Primer Triunvirato Resumen PDF

Title Primer Triunvirato Resumen
Author Gonzalo Javier
Course Historia
Institution Educación Secundaria (Argentina)
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Resumen completo del primer triunvirato argentino, año 2019....


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Primer Triunvirato – Historia – Resumen

Constitución del Triunvirato La Junta Grande había fracasado como entidad gubernativa para circunstancias graves y se instituyó un gobierno más restringido numéricamente, un Triunvirato, los primeros diputados electos fueron Feliciano Chiclana, Juan José Paso y Manuel de Sarratea Reglamentación Los Triunviros debían ejercer sus funciones de acuerdo a los reglamentos que habría de dictar la Junta que tomó el nombre de conservadora; los miembros del ejecutivo serían responsables de sus actos ante la Junta conservadora y era fácil prever que esa supeditación llevaba el germen del conflicto entre la Junta y los triunviros. La Junta fue forzada a renunciar la noche del 22 de setiembre después de una aglomeración de gentes en la plaza, apoyadas por Ortiz de Ocampo, jefe militar de la ciudad. Se hallaban Saavedra y Molina en Salta cuando llego la noticia del cambio de gobierno; los dos comisionados trataron de explicar la necesidad del mismo, desvaneciendo el cisma que se insinuaba. Saavedra fue relevado de sus funciones de presidente de la Junta y su actitud fue de completa adhesión y subordinación; renunció al sueldo de que disfrutaba como presidente en mérito a las necesidades apremiantes de la patria. En circular de la Junta, redactada por Funes, a los cabildos y juntas provinciales, se informa sobre el cambio de gobierno y se habla también de la necesidad del secreto, de la unidad y de la energía necesarias para salvar la patria de los peligros que la amenazaban, sosteniendo que una triste experiencia había mostrado que no es posible dar al gobierno ese carácter sin disminuir el número de gobernantes. El 26 de agosto de 1811 Cornelio Saavedra partió de Buenos Aires para hacerse cargo del Ejército del Norte, esta acción fortaleció al ala morenistas de la junta, que convencieron al cabildo porteño de que se debía organizar un ejecutivo fuerte. Por eso formaron un nuevo gobierno de tres miembros llamado Trinunvirato, en la segunda semana del mes de octubre de 1811, estando en Salta a donde habían llegado el 30 de septiembre, Saavedra y el diputado Manuel F. Molina se enteraron que en Buenos Aires se había constituido un triunvirato ejecutivo en reemplazo de la Junta Grande cuyo presidente era Saavedra. Desde el punto de vista político parece que se hubiera seguido en cierto modo la trayectoria de España; primero la Junta central de 35 miembros, luego su reducción al Consejo de regencia de 5 y finalmente de 3, es decir un triunvirato. El Triunvirato es una respuesta al 5-6 de abril; pero surgió del voto restringido y representa social y económica a un sector, la llamada parte principal y más sana, contra el suburbio, las quintas y la campaña, siendo además, una reacción de la capital contra las provincias y sus juntas y cabildos provinciales y una reacción de los porteños contra los gobernantes forasteros; los triunviros y los secretarios, Bernardino Rivadavia y Vicente López y Planes, eran porteños, menos José Julián Pérez, que era de Tarja. La institución del Triunvirato fue bien recibida, pero comenzó su distanciamiento de los sectores que lo habían propiciado cuando quiso llevar la máscara fernandina y monárquica a un extremo que chocaba con los sentimientos bien definidos ya de independencia; en política exterior fue casi una rectificación de los ideales de Mayo. El 14 de octubre se mando celebrar una misa en conmemoración del aniversario del nacimiento de Fernando VII; el 20 del mismo mes se concertó el tratado de paz con Francisco Xavier de Ello, en el

que no sólo se le da el tratamiento de virrey, sino que las partes contratantes afirman solemnemente que "no reconocen ni reconocerán jamás otro soberano que al señor don Fernando VII y sus legítimos sucesores y descendientes", y Buenos Aires se obliga a remitir a España socorros pecuniarios para ayudarle en la guerra y a enviar representantes a las Cortes peninsulares para explicar las causas que obligaron a suspender el nombramiento de diputados hasta la reunión del congreso general. El desastre de Huaqui y la situación de inseguridad en que se encontraba Buenos Aires movió al Triunvirato a ceder y a retroceder. Fue también el mismo ejecutivo el que desaprobó y censuró a Belgrano en 1812, cuando enarboló la bandera azul y blanca en las barrancas de Rosario como emblema de las fuerzas patriotas, ordenándole usar la bandera realista que flameaba en la Fortaleza. Eran hechos que no podían menos de disgustar a los patriotas morenistas, que pronto se vieron compelidos a extremar la resistencia y la conspiración.

Rivadavia, alma del Triunvirato Al poco tiempo Vicente López renunció a su condición de secretario y lo mismo hizo José Julián Pérez, pretextando este último razones de salud, entonces Bernardino Rivadavia obtuvo un poder preponderante en el triunvirato desde el puesto de secretario

El poder de Rivadavia Rivadavia no tardó en convertirse en el alma del Triunvirato, que hubo de someterse a su laboriosidad y a su visión de las tareas del gobierno. Además, la enemistad temperamental de Chiclana y Paso lo convirtió en un eje de equilibrio en el seno del gobierno. Desde su puesto de secretario multiplicó los proyectos y echó las bases de toda una serie de realizaciones constructivas. En el orden institucional y cultural continuó en verdad la obra de mayo y de Moreno; suprimió la Audiencia, institución virreinal, y la reemplazó por la Cámara de apelaciones; dictó normas para garantizar la libertad individual e hizo un llamado a la inmigración extranjera; por iniciativa suya se mandó escribir la historia filosófica de la revolución encargando de ella a Perdriel, obra que luego realizó el deán Funes; quiso inaugurar la Biblioteca Pública fundada por Moreno con toda pompa; prohibió la introducción de esclavos y estableció una junta protectora de la libertad de imprenta; concibió asimismo un centro de estudios para formar químicos, naturalistas, geómetras, militares, políticos, etc.; la crisis política y la penuria del erario no permitieron la materialización de ese proyecto. Entre la Junta conservadora y el Triunvirato no podía mantenerse largo tiempo la armonía y pronto hubo conflicto abierto; el Cabildo de Buenos Aires y la Junta consultiva del pueblo se pusieron de parte del poder ejecutivo y se pronunciaron contra el Reglamento del 22 de octubre que había elaborado la Junta conservadora, en ausencia de los diputados de Buenos Aires. Propiamente en esa emergencia la junta popular se redujo a simple caja de resonancia o instrumento del Cabildo y del Triunvirato. Rivadavia hizo rechazar el Reglamento de la Junta conservadora, que supeditaba el Triunvirato a la misma, y presentó a su vez el 22 de septiembre un Estatuto provisional del Gobierno Superior de las. Provincias Unidas del Río de la Plata, a nombre de Fernando VII, compuesto por siete artículos, centralista y absorbente, siguiendo la línea de toda su vida. El Estatuto establecía por primera vez la amovilidad de los miembros del Triunvirato; como complemento del Estatuto se dio el decreto de la seguridad individual, y éste y el decreto de la libertad de imprenta dado con anterioridad se consideraron parte integrante del Estatuto. La seguridad individual expresa la inviolabilidad de las personas, de su domicilio y de sus bienes, aunque en la práctica fue raramente respetada; su vulneración se hizo consuetudinaria.

El carácter autoritario de Rivadavia se manifestaba en cada uno de sus pasos y no toleraba la divergencia. Córdoba estuvo lenta, al parecer, en el reconocimiento del Triunvirato y sobre todo hizo algunos reparos al Estatuto dictado sin la intervención de su diputado. Calculando que el deán Funes podría estar complicado en esa actitud, decretó su cesantía. El 6 de diciembre se produjo la sublevación del regimiento de patricios conocida como rebelión de las trenzas, por haberse ordenado que los soldados de ese cuerpo se cortasen las trenzas que usaban; las medidas represivas de Rivadavia fueron tales que los patricios tuvieron que rendirse y someterse y algunos de los promotores del movimiento fueron ejecutados. En ausencia de Saavedra había sido designado Belgrano coronel del regimiento e Ignacio Perdriel sargento mayor en el regimiento número 1. La rebelión costó más de cincuenta muertos y heridos; Rondeau, llegado de Montevideo, recibió orden de reducir a los rebeldes. Fueron pasados por las armas once sargentos, cabos y soldados; hubo penas de prisión en Martín García; fueron disueltas dos compañías de granaderos y una de artillería; el regimiento cambió de número y uniforme; en lo sucesivo todos los regimientos debían ser considerados de patricios y ninguno de los cuerpos tendría una denominación particular. Pretextando que los diputados de las provincias habían tenido algo que ver en la rebelión de los patricios para restablecerlos en el gobierno, decretó la salida de los diputados a sus puntos de origen el 16 de diciembre, dándoles un plazo para ello de 24 horas. El deán Funes fue detenido y procesado, proceso que se retardó desproporcionadamente. Uno de los argumentos era la reunión del congreso: "Sobre este principio y en el concepto de que, no pudiendo celebrarse el congreso hasta que las provincias unidas hayan recobrado su libertad con el auxilio de nuestras armas, es no sólo inútil, sino muy gravosa a los pueblos la existencia de sus diputados en esta capital" (circular a los diputados, 16 de diciembre de 1811 ) . Alberto Palcos considera a Rivadavia como el ejecutor del pensamiento del Triunvitato Mayo. "Desaparecido Moreno, su insigne primer ejecutor y el que señala rumbos duraderos a la flamante nacionalidad, Rivadavia toma en sus manos el estandarte de Mayo; se transforma en su lúcida conciencia. Desde el poder lo lleva más lejos de donde llegara antes. Concreta orgánicamente su pensamiento director en una bien coordinada serie de creaciones institucionales, capaces de plasmar la mentalidad y de consolidar los hábitos de la nueva era".

Medidas realizadas por el triunvirato Entre las medidas del Triunvirato se cuentan:        

Declaró la libertad de prensa. Aprobó la ley de seguridad individual. Creó de la Cámara de Apelaciones. Creó el Reglamento de Institución y Administración de Justicia. Creó el Gobierno Intendencia de la Provincia de Buenos Aires, el 13 de enero de 1812. Ordenó a Manuel Belgrano llevar tropas patriotas a proteger el pueblo de Rosario de los ataques navales españoles que partían desde Montevideo. Aprobó la utilización de la escarapela blanca y celeste, para su uso en el ejército, el 18 de febrero de 1812. Nombró a Manuel Belgrano general en jefe del Ejército del Norte, el 18 de febrero de 1812.

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Ordenó al teniente coronel José de San Martín la formación de un cuerpo especial de caballería, que sería conocido con el nombre de Regimiento de Granaderos a Caballo, el 16 de marzo de 1812. Prohibió la introducción de esclavos en el territorio de las Provincias Unidas del Río de la Plata, el 9 de abril de 1812. Fundó la Comisión de Inmigración que se constituyó la primera entidad establecida para fomentar la inmigración y colonización del territorio, el 4 de septiembre de 1812. Las guerras por la independencia impidieron su funcionamiento, aunque fue reactivada años más tarde, cuando Bernardino Rivadavia fue ministro del gobierno de la Provincia de Buenos Aires, en 1824 y fue disuelta el 20 de agosto de 1830 por orden de Juan Manuel de Rosas.

El regreso de San Martín al Rio de la Plata En su edición del viernes 13 de marzo de 1812, el periódico «La Gaceta de Buenos Aires» informa de la llegada de la fragata inglesa «George Canning», salida de Londres cincuenta días atrás. Llegada de San Martin Trae noticias de la difícil situación por la que atraviesa España. Informa, también, que a bordo arribaron como pasajeros seis americanos y un europeo, todos oficiales de las armas monárquicas, entre ellos, el teniente coronel José Francisco de San Martín. La información decía así: "El 9 del corriente ha llegado a este puerto la fragata inglesa Jorge Canning, procedente de Londres en 60 días de navegación. Comunica la disolución del ejército de Galicia y el estado terrible de anarquía en que se halla Cádiz, dividido en mil partidos y en la imposibilidad de conservarse por su misma situación política. La última prueba de su triste estado son las emigraciones frecuentes, y aún más a la América Septentrional. A este puerto han llegado, entre otros particulares que conducía la fragata inglesa, el teniente coronel de caballería D. José San Martín, primer ayudante de campo del general en jefe del ejército de la Isla, marqués de Coupigny; el capitán de infantería D. Francisco Vera; el alférez de carabineros reales D. Carlos Alvear y Balbastro; el subteniente de infantería D. Antonio Arellano y el primer teniente de guardias valonas, barón de Holmberg. Estos individuos han venido a ofrecer sus servicios al gobierno, y han sido recibidos con la consideración que merecen por los sentimientos que protestan en obsequio de los intereses de la patria" San Martín era prácticamente un desconocido en estas latitudes. Muy pocos recordaban a su padre y a su madre, y menos son aún, los que lo conocieron de niño, durante su breve estadía en Buenos Aires. Su estatura, ahora no supera el 1,70 mts. Su rostro es de color moreno. La nariz es aguileña y grande; sus prominentes y negros ojos no permanecen nunca quietos y son dueños de una mirada vivísima. Se destaca por su inteligencia y por sus modales tranquilos. Dominaba el francés, leía con frecuencia y sus autores predilectos eran Guibert y Epicteto, cuyas máximas observaba, o procuraba observar, como militar y como filósofo práctico. En tres ocasiones, el Libertador explica los motivos que tuvo para regresar a América. Así, en 1819, dirá: "Hallábame al servicio de la España el año de 1811 con el empleo de comandante de escuadrón del Regimiento de Caballería de Borbón cuando tuve las primeras noticias del movimiento general de ambas Américas, y que su objetivo primitivo era su emancipación del gobierno tiránico de la Península. Desde este momento, me decidí a emplear mis cortos servicios a cualquiera de los puntos que se hallaban insurreccionados: preferí venirme a mi país nativo, en el que me he empleado en cuanto ha estado a mis alcances: mi patria ha recompensado mis cortos servicios colmándome de honores que no merezco..."

Y en 1827, hablando de sí en tercera persona, manifestará: "El general San Martín no tuvo otro objeto en su ida a América que el de ofrecer sus servicios al Gobierno de Buenos Aires: un alto personaje inglés residente en aquella época en Cádiz y amigo del general, a quien confió su resolución de pasar a América, le proporcionó por su recomendación pasaje en un bergantín de guerra inglés hasta Lisboa, ofreciéndole con la mayor generosidad sus servicios pecuniarios que, aunque no fueron aceptados, no dejaron siempre de ser reconocidos." Veinte años más tarde, volvió sobre el tema al decir a Ramón Castilla: "Como usted, yo serví en el ejército español, en la Península, desde la edad de trece a treinta y cuatro años, hasta el grado de teniente coronel de caballería. Una reunión de americanos en Cádiz, sabedores de los primeros movimientos acaecidos en Caracas, Buenos Aires, etc., resolvimos regresar cada uno al país de nuestro nacimiento, a fin de prestarle nuestros servicios en la lucha, pues calculábamos se había de empeñar."

Creación de granaderos a caballo Al arribar al suelo rioplatense, el entonces teniente coronel de caballería José de San Martín tomó noticia del deplorable estado en que se encontraba la organización militar de las Provincias Unidas del Río de la Plata, recientemente alzadas en armas contra el poder imperial de la metrópolis española. . Creación de Granaderos Ante esta problemática, el Gobierno Superior Provisional del país otorgó el 16 de marzo de 1812 a San Martín el grado de teniente coronel de Caballería y le nombró conjuntamente comandante del Escuadrón de Granaderos que había de organizarse, previendo la necesidad de conformar un cuerpo de caballería idóneo y cualificado, compuesto por voluntarios rigurosamente seleccionados, cumpliendo parámetros de conducta y personalidad muy elevados. Atendiendo a los méritos y servicios de Don José de San Martín, y a sus relevantes conocimientos militares, ha venido en conferirle el empleo efectivo de Teniente Coronel de caballería, con el sueldo de tal, desde esta fecha, y Comandante del Escuadrón de Granaderos a caballo que ha de organizarse, concediéndole las gracias, exenciones y prerrogativas que por este título le corresponden, etc. etc.— Dado en Buenos Aires a 16 de marzo de 1812 —Feliciano Antonio Chiclana— Manuel De Sarratea— Bernardino Rivadavia— Nicolás De Herrera, Secretario. El diseño original de su uniforme en la organización primitiva se basaba en el uniforme militar sueco. El objetivo que perseguía San Martín con la creación de este nuevo cuerpo de Caballería no era solo el de dotar a las precarias milicias revolucionarias del Río de la Plata con una mayor cantidad de efectivos para poder contener los embates del ejército realista, sino también la constitución de una unidad militar ejemplar, dotada de los mejores soldados y oficiales con los que contara la patria nueva, y que sirviera de insignia dentro de las Fuerzas Armadas. Desde sus inicios, se estipuló que el regimiento debía estar conformado por cuatro escuadrones de tres compañías cada uno; y fue así que bajo la estricta tutela de su jefe fundador al realizar la selección de sus integrantes, en el mes de mayo de 1812, quedó conformado el primero de sus escuadrones y sus tres compañías respectivas.

Motín de las Trenzas

El Motín de las Trenzas fue una sublevación militar ocurrida en Buenos Aires a finales del año 1811 en la cual los soldados y suboficiales del Regimiento de Patricios se negaron a acatar algunas órdenes del gobierno en ese momento ejercido por el Primer Triunvirato. Entre dichas órdenes habría figurado la de cortar las coletas de las tropas, signo de distinción y autonomía de los miembros de ese regimiento.

Comienzo el Motín A los pocos días de jurado el Estatuto Provisional de 1811, se produjo en Buenos Aires la sublevación del Cuerpo de Patricios, episodio que se vinculó a la tensa situación política que en esos momentos vivía el gobierno de las Provincias Unidas. Fue el llamado “motín de las trenzas”, que tuvo por escenario a Buenos Aires y como protagonista al Regimiento de Patricios. Bernardino Rivadavia, que era entonces el hombre fuerte del Triunvirato designó a Manuel Belgrano comandante de Patricios, uno de los principales Regimientos de la ciudad. Belgrano, recientemente absuelto en el injusto proceso al que fue sometido luego del fallido intento de incorporar al Paraguay a los postulados de Mayo no fue bien recibido por la tropa que no vio con buenos ojos la designación porque permanecía fiel a su antiguo jefe, el coronel Cornelio Saavedra que había sido desterrado a San Juan por el Triunvirato Pero la situación se agravó por una orden de Belgrano que exigía que los soldados se cortaran una colita o trenza que era el distintivo de ese Regimiento y que usaban como una honorable tradición. La rebelión se inició el 5 de diciembre y después de expulsar a sus oficiales, los patricios se atrincheraron en su cuartel y se dispusieron a resistir sin contar con el apoyo de ninguna otra unidad militar. El gobierno trató de disuadirlos mediante una proclama que pedía “sobriedad, disciplina, orden y subordinación”. Pero era demasiado tarde. Los subordinados exigían la renuncia de Belgrano, la anulación de la orden de cortarse las trenzas y el regreso de Saavedra. En la práctica lo que querían era un cambio de gobierno. Rivadavia mostró entonces la fuerza de su carácter. Llamó a José Rondeau que acababa de llegar de Montevideo con su ejército y le ordenó que iniciara la represión. La batalla duró poco más de quince minutos, pero al terminar había cincuenta muertos y numerosos heridos. Tanto el Regimiento como los líderes de esta rebelión fueron severamente castigados y la autoridad del gobierno patrio, prevaleciendo firmemente sobre los militares de esa época, dispuso el fusilamiento de los cabecillas del movim...


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