste había sido adoptado una vez que ya se había producido, por ministerio de la Ley, la autorización tácita de la operación. ¡Había luz verde para la fusión! Como dato informativo, saber que ésta es la segunda ocasión en que el Supremo anula un acuerdo de prohibición de concentración del Consejo de Ministros. Este caso ha sido elaborado utilizando las siguientes fuentes:    

Revista Global, varios números, en http://www.globalsu.es Moreno, P. (2000). «Global: una nueva empresa de transporte interurbano al servicio de los usuarios de Gran Canaria». Territorios. Nº 12, julio: 11. Memoria 2000, Tribunal de Defensa de la Competencia (http://www.tdcompetencia.es/PDFs/memorias/19.pdf) Memoria de Actividades 2001, Servicio de Defensa de la Competencia (http://www.mineco.es/dgdc/sdc/memoria%202001.PDF)

Cuestiones de discusión: 1. Como el caso relata en distintos fragmentos, la operación de concentración que conduce a la creación de Global es una fusión, pero ¿de qué tipo? Justifica tu respuesta. 2. ¿Qué fórmula de desconcentración empresarial debería haber utilizado Global si el Tribunal Supremo se hubiera pronunciado a favor del Acuerdo del Consejo de Ministros y del dictamen del Tribunal de Defensa de la Competencia, toda vez que la fusión ya se había materializado? 

3. De los motivos teóricos que justifican las decisiones de fusión y adquisición, ¿cuáles dan lugar a la integración Utinsa-Salcai? 

4. De los tres riesgos asociados a las operaciones de fusiones y adquisiciones, ¿cuál crees que afectaba en mayor medida a la operación de fusión UtinsaSalcai? Discute los tres tipos de riesgo para este caso. 

5. En relación a la gestión del proceso, analiza los tipos de dificultades prácticas que afrontó la empresa encuadrándolos en las categorías correspondientes (diseño de la operación, integración organizativa y cultural, integración productiva y defensa de la competencia).

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