Práctica 4. Necesidades de apoyo PDF

Title Práctica 4. Necesidades de apoyo
Course Psicología de la Discapacidad
Institution Universidad de Salamanca
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PRÁCTICA 4. NECESIDADES DE APOYO Y EVALUACIÓN DE LAS NECESIDADES DE APOYO EN NIÑOS Y ADULTOS CON DISCAPACIDAD ¿QUÉ ENTENDEMOS POR APOYOS? En determinados contextos, las demandas de la situación superan las capacidades de la persona. Es el caso de Mozart, una persona a la que podemos considerar competente, que en esa determinada situación necesita un apoyo: la pértiga. Los apoyos tienen un largo pasado pero una corta historia de estudio aplicado.

Los apoyos están muy presentes en la vida cotidiana (gafas, ordenadores portátiles, agendas, etc.) y tienen la finalidad de hacernos la vida más fácil. Las personas que no tienen discapacidad intelectual normalmente no tienen problemas para detectar cuáles son las situaciones que van a superar sus capacidades y ante las que necesitan apoyos. Las personas con discapacidad intelectual no detectan tan fácilmente estas situaciones o bien no tienen nadie que les brinde los apoyos pertinentes. Por tanto, es fundamental suministrar recursos a las personas con discapacidad. ÍNDICE DE CONTENIDOS 1. Las necesidades de apoyo de las personas con discapacidad intelectual. a. Modelo de funcionamiento humano. b. Modelo de apoyos. c. Planificación de los apoyos. 2. Evaluación de las necesidades de apoyo en adultos con DI. 3. Evaluación de las necesidades de apoyo en niños con DI. 4. Conclusiones. 1. LAS NECESIDADES DE APOYO DE LAS PERSONAS CON DISCAPACIDAD INTELECTUAL APOYOS: Recursos y estrategias cuyo objetivo es promover el desarrollo, la educación, los intereses y el bienestar personal, y que mejoran el funcionamiento individual. Se consideran apoyos todas aquellas ayudas que se den a la persona con discapacidad para mejorar su funcionamiento, lo objetivo, y la calidad de vida, lo subjetivo. Cuando los apoyos se secuencian e integran para establecer un plan de intervención estamos ante un sistema de apoyo.

NECESIDADES DE APOYO: Constructo psicológico que hace referencia al patrón e intensidad de los apoyos necesarios para que la persona participe en actividades relacionadas con un funcionamiento humano estándar. En cuanto a patrón e intensidad de los apoyos nos referimos a qué tipo de apoyos requiere la persona: supervisión, ayuda parcial, ayuda total, si hay que incitarle, etc., con qué frecuencia hay que proporcionarle ayuda y durante cuánto tiempo). Por otro lado, la última parte de la definición se refiere a qué ayuda, con qué frecuencia y durante cuánto tiempo hay que proporcionar ayuda a la persona para que haga lo mismo que haría una persona sin discapacidad de su grupo normativo. Hay cuatro tipos de necesidades de apoyo: • • • •

Necesidad objetiva: Alguien externo, un profesional, evalúa la necesidad. Necesidad subjetiva, sentida: La persona siente o percibe que tiene una necesidad. Necesidad demandada o expresa: La persona siente o percibe una determinada necesidad y la transmite. Tiene un matiz de acción. Necesidad comparativa: Necesidad de la persona en relación a su grupo de referencia.

Comprensión de las necesidades de apoyo •



El patrón y la intensidad de las necesidades de los apoyos: o Refleja una característica duradera de la persona. Los apoyos proporcionados deber ser continuados. o Son extraordinarios (en comparación a los iguales sin discapacidad). o Recogen necesidades médicas, conductuales, cotidianas de la vida de la persona en múltiples entornos. Se infieren y su evaluación se hace a través de instrumentos válidos y fiables para ello.

a. Modelo multidimensional del funcionamiento humano (AAIDD, 2010)

El funcionamiento humano es una conducta observable. Se puede observar en cinco dimensiones diferentes que se ven mediatizadas por las necesidades de apoyo. 1. Habilidades intelectuales: Factor g. 2. Conducta adaptativa: Habilidades prácticas, sociales e intelectuales.

3. Salud, entendida según la definición de la OMS. 4. Participación. Desempeño que la persona con DI tiene en su vida cotidiana. 5. Contexto. Incluye el ambiente físico, así como las características de la persona (estilo de afrontamiento, motivación, etc.). b. Modelo de apoyos (AAIDD, 2010)

La DI la podemos entender como una distancia o un desajuste entre competencias de la persona y demandas de la situación. Esta distancia crea las necesidades de apoyo. La clave está en medir con precisión esas necesidades de apoyo para aplicar los apoyos individualizados necesarios que se necesiten para disminuir la distancia entre demandas y competencias. Los apoyos llevan a resultados personales mejorados, a una mejor calidad de vida. c. Planificación de los apoyos (AAIDD, 2010)

2. EVALUACIÓN DE LAS NECESIDADES DE APOYO DE ADULTOS CON DI Instrumentos para evaluar apoyos No evalúan si la persona puede hacer la actividad, sino qué apoyos necesita para realizarla.

Escala de Intensidad de Apoyos SIS-A

Esta escala cuenta con tres secciones: 1. De esta primera sección obtenemos el INA (Índice de Necesidades de Apoyo), acompañado de un percentil. La sección 1 es una escala compuesta a su vez por seis subescalas (áreas de la vida cotidiana). Cada ítem es una actividad de la vida diaria. El formato de respuesta es tipo Likert, teniendo cada indicador cinco opciones. 2. Escala suplementaria de protección y defensa. Mide autodeterminación y cuenta con el mismo formato de respuesta que la sección anterior. 3. Escala de necesidades excepcionales de apoyo. El formato de repuesta no es el mismo que en las dos secciones anteriores. Cuanto más alta sea la puntuación de una persona en la escala SIS-A, más apoyos necesita. Ejemplo de la SIS para adultos:

Los apoyos son recursos y estrategias cuyo objetivo es promover el desarrollo, la educación, los intereses y el bienestar personal de una persona y que mejoran el funcionamiento individual (Luckasson et al., 2002, p. 151). Las necesidades de apoyo se refieren al modelo y la intensidad de los apoyos necesarios para que una persona participe en actividades relacionadas con el funcionamiento humano típico (Thompson et al., 2009). El funcionamiento humano se potencia cuando la discrepancia persona-entorno se reduce y los resultados personales se mejoran. 1. Antes de la intervención: 1.1 ¿En qué áreas presenta mayores necesidades de apoyo? Teniendo en cuenta que mayores puntuaciones en la escala SIS-C reflejan mayores necesidades de apoyo, las áreas en las que presenta mayores necesidades de apoyo son aprendizaje escolar y salud y seguridad. 1.2 ¿En qué áreas presenta menores necesidades de apoyo? Teniendo en cuenta que menores puntuaciones en la escala SIS-C reflejan menores necesidades de apoyo, las áreas en las que presenta menores necesidades de apoyo son social y defensa. 2. Considerando los resultados de la post-intervención: 2.1 ¿En qué áreas consideras que se ha intervenido prioritariamente? ¿Cuáles crees que han podido ser los motivos para incidir en esas áreas? Se ha intervenido prioritariamente en las áreas que presentaban mayores necesidades de apoyo, en este caso en el área de aprendizaje escolar y en el área de salud y seguridad. La planificación de los apoyos constituye un universo de recursos y estrategias que mejoran el funcionamiento humano. Ninguna persona necesitará todos los tipos de apoyos que están disponibles. Las necesidades de apoyo de una persona difieren tanto cuantitativa como cualitativamente. La planificación de los apoyos, es decir, la intervención para facilitarle a la persona los tipos de ayuda que necesita, seguirá un desarrollo secuencial, constituido por cinco pasos: Identificar lo que la persona más quiere y necesita hacer, evaluar la naturaleza del apoyo que una persona requerirá para lograr lo que él o ella más quiere y necesita hacer, desarrollar un plan de acción para recabar y prestar apoyos, iniciar y supervisar el plan y evaluar los resultados personales (Thompson et al, 2009; Verdugo et al, 2007). Los sistemas de apoyos han de construirse sobre el marco conceptual bien de las dimensiones principales de calidad de vida, bien de elementos de la tecnología del funcionamiento humano, o de ambos. 2.2 ¿Cómo crees que ha sido la intervención que se ha llevado a cabo (tipo, características, objetivos…)? Los componentes principales de una planificación adecuada de los apoyos son los siguientes (Verdugo et al., 2007, 2010): 1. Identificar las experiencias y metas de vida deseadas: Requiere el uso de los procesos de planificación centrada en la persona (PCP). La atención ha de recaer sobre los sueños de la persona, las preferencias personales y los intereses. El principal objetivo de un proceso

de PCP es descubrir qué es lo importante para una persona, y es esencial que las deliberaciones no estén determinadas por los servicios disponibles o las barreras percibidas, tales como la carencia de recursos o limitaciones en las habilidades de la persona. Los procesos de la PCP incluyen tanto a la persona con la discapacidad como a personas importantes para dicha persona. El objetivo de la PCP es lograr una visión global del progreso de la vida de una persona. Esta visión tiene en cuenta aquellos aspectos de la vida actual de una persona que son favorables e incluye elementos que mejorarán su vida en el futuro. 2. Determinar el perfil y la intensidad de las necesidades de apoyo: Consiste en evaluar las necesidades de apoyo de la persona, principalmente utilizando la Escala SIS de Intensidad de Apoyos. La Escala SIS-C es la versión para niños y adolescentes entre 5 y 16 años. La SIS proporciona información que puede ayudar a entender las necesidades de apoyo de las personas con discapacidad intelectual. 3. Desarrollar un plan individualizado: Es importante que el diseño del plan diseñado e implementado sea optimista y realista. Hay que establecer prioridades. Para ello contamos con el perfil generado a través de la Escala SIS. En el caso concreto evaluado anteriormente existen puntuaciones altas en el área de aprendizaje escolar y en el área de salud y seguridad, áreas por las cuales habrá que comenzar a proporcionar los apoyos. Se busca un plan individualizado que especifique los contextos y actividades en los que es probable que una persona participe durante una semana normal, así como los tipos e intensidad de apoyo que serán proporcionados, y la persona o personas responsables de dar esos apoyos. 4. Supervisar el progreso: Mantener una rigurosa supervisión de hasta qué punto el plan individual de una persona se está aplicando. La supervisión debe ser continua y sistemática por medio de reuniones programadas periódicamente para considerar la congruencia entro lo que fue planeado y lo que ha sucedido en realidad. 5. Evaluación: Se plantea hasta qué punto las experiencias de la vida deseada, las metas y los resultados personales están siendo cumplidos. Esto incluye examinar las experiencias de vida de una persona a partir de los resultados personales. Las preferencias y prioridades personales pueden cambiar con el tiempo y completar este componente del proceso asegurará que los planes sean revisados cuando ya no satisfagan necesidades de una persona. Además, añadir información sobre resultados personales puede contribuir a plantear sistemas con información relativa a cuáles de estos sistemas están resolviendo las necesidades de los individuos. Cada cuatro o seis semanas se evaluará y en su caso se cambiará lo necesario del PAI (plan de apoyo individualizado).

Verdugo, M.A. y Schalock, R, L. (coords.) (2013). Discapacidad e inclusión. Manual para la docencia. Salamanca: Amarú....


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