La restauración. PDF

Title La restauración.
Author Paula Tamayo
Course Historia Contemporánea de España
Institution Universidad de Málaga
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Sirven para selectividad....


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Tema 6. La restauración. El tema que voy a exponer consta de los siguientes puntos:

1. La restauración de la monarquía borbónica (1874-1875) 2. El sistema político. 3. Turnismo y caciquismo. 4. La Constitución de 1876. 5. Evolución política. 6. Regionalismo y nacionalismo. 7. El desarrollo del movimiento obrero. 8. Economía, sociedad y cultura.

1. La restauración de la monarquía borbónica (1874-1875) La inestabilidad política vivida durante los años del Sexenio Revolucionario había llevado al fracaso a la primera experiencia republicana española. El golpe de Pavía y el pronunciamiento del general Martínez Campos en 1874 terminaron por devolver la monarquía de los Borbones y permitió sentar las bases de un nuevo sistema político basado en el turno de los partidos ideado por Antonio Cánovas del Castillo La nueva monarquía de corte parlamentario va a organizarse en torno a los antiguos partidos moderados y progresistas. El periodo va a estar marcado por la estabilidad política con los partidos conservador, de Antonio Cánovas del Castillo, y liberal, de Práxedes Mateo Sagasta. La Constitución de 1876, vigente durante muchos años, consolidará el liberalismo. Las reivindicaciones obreras y del campesinado, la pérdidas de las últimas colonias americanas, la continua desvirtuación del sufragio por las prácticas caciquiles y el auge de los nacionalismos trajeron dificultades. La historiografía divide el régimen en la Restauración en dos momentos:

1.Alta Restauración (1875-1902). Comprende los reinados de Alfonso XII (1875-1885) y Regencia de María Cristina (1885-1902). Aquí se desarrolla el nuevo sistema político del turnismo. En 1898, tendrá lugar la primera crisis del sistema político. 2. Baja Restauración (1902-1923). Abarca parte del reinado de Alfonso XIII. En este periodo de crisis pueden distinguirse dos fases: una de intentos de reformar el sistema (1902-1914) y otra de crisis y decadencia (1914-1923).

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Después del golpe del General Pavía y la disolución de las cortes, en enero de 1874, se estableció un régimen militar bajo la presidencia del General Serrano. Este pretendía establecer un gobierno presidencialista alrededor de su figura. El partido alfonsino consiguió ganar adeptos entre los grupos burgueses y clases medias. Cánovas sería el verdadero artífice de la Restauración. En 1870, Cánovas consiguió que la exreina renunciara a sus derechos dinásticos y los cediera a su hijo.

El 1 de diciembre de 1874, Alfonso XII firmaba el Manifiesto de Sandhurst, en el que el futuro rey garantizaba una monarquía dialogante, constitucional y democrática. Aunque Cánovas tenía preparada la vuelta a la monarquía de manera pacífica y sin la intención del ejército, los militares monárquicos Martínez Campos y Jovellar, se adelantaron, pronunciándose a favor de la monarquía el día 29 de diciembre en Sagunto. El gobierno de Serrano no opuso resistencia y ante los hechos, Cánovas constituyó un gabinete de Regencia el día 31 y comunicó a Alfonso XII su proclamación como rey.

A principios del mes de enero Alfonso XII llegaba España y ratificaba a Cánovas como presidente. Las primeras acciones del Gobierno estuvieron orientadas a consolidar la monarquía borbónica, elaborar una nueva Constitución y pacificar los frentes abiertos.

Antonio Cánovas del Castillo será el hombre clave de la Restauración borbónica. Cánovas destacó en la política ocupando cargos en los Gobiernos de la Unión liberal, llegando a ser Ministro en tiempos de Isabel II. Su formación le llevó a valorar y admirar el bipartidismo británico. Murió en 1897, asesinado por un anarquista en un balneario.

El nuevo Régimen debería cumplir dos premisas: -Consolidar la monarquía. Había que recuperar el prestigio perdido y se cuidó mucho la imagen de Alfonso XII, presentándolo como un Rey soldado con una importante formación militar y capacidad de mando. -Elaborar una Constitución que sirviera de marco legislativo a todos los partidos, con la única condición de aceptar la monarquía y la alternancia pacífica en el poder.

El sistema de la Restauración tuvo un marcado carácter conservador tanto en lo político como en materia social y económica. Los cuatro pilares eran: ·Rey: Para Cánovas la historia de España era testigo de la permanencia de la monarquía como institución y, por tanto, esta no podía ser cuestionada. 2

·Cortes: Las cortes son otro institución permanente sobre la que debe forjarse un estado duradero. Representaban la soberanía de la nación. ·Constitución flexible y duradera: Recoge unos mínimos compartidos por las distintas opciones políticas y evitara cambios legislativos continuos. ·Turnos de partidos: Los partidos conservador y liberal se turnarían, uno en el poder y otro en la oposición, de forma pacífica en el ejecutivo. Las bases sociales el régimen de la Restauración fueron en sí muy exiguas, sin embargo los dirigentes lograron ganarse el apoyo de las clases medias urbanas y las clases altas que compartían su deseo de orden social y respeto por la propiedad. Para ellos la monarquía era sinónimo de estabilidad y la República se identificaba con la anarquía y el caos. La captación de apoyos fueron claves para el éxito del sistema canovista.

2. El sistema político. El sistema político de la Restauración se basaba en la alternancia pacífica en el poder. Los dos partidos dinásticos no estaban estructurados a la manera de los actuales, sino que se trataba de partidos de notables con poco cohesión ideológica y escasa coordinación entre sus miembros.

-Partido Liberal Conservador. Heredado de los moderados alfonsinos y unionistas, se creó a partir de la Asamblea de los Notables que preparó el texto constitucional y se consolidó gobernando durante los 5 años siguientes. Su programa defendía el orden social, la monarquía y la propiedad. Era el reflejo del propio Cánovas y este fue el líder indiscutible de este partido.

-Partido Liberal Fusionista (Partido Liberal). Recibió este nombre de la unión de “constitucionales” y “centralistas”. Estaba formado por progresistas, demócratas del 69 y algunos unionistas y republicanos. El programa político incorporaba algunos logros del sexenio: defendían el sufragio universal masculino, libertad religiosa, libertad de cátedra, libertad de prensa y librecambismo. La base social se nutría de comerciantes e industriales. Práxedes Mateo Sagasta se convirtió en el líder principal.

-Minoritarios: Fuera del turnismo, encontramos a los republicanos de castelar, que sin embargo aceptó ser ministro del Gobierno liberal de Sagasta. Los socialistas de Pablo Iglesias, que defendían el marxismo y el fin de las clases. Más presencia tiene los anarquistas, que buscaban acabar con el sistema mediante atentados frecuentes.

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3. Turnismo y caciquismo. El término turnismo se explica porque los dos partidos se “turnarían” en el poder. De esta forma quedaban fuera del juego político las minorías (carlistas y republicanos) y se lograba la estabilidad necesaria para una larga duración del régimen. También se ponía fin al exclusivismo de los moderados y la utilización de los pronunciamientos militares para acceder al poder. El sistema de turno seguía estos casos: 1º. Cuando el partido en el poder sufría una crisis, el Rey llamaba a gobernar al otro partido y nombraba a su líder como nuevo presidente. En ese primer momento, el nuevo Gobierno disponía del apoyo de la Corona, pero carecía del respaldo de las Cortes, que era imprescindible en el régimen parlamentario recogido en la Constitución de 1876. 2º. El rey otorgaba al nuevo presidente del Gobierno el decreto de disolución de las cortes Se preparaban nuevas elecciones, que estaban manipuladas para que el resultado fuera favorable al nuevo gobierno y respetara a la oposición. La representación parlamentaria se distribuía entre una mayoría del partido en el poder, la presencia de todos los jefes de las tendencias del otro partido dinástico, y un muy limitado número de diputados del resto de los partidos.

El éxito del turno se encontraba en el continuo y premeditado falseamiento electoral: en la práctica el gobierno no dependía de las Cortes, más bien era el gobierno quien fabricaba las cortes. Se utilizaban dos mecanismos: el encasillado, era el gobernador civil quien preparaba la farsa. Los partidos dinásticos negociaban y se repartían los distrios electorales donde iban a vencer y el pucherazo (compra de votos, intimidación, colocación de las urnas en lugares inaccesibles, uso del nombre de electores fallecidos) donde intervenía el cacique. El sufragio quedaba desvirtuado y los resultados eran conocidos previamente.

La manipulación política era factible por la existencia del caciquismo. Este término designa a la imposición de la voluntad de un reducido grupo de personas, los caciques, sobre una masa considerable de votantes. El cacique era un jefe local o de un partido político, que controlaba un área electoral determinada. Podía hacer uso no legal de las instancias estatales a favor de sus amigos y en contra de sus enemigos políticos. Era un intermediario entre el estado y su comunidad, aceptado por ambos. Los caciques disponían de una red de “clientes” que recibían favores a cambio de apoyar con su voto a los candidatos avalados por él. Este fenómeno se mantuvo por más tiempo en el mundo rural que en el urbano. La existencia de estas relaciones en la sociedad agraria se explica por varias razones: Los campesinos arrendatarios o aparceros acudían al propietario para buscar favores. Aunque el 4

caciquismo se dio en toda España, en Andalucía tuvo gran arraigo. La clase política andaluza estuvo formada por una elite rural tradicional y otra creada a raíz de los procesos desamortizadores, además de sectores económicos pujantes.

4. La Constitución de 1876. La Constitución de 1876 ha sido la más duradera de la historia de España, con 37 años. Fue elaborada por un grupo de notables y presentada para su aprobación en las cortes constituyentes el 27 de marzo de 1876. Estas habían sido elegidas por sufragio universal masculino. Aunque los los conservadores eran mayoritarios, también había otros grupos políticos representados, incluido algún republicano. El texto fue aprobado con un 87% de votos a favor. La constitución de 1876 fue relativamente flexible y recogía aspectos de sus antecesoras: de la de 1845 tomó los principios de soberanía compartida (el rey y las cortes) y de la de 1869 adoptó la amplia declaración de derechos de los ciudadanos.

De su contenido podemos destacar los siguientes aspectos: -Sufragio universal masculino. -División de poderes: ejecutivo (el rey tenía el poder ejecutivo nombraba al jefe de gobierno y los ministros, además de ser el mando supremo de las fuerzas armadas), legislativo (cortes y rey) y judicial (quedó reforzado en su independencia). -Cortes bicamerales, con congreso y senado. -El rey tenía amplia atribuciones, pudiendo sancionar y vetar leyes, convocar, suspender y disolver las Cortes. -Amplios derechos, asumiendo casi la totalidad de los existentes en la Constitución de 1869. -Los ayuntamientos y diputaciones quedaron bajo el control del Gobierno, que irá desarrollando leyes orgánicas de corte conservador. -Tolerancia religiosa, aunque la religión católica era la religión del Estado, se permitían otros cultos en el ámbito privado. Se garantizaba el sostenimiento por parte del Estado del culto y del clero católico.

5. Evolución política. El periodo que nos ocupan dos momentos: el reinado de Alfonso XII (1875-1885) y, mientras Alfonso XII alcanzó la mayoría de edad, la Regencia de su esposa María Cristina (1885-1902). Fueron años de turnismo político entre conservadores y liberales. Los gobiernos conservadores van 5

a defender el centralismo y el recorte de derechos y libertades, además de ser partidarios del proteccionismo económico. Las etapas liberales lucharán por el sufragio universal y la ampliación de derechos y libertades. El reinado de Alfonso XII (1875-1885) es conocido como el “reinado de la pacificación”, el rey y los gobernantes van a destinar sus esfuerzos a buscar soluciones a los conflictos bélicos que existían de etapas anteriores. El ejército y la estabilidad proporcionada por el turnismo ayudaron. Entre 1875-1881 habrá gobiernos conservadores con Cánovas y un breve gobierno de Martínez Campos tras una crisis de partido en el poder. Las aspiraciones carlistas se vieron abortadas con las victorias de las tropas alfonsinas en Montejurra y Estella. Se completó el proceso en 1875 y en el mes de febrero de 1876 Carlos VII abandona España. En marzo de 1876 se termina la guerra con el Manifiesto de Somorrostro. La solución final fue mixta: quedaron suprimidos los fueros vascosnavarros pero se permitió cierta autonomía administrativa. La “Guerra de los 10 años” en Cuba (1868-1878) entró en vías de solución con el fin de la guerra carlista. En febrero de 1878 se firmó la Paz de Zanjón. Entre 1881-1884 se desarrolla el primer gobierno liberal de Sagasta que busca mayores libertades y derechos de los que habían concedido durante el periodo conservador. La muerte de Alfonso XII en 1885 sorprendió a la clase política y a la sociedad española. Las epidemias de cólera se llevaron a muchos españoles entre ellos el rey. Cánovas y Sagasta se apresuraron a firmar el pacto El Pardo (1885) el cual aseguraba la continuación del sistema de turno de partidos y evitaba la desestabilización política hasta que Alfonso XII cumpliera la mayoría de edad. María Cristina será nombrada Regente apoyada por los dos principales partidos y respetará las decisiones de los Gobiernos que se sucedieron bajo su mandato. El llamado “Gobierno largo” de Sagasta (1885-1890) intentó aplicar medidas de aperturismo político, tales como la supresión de la esclavitud en las colonias (1886). En 1895 vuelve a estallar una nueva rebelión en Cuba, que acabará con la pérdida de las colonias americanas y Filipinas en 1898. Este hecho, unido a las muertes de Cánovas (1897) y Sagasta (1903) serán aspectos claves para entender la decadencia del régimen de la Restauración.

6. Regionalismo y nacionalismo. El modelo político liberal había organizado el Estado de forma centralista y esto generó descontento en las regiones periféricas. A partir de 1875 el descontento quedó reflejado en algunas reivindicaciones forales de carácter conservador (carlismo) y en las primeras manifestaciones de la diversidad regional en el campo puramente cultural. De una u otra manera quedó patente la necesidad de reconocer la pluralidad cultural de España. A finales del siglo XIX surgieron publicaciones culturales y políticas que servirán de base a los movimientos posteriores. Los 6

derechos históricos, la lengua y la cultura eran utilizados para justificar las aspiraciones de autonomía e independencia, destacando el impulso que estas tuvieron en Cataluña y el País Vasco.

>Cataluña Los fueros medievales y su desaparición a raíz de la Guerra de Sucesión, se convertirán en antecedentes históricos de referencia a lo largo del proceso nacionalista catalán. A esto se le unen el desarrollo industrial y las diferencias económicas que Cataluña tenía con el resto de España. En primer lugar apareció un movimiento de carácter intelectual, llamado “Renaixença”, que pretendía dar a conocer el pasado catalán desde el punto de vista literario, artístico, histórico... En 1882 se creó el Centro Catalán para dar un paso más pidiendo la autonomía y en 1891 la Unión Catalanista, partido de corte católico-conservador, con Prat de la Riba a la cabeza, que pedirá el reparto de funciones entre el poder estatal y el autonómico. Todas estas aspiraciones, se encontraban con las trabas que ponía el centralismo de la Restauración, y solo se logró que Eduardo Dato creara en 1914 la Mancomunidad de Cataluña con fines exclusivamente administrativos.

>País Vasco. La defensa de los derechos forales perdidos y del euskera sirvió de arranque al nacionalismo vasco. En el mes de julio de 1895 Sabino Aranda fundó el partido Nacionalista Vasco (PNV) para reivindicar la causa bajo una serie de fundamentos ideológicos, entre los que destacan la independencia de Euskadi. El racionalismo antiespañol y la exaltación de la etnia vasca son frcuentes en sus escritos. El integrismo religioso de carácter católico, la promoción del idioma y el conservadurismo completan sus ideales.

>Galicia. En Galicia, el sentimiento regionalista era importante y plural. En los años sesenta se experimentó un resurgir literario con Rosalía de Castro, que ayudó a poner en valor el sentimiento gallego. El nacionalismo gallego fue ganando importancia a partir de la 1ª guerra Mundial. Lo que pretendía, era la creación de un modelo jurídico político descentralizado.

>Andalucía. Los antecedentes de regionalismo andaluz pueden rastrearse en los movimientos cantonalistas de 1873. En 1883, coincidiendo con el décimo anirvesario de la I República, en Antequera se proclamó la Constitución Federalista Andaluza. Años más tarde surge Blas Infante, notario nacido en Casares, que se convierte en el abanderado del andalucismo. Escribe en 1915 “Ideal andaluz” y en el 7

congreso de Ronda de 1919, se creará el himno y la bandera andaluza. Infante es fusilado en 1936.

7. El desarrollo del movimiento obrero. El incumplimiento de las promesas políticas del sexenio y la grave situación social surgida a raíz del desarrollo industrial español habían sacudido al mundo obrero y lo había hecho pasar a la acción en defensa de sus intereses. La actividad industrial había creado barrios periféricos con condiciones higiénico-sanitarias deficitarias donde el hacinamiento y las enfermedades se unían a la precariedad laboral y económica. Todo esto se traducía en una corta esperanza de vida. >El anarquismo. En 1874, la comisión federal anarquista preparó su desarrollo en la clandestinidad y propuso un doble camino para conseguir su objetivo: hacer desaparecer al Estado. El primero sería la llamada anarquía negativa, que consistía en organizar una acción revolucionaria violenta para liquidar al Estado y el segundo era la anarquía positiva, que vendría después y consistiría en el desarrollo de un régimen social donde el libre acuerdo de los productores haría inútil el Estado. En época de Sagasta (1881) se autorizaron los mítines, las huelgas y las manifestaciones, por lo que el anarquismo puedo organizarse en la Federación de trabajadores de la región española (FTRE). Se produjo una ruptura y las anarquistas andaluces se agruparon en sociedades clandestinas, que actuaban como grupos subversivos. Así surgió la “Mano negra”, una especie de organización que fue acusada de algunos asesinatos. A principios del siglo XX modificaron su estrategia aceptando la acción colectiva y encuadrando al proletariado en organizaciones sindicales como Solidaridad Obrera (1907) y la CNT (1910). Aunque el anarquismo basado en las ideas de Bakunin contó desde el principio con un gran número de afiliados de todos los ámbitos laborales, el apoliticismo (consideran las elecciones un fraude) y la falta de disciplina interna estuvieron siempre presentes. Las principales ideas anarquistas se resumían en: búsqueda de transformaciones sociales radicales (uso de la fuerza, acción directa), individualismo, abolición del orden existente, rechazo de cualquier autoridad impuesta y odio al estado (“ni dios, ni rey, ni amo”), supresión de la propiedad privada y anticlericalismo. Los anarquistas apoyaron el cantonalismo y calaron hondo en zonas rurales del Mediterráneo, donde llegaron incluso a ocupar tierras.

>El socialismo. En 1848, Marx y Engels sientan las bases del llamado socialismo científico. En 1864 se creó en Londres la A.I.T. (Asociación internacional del trabajo) y será el propio Marx quien redacte sus Estatutos. En 1870 los obreros españoles se suman a este movimiento, que será prohibido por el General Serrano cuatro años más tarde. A través de la influencia del socialismo francés y 8

aprovechando el aperturismo del General Martínez Campos, el 2 de mayo 1879 Pablo Iglesias fundó el partido socialista obr...


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