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Estudios del malestar Políticas de la autenticidad en las sociedades contemporáneas José Luis Pardo

Sara Cabrera Pérez Estudiantes Erasmus Política social

José Luis Pardo nació en Madrid en 1954. Es catedrático de filosofía de la Universidad Complutense de Madrid y colaborador del diario El país; Ha traducido a filósofos contemporáneos como Deleuze, Debord, Agamben o Lévinas. Él es el autor de unos veinte libros, entre los que está Deleuze, Pensamiento violento, crucigrama (con Fernando Vater), La regla del juego (Premio Nacional de ensayo 2005), Esto no es música, Nunca he sido tan buena basura o La estética de lo peor. Publicó en Anagrama Cruz, su primer libro, en 1977, y Trivia. En este ensayo vamos a enfocarnos en uno de sus libros en particular, Estudios de malestar, un libro que recibió en 2016 el premio anagrama de ensayo. Pardo cuenta cómo el primer impulso de su libro surgió una tarde en el año 2010, en el que un pensador francés invocó en la Facultad de filosofía de la Complutense a un público en general, ansioso por oírle decir la palabra mágica "comunismo", como si fuera la última forma superior de inexactitud política todavía posible. Este autor es un habitual en el arte de coleccionar las preocupaciones contemporáneas, hacernos ver que casi nada es tan nuevo como parece, como mucho de lo que ahora sucede es, pero una actualización de lo que ha sucedido décadas e incluso siglos atrás. Pardo enfoca su reflexión sobre el fuerte desencanto que se experimenta en el mundo desarrollado por el estallido de la última gran crisis económica y cómo algunos intentan aprovecharse políticamente. Una de las cosas que más aprecio de este ensayo es que, incluso trata ideas y conceptos realmente complejos, el autor trata de hacer la lectura atractiva a través de la inserción de un par de metáforas, de algunos toques de humor o ejemplos de historia reciente. Puedo decir que Pardo juega con la filosofía, combinando reflexiones, que toman como referencia lemas publicitarios o anécdotas divertidas para hacer el lector más fácil de digerir sus ideas. Aún así, no diría que es un libro accesible para todo tipo de lectores.

José Luis Pardo entiende la filosofía como el arte de hacer preguntas, y en este libro plantea algunas muy precisas: ¿Cuáles son los ingredientes de este uso político de la incomodidad? ¿Cuáles son los peligros de una forma política de hacer que parece querer una acción directa, eludiendo formas democráticas? ¿Cuál es el papel que la filosofía tiene que jugar frente a estos desafíos? ¿Y la Universidad como institución? ¿Qué pasa con el arte y sus vanguardistas? El libro no propone más análisis de los diferentes aspectos de la crisis "global", la trufa de los datos macroeconómicos y las referencias a las muchas formas de corrupción que han salido a la luz. José Luis Pardo realiza un ensayo sobre la verdadera filosofía política, un examen de las ideas que la crisis ha puesto en circulación y que son, en su camino, la traducción consciente y al mismo tiempo el canal con el que fluye este malestar general. La característica dominante de la situación es, en sus ojos, el retorno de las "políticas de autenticidad", las que se conocen en contacto con la verdadera verdad de la política, la verdad del conflicto y la guerra, que, escondida bajo la relativa paz del estado de la ley, que el estado de bienestar en cuyo pacto social, legal y político se ha basado en la vida de Europa desde el período de la posguerra, ahora reemerge en toda su crudeza. El autor contrasta un pensamiento crítico que nos ayuda a desentrañar la compleja realidad en la que estamos inmersos. Y para esto se utiliza del bagaje histórico de la filosofía, analiza también el tránsito de Hegel con Marx, prueba tanto el valor de la filosofía de pensar sobre lo que sucede con la autonomía crítica, de una manera perceptiva y comprensiva. Pardo se pregunta si no supera aquí el deseo oculto de poner fin a la política. Para responder a esta pregunta, Pardo se basa en la historia de la filosofía, investigando las fuentes y avatares de un "realismo político" que, desde los Callicles platónicos a Carl Schmitt, pasando por Hegel Y Marx, vendría a las propuestas de los recientes pensadores se convierten en ideológos como Ernesto Laclau, una clara referencia de "podemos". Una de las cosas más asombrosas del libro puede ser, el acento que Pardo aplica al desexponer el populismo Podemita como una forma falsa de capitalizar políticamente el descontento social generado en la ciudadanía por

los recortes y la corrupción. Su valor más profundo radica, sin embargo, en la forma en que Logra vincular esas políticas de autenticidad, que se presentan hoy como una alternativa a la vieja política, con las corrientes de la opinión inspiradas por ciertas ideas filosóficas del pasado. El libro del Pardo constituye, por tanto, una cómoda advertencia de los peligros del adanismo político que nos rodea y que, en lugar de resolver el descontento, el instrumentaliza. Pero la evidencia de la pobreza material y política nacida de la crisis económica, y el consecuente deterioro real de los términos del pacto social, todavía está allí. Y el verdadero protagonista, el que da sentido a la escena sin ser uno de sus protagonistas, es el estado democrático de la ley, objeto de la substancia. Esta extraordinaria figura política, producto esencial de la modernidad. Se revela el tema principal de la política de autenticidad, la idea de que sólo una acción revolucionaria derivada del verdadero conflicto social, que el estado siempre esconde, puede cambiar la vida y producir esa transformación en la justicia que es el único sentido de Historia. El liberalismo es el marco general del imperio de la ley, que establece en el estado del ciudadano la igualdad fundamental que hace posible una política adecuada, la libre discusión del bien y del derecho en una comunidad, que sólo ahora, a través del contrato social que origina el estado de derecho, se establece como una comunidad Política y no como una comunidad de intereses o compañía de amigos Las páginas que Pardo dedica a mostrar el carácter original del estado y a hacer inteligible el papel de la fundación racional, no factual, del pacto social ya no tienen sentido para mostrar a todos los políticos "realistas" que lo que para ellos es una afrenta, " La idea de que puede haber una autoridad superior y externa a las relaciones de poder, fuerza y violencia entre los hombres "es la razón de ser del estado de derecho. Por lo tanto, considerar que "la verdad" de la política reside en esas relaciones de fuerza, mientras que la ley que los hace racionalmente correctos o injustos es mera pretensión, es ignorar el legado decisivo de la modernidad.

El renacimiento de esta idea en los últimos años, impulsado por la crisis global que ha compensado el estado de bienestar, ha permitido que la política, reducida a la aburrida discusión parlamentaria sobre la mejor administración del estado, vuelva a tomar su rostro " el compromiso total con la transformación radical de la sociedad. Pardo muestra con nitidez como en esta nueva situación no es casualidad que la palabra "comunismo" vuelva a tener la situación que había perdido y que tiene, ante todo, entre profesores y estudiantes de filosofía. Finalmente José Luis Pardo no propone soluciones ni da un vistazo al futuro. Ejecuta un simple ensayo de filosofía, un ejercicio independiente de la razón que no cierra el mundo a la acción política, sino que sólo comprende, ayudado por una fina ironía, las razones de la incomodidad que nos aflige....