Las Hilanderas de Velázquez y la influencia de Miguel Ángel PDF

Title Las Hilanderas de Velázquez y la influencia de Miguel Ángel
Course Arte Español del Renacimiento y del Barroco
Institution Universidad de Málaga
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Summary

Análisis crítico de la obra de Velázquez. La posición de los cuerpos de las hilanderas nos recuerda algún ignundi ( son, en el arte
renacentista , desnudos masculinos en diversas actitudes que a menudo se remontan a la estatuaria antigua) de Miguel Ángel de la Capilla Sixtina....


Description

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Las hilanderas – Velázquez

Velázquez vivió en la primera mitad del siglo XVII, coincidiendo con una ambientación barroca en el arte y cuando reinaba en España Felipe IV. Sus dos últimas obras, Las Meninas (1656) y L as hilanderas (1658), están cargadas de unas pinceladas reivindicativas, como la idea de la nobleza de la pintura y también tiene un enfoque social, con sus ansias por pertenecer a la Orden de Santiago, teniendo que ser para ello noble, lo que consiguió en 1658. Estos planteamientos los venía desarrollando desde su viaje a Italia en 1630, donde apreció el reconocimiento que allí se les tenían a los artistas, lo cual comenzó a fraguar el que se aceptara igualmente en España esta concepción de la nobleza del arte y, por extensión, del artista. Puede ayudar a comprender mejor esta situación cuando vemos que el salario de Velázquez como pintor del rey no sólo era bastante exiguo, sino que era equiparado al de los barberos de palacio, para que veamos la consideración en que eran tenidos los pintores en aquella corte.

Los puntos de vistas anteriores se ven reflejados en la escena del fondo de Las hilanderas al conocer el artista la obra Las Metamorfosis de Ovidio, apareciendo en el libro VI la disputa mantenida entre Aracne y la

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diosa griega Palas Atenea. Aracne era una mortal que estaba consagrada por su habilidad de tejedora, hasta el punto de encontrarse poseída por una gran seguridad en la labor de esta tarea y al mismo tiempo de una gran ambición, encajonándose ambos factores hasta el punto de llegar a desafiar a Atenea a un concurso para demostrar que ella tejía mejor que la diosa. Esta última bordó en un tapiz la tradicional disputa entre Poseidón y Atenea sobre quién de los dos haría la mejor creación para que el triunfante le pusiese nombre a la ciudad de Atenas. El dios del mar hizo manar de una roca agua salada y la diosa hace brotar un olivo con sus frutos, siendo este último admirado por los dioses y Atenea triunfadora de la competición, por lo cual la diosa le puso su nombre a la ciudad: Atenas.

Aracne se atrevió a representar los amores de Zeus, es decir, que escenificó El rapto de Europa, la imagen de Europa engañada por el dios, estando éste reproducido en el lienzo en forma de toro. El dios Zeus es un incansable conquistador y se enamora de Europa, hija del rey de Tiro, situada en el actual sur de Líbano. El dios se transforma en un bello toro blanco, el cual se introduce en una manada que va desde los altos prados hasta la playa, donde se encontraba Europa. Este toro es de facciones nobles y no infunde miedo, por lo que se acerca a Europa que comienza a acariciarlo y se monta en el animal, aprovechando éste la ocasión para introducirse en el mar con ella al lomo hasta llegar a la isla europea de Creta y aquí el dios se presenta como es en realidad y consigue dejar la estirpe divina en la isla.

Este tapiz que realiza Aracne es en realidad un lienzo de Tiziano, perteneciendo en aquellos momentos dicha obra al rey de España, habiendo sido en el concurso esta producción de un mortal igual o superior en creación a la de la diosa Palas Atenea. Y al insertar en la composición una cita de esta famosa obra de Tiziano, Velázquez da entender que cree en la nobleza y en el valor transcendental del arte de la pintura, comparando la obra del italiano a la de la propia diosa, es decir, que el pintor-artesano es capaz de llegar a realizar creaciones divinas. Y la diosa llega, a pesar de sus diferencias, a realizar un trabajo manual, lo cual éste se dignifica, queriendo transmitir el sevillano que esos dos escalones del lienzo que separan ambos mundos, el divino y el mundano, forman parte de las dos ambiciones extraordinaria que albergó Velázquez: que se le considere un gran pintor y que se le viera como un gran caballero, que la pintura fuera considerada un arte liberal. Bajo un punto de vista social, este artista reclamaba la honradez que la realización de la actividad de pintor merecía ser superior a la que tenía en aquellos momentos en España.

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El lienzo en sí representa la labor de unas hilanderas en la Real Fábrica de Tapices de Santa Isabel de Madrid, al fondo y en primer plano, se ve a tres elegantes señoras ataviadas a la moda de la época que están visitando dicha manufactura. Algo más hacia el interior se encuentran Atenea con la coraza y el brazo levantado recriminando la osadía de Aracne, el personaje que le acompaña.

Velázquez introduce el recurso barroco del cuadro dentro del cuadro y para incitar al equívoco o a un juego, coloca lo menos importante, la escena de género, en primer plano y lo esencial al fondo.

La técnica del pintor evoluciona y se caracteriza por trabajar “alla prima”, casi sin dibujo previo, con pinceladas sueltas, densas y muy ligeras, modelando con ello a las figuras, pero que también contribuyen esta actitud a difuminar formas, como la muchacha de falda roja que se encuentra en penumbra. Hay grandes manchas, las cuales se encuentran influenciadas por la luz, pierden nitidez en los fondos. Hay un tratamiento de la luz con diferentes focos, primer plano y último, que, junto al magistral uso de la perspectiva aérea, distorsiona los contornos y los difumina, empequeñeciendo proporcionalmente los más alejados, logrando con ello captar el espacio que arropa en torno a las figuras. La gama de colores se mueve entre rojizos, variedades de pardos y ocres, azules y grises.

Hay que reseñar que Velázquez hace también una reflexión sobre el fenómeno físico del movimiento (en los radios de la rueca), ya que todas las escenas representan una acción transcurridas en un intervalo de tiempo, nada es tan certero en este caso como el giro de la rueca que mueve la hilandera, cuyos radios no vemos con los ojos sino con el conocimiento. Este girar de la rueca y de la mano que la impulsa, llega hasta desaparecer a

nuestra vista, siendo esta persona una mujer vieja con rodilla de persona joven. A la derecha, una operaria con un foco de luz dándole e la camisa blanca, cuya posición nos recuerda algún ignundi ( son, en el arte renacentista , desnudos masculinos en diversas actitudes que a menudo se remontan a la estatuaria antigua) de Miguel Ángel de la Capilla Sixtina. La “V” que forma la vieja con la hilandera de falda roja, ayuda a dirigir

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Detalle "Las Hilanderas"

Ignudi de Miguel Ángel en la Capilla Sixtina

nuestra vista hacia el fondo. Y el personaje de la izquierda que desplaza un cortinaje, facilitando o invitando al espectador a introducirse en el cuadro, a que sea un actor de la escena.

Por último, añadir que muchos contemporáneos de Velázquez no vieron con agrado el interés del rey para ennoblecerlo, pues pensaban que éste quería aprovechar el título para no pagar impuestos, pues tanto la nobleza como los miembros eclesiásticos, no lo hacían.

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Bibliografía:

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BARBE – GALL, F.. Comprender los símbolos en la pintura. Madrid, 2010. Edt. Lunwerg, S. L.

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BLASCO ESQUIVIAS, B.. Introducción al Arte Barroco. Madrid, 2015. Edt. Cátedra.

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GÁLLEGO, J.. Velázquez. Madrid, 1994. Alianza Editorial, S.A.

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HERNÁNDEZ SÁNCHEZ, J.. El color del aire. Velázquez, retrato de una ambición. Madrid, 2007. Edt. Incipit Editores.

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La guía del Prado. Museo Nacional del Prado, 2012.

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MURRRAY, A. S.. ¿Quién es quien en la mitologia?. Madrid, 2000. Edimat Libros.

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Webgrafía:

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http://blogarteehistoria.blogspot.com.es/2014/05/comentario-las-hilanderas.html (consultado: 03/03/2017)

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https://es.wikipedia.org/wiki/Europa_(mitolog%C3%ADa) (consultado: 03/03/2017)

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http://temasycomentariosartepaeg.blogspot.com.es/p/blog-page_757.html (consultado: 03/03/2017)

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http://unpocodearteparaclase.blogspot.com.es/2015/04/comentario-lashilanderas-de-velazquez.html

(consultado: 03/03/2017)...


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