Más allá del principio del placer - Capítulos III, VI, V PDF

Title Más allá del principio del placer - Capítulos III, VI, V
Author Trini Swinnen
Course Psicologia
Institution Universidad del Salvador
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Más allá del principio del placer - Capítulos III, IV, y V - Freud...


Description

Más allá del principio del placer (capítulos III, IV y V) Capítulo III -

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En aquella época, el Psicoanálisis era un arte de interpretación. El médico tenía la aspiración de reconstruir y comunicar en el momento oportuno lo inconsciente oculto para el enfermo. Enseguida, se planteó otro propósito: instar al enfermo a corrobora la construcción mediante su propio recuerdo. El centro recayó en descubrir las resistencias y moverlo a que las resignase. Pero se hizo cada vez más claro que la meta propuesta, devenir consciente lo inconsciente, tampoco podía alcanzarse plenamente por ese camino, ya que el enfermo no puede recordar todo lo que hay en él reprimido. Más bien, se ve forzado a repetir lo reprimido, en vez de recordarlo. Esta reproducción tiene siempre por contenido un fragmento de la vida sexual infantil (Complejo de Edipo y sus ramificaciones) y se juega en el terreno de la transferencia, de la relación con el médico. Freud la llama compulsión de repetición. La anterior neurosis ha sido sustituida por una neurosis de transferencia. La compulsión a la repetición es una fase de la cura, única forma de analizar lo que el paciente no puede recordar. A través del trabajo del análisis, el paciente debe advertir de su goce (satisfacción masoquista). La meta va a ser reducir esta satisfacción masoquista. Lo inconsciente, lo reprimido, no ofrece resistencia alguna a los esfuerzos de la cura; de hecho, aspira a irrumpir hasta la consciencia. La resistencia proviene de los mismos estratos y sistemas superiores de la vida psíquica que en su momento llevaron a cabo la represión. Elimina la oposición consciente-inconsciente; en cambio opone el Yo coherente y lo reprimido (es mucho lo inconsciente en el interior del Yo). La resistencia del analizado parte de su Yo. No hay duda de que la resistencia del Yo consciente y preconsciente está al servicio del principio de placer: quiere ahorrar displacer que se excitaría por la liberación de lo reprimido. Pero, ¿qué relación guarda con el principio de placer la compulsión a la repetición? Está claro que lo que la compulsión de repetición hace reverenciar provoca displacer al yo, ya que saca a luz operaciones de mociones pulsiones reprimidas. Pero esta clase de displacer no contradice al principio de placer; es displacer para un sistema y, al mismo tiempo, satisfacción para otro. El hecho nuevo es que la compulsión de repetición devuelve también vivencias pasadas que no tienen posibilidad alguna de placer, que tampoco en aquel momento pudieron ser satisfacciones (situaciones de desengaño, desamor, frustración, celos del CDE). Los neuróticos repiten en la transferencia todas estas ocasiones indeseadas y situaciones afectivas doloras, reanimándolas con gran habilidad. Se trata de la acción de pulsiones que estaban destinadas a conducir a la satisfacción, pero que en aquel momento no la produjeron, sino que llevaron solamente al displacer. En la vida anímica existe realmente una compulsión a la repetición que se instaura más allá del principio de placer. En un intento de ligar la energía no ligada (muerte y sexualidad). Repetición como: intento de elaborar y satisfacción masoquista.

Capítulo IV -

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Barrera protección anti-estímulo: la superficie más externa opera apartando los estímulos como una membrana. Procesa cantidades pequeñas del estímulo externo. Protege contra volúmenes hiper grandes de estímulos. Terror: excitaciones externas que poseen fuerza suficiente para perforar la protección anti estímulo. Provoca una enorme perturbación en la economía energética del organismo. Pero para los estímulos internos (pulsión) no hay barrera anti estímulo. Las excitaciones se propagan de manera directa y en medida no reducida. Cuando estas excitaciones internas producen una multiplicación de displacer demasiado grande, se tiende a tratarlas como si no obrasen desde adentro, sino desde afuera, a fin de poder aplicarles el medio defensivo de la protección anti-estímulo: mecanismo de proyección.

Capítulo V -

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Pulsiones  representantes de todas las fuerzas eficaces que provienen del interior del cuerpo. La tare de los estratos superiores de aparato anímico (Precc) sería ligar la excitación de las pulsiones, que entra en operación en el proceso primario. Sólo tras una ligazón lograda podría establecerse el imperio irrestricto del principio de placer. El analizado, en su compulsión de repetición en transferencia, se comporta de una manera completamente infantil y nos enseña que las huellas mnémicas reprimidas de sus vivencias del tiempo primordial no subsisten en su interior en el estado ligado, son insusceptibles del proceso secundario. Una pulsión sería un esfuerzo, inherente a lo orgánico vivo, de reproducción de un estado anterior que lo vivo debió resignar bajo el influjo de fuerzas perturbadoras externas. Todas las pulsiones quieren repetir algo anterior. La meta de la vida es la muerte. En algún momento, por una intervención de fuerzas, se suscitaron en la materia inanimada las propiedades de la vida. La tensión generada en lo, hasta ahora, inanimado pugnó después por nivelarse; así nació la primera pulsión, la de regresar a lo inanimado. Decisivos influjos externos se alteraron de tal modo que forzaron a desviarse más y más respecto de su camino vital originario, y a dar rodeos más y más complicados antes de alcanzar la meta de la muerte. Acaso son estos rodeos para llegar a la muerte, retenidos por las pulsiones conservadoras, los que hoy nos ofrecen el cuadro de los fenómenos vitales. Pulsión de vida  (de autoconservación + sexuales) tienden al progreso, a la evolución. Intenta dominar a la muerte. Pulsión de muerte  tienden a la vuelta a lo anterior de la perturbación. Tienden al camino más corto para la satisfacción, cesar la tensión. Mezcla pulsional: la hay siempre, no hay ninguna pulsión en estado puro. Se produce una desmezcla en algunos momentos, alguna que predomina. Con la salida del Complejo de Edipo se produce una desexualización (una desmezcla pulsional)....


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