Psicología social - la agresión PDF

Title Psicología social - la agresión
Author manduvira plaza hotel
Course Psicología Clínica
Institution Universidad Iberoamericana
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conceptos generales
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Psicología Social Clase 7 - Tarea Actividades a realizar - Realizar una síntesis creativa, clara y concreta sobre agresión.

Agresión Se entiende como agresión a todo acto de violencia caracterizado por provocar daños intencionados a una persona, ya sea por un acto directo o indirecto. La agresión está tradicionalmente asociada a la violencia física, pero esta situación no siempre es así, incluso es posible que no exista en el acto de agresión un elemento físico. Los daños pueden sea a nivel físico, psicológico, sexual, patrimonial o simbólico, y pueden suponer una serie de graves efectos sobre la salud o integridad de la persona víctima.

Tipos de agresión Según su naturaleza Existen múltiples maneras de clasificar los diferentes tipos de agresiones.  Agresión directa: Se denomina así a todo tipo de agresión que se realiza de forma perceptible para la persona agredida, tanto si es a nivel físico como psicológico. Esto incluye tanto el ejercicio directo de la agresión como la amenaza de llevarla a cabo, necesitándose como mínimo de agresor y agredido en dicha relación. El agredido es completamente capaz de identificar a su agresor. A partir de la adolescencia, tiende a ser más frecuente en varones.  Agresión física: Todo aquel acto que supone la causación voluntaria e intencional de un daño directo generado a través de cualquier medio físico y con capacidad para generar daños corporales a la persona agredida. Las lesiones provocadas pueden ser temporales o permanentes y aparecer tanto a corto como a largo plazo, con consecuencias que pueden llegar incluso a ser mortales. La agresión física tiende a estar más asociada al sexo masculino.  Agresión verbal – psicológica: Se entiende como tal a todo aquel conjunto de actos y acciones que, si bien no generan un daño a nivel físico, sí provocan o pretenden provocar en la persona que padece la agresión algún tipo de daño mental o emocional. Incluye insultos, vejaciones y desvalorizaciones. En este sentido, este tipo de violencia directa suele estar más repartido entre los sexos. Estadísticamente, es uno de los más practicados por mujeres.  Agresión sexual: Tipo de agresión en que la parte agresora fuerza o coacciona a la parte agredida a mantener algún tipo de contacto sexual (exista o no penetración) o bien privándole de la libertad para decidir. Incluye tanto violaciones como toqueteos, empujones o retirada del preservativo sin consentimiento o conocimiento del hecho. Aunque en los últimos años han aumentado los casos femeninos, la mayor parte de los agresores sexuales son varones.  Agresión indirecta: Se refiere al acto de agresión que se lleva a cabo de manera indirecta, provocando daños y perjuicios al agredido de forma anónima (si bien este puede reconocer al agresor). Este tipo de ataque se va extendiendo cada vez más, y resulta el más frecuente en mujeres a partir de la adolescencia, tanto a nivel académico como laboral. Incluye la difusión de rumores y calumnias, anónimos o publicación de webs y mensajes vejatorios y ridiculizaste.  Agresión relacional:

Forma de agresión indirecta basada en la exclusión social provocada de la persona agredida, o bien en la causación de daños en su reputación mediante calumnias. Suele ser de tipo verbal o psicológico.  Agresión cibernética: Si bien puede ser incluida en algunos de los grupos anteriores (tanto indirectos como directos), la agresión cibernética tiene como principal característica distintiva el hecho de que se emplean para ello las tecnologías de la información y la comunicación. Esta se presenta a través de ataques en las redes sociales, suplantaciones de identidad, coacciones, robo de cuentas, publicaciones difamatorias, grabaciones no consentidas (incluyendo la de posibles agresiones llevadas a cabo con la víctima), etc.  Agresión patrimonial: Este tipo de agresión se basa en la destrucción o el daño sobre las posesiones de la persona agredida. También puede observarse su sustracción o usurpación. Puede o no ir dirigida a generar daño al sujeto agredido, especialmente si dichas posesiones son de alto valor emocional o conseguirlos ha supuesto un gran esfuerzo. En realidad, puede ser tanto indirecta como directa (pues la destrucción puede producirse de manera encubierta o no).  Agresión simbólica: Tipo de agresión indirecta caracterizada por el hecho de que el ataque no se realiza directamente sobre la víctima, sino sobre elementos que simbolizan aspectos vinculados a él o ella tales como religión, política, orientación sexual o nacionalidad.

Según su objetivo Se puede encontrar otros tipos de agresión en función del objetivo que persigan.  Agresión hostil: Este tipo de agresión hace referencia a toda aquella acción dirigida principalmente a infligir algún tipo de daño a una persona, de modo que el daño es el objetivo principal del agresor.  Agresión instrumental: El acto agresivo no tiene por objetivo generar un daño a la persona agredida, no siendo el sufrimiento o malestar del otro lo pretendido, sino que lo que motiva el ataque es la obtención de algún tipo de ganancia o beneficio de dicho ataque. Un ejemplo puede ser la ganancia económica, la aprobación social o la adquisición de una posición de dominancia y poder.  Agresión inducida: Se trata de un tipo de acto agresivo en que el agresor actúa movido por otras personas o por factores como el miedo o el intento de escapar de alguna situación altamente aversiva.

En función de la víctima Se puede observar diferentes tipos de agresión en función de quién es la persona a quien se dirige el acto de violencia.  Agresión autoinflingida: Se denomina como tal todo aquel acto de agresión en la que la persona víctima de esta es la misma que provoca la agresión. Es decir, es un ataque hacia uno mismo que puede venir motivado por gran cantidad de causas. En ella se puede incluir las autolesiones causadas por personas con diferentes patologías o el suicidio.  Agresión interpersonal: Se trata del tipo de agresión más clásico y conocido, en que una persona inflige daños y perjuicios a otra de forma voluntaria.  Agresión colectiva: Tipo de agresión caracterizada por realizarse de manera intergrupal, atacando un colectivo a otro. El objetivo de la agresión puede ser variable, en muchos casos existiendo odio, estigmatización e intentos de eliminar al otro grupo. En este tipo de agresión podríamos incluir sucesos tan graves como los genocidios.

Según el contexto en que se produce Otra clasificación de las agresiones puede provenir del contexto en el cual se producen.  Agresión intrafamiliar y de pareja: Este tipo de agresiones interpersonales puede ser separada del resto por el hecho de que tiene la característica de producirse dentro de una misma familia o entre personas que en principio mantienen una vinculación afectiva. La violencia intrafamiliar puede tomar muchas formas, siendo principalmente de tipo directo ya sea agresión física, psicológica o incluso sexual.  Agresión en el ámbito laboral: Todo aquel acto de agresión producida en el contexto de trabajo. Podemos incluir en ello la presencia de agresiones físicas, verbales o incluso sexuales entre empleados con el mismo rango o las que se producen aprovechando la diferencia de rango y posición dentro de la empresa.  Agresión en la escuela: En esta ocasión hacemos referencia a los actos de agresión llevados a cabo en el ámbito académico entre estudiantes o entre estudiantes y docentes. Podemos observar entre otras la presencia de bullying.

Teorías de la agresividad Las teorías que han explicado la agresión han atravesado por distintos elementos. Por ejemplo, el carácter intencional de la agresión, las consecuencias aversivas o negativas para los involucrados, la diversidad de expresión del fenómeno, los procesos individuales que la genera, los procesos sociales implicados, entre muchos otros. Existen cuatro grandes propuestas teóricas que han explicado la agresividad.

1. El determinismo biológico y teorías instintivas: Esta línea pone énfasis en el carácter distintivo de la agresividad. La explicación viene principalmente dada por elementos que se entienden como “interiores” y constitutivos de la persona. Es decir que, la causa de la agresión se explica precisamente por lo que hay “dentro” de cada quien. Queda justificada como “instintiva”, comprendida como facultad necesaria para la supervivencia de la especie, con lo cual, la agresividad es definida en términos de proceso adaptativo, desarrollado como consecuencia de la evolución. Esto último se corresponde con teorías cercanas tanto a la psicológica como la biología, así como a las teorías evolucionistas, no obstante, el término de “instinto” ha sido comprendido también de distintas formas según la teoría que lo utiliza. En el caso del psicoanálisis freudiano, la agresividad como instinto, o más bien “pulsión” (que es el equivalente al “instinto” para la psique), ha sido comprendida como una clave en la constitución de la personalidad. Es decir, que tiene funciones importantes en la estructuración psíquica de cada sujeto, así como en sostener dicha estructura de una forma o de otra.

2. Las explicaciones ambientalistas: Esta línea explica la agresividad como resultado del aprendizaje y varios factores ambientales complejos. Se agrupan aquí una serie de trabajos que explican la agresividad como consecuencia de un elemento externo que es el principal desencadenante. Dicho de otra forma, antes de la agresión, hay otra experiencia, relacionada con un evento ajeno a la persona: la frustración. Esto último es conocido como la teoría de la frustración-agresión y explica que, tal como las teorías instintivas lo propusieron, la agresividad es un fenómeno innato. No obstante, depende en todo momento de si la frustración se genera, o no. A su vez la frustración es generalmente definida como la consecuencia de no poder llevar a cabo una acción tal como ha sido

anticipada, y en este sentido, la agresividad sirve como un calmante de los niveles altos de frustración.

3. El aprendizaje social La base de las teorías que explican la agresividad por aprendizaje social es el conductismo. En estas, se atribuye la causa de la agresividad a aquello que ha sido asociado ante la presencia de un estímulo determinado, así como al refuerzo que ha venido después de la acción que sigue a dicha asociación. En otras palabras, la agresividad se explica bajo la clásica fórmula del condicionamiento operante: ante un estímulo hay una respuesta (una conducta), y ante esta última, hay una consecuencia, que según cómo se presenta puede generar la repetición de la conducta, o bien, extinguirla. Y en este sentido, es posible tomar en cuenta qué estímulos y qué refuerzos son los que desencadenan cierto tipo de comportamiento agresivo. La más representativa de las teorías del aprendizaje social ha sido la de Albert Bandura, quien desarrolló la “teoría del aprendizaje vicario”, donde propone que aprendemos ciertos comportamientos con base a los refuerzos o castigos que vemos que reciben las otras personas, después de llevar a cabo ciertos comportamientos. La agresividad podría ser consecuencia de comportamientos aprendidos por imitación, y por haber asimilado las consecuencias observadas en las conductas ajenas. Las teorías de Bandura han permitido separar dos procesos: por un lado, el mecanismo por medio del cual aprendemos un comportamiento agresivo; y por otro, el proceso por el que somos capaces, o no, de ejecutarlo. Con esto se hace posible comprender por qué, o bajo qué condiciones, puede evitarse su ejecución, más allá de que ya se ha aprendido la lógica y la función social de la agresividad.

4. Teoría psicosocial: La teoría psicosocial ha permitido poner en relación dos dimensiones de lo humano, que pueden resultar fundamentales para comprender la agresividad. Estas dimensiones son, por un lado, los procesos psicológicos individuales, y por el otro, los fenómenos sociales, que lejos de actuar de manera separada, interactúan estrechamente, y tienen como consecuencia que ocurra un comportamiento, una actitud, una identidad específica, etcétera. La psicología social ha puesto atención a un elemento clave en los estudios sobre la agresividad: para poder determinar qué comportamiento es agresivo, primero tienen que existir una serie de normas socioculturales que indiquen qué es lo que se entiende como “agresión”, y qué no. El comportamiento agresivo es lo que transgrede la norma sociocultural. Puede entenderse como “agresivo” un comportamiento cuando viene de una persona en concreto, y puede no entenderse igual cuando viene de otra. Esto permite analizar a la agresión en un contexto que, al ser social, no es neutro, sino que está sustentado en relaciones de poder y posibilidades de agencia determinadas. Dado que la agresividad no siempre se manifiesta como una conducta observable, es importante analizar las formas que la representan, la manifiestan y la experimentan. Esto permite considerar que la agresividad tiene lugar sólo cuando se establece una relación, con lo cual, difícilmente puede ser explicada en términos individuales ni con matices homogéneos que apliquen para todas las relaciones y experiencias. La psicología social a partir de aquí ha explicado la agresión como una conducta ubicada en un contexto concreto de relaciones. Así mismo las tradiciones más clásicas la ha entendido como una conducta que causa daño de manera intencional. Esto último nos lleva a plantear un siguiente problema, que es el de la posibilidad de establecer diferencias entre la agresividad y la violencia.

Agresividad o violencia La agresividad ha sido traducida por muchas teorías como “comportamiento agresivo”, dicho de otra manera, es la acción de agredir. Y en este sentido, se equipará con frecuencia al concepto de “violencia”. A partir de esto, es común encontrar que la agresividad y la violencia se presenten y utilicen como sinónimos. Sanmartí (2006; 2012) habla de la necesidad de apuntar algunas diferencias entre ambos fenómenos. Dicha necesidad nos lleva a distinguir entre la participación de biología y la intencionalidad de cada proceso, así como de contextualizarlos en el entramado de las instituciones sociales que participan en su producción y reproducción; lo que implica reconocer el carácter tanto humano como social. Carácter que la propia respuesta adaptativa o de defensa (la agresividad) por sí misma no tiene. Para el mismo autor, la agresividad es una conducta que se presenta de manera automática ante ciertos estímulos, y por lo mismo, se inhibe ante otros estímulos. Y en este sentido, la agresividad puede ser comprendida como un proceso adaptativo y defensivo, común a los seres vivos. Pero que no es lo mismo que la violencia. La violencia es “agresividad alterada”, es decir, una forma de agresividad que está cargada con significados socioculturales. Dichos significados hacen que se despliegue ya no de manera automática, sino intencional y potencialmente dañina.

Intencionalidad, violencia y emociones Más allá ser la respuesta biológica ante estímulos potencialmente riesgosos para la sobrevivencia, la violencia pone en acto los significados socioculturales que atribuimos a ciertos eventos comprendidos en términos de peligrosidad. En este sentido se puede pensar que la violencia es un comportamiento que solo tiene lugar entre los seres humanos, mientras que la agresividad o la conducta agresiva, son respuestas que pueden tener lugar en otras especies. En esta comprensión de la agresividad juegan un papel activo y relevante las emociones, como el miedo, entendido también en términos innatos como un esquema adaptativo y un mecanismo de sobrevivencia. Lo que lleva a considerar que tanto el miedo como la agresividad pueden ser pensados más allá de ser “buenos” o “malos”.

Intersecciones de la agresividad y la violencia: ¿hay tipos de agresión? Si es posible mirar la agresividad desde el punto de vista de los procesos por medio de los cuales una persona se vuelve competente para la sociedad (la socialización), también se puede poner atención a los distintos fenómenos y experiencias que son distintas, por ejemplo, por las diferencias de clase, raza, género, condición socioeconómica, discapacidad, etc. En este sentido, la experiencia que provoca frustración y desencadena una conducta agresiva, que quizá es después violenta, puede no ser desencadenante de la misma forma en mujeres o en hombres, en niños o en adultos, en alguien de clase alta y alguien de clase baja, etc. Es así porque no todas las personas nos hemos socializado en relación con los mismos recursos para vivir y manifestar tanto la frustración como la agresividad de la misma manera. Y por la misma razón, el abordaje es también multidimensional y es importante situarlo en el contexto relacional donde se genera....


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