Hobsbawm, La primavera de los pueblos PDF

Title Hobsbawm, La primavera de los pueblos
Author Valentina Propato
Course Historia general
Institution Universidad Nacional de San Martín Argentina
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Materia: Historia General Cátedra: Maria Jose Valdez Carrera: Lic. Relaciones Internacionales Escuela: Política y Gobierno Año de cursada: 2020 Nombre: Valentina Propato

RESUMEN: HOBSBAWM, La primavera de los pueblos.

I A principios de 1848, el pensador francés Alexis de Tocqueville advierte que se venía un viento revolucionario. Casi en simultáneo, con la publicación del 24 de febrero del “Manifiesto del Partido Comunista”. Ninguna de las revoluciones en la historia del mundo moderno se extendió con tanta rapidez y amplitud. Esta se propagó con tanta rapidez y amplitud, pues se propagó como un incendio a través de fronteras, países e incluso océanos. Fue la primera revolución potencialmente mundial, en cierto sentido, constituyo el paradigma de “revolución mundial” con la que a partir de entonces soñaron los rebeldes. De hecho tales estallidos simultáneos de amplitud continental son extremadamente excepcionales. En europa, la revolución de 1848 fue la única que afectó tanto a las regiones “desarrolladas” del continente como las atrasadas. Fue a la vez la revolución más extendida y la de menor éxito. A los seis meses del brote ya se predecía con seguridad su universal fracaso: a los 18 meses habían vuelto al poder todos menos uno de los regímenes derrocados; y la excepción (la república francesa) se alejaba cuanto podía de la insurrección a la que debía existencia. Podemos caracterizar a la zona revolucionaria como heterogénea. Comprendía Francia, la Confederación Alemana, el Imperio Austriaco, e Italia, entre otros. La mayoría de las regiones europeas se hallaban gobernadas por monarcas o príncipes absolutos, pero Francia ya se había convertido en un reino constitucional y efectivamente burgués. Todos los movimientos nacionales chocaron contra la gran dinastía de los Habsburgo, ya que dominaban sobre múltiples etnias y nacionalidades, como ser, la alemana, la italiana, la chec, etc. La revolución de 1848 se extendió sobre el centro del continente europeo, compuesto esencialmente por Francia, la Confederación Alemana, el Imperio Austriaco e Italia: Según Hobsbawm, la península ibérica, Suecia y Grecia, constituían espacios todavía demasiado aislados como para que las revoluciones de 1848 se extendieran también sobre ellos. Por otra parte, los imperios ruso y otomano eran espacios demasiado atrasados y hasta carecían de los sectores sociales que protagonizaron las revoluciones de 1848 en otras zonas. En cambio, si bien Gran Bretaña y Bélgica eran países ya industrializados, sus instituciones y tradiciones políticas fueron las que dejaron poco terreno a la revolución. De manera que tanto Francia, como la Confederación Alemana, el Imperio Austríaco e Italia, presentaban factores políticos, económicos y sociales que hicieron posibles las revoluciones desatadas en cada uno de esos casos.

La motivación revolucionaria tuvo idiosincrasias inherentes de cada lugar donde se gestaba. Hubo varios movimientos de liberación nacional, otros del campesinado, otros del proletaria, pero todos comparten ciertas características: - Ocurrieron en simultáneo. 1

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Tuvieron un estilo común: un cierto aire romántico/utópico. Todas comenzaron prosperando hasta que se debilitaron rápidamente La mayor fuerza no fue la burguesía, sino la clase baja. Este punto es crucial para entender el subsiguiente fracaso. Las clases liberales que estaban en el poder o eran relevantes políticamente no estaban muy incentivadas a apoyar una revolución de una clase que no parecía ser la propia.

Hobsbawm destaca que las revoluciones de 1848 tuvieron los siguientes rasgos: Se expandieron con rapidez y amplitud, alcanzando zonas desarrolladas y atrasadas en unas pocas semanas; fue la primera revolución potencialmente mundial; prosperaron y se debilitaron rápidamente; y fueron revoluciones sociales de los trabajadores pobres.

El concepto de orden social fue especialmente tentador para las clases burguesas, ya que temían un caos revolucionario. Por ejemplo, el parlamento húngaro voto por la abolición de la servidumbre para evitar esto mismo. Otros gobiernos conservadores optar por sobornar al campesinado. Justamente, una clave del fracaso fue que la confrontación no era entre “la antigüedad” y el “progreso”, sino que era entre el orden social y el caos revolucionario. Esto, de todas formas, no detuvo que los trabajadores sublevados de parís fueran ejecutados una vez concretada su rendición. La confrontación decisiva en París en 1848 fue entre el “orden” y la “revolución social”: Según Hobsbawm, las jornadas parisinas de junio fueron las que dieron a la revolución de 1848 (al menos en París) su rasgo más novedoso, ya que a diferencia de conflictos sociales anteriores, se configuraron más abiertamente como un enfrentamiento de clases. (pp. 28-29)

Se reconoce que los radicales defendían una solución simple: una república democrática, unitaria, social y centralizada en Alemania, Italia, Hungría o del país que fuera, formada de acuerdo con los probados principios de la Revolución Francesa sobre la ruina de todos los reyes y príncipes. Por su parte, los moderados se hallaban encerrados en una batalla cuya base esencial era el temor de la democracia, a la que creían capaz de igualar a la revolución social. El objetivo popular de 1848 era La República democrática y social: Si bien Hobsbawm considera que la de 1848 fue la primera revolución en la que socialistas y comunistas se colocaron a la vanguardia desde el principio, también señala que en el curso de la revolución no se mencionó el “capitalismo”.

Las revoluciones de 1848, requirieron un detallado estudio por estados, pueblos y regiones. No obstante, tuvieron mucho en común (características nombradas anteriormente). Esta era la “Primavera de los Pueblos”, y como tal estación, no perduró. En cuanto a las características comunes, en primer término, todas ellas prosperaron y se debilitaron rápidamente. Durante los primeros meses fueron reducidos a la impotencia todos los gobiernos de la zona revolucionarios. Todos se desplomaron sin oponer resistencia. En 1849 ya habían surgido las regiones “republicanas” e izquierdistas de la Francia rural, y es aquí donde encontraremos en 1851 la más encarnizada resistencia a la abolición de la república. El segundo signo fue el aislamiento y la derrota de los obreros revolucionarios en París, vencidos en la insurrección de junio. Todas las revoluciones tuvieron algo más en común, que en gran parte fue causa de su fracaso. De hechos, o como inmediata anticipación, fueron revoluciones sociales de los 2

trabajadores pobres. Por eso a los liberales moderados a quienes habían empujado al poder y la hegemonía, e inclusive a algunos de los políticos más radicales, les asustó por lo menos tanto como a los partidarios de los antiguos regímenes. En cuanto a los revolucionarios, los pobres, era su hambre lo que potenciaba las demostraciones que se convertían en revoluciones. Por otro lado, la revolución de febrero no solo la hizo el proletariado, sino que la concibió como consciente revolución social. Su objetivo no era cualquier república, sino la república democrática y social. Sus dirigentes era socialistas y comunistas. Los regímenes conservadores dieron concesiones a los burgueses, especialmente en materia económica y legal, para ganarse su simpatía y evitar que se aliaran con las clases revolucionarias. Este fue el hecho que convirtió a la burguesía en una clase ya no revolucionaria pero mejor posicionada en la sociedad del momento. Entonces, si bien tenían una verdadera afinidad al “pueblo”, cuando se vio amenazada su propiedad y su dinero, prefirieron mantener la calma social. A todo esto, la clase proletaria carecía de madurez, organización y cohesión política como para lograr una alternativa política seria y viable. Esto no evitó que asustara a sus enemigos lo suficiente como para lograr ciertas concesiones. Las revoluciones de 1848, fueron las primeras que el socialismo y el comunismo se puso al frente, junto con el pueblo trabajador. Volviendo al fracaso, como dijimos antes, el año 1848 fracaso por la confrontación decisiva entre el orden y la revolución social. La confrontación crucial, fue la de parís en junio , cuando los trabajadores, manipulados para que pareciera que una insurrección aparte, fueron derrotados y asesinados en masa. La ferocidad del odio de los ricos a los pobres queda reflejado en el hecho de que después de la derrota fueron asesinados unos 3000 y otros 12000 detenidos. Por consiguiente, la revolución sólo mantuvo su ímpetu allá donde los radicales eran lo bastante fuertes y se halaban lo suficientemente vinculados al movimiento popular como para arrasar consigo a los moderados o no necesitar a estos. Esta situación era más probable en los países en lo que el problema crucial fuese la liberación nacional, un objetivo que requería la continua movilización de las masas. Esta es la causa por la cual en italia, y sobre todo en Hungría, la revolución durará más. No obstante, los aparentes fracasos totales que significaron estas revoluciones no fueron tan totales. Estos señalaron el fin de la política tradicional, paternalista y acentuadora de la pirámide jerárquica social, para englobar más a todos los estamentos. Aprendieron los más reaccionarios y conservadores que debían influenciar la opinión pública y comprender la naturaleza de la sociedad en todos sus colores y formas. Se evidencio que el panorama político iba a estar fuertemente influenciado por las fuerzas como las clases medias, el liberalismo, la democracia, el nacionalismo y las clases trabajadoras. No se podría haber predicho que las revoluciones de 1848 serian las ultimas revoluciones generales de occidente. Esto ocurrió porque las demandas del liberalismo y el nacionalismo se vieron satisfechas a lo largo de los siguientes setenta años. Estas fueron las últimas generales de occidente, en parte porque se dio un gran auge económico en el periodo de 1850-1870. La que fue probablemente la mayor crisis económica de la especie antigua fue la que desencadenó las revoluciones, pero ahora se daba un boom económico increible. Para dar algunos ejemplos: - En los primeros siete años de la década de 1850, las exportaciones británicas aumentaron como nunca lo había hecho antes en la historia, en especial el algodón. - La exportación de hierro en Bélgica se duplicó en seis años. 3

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En esos mismo seis años (1851-1857) aumentó el 154% el capital generado por sociedades anónimas en Prusia. La combinación de capital barato con el aumento de los precios logro que el esplendor económico fuera satisfactorio. Los retrocesos comerciales del siglo XIX siempre eran deflacionarios, mientras que los avances eran inflacionarios. Asimismo, aumentaban los puestos de trabajo de sobremanera, y ya en el periodo 1853-1855 no se produjeron más disturbios por hambruna. La abundante mano de obra resultaba, además, barata. Políticamente este auge le sirvió a los gobiernos que fueron golpeados por los sucesos de 1848, ya que pudieron hibernar en paz. Este auge se vio momentáneamente frenado por la depresión de 1857, pero no fue de ningún modo un suceso que podría haber disparado una nueva oleada revolucionaria, sino una pequeña interrupción que fue rápidamente resuelta. De hechos, el periodo posterior fue aún mejor (1860-1870). Hay que entender que esta expansión no habría sido posible sin la gran red de transporte y comunicaciones que despertaron el ferrocarril, el buque a vapor y el telégrafo. Esto pudo ampliar la extensión geográfica de la economía mundial, incorporando nuevas fronteras al mercado. Además, aportaron fuertemente dos sucesos importantes: el descubrimiento de vastas reservas de oro en distintas partes del mundo en 1848, así como también la liberación de la empresa privada como motor de la industria. El liberalismo económico fue consensuado por todos los participantes de la economía. Por último, se dio también la entrada de la ciencia y tecnología al mundo industrial y económico. Ya al país que le faltara una buena educación general se le dificultará convertirse en una economía moderna. Por otro lado, a los países pobres y atrasados bien educados se les facilitó el desarrollo, como es el caso de Suecia. Las revoluciones de 1848 “dejaron un poco más que el mito y la promesa”, tuvieron importantes consecuencias: Como explica Hobsbawm hacia el final del capítulo, si bien las revoluciones de 1848 no implicaron cambios dramáticos en el orden social, tuvieron consecuencias importantes. Entre ellas, que la burguesía se convirtió definitivamente en una clase partidaria del orden (abandonando las alternativas revolucionarias), que la servidumbre resultó abolida en el Imperio Austríaco (a diferencia de Europa oriental, donde seguiría vigente) y, finalmente, que los actores políticos de la época debieron en adelante aprender "la política del pueblo", es decir, apelar al pueblo y a la opinión pública como fuentes de legitimidad política.

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