Literatura DEL Siglo DE ORO II PDF

Title Literatura DEL Siglo DE ORO II
Course Literatura española del Siglo de Oro II
Institution Universidad de Zaragoza
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LITERATURA DEL SIGLO DE ORO IIEn el siglo de oro el epíteto Aureum ya estaba en los latinos, que más adelante lo vincularían a edad de oro. Ese mundo clásico es el que resucita el renacimiento y trata de ver esa época de nuestra era algo del Siglo de Oro tal y como lo vivieron los clásicos traspasad...


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LITERATURA DEL SIGLO DE ORO II En el siglo de oro el epíteto Aureum ya estaba en los latinos, que más adelante lo vincularían a edad de oro. Ese mundo clásico es el que resucita el renacimiento y trata de ver esa época de nuestra era algo del Siglo de Oro tal y como lo vivieron los clásicos traspasado a la época de Pericles y augusto. El termino siglo es una manera de clasificar la memoria histórico literaria, para así poder destruir los saberes. La apreciación del XVIII fue en aumento durante el siglo pasado. Pero el romanticismo alemán también favoreció mucho al estudio de este siglo. El XVIII de marca francesa, siglo de las luces, desprecio el barroco y se agarró a todo aquello que el renacimiento había supuesto. El XVII se verifica y plasma de manera muy distinta según las naciones ye n general en Europa viene marcado por un avance extraordinario de la ciencia, que en España ha sido cuestionado. España que había tenido un imperio y que todavía lo sostenía lo perdió, y en ese siglo (XVII) la decadencia económica es abrumadora en todos sus efectos. Es curiosamente en este siglo de perdidas cuando florece lo mejor de nuestra literatura y de nuestro arte. Las guerras, las malas cosechas, la peste, el descenso de los metales preciosos de las indias, hicieron que la crisis económica del XVI se acrecentara sobre todo hacia 1620, y se duplicara a mediados del XVII. La mayor floración de las artes de las letras, coincide con estos desastres económicos disóciales que además implican un amplísimo campo relacionado con la pobreza. El europeísmo de la casa de Austria está en los orígenes de esta crisis, ya que no tuvieron en cuenta el desgaste que todo esto suponía para España y Castilla, las epidemias y la mala suerte de las cosechas también contribuyeron a esta crisis. Lo importante de las épocas de crisis es la capacidad de discernir y de saber elegir. También se dio un gran descenso de la demografía, de ocho millones bajó a siete. La población urbana descendió, aun así la gente del pueblo marcha a las ciudades, y esto es clave para la historia del teatro. Cuando hablamos de España, tenemos que hablar de América, ya que las obras que se representaban aquí, al poco tiempo se representaban en América. Esto era porque órdenes religiosas como los jesuitas viajaban a España para aprender todo esto. Muchos compraron títulos, de manera que hubo mucha impostura en la adquisición de títulos, lo que provocó que también se creasen genealogías falsas.

La literatura religiosa, es la más predominante, casi un 85% de los libros que se publicaban eran religiosos. El clero inundó la historia de España, en la vida, en las publicaciones, en la moral y en todo. Hubo también una lucha de nobleza contra los monarcas y también de una cierta nobleza, como el caso de Aragón que trato de recuperar lo que había perdido. La nobleza media e inferior se mantuvo y sostuvo. El XVII supuso una cantidad de problemas económicos que también tuvieron su punto de contestación y de modernidad. Estos problemas estaban relacionados con algo que sangró España, como la guerra de los treinta años. Que estuvieron sostenidas por la casa de Austria. Esto terminaría con la llegada de Felipe V a España. La España del siglo de oro es una España de contrastes brutales, la pobreza, crisis, escasez de clase media, un lujo cortesano impresionante, que podemos observar en el teatro de Calderón. El aislamiento de España hizo que pagáramos un alto precio. El alto énfasis de lo religioso, hizo que España estuviera bastante impermeable a los avances de la ciencia y la filosofía. Esto no quita que hubiera teólogos de primer rango o algunos científicos fundamentales en ámbitos cortesanos o universitarios. Se da una continuidad entre XVI-XVII. Felipe III encarna muy bien este mundo de continuidad, tenía interés por mantener un estatus político que no era acorde con las arcas de la economía española. Esta derrota la continuo su hijo Felipe IV, cuya época fue extraordinariamente rica en relación con el teatro y la pintura. España tenía resonancia en Europa, las obras que se representaban en el retiro, se enviaban a Viena, de manera que todavía conservamos muchas de las partituras o guiones. España era también américa. El Quijote a los pocos días de escribirse ya está en américa. Las rebeliones de Cataluña y Portugal se añadieron al desastre, las derrotas en las guerras, mala gestión en América etc. Ensombrecen un siglo caracterizado por el pesimismo y el desengaño. Estos factores serán reflejados por autores como Quevedo y Góngora. Esta leyenda negra ha pesado tanto que llega a nuestros días, España se ha convertido en un país oscuro, lleno de pesimismo. El XVII en España se caracteriza como una España de analfabetos, esto no cambiaría hasta el XIX. No hay que olvidar la oralidad, ya que esta tradición hace que hubiera una riquísima culturización de la palabra escuchada, dicha y oída. La enseñanza estaba vinculada a las escuelas de gramática donde iban los niños, en las que se enseñaba poética, mitología, historia antigua, y había una instrucción primaria con los manuales de escribientes con los que se aprendía a escribir. En Aragón se escribió uno de esos manuales que predicaban una escritura buena y correcta. A lo largo del XVII los jesuitas predicarán la enseñanza. La universidad de Salamanca será la que sirva de patrón para el resto.

En el XVII podemos observar una universidad más precaria que la del siglo anterior, se produjo un aumento de los seminarios que restaron importancia a las facultades de teología y de los cánones que eran las más fuertes. También eran importantes las de medicina y derecho. La España del XVII no puede desvincularse de la del XVI en las artes plásticas y la literatura ni en la crisis que España sufrió. Una España no tan cerrada como se supone. A finales del XVII hay que hablar de los novatores, unos pensadores que sentarán las bases de la renovación posterior. No había escritor ni pintor sin mecenas. El mecenazgo es fundamental en todo el siglo de Oro, de tipo religioso y también nobiliario. Se ve sobre todo en la publicación de los libros y en el crecimiento de las prensas. La literatura refleja todo esto y mucho más. Pero convertir la literatura en un simple reflejo de la historia es darle un sentido parcial. Pero la literatura no es el mundo sino la capacidad para crear mundos diferentes y nunca vistos y oídos. LA NOMENCLATURA DE SIGLO DE ORO No podemos encasillar solamente los 100 años que supuestamente abarca este término, se considera siglo de oro solamente el XVI, y al XVII como un siglo de decadencia. La palabra barroco tiene un sentido despectivo que no se revalorizó hasta hace menos de 100 años, es decir algunos escritores sobre todo alemanes, emplean el término que se había adjudicado a la historia del arte. Esto conlleva problemas porque el barroco se constituye en una etapa que se opone al renacimiento y en arte es muy sencillo. Pero el arte y la literatura son dos cosas distintas sujetas a medios diferentes. No es fácil aplicar conceptos artísticos a los literatos. También se ha aplicado el concepto manierismo que abarca desde el 1570-1600, también proviene del arte. El de barroco ha ido utilizándose cada vez más como un sinónimo de todo el XVII, sobre todo a partir de Eugenio D´ors que vio como constante de todas las culturas. La relación de la literatura y el arte es clave en esta historia del concepto del barroco. También se ha dado al barroco un concepto político de literatura dirigida, conservadora y masiva. Pero estamos hablando de lenguaje y de conceptos. Lo que si iguala a toda la literatura española del XVII incluso parte del XVI es el conceptismo. Todos eran conceptistas, el concepto o idea es fundamental en este siglo. Por lo que el libro base de esto es Agudeza y arte de ingenio de Gracián. Cuando un artista quiere esculpir, hacer un edificio, pintar un cuadro o escribir un libro, parte de una idea o concepto mental que luego lleva a la práctica. Por eso dice calderón que pasar del concepto imaginado al práctico concepto. Existe también en las artes prácticas con el nombre del diseño interior mental. Este conceptismo parte también de un sentido aristocrático de la poética que no hay que confundir con una clase social sino con una elevación, con un sentido elevado de la creación literaria y que lleva a encontrar todo tipo de agudezas admirables y útiles para la historia de la literatura. Distintas tentativas del siglo de oro que parten de un estilo que busca la asociación de ideas, la correlación a la antítesis y que va ganando terreno en el territorio del estilo hay nuevos temas e ideas, pero sobre todo una búsqueda de elementos creativos que se plasman en el ámbito de la lengua. Pocas veces la literatura española ha llegado tan al límite de las nuevas formulaciones estilísticas como en el XVII por eso fue fundamental para la generación del 27.

Lo importante son los escritores, los profesores y críticos no lo son tanto. Los que pueden escriben y los que no enseñan. Esto es clave para entender el siglo de Oro. Sin poética hay poetas, España no predominó en poesía tanto como Italia. Sin embargo estas estas perceptivas condensan la teoría en la que se basaban los escritores para seguirla o para romperla. Es evidente que Cervantes conoció la filosofía antigua poética de Pinziano y que le permitió escribir el Quijote. También es importante la nueva idea de la tragedia antigua de Salas y Tablas poéticas de Cascalles. Todo esto tiene su origen en Aristóteles. Los autores de poética tienen que ir a la par que los de retórica, basada siempre en Cicerón, Quintiliano y la retórica Ad Herenio. Las clases de retórica que se enseñaban en las primeras letras son fundamentales junto a las de poética, en la que es fundamental la de Aristóteles y El arte poética de Horacio. El conocimiento de la poética y la retórica es fundamental conjunto al conocimiento de la Biblia, que se leía en latín a partir del índice de Valdés. El latín era la lengua franca y el primer vehículo europeo de comunicación. En el XVII hay menos escritores que en el XVI. La literatura que se escribía en latín decayó a finales del XVI y el castellano fue ganando este dominio, se pretendía que estuviera a la altura de la lengua latina e italiana. El vehículo fundamental de cultura será el libro, aunque también es importante el pliego suelto. La tirada de los libros era corta y estaba sometida a denuncias, supresiones, es decir a una estricta censura. La literatura corría con mayor libertad, igual que el pliego suelto. Esta también sometido a censura en el teatro. La imprenta nunca rompió con la trasmisión oral ni la manuscrita. Los cancioneros, antologías, silvas y florestas manuscritas van a seguir su curso en el XVII. Las antologías manuscritas de poesía son más avanzadas que las impresas. Muchos manuscritos se han perdido, sobre todo del teatro, aunque conservamos muchos religiosos. Hay que hablar de la poliantes como enciclopedias actuales fundamentales en el siglo de Oro y que recogían la mayor parte de los saberes. De manera general la literatura del XVII no solo es compleja, sino desbordante. Muchos autores tuvieron la desventaja de estar compitiendo con Lope, Góngora o Quevedo. Es muy difícil conocer toda la literatura del XVII por la cantidad que hay en géneros, estilos, autores etc. También hay que tener en cuenta la producción de los autores menos conocidos. Esa noción culta de lo literario debe ser complementada con esa literatura oral que abarca todos los géneros, y que vivía en refranes, dichos, cuentos etc.

Otro problema del barroco es la bibliografía, que ha aumentado de manera considerable en todos y cada uno de los elementos que la integran. La palabra barroco debe tomarse con muchas cautelas, hay que entenderlo dentro de esa inmensa riqueza y variedad que lo

caracteriza. Y sobre todo aplicándolo de manera distinta al concepto que se tiene en pintura y música. Este concepto es un concepto estético-literario, pero también es una cuestión de periodización que ya está asentada y de moda frente a la del manierismo, que se ha perdido prácticamente. El concepto de manierismo también se integra en el de siglo de Oro. Es a mediados del XVIII cuando se empieza a utilizar el término de Siglo de Oro, para referirse al XVI, esto está influenciado por la política de Luzán. El romanticismo revalorizó el siglo XVII español e identifico el teatro de Lope o Calderón con el siglo de Oro, de manera que este concepto empezó a estirarse e identificarse con una buena parte del XVII, que dejaba en el vacío algunas décadas en la mitad del XVII a excepción de Calderón. Es muy difícil aplicar ideas taxativas y contundentes a la periodización de los siglos. El barroco por tanto es un concepto contradictorio y confuso, que incluso se considera derivado de un concepto escolástico. D´ors también trató este tema, como reacción contra el renacimiento, dándole un sentido anti clásico, con una connotación despectiva que ha ido cediendo a convertirse en algo absolutamente positivo. Otros han vinculado el barroco al movimiento, se dice que el barroco es poesía en movimiento, de contrastes, que rompe el equilibrio, pero no de una manera rotunda, sino en la búsqueda de una nueva armonía. Carilla lo vinculo a la contención, porque hay una extremosidad entre los desbordante y lo contenido, y la búsqueda de lo feo y lo grotesco busca también una nueva belleza. Hay que recordar muchas de las cosas que han dicho sobre el barroco. Por otro lado el desengaño y la religiosidad sí que aparecen como denominador común, sobre todo el desengaño, al optimismo que se respira en el renacimiento. La filosofía moral hay que tenerla en cuenta para estudiar el siglo XVII. Sin eso difícilmente entendemos a Quevedo o a Cervantes sobre todo en lo que atañe a esa filosofía individual y moral. Un estoicismo que se entendió como marca de lo español, aunque yo no ría tan lejos sí que es evidente que el estoicismo y la escuela de Séneca fueron fundamentales en el XVII. Permanecer impasible frente a lo que acontezca. Esa moral de resignación y fortaleza es fundamental en el XVII. Hay que incidir en un aspecto fundamental en el ámbito de la historia y la literatura. Enfrentar la inventio y la imitatio. El sentido de la imitatio de Aristóteles se trasforma en una imitación que emula, que va más allá del modelo. No hay sino cuentos de cuatros sobre un mismo tema. Todos pintan los mismo pretendiendo hacer un cuadro nunca visto, lo mismo que hace Góngora con Polifemo y Galatea. La inventio será fundamental, siempre con un Aristóteles al fondo, que

o bien para aceptarlo y seguirlo o para contravenirlo, estará siempre presente. Esto no estaba en la edad media. Hay una conciencia histórica y lingüística muy grande. La alusión y el símbolo se apoderaron del lenguaje, es por tanto un mundo que convierte todo en caricatura, que se ríe de todo, que convierte todo en sátira y que hasta los más altos varones se ponen en la picota de la risa. Los cambios son tremendos en todos los planos. El mundo para el siglo de oro era un enigma que había que descifrar, es también la literatura, algo que el lector debe descifrar. Algunos autores hablan del XVII como la edad de la elocuencia, la elocutio, esa palabra nos da la dignidad. Había sido rescatada en el renacimiento mirando al mundo clásico y ahora se desarrollará un lenguaje que trataba de modificar los modelos anteriores. Retorica que desarrollarán los jesuitas y que perduró en la enseñanza hasta finales del siglo pasado. Es fundamental el manual re retórica de Lausberg. En lo referido al teatro, y a la poesía se desarrollarán, pero sobre todo el actio. Las academias españolas, imitan a las italianas. En las academias literarias se hacía mucha poesía, por lo que esta retorica que va a influir mucho en la escritura se basa sobre todo en Cicerón, pero también en san Agustín que será un modelo principal para la oratoria sagrada. Por otra parte en el XVI-XVII hay una lucha entre aticismo y asianismo. En el barroco domina el asianismo.  El aticismo es el estilo concentrado, es decir mucho concentrado.  El asianismo, hablamos de desbordamiento, complementariedad, adorno, colores retóricos, es un estilo ampuloso. Está lleno de circunloquios y perífrasis. Por otra parte también están la imitatio multiple, que Fernando Lázaro Carreter atribuyó el nombre imitación compuesta, es decir que imita varios modelos, que luego a partir de ellos hace otra cosa diferente. Esta imitatio nace en Seneca, que dice que los poetas son como las abejas, que sacan polen de cada flor para luego formar su propio polen. El ornato, que implica el asianismo, nunca pretendía ser un elemento puramente formal, sino que se basaba en una densidad conceptual fundamental en la poesía y en todos los géneros literarios. Se sigue en la retórica el principio de deleitar enseñando. Hay una especie de deleite útil que va ganando terreno y que acerca la poética barroca a lo que serán los presupuestos de la poesía a partir del XX, mostrar hasta qué punto en literatura el deleite tiene también una utilizada

La oscuridad y la complicación también existen, pero es obvio que en todas las manifestaciones literarias del barroco también habrá elementos contrarios porque se ha dado al siglo XVII una

marca de exageración que debe ser corregida. Barroco es sinónimo de algo raro e irregular, y eso se sintió como algo negativo en el siglo. El sentido despectivo del término barroco, ha pesado mucho en la tradición literaria. Y sobre todo esa facilona y errónea oposición entre renacimiento y barroco, que se inició en el 1855 con Burckarolt, no será hasta 1888 cuando Wolfinn escriba un libro sobre los conceptos fundamentales sobre la historia del arte, que impulsaría en toda Europa el concepto del barroco sobre el arte pero que luego se planteó en el resto de los estudios. A partir de este libro, la historia de la literatura española de Pfandl será la que difunda estos conceptos anteriores pero aplicados a la literatura. Por tanto es una historia que va desconectando ese sentido negativo de la palabra barroco. Un término despectivo fue cargándose poco a poco de positividad. En España el termino barroco no acabo en la segunda mitad del siglo pasado de asentarse de manera positiva, aun con la revalorización de la generación del 97, vemos que el termino barroco parece algo espunio, y que lo que ellos imitan es una literatura del siglo de Oro, que abarca muchos años, por lo que vemos una continuidad entre siglos y un renacimiento que pervive más allá de sí mismo. Esto nos lleva a pensar que el barroco como termino, no pierde esa continuidad, que además en España siguió aferrado. La revista de Occidente, ocupa un lugar importante en la difusión del término barroco y de realismo mágico. Somos muy deudores de la historiografía alemana. La revista de filología española y todas las que se publican entre 1914-1935 mostraron una continuidad entre Renacimiento y Barroco con unas fronteras difusas que van marcando evolución y que muestran una valoración cada vez mayor de lo que hoy entendemos por barroco. La invención artística se transformó en una intención para dar una fórmula de periodización literaria. La invención del barroco literario produjo un sinfín de aplicaciones propias de las artes plásticas que se atribuía al estudio de las formas literarias. Esa aplicación tuvo mucho que ver con las vanguardias del siglo pasado, muy ricas en las relaciones entre literatura y artes plásticas. En la literatura hispanoamericana, sobre todo Alejo Carpenter y Lezama Lima. El barroco que se ha difundido como un estilo asiático, ampuloso y retorcido, cosa que es cierta, pero igual que ocurre en el XX con la mirada hacia el barroco, también hay una producción de formas breves de aticismo puro y duro. A lo largo del XVII vamos a encontrar ambos extremos. Cuando se negaba la literatura del XVII por los neoclásicos, se vio la literatura del barroco como una degeneración de las formas y un lenguaje convertido en pura retórica ornamental.

El barroco es un concepto de las artes plásticas, que se ha atribuido al concepto de literatura, y esto ha hecho que se estudien las formas de la literatura barroca pero ha dejado de lado algo tan fundamental como el concepto. Esa poesía aparte de tener forma y estilo tiene conceptos y se apoy...


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