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Factores formadores del sueloGénesis y morfología de los suelos Los suelos están compuestos por cuatro elementos principales en distintas proporciones: Figura 1: Componentes volumétricos del sueloDentro de los constituyentes minerales (inorgánicos) se encuentran: grava, arena, arcilla y limo.En lo q...

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Factores formadores del suelo Génesis y morfología de los suelos Los suelos están compuestos por cuatro elementos principales en distintas proporciones: Figura 1: Componentes volumétricos del suelo

Dentro de los constituyentes minerales (inorgánicos) se encuentran: grava, arena, arcilla y limo. En lo que refiere a la materia orgánica esta está formada por restos vegetales y animales por lo que se divide en:  

Tejidos originales más o menos descompuestos. Humus: producto final de la descomposición de la materia orgánica.

La arcilla y el humus son la parte activa del suelo, ya que existen en el llamado estado coloidal, ocurren, alrededor, reacciones químicas y procesos físicos que determinan cambios nutritivos.

El agua, retenida en los poros con grado variable de intensidad, en combinación con sus sales constituye la solución del suelo, esencial para abastecer de nutrientes a las plantas. El aire también se encuentra en los poros.

Factores formadores A escala global el clima es el factor determinante en la formación del suelo, por establecer la intensidad de la alteración y la redistribución, por actuar como vehículo de los elementos liberados. En cambio, a escala regional o local, las variaciones climáticas se atenúan, siendo el materialoriginario el condicionante del tipo y comportamiento del suelo.

Material originario La roca originaria o madre es aquella que por meteorización deriva en el material originario (AGROS ARGENTINA, 2003). La meteorización se refiere a los fenómenos que tienen lugar en la superficie terrestre y que provocan cambios en el grado de consolidación y en la composición de las rocas; la disminución del tamaño de las partículas minerales del material originario es uno de sus efectos más importantes. La meteorización tiene dos aspectos: 

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La meteorización física, también denominada desintegración, responsable del desmenuzamiento de la masa rocosa. La meteorización química, también denominada descomposición, responsable de los cambios en la composición mineral.

A partir del material originario se desarrolla el solum, suelo genético desarrollado por la acción de los procesos formadores, incluye a los horizontes A, E, B y a los horizontes de transición; no incluye al horizonte C por ser poco edafizado, es decir poco semejante al material originario. Los procesos formadores disminuyen con la profundidad, cesan cuando la interacción órgano-mineral desaparece. Generalmente, por debajo de los dos metros el material deja de considerarse suelo. Los materiales originarios pueden ser sedentarios o transportados (AGROS ARGENTINA, 2003).  Materiales originarios sedentarios: Son aquellos que resultan de la meteorización de rocas consolidadas y permanecen en el lugar en que se han formado (residuales), o han sufrido escaso transporte (coluviales), es el caso de trozos y fragmentos de rocas que caen por

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las pendientes y se depositan en la base de estas, generalmente son pedregosos y de bajo interés agrícola. Materiales originarios transportados: Partículas derivadas de la meteorización de rocas que han sido transportadas y depositadas en puntos, a veces, muy distantes del lugar de origen. Según haya sido el agente de transporte se clasifican en:  Transporte hídrico.  Transporte eólico.  Transporte glacial. Los materiales que sufrieron transporte hídrico se clasifican, según el ambiente de sedimentación en:  Aluviales: son los transportados por corrientes de agua y depositados en la llanura de inundación, en el lecho de las corrientes, formando islas o en los deltas.  Marinos: sedimentos depositados en el fondo de mares.  Lacustres: sedimentos depositados en lagos. De los sedimentos con transporte eólico, el más importante es el loess, consiste en acumulación de polvos depositados sobre superficies secas y fijados por una vegetación de estepa con predominio de gramíneas. Estos sedimentos provienen de gran diversidad de rocas y material volcánico lo que hace que en el loess estén presentes todos los elementos que las plantas necesitan, dotándolo, generalmente, de buena fertilidad química. El loess pampeano presenta diferencias significativas con el loess de otros continentes, en él predominan los silicatos, provenientes de la descomposición de rocas feldespáticas, las que tienen grandes reservas de potasio (K) y fósforo (P). Estas reservas, gradualmente, se transforman en las formas utilizables para las plantas y, por esto, en los suelos de la región pampeana no se observan respuestas a la fertilización con K y P. Otra diferencia importante se encuentra en los contenidos de carbonato de calcio, responsables de la floculación de los coloides orgánicos e inorgánicos, los que a su vez impiden su migración retardando la evolución de los suelos; hay contenidos en el loess pampeano entre un 3 % y un 10 % en comparación con el loess de Alemania donde alcanzan un 25 – 30 %.

Clima El clima es el factor determinante en las diferencias que hay entre los suelos. Tiene, por un lado, influencia directa, afecta el tipo y la velocidad de meteorización de la roca; por otro, tiene influencia indirecta porque actuar a través de la vegetación. El principal efecto del clima como factor de formación se debe a la acción de las precipitaciones y la temperatura que actúan en distintas formas, primordialmente por su acción física, alteración química, migración de compuestos y su acción sobre la evolución o descomposición de la materia orgánica. Ten en cuenta que, generalmente, los fenómenos de alteración serán tanto más activos cuanto más elevadas sean las temperaturas y las precipitaciones. Antes de continuar con el estudio de los factores formadores del suelo, se remitirá a Martín, quien nació y vivió en Buenos Aires, por lo que no estaba al tanto de las características del clima y suelo en Córdoba, lugar donde alquiló campo a su tío. Debido a esto, Martín, antes de alquilar el campo, viajó a Córdoba para recorrerlo, con el fin de informarse y observar aspectos como hectáreas productivas, pendientes, tipo de suelo, entre otras cosas. También para charlar con su tío sobre manejos previos del campo y sobre los aspectos relacionados con el contrato de alquiler.

Relieve Se refiere a la configuración de la superficie del terreno, generalmente se habla de montañas, valles, llanuras, etc., está muy relacionado con la pendiente. En suelos con relieve plano, desarrollados sobre superficies estables, la acción de la meteorización suele originar perfiles profundos; los efectos de los agentes de la meteorización se extienden en profundidad, ya que la totalidad del agua que cae al suelo percola y profundiza dentro del perfil. En cambio, en suelos con pendiente no se incorpora el total del agua caída. Es menester tener en cuenta que el agua que actúa en la formación de los suelos es la que realmente atraviesa el perfil. Martín recorrió el campo con José, un administrador agropecuario amigo, quien lo asesoró sobre este. José observó, en dos de los lotes, irregularidades en el terreno; distinguió presencia de microlomas (ML) y microfosas (MF), por lo que advirtió que habría escurrimiento hacia las partes bajas. Esto provocaría la evolución del suelo de las partes altas en un ambiente más seco en relación con un relieve plano. A su vez, José le explicó que en esas condiciones el lavado y la translocación de arcillas son menos intensos

resultando un horizonte A —menos espeso con menor contenido de materia orgánica por la menor disponibilidad de agua— con un horizonte B —menos enriquecido con arcilla—. En cambio, en las zonas bajas (microlomos) observaron más humedad, ya que reciben por escurrimiento de las zonas más altas el agua que cae de las lluvias, lo que hace evolucionar el suelo en un ambiente más húmedo y los procesos son más intensos. En estos suelos, el horizonte A es más rico en materia orgánica y el B es rico en arcilla. Algo importante es que el lote no presenta diferencias de pendientes muy marcadas por lo que no debería haber en las partes bajas horizontes B, es decir con un contenido de arcillas que lo vuelvan impermeable. Martín, después de escucharlo a José, le preguntó cómo afectarían esas diferencias del relieve en la producción agrícola. La respuesta de José fue que estas variaciones en el relieve afectarán el crecimiento y desarrollo de los cultivos, habrá plantas más grandes, verdes y fuertes en las zonas bajas por tener mayor disponibilidad de agua y nutrientes, pero plantas más chicas, verdeamarillentas en las zonas más altas. Por lo que Martín le preguntó si estos efectos pueden atenuarse con técnicas de manejo, a lo que José le respondió que la cobertura que el suelo tenga, en estos casos, es muy importante.

Factor biótico Las plantas y animales juegan un papel fundamental ya que sin vida no se puede hablar de verdadero suelo.  Vegetación: La vegetación es indispensable para la formación del suelo, las propiedades del suelo que rápidamente se ven alteradas por la vegetación son el contenido de carbono orgánico, el nitrógeno total, el pH y la densidad aparente. La densidad aparente se ve muy modificada por la presencia de vegetación, siendo la principal causa la presencia de raíces y de restos de plantas con microflora asociada. Al concentrarse la vegetación en el horizonte superficial, este se vuelve mullido. Retomando el caso particular de Martín, José en relación con su última pregunta le dijo: "La vegetación/cultivos y cobertura/rastrojo que el suelo tenga, frena la velocidad del escurrimiento del agua y, por ende, la erosión que se pueda generar, por eso es muy importante que el suelo de estos lotes no quede desnudo en ningún momento del año".  Fauna: Numerosas especies intervienen en la evolución de los suelos, desde microorganismos hasta cavadores de más de un metro. Se alimentan de vegetales, sus restos y otros compuestos de la fauna. Algo muy importante es que a través de sus deyecciones sólidas entregan al suelo materia orgánica elaborada, la que es tomada por la fauna o flora microbiana y da como resultado final el humus, un compuesto de gran valor por la forma en que influye, debido a su calidad, sobre las propiedades y comportamiento del suelo. A su vez, contribuyen en mezclar la materia orgánica con la minera. Las lombrices juegan un rol

fundamental en este proceso debido a la actividad que tienen y su contribución en la materia orgánica, disminuida a medida que aumenta la aridez del clima.  Tiempo: El suelo a lo largo del tiempo pasa por distintas etapas de desarrollo desde su origen, senilidad y muerte. Vale aclarar que no hay una relación directa entre edad y desarrollo, ya que los materiales presentes también inciden en el desarrollo del suelo. Así, por ejemplo, la presencia de carbonatos alcalinotérreos crean un medio de ligera alcalinidad que frena la procesos de formación del suelo como hidrólisis y alteración de otros minerales por lo que retardan la evolución del suelo, manteniéndose en etapas juveniles. Una vez lavados los minerales alcalinotérreos, se produce la acidificación del suelo, alteración de minerales y migración de coloides lo que permite que el suelo prosiga su desarrollo. El número de años requeridos para que se forme un suelo depende de la naturaleza del material originario (resistencia a la meteorización y grado de desmenuzamiento), clima (temperatura y precipitaciones, principalmente), relieve y vegetación. Factor humano Como también se mencionó, el hombre, a través de la actividad agropecuaria influye en los procesos formadores del suelo. Su accionar transforma el ecosistema en un agroecosistema, volviendo al suelo, en el último caso, menos estable y generando que los factores climáticos tengan un mayor efecto en su evolución. Pueden destacarse como las acciones del hombre más importantes:    

Sustitución de especies arbóreas naturales por forestales. Tala abusiva, desmonte y transformación del bosque en matorral. Transformación del bosque en parque o pradera semipermanente para ganadería. Incorporación de cultivos de uso agrícola.

Antes de continuar, se hará la siguiente aclaración: tecnología no es lo mismo que mecanización. Cuando se hace referencia a tecnología agrícola se habla de la correcta aplicación del conjunto de conocimiento que se posee con relación al arte de producir cosechas. Es racional y procura producciones con los mejores resultados económicos compatibles con la conservación de la capacidad productiva de los suelos. En cambio, hablar de mecanización refiere a la aplicación de maquinaría para aumentar la potencia/accionar del hombre sobre el suelo.

Como se sabe, el hombre, por años, debido a malos manejos del suelo que se vieron potenciados posteriormente por la presencia de maquinaria, ha deteriorado considerablemente el suelo de los agroecosistemas. Por lo que la tecnología, a través de sus aportes, permite que el hombre haga un uso racional de la maquinaria sin dañar el suelo. Martín, luego de recorrer el campo, charló con su tío y este le dijo que ya hacía 6 años venían realizando siembra directa, siendo esta tecnología de manejo muy adecuada para contrarrestar el efecto de la escorrentía en los lotes con pendiente por disminuir la erosión de materiales. Y a su vez, le comentó que estaba notando que los residuos en superficie, uno de los pilares de la siembra directa, había aumentado la presencia de microorganismos benéficos en el suelo. Para concluir con los temas abordados en la lectura, te invito a repasar lo anteriormente expuesto a través de la siguiente actividad. La vegetación no interviene en el proceso de formación del suelo.

Justificación: Es falso. Puesto que la vegetación es indispensable para la formación del suelo; el contenido de carbono orgánico, el nitrógeno total, el pH y la densidad aparente son las propiedades del suelo que rápidamente se alteran por la presencia de vegetación. Esto es así, debido, principalmente, a la acción de raíces y de restos de plantas con microflora asociada.

Perfil del suelo horizontes Horizontes La formación y la evolución del suelo, por influencia de los factores ecológicos, conducen a la diferenciación de estratos sucesivos más o menos paralelos a la superficie, de espesor y características variables como textura, estructura, color, entre otras que reciben el nombre de horizontes; al conjunto de horizontes se lo llama perfil. Los horizontes sucesivos están tanto más diferenciados cuanto más evolucionado es el perfil; su designación es a través de las letras A, E, B (horizontes edafológicos) y C (material madre). Suelos poco evolucionados se caracterizan solamente por presentar una porción superficial rica en humus (horizonte A) que descansa sobre el horizonte C, por ende, el perfil es de tipo AC. Cuando la evolución prosigue,

se forma un horizonte resultante de la alteración de la roca madre pobre en materia orgánica, un horizonte B, entonces, el perfil es ABC. A su vez, los fenómenos de emigración de partículas caracterizan a suelos más evolucionados. Es así que los horizontes superiores empobrecidos en elementos finos o solubles debido al arrastre de las aguas de infiltración (eluviación) son los llamados horizontes eluviales o lavados y se designan con la letra A o E. En contraposición, los horizontes inferiores están enriquecidos en elementos que provienen de la superficie, son los llamados horizontes iluviales o de acumulación, designados con la letra B. El perfil AEBC se corresponde con el máximo grado de evolución.

Nomenclatura de horizontes y capas Para poder describir un perfil es necesario conocer sus caracteres externos e internos. Caracteres externos Aquí debemos incluir información sobre:  El lugar o área de estudio: ubicación, relieve, posición, pendiente, vegetación y uso. (Podrás encontrar información detallada en Canvas, material de la cátedra. Perfil del suelo: horizontes, pp. 4-6).  Características generales del suelo en estudio: drenaje, profundidad de napa, pedregosidad y rocosidad, material originario y erosión. (Podrás encontrar información detallada en Canvas, material de la cátedra. Perfil del suelo: Horizontes, pp. 6-7). Caracteres internos Consiste en la descripción morfológica del perfil, para lo que hay que identificar y describir las características de cada uno de los horizontes que lo forman.  Identificación y medición de horizontes Debemos identificar y describir los distintos horizontes que forman el perfil, normalmente, se pueden diferenciar entre sí por características visuales apreciables en campaña/in situ. Ten en cuenta que el perfil edáfico incluye, además de los perfiles genéticos, las capas orgánicas naturales que pueden cubrir la superficie y el material originario. Para reconocer el perfil se debe llegar a una profundidad que tope con una capa rocosa o, en su defecto, hasta 1,5/2 metros de profundidad.  Profundidad, espesor y límite de los horizontes Se debe describir para cada horizonte o capa el espesor en centímetros y la profundidad de cada uno de sus límites superior e inferior con respecto a la superficie. Los límites entre horizontes pueden ser abruptos, graduales a

difusos, claros. Una vez identificados se hacen marcas y se procede a la medición de cada horizonte determinando la profundidad de cada límite. La presente nomenclatura de horizontes y capas ha sido resumida de la versión de la Taxonomía de suelos (Keys to Soil Taxonomy, 2006, del Servicio de Conservación de Suelos del Departamento de Agricultura de Estados Unidos), entre otros materiales en los que se basan, en gran parte, las Normas de Reconocimiento de Suelos de la Argentina. Cabe mencionar que en las reglas de nomenclatura lo primero que debe conocerse son los horizontes principales y las capas que pueden formar el perfil del suelo.  Diferenciar horizontes orgánicos e inorgánicos 

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Horizontes orgánicos: consisten en gran cantidad de desechos orgánicos que se acumulan en la superficie. En general, tiene un 20 % o más de carbono orgánico en la tierra fina. Horizontes minerales: son dominados por componentes minerales. En general, tienen menos de un 20 % de carbono orgánico en la tierra fina. Horizontes principales y capas

Los horizontes principales y capas se representan mediante las letras O, A, E, B, C y R. Estas letras son los símbolos básicos a los que se agregan otros caracteres para completar la designación. La mayoría de los horizontes y capas se simbolizan con una sola letra mayúscula, pero algunas transiciones exigen dos. O: horizonte orgánico que se forma sobre los suelos minerales, dominado por la materia orgánica sin descomponer o parcialmente descompuesta. A: horizonte mineral (menos del 20 % de materia orgánica) formado en superficie o por debajo de un O. Su color oscuro se debe a que presenta acumulación de materia orgánica humificada. A se designa también a cualquier horizonte superficial con modificaciones antrópicas. E: Horizonte de eluviación o pérdida de arcilla, hierro, aluminio, sales o materia orgánica. B: Horizonte de acumulación de arcilla, hierro, aluminio, sales o materia orgánica iluviada de manera independiente o combinada. C: Horizonte o capa mineral similar al material original. Muy poco afectada por los procesos de pedogénesis, excepto hidromorfismo. R: Capa R, manto rocoso fuertemente cementado o endurecido.  Horizontes eluviales e iluviales

Los horizontes eluviales son aquellos que pierden componentes, arcillas, óxidos de hierro y aluminio, sales, entre otros, como por ejemplo, O, A y E que es el horizonte de máxima pérdida.  Los horizontes iluviales son aquellos ganan materiales que pierden los horizontes superficiales, ejemplo de esto es el horizonte B. Figura 1: Diferenciación de horizontes en el perfil de suelo 

Fuente: [Imagen sin título sobre horizontes en el perfil del suelo]. (2014). Recuperada de http://agriculturasiempre.blogspot.com/2014/05/clasificaciontaxonomica-de-suelos-de.html 

Horizontes transicionales y combinación de horizontes

Existen dos clases de horizontes: Horizontes dominados por propiedades de otro horizonte mayor. A estos horizontes de transición se los simboliza co...