Historia Medieval Evolucion del mapa de Europa del año 500 al 650 PDF

Title Historia Medieval Evolucion del mapa de Europa del año 500 al 650
Course Historia Medieval
Institution Universidad Carlos III de Madrid
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FRANCISCO HERRERA MEGIA

HISTORIA MEDIEVAL FORMACION DE EUROPA DEL AÑO 500 AL 650

En el año 500 el mapa de Europa estaba dividido de la siguiente manera: en el antiguo imperio romano de occidente se habían establecido una serie de reinos germanicos que se asentaban en diferentes asentamientos del antiguo imperio. En la península Italica el poder lo ostentaba el reino ostrogodo, a manos de Teodorico. Este reino penetro en la península en el 490 eliminando a Odoacro y sus hérulos, instalándose en un princiopio, en el norte de Italia. El ascendiente poder de Teodorico empezó a levantar recelos entre los bizantinos y los demás jefes ostrogodos, para finalmente en el 526 con su muerte, dejo via libre a los bizantinos para penetrar en la península (534). Los francos se habían asentado en el norte de Francia y la actual Belgica, y no fue hasta el 507 cuando derrotaron a los visigodos en Vouille y lograron asentarse en toda Francia con capital en Paris. Clodoveo estuvo al mando de los francos y fue el que logro la victoria ante los visigodos y estableció un protectorado sobre el reino de los burgundios. Clodoveo hizo que su pueblo se convirtiera al catolicismo para de esta manera consolidar su alianza con la iglesia. En las islas de Britania se habían instalado los anglo-sajones, gracias a la retirada de los bretones al continente para intentar detener las tropas invasoras en el 407 En el año 407 con motivo de parar las invasiones barbaras en la frontera del Rin, los bretones se vieron obligados a salir de las islas y asentarse en el continente. Este factor hizo que los pueblos de los anglos y los sajones pudiesen invadir las islas, arransandolas y arrinconando a los autóctonos en el norte y oeste. Distribuido en bandas bajo el caudillaje de unos jefes guerreros, vivian en pugna permanente por alcanzar una hegemonía siempre discutida y frágil.

Los visigodos constituían el pueblo mas romanizado de los que habían entrado en el imperio romano. Durante el año 500 tenian asentamientos en el sur de Francia tras conseguir cruzar el Danubio, hasta que el 507 tras su derrota por los francos de Clodoveo, tuvieron que renunciar a sus establecimientos del sur de la Galia, e instalarse en la península hispanica. Los suevos, en el año 500 estaban arrinconados en el noroeste de Hispania, en Gallaecia, ya que en el 456, fueron derrotados por los visigodos y obligados a convertirse al arrianismo. El norte de Africa estaba ocupado por los vándalos, que en el 429 cruzaron el estrecho de Gribraltar. Los vándalos ocuparon las islas del Mediterraneo Occidental , interrumpieron el trafico marítimo de la metrópoli y el abastecimiento de Roma. Finalmente en el 534 fueron eliminados por los bizantinos. El imperio bizantino se hallaba en el imperio romano de oriente, dominando desde la costa oriental del mar Adriatico hasta la frontera con Persia, incluyendo toda la actual Turquia. Era un imperio griego, culto, político, urbano, mercantil y cristiano. La capital residía en Constantinopla, ciudad con una localización clave, que hacia de puente entre oriente y occidente, haciéndola ciudad clave para el comercio. Durante el año 500 se encontraba en el poder el emperador Anastasio y no seria hasta el emperador Justiniano cuando el imperio bizantino se alzara con un gran poder. Durante el 550 el mapa de Europa cambio relativamente poco. Probablemente el cambio mas significativo fue el del imperio bizantino. Ya a manos del emperador Justiniano, el imperio aumento sus dominios. En el 534, las tropas bizantinzas acabaron con los vándalos en el norte de Africa, y posteriormente penetraron por el sur de Italia. La aproximación a la pensinsula Hispanica daría su culmen en el 554, que finalmente lograron asentarse en el sur. Grecia y Turquia también eran sus dominios. Justiniano dirigió el imperio entre los años 527 y 565, y logro la época dorada del imperio bizantino. Los demás cambios que se habían producido en el 550 fueron la eliminación de los vándalos por parte de los bizantinos, el desplazamiento y asentamiento final de los visigodos en la península hispanica y los francos se habían hecho con el dominio de la actual Francia tras echar a los visigodos del sur de la Galia. Y con respecto a los anglo-

sajones, durante este años empezaron a fraguarse los siete reinos históricos que acabarían creando la confederación de reinos bajo la dirección del jefe de Bretaña ( un bretwalda). En el año 600, con la muerte de Justiniano en el 565, pareció acelerar los dos procesos que empezaban a debilitar el imperio de Bizancio: la amenaza de los enemigos exteriores y el deterioro de la situación social, política y militar interna, que cavia atribuir tanto a la presencia de aquellos como, sobre todo, al desgaste producido por la política

de

reintegración

mediterránea.

Las

amenazas

exteriores

estuvieron

protagonizadas por avaros, eslavos y persas. Los avaros en el 558 obtuvieron permiso para instalarse en tierras del imperio bizantino. Siete años después se instalaron en la llanura de Panonia, donde expulsaron a los lombardos que finalmente se asentaron en Italia, donde su entrada en 568 supuso para los bizantinos instalados allí el comienzo de la pérdida de sus posiciones. Los eslavos se asentaron en Macedonia que desde ese momento, el establecimiento de estos en el espacio balcánico empezó a tener para los bizantinos un significado cultural parecido al que había tenido la de los germanos en el occidente para los provinciales romanos del ámbito latino. Los persas habían sido la amenaza más grave para el imperio, que para conjurarla, empleo a fondo su diplomacia y sus recursos financieros en frente oriental. Con respecto a la zona de occidente, los lombardos fueron desplazados por los avaros en el 567 hacia Italia. Como retaguardia del mundo germano, los lombardos carecían de influencia romana alguna y basaban su política en la existencia de bandas dirigidas por más de treinta jefes. En la península hispánica, entre los años 569 y 586, el rey Leovigildo se encargo de impulsar la dinámica de integración social y territorial, combatió a francos y bizantinos, elimino el reino de los suevos y mantuvo a raya a los vascones, a la vez que buscó la unificación ideológica del reino o, al menos, de los visigodos en el arrianismo. Además creo un mínimo aparato político y administrativo, el officium palatinum, núcleo formativo del Aula regia. Tras la muerte de Leovigildo, accedió al trono su hijo Recaredo. El nuevo monarca renuncio al arrianismo busco la unificación ideológica de sus súbditos en el catolicismo, al que aquellos se convirtieron con ocasión del Concilio III de Toledo del año 589. Esta decisión sentó las bases para el engrandecimiento de la iglesia católica del reino.

La historia del reino franco tras la desaparición de Clodoveo estuvo presidida por la fragmentación de la realidad socio espacial de la Galia. A ella contribuyeron la diversidad de grupos étnicos francos establecidos, el creciente poder de los obispos, verdaderos representantes de los intereses de la aristocracia galorromana, y, en menor medida, la implantación de algunos monasterios en manos de los poderosos. La instalación franca se había efectuado en asentamientos cuyas unidades fueron el mallus y la centena, que fortalecieron identidades regionales ya existentes y acabaron dando nacimiento a ducados, como los de Champagne o Toulouse, y, sobre todo, a los tres reinos de Austrasia, Neustria y Borgoña. En el año 650 los cambios más importantes han sucedido en el imperio bizantino, que poco a poco iba perdiendo territorio. El imperio debió de atender tres frentes. El frente oriental siguió siendo el más decisivo. En el año 602, aprovechando una crisis interna, los persas atacaron el Imperio. Durante veinte años fueron cayendo en sus manos Capadocia y Armenia, Siria y Palestina y, por fin, Egipto. Si cada pérdida afecto la conciencia bizantina, la caída de Jerusalén en manos de los persas, que se llevaron la reliquia de la cruz de Cristo, conmovió especialmente los espíritus, estimulando en la población del imperio un verdadero sentimiento de guerra santa. En 622 dio comienzo la contraofensiva bizantina dirigida por Heraclio, quien, en lugar de ir reconquistando cada una de las provincias perdidas, opto por atacar directamente el centro del Imperio persa. En 628 entro en su capital, saqueo su tesoro, recupero las provincias ocupadas y, sobre todo, la reliquia de la cruz, que fue devuelta a Jerusalén. Los éxitos de Heraclio frente a los persas apenas pudieron ser saboreados por sus súbditos. La expansión musulmana capitanead por los árabes habían comenzado en 632 y, solo cuatro años después, en 636, los bizantinos fueron derrotados a orillas del rio Yarmuk, en lo que sería el comienzo de su espectacular e irreversible repliegue frente al poder islámico. En seis años, Bizancio perdió Siria, Palestina y Egipto; en doce mas, parte de sus dominio del norte de África y Armenia; y, poco a después, las islas de Rodas y Chipre. En el frente danubiano-balcánico, el imperio tuvo que contrarrestar la penetración de los eslavos hacia el sur, la presencia de los avaros en la región. El frente occidental perdió relevancia después de la muerte de Justiniano. La falta de continuidad territorial con el conjunto del Imperio y la gravedad de las amenazas que

acuciaban a este dese oriente explican dicha perdida. Así, la España bizantina paso a manos de los hispano godos entre los años 625 y 630. El África bizantina la ocuparon los árabes y la Italia bizantina vio disminuir sus dimensiones, que, además de Ravena, iban quedando limitadas a Sicilia y unos cuantos enclaves costeros en sur de la península. Todavía a mediados del siglo VII no se había producido la conversión de los lombardos al catolicismo y en el año 643, fecha del Edicto de Rotario, se seguía reconociendo una dualidad de regímenes legales entre los lombardos y los demás habitantes de Italia. En cuanto a los Francos, con la muerte de Dagoberto I en 639, la fuerza de los distintos espacios regionales se impuso definitivamente a través del ejercicio del poder por parte de sus respectivas aristocracias. Estas hicieron de la monarquía o, mejor, de las tres monarquías (Austrasia, Neustria y Borgoña) un juguete en sus manos. La figura de los monarcas palidecía tras la de los mayordomos del palacio. Estos, conscientes del papel de obispos y monasterios, trataron de designar los ocupantes de las sedes episcopales a la vez que ponían las bases de verdaderas dinastías. Los mayores éxitos correspondieron a los mayordomos de Austrasia. Desde comienzos del siglo VII, el predominio de los mayordomos de plació de Austrasia empezó a ser evidente: Arnulfo de Metz y Pipino de Landen, cabezas de dos ramas familiares que se fusionaron a través del matrimonio de sus hijos, pusieron los cimientos de una verdadera dinastía de mayordomos....


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