Rachel Sharp Conocimiento ideologia y politica educativa PDF

Title Rachel Sharp Conocimiento ideologia y politica educativa
Author Nelson Neil Torres
Course Sociología de la educacion
Institution Instituto de Enseñanza Superior en Lenguas Vivas Juan Ramón Fernández
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Breve reseña de Rachel Sharp...


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Rachel Sharp

Conocimiento, ideología y política educativa Traducción VICENTE BORDOY Revisión RAFAEL FEITO

Max Weber Para comprender plenamente la contribución de weber al análisis de la sociedad moderna en general y de la educación en particular, es necesario situarla en el contexto de la Alemania post-bismarckiana. La ultima mitad del siglo XIX contemplo el rápido crecimiento de la urbanización debido a la expansión del capitalismo y su transición al capitalismo monopolista, fomentando el estado, a menudo deliberada mente, la centralización del capital. También contemplo la re unificación de Alemania bajo la hegemonía de la clase junker prusiana cuasi-feudal. Sin embargo, la reunificación no impidió un periodo de inestabilidad política y militar en Europa central debido a que el hecho de que Alemania estaba rodeada de tres imperios nacionales que parecían amenazar su integridad territorial. Weber se consideraba a si mismo, con orgullo nacionalista alemán y porta vos de la clase burguesa. En su opinión, la reunificación alemana había fracasado a la hora de producir una adecuada revolución burguesa a nivel político. Aunque admiraba a bismarck por sus cualidades carismáticas, lamentaba lo que el considero como un legado de bismarck: una falta general de educación política por parte de la monarquía y de la clase dominante. En el lugar de un estado controlado por el ejército, por elementos feudales anacrónicos y por una burocracia civil todo poderosa habituada a leyes autoritarias, weber deseaba ver adquirir a la clase burguesa un predominio político efectivo, como según su punto de vista, lo había hecho en Inglaterra y en los estados unidos de América. Ardiente nacionalista, admirador de maqui hábelo y apologista de la “real politk”, no se opuso al expansionismo imperialista alemán, escribiendo a menudo un termino entusiasta acerca de la eufórica experiencia de la primera guerra mundial. Se opuso a las condiciones del tratado de versalles por motivos nacionalistas y desarrollo una teoría de la política que era analíticamente separable de los temas de la moralidad (guiddens, 1974) Estrechamente unido tanto a su nacionalismo como a sus ocupaciones de clase estaba su antimarxismo. Los temas centrales de su análisis social pueden ser considerados como el resultado de una lucha contra la tradición intelectual marxista que el consideraba como intelectual mente engañosa y políticamente peligrosa el partido social demócrata alema, clandestino durante la época de birsmack, fue legalizado en 1890, llevando casi tantos candidatos al Reichstag como el partido nacional liberal (mayer,1956). La “armonía de clases” parecía estar en peligro, teniendo en cuenta que los socialistas habían sido muy influidos por el marxismo y eran escépticos en cuanto a la posibilidad de alcanzar sus objetivos de justicia social dentro del marco del estado constitucional y del capitalismo. Weber tenía poca fe en las capacidades intelectuales y políticas de las masas. Elitista de corazón, estaba mucho mas preocupado por la dominación y el liderazgo que por temas tales como la democratización, la participación de masas o la justicia social. La oposición de weber al marxismo ha sido de vital importancia para el desarrollo de la teoría social. Weber puso los cimientos para una teoría de la estratificación, del poder y del cambio histórico que es antitética tanto del materialismo histórico como el optimismo político (stedman jones, 1976), si bien entra en debate con marx en el propio terreno de este –el análisis teórico del capitalismo –aunque reconociendo el supremo potencial turístico de la hipótesis de la determinación económica y de la lucha de clases en la historia, weber se opuso no obstante al marxismo por su pretendido determinismo y reduccionismo económicos, por su menosprecio del papel independiente de las ideas en la causalidad histórica y por su utopismo, que considero como irracional, dados sus puntos de vista sobre la naturaleza esencialmente arbitraria y subjetivista de las elecciones morales individuales (weber, 1949.) El conocimiento de Weber sobre los escritos de marx, aparte de manifiesto comunista, parese proceder en gran parte de fuentes secundarias, de comentaristas tales como kautsky, sombart, y bernstein. Las obras filosóficas de Marx eran, por supuesto, desconocidas para Weber o para cualquier otra persona, puesto que fueron publicadas mucho después de su muerte. Beber no estaba en lo absoluto solo al pensar que el Marxismo era una explicación mecanicista del cambio histórico. En realidad, en la época de la segunda Internacional, incluso muchos de los que se auto confesaban marxistas perdieron el carácter dialéctico del pensamiento de Marx, reduciéndolo a un árido positivismo. Sin embargo, Beber tuvo poco incentivo para asegurar su caractisacion de la obra de Merx fuera totalmente exacta. Desde un punto de

vista político, cualquier amenaza a la hegemonía social presentada por una política organizada de la clase obrera estada probablemente inspirada por el analista marxista, y gran parte de su obra tiene que ser considerada como el intento de un burgués intelectual de contra restar sus efectos. De los escritos inmensamente eruditos de Beber, producto no solo de una mente brillante sino también de una aplicada aplicación del trabajo (¿ascetismo interior?), el tema seleccionado para examen será su diagnostico del estado de las sociedades contemporáneas,su génesis histórica internas. Se ha sugerido( Meyer, 1956) que, dentro del interés de weberen la obra histórica comparada, su preocupación central fue tratar de comprender las razones del signo distintivo de las sociedades occidentales y su característica mas destacada: el proceso de racionalizacióneny la vida social que acompaña a la aparición y exención del capitalismo .coincidiendo con Marx en lo que se entiende por capitalismo –modo de producción basado en el lucro empresarial, utilizando trabajadores formalmente libres a quienes los medios de producción habían sido expropiados –Wever trato de situar su génesis en la aparición de la ética protestante, específicamente el calvinismo. El calvinismo hera una forma de ascepticismo interior que produjo la idea de” la vocación” (Beber, 1976). Esta entrañaba una devoción hacia el trabajo duro, la auto disciplina y la abnegación material, que ahora “ronda alrededor de nosotros como el fantasma de algunas creencias religiosas muertas”Beber ve en la producción y en la contabilidad capitalista la forma arquetípica de este ethos de nacionalización que, despojado ahora de sus apuntalamientos religiosos, tiene profundas implicaciones para la vida contemporánea. La nacionalización tiene tres elementos analíticamente individuales empíricamente entrelazados: el desencanto, resultado del desarrollo de la ciencia y las creencias secualizacion que socava la religiosidad del hombre y la creencia en valores espirituales y morales últimos: la rutinisacion, consecuencia inevitable de un aumento en el liderazgo carismático creativo, que implica el establecimiento de rutinas, procedimientos e instituciones sociales regulares, y la burocratización. Weber considera esta ultima como totalmente penetrante, dado el crecimiento de la industria a gran escala y el gobierno, lo cual requiere estructuras administrativas eficaces si tiene que funcionar sin fricciones (Mommsen, 1974).Aunque admiraba la racionalidad inherente a la lógica de la burocratización, temía sus consecuencias por lo que respecta a la libertad y creatividad humanas. Mientras que Marx havia definido básicamente el problema de las sociedades capitalistas modernas en términos de explotación de clase, Beber se centra en la sumisión del hombre a burocracias altamente opresivas que estructuran su existencia de forma que reprime su libertad y espíritu creativo. Además, la burocratización es uno de los problemas clave de la vida política. Weber señala la falta de control legislativo sobre el poder ejecutivo en Alemania y lo compara con la situación de gran Bretaña , donde una constitución diferente y unos partidos políticos de masas organizados proporcionan cierta garantía contra los excesos del poder incontrolado. Sin embargo, reconoce que incluso los partidos políticos no son democráticos por estar burocratizados y por lo tanto están caracterizados por la ley de hierro de Michels de la oligarquía. Sin embargo no era la falta de democracia o de igualitarismo lo que mas le preocupaba. Beber era pesimista y elitista; estaba mas preocupado por las cuestiones nietzschianas acerca de las condiciones para un liderazgo adecuado que por la cuestión de garantizar que la organización política no condujera automáticamente a un control político ilegitimo. De hecho, Weber creía que la última meta era imposible en las sociedades modernas. La cuestión de la burocratización es fundamental en el análisis de Weber sobre el socialismo. Aunque no estaba en situación de efectuar ningún análisis sociológico de las revoluciones socialistas en concreto (murió tres años después de la revolución rusa), sostuvo que no habría discontinuidad fundamental entre el capitalismo y el socialismo, siendo este simplemente una extensión lógica de las tendencias de racionalización del primero. Dada incluso la propiedad común de los medios de producción, todavía subsiste la cuestión de los «medios de administración» (término de Weber). El socialismo no conduce más que a su apropiación por un nuevo grupo que se convierte después en el nuevo grupo dominante (Weber, 1946b). Dada su visión pesimista de la naturaleza Humana, apenas puede sorprender sus manifestaciones de que lo que aparece en la superficie como una condición previa para la liberación del hombre conduzca en realidad a poco mas que una ulterior esclavitud. El socialismo significa además la

erradicación de una de las pocas encarnaciones que quedan de la creatividad: el empresario independiente. Por supuesto, no es probable que Weber fuese el creador de muchas de estas ideas. Simplemente codificó y articuló temas que eran corrientes durante las dos primeras décadas del siglo XX. Puntos de vista similares sobre la inevitabilidad de las relaciones asimétricas de poder, su base en las diferencias naturales humanas, la naturaleza necesariamente burocratizada de cualquier sociedad socialista futura y la falta de oportunidades para la libertad humana son, desde luego, nociones ideológicas comunes en gran parte de la ciencia social contemporánea así como en la conciencia de sentido común y habían sido prefiguradas en escritores como, por ejemplo, Tocqueville. Más adelante, en el capítulo que tratará de la ideología, se sugerirá que las nociones teóricas como las que Weber sugería están ligadas, en una forma completa, a la conciencia práctica involucrada en los hábitos y rutinas que impregnan la vida cotidiana. Weber sitúa educación dentro de este marco. No escribió ningún libro específicamente sobre el tema, y su sociología de la educación, aunque no deja de ser sistemática, ha de ser recopilada de sus voluminosos escritos sobre temas tales como la estratificación, la burocratización, la libertad de valores y la politización de las universidades. Mientras que gran parte de su teoría social general ha de ser vista en el contexto de un diálogo con Marx, sus escritos sobre la educación tienen más que ver con el legado de Nietzsche (1909). (Weber escribió que cualquier intelectual moderno ha de ser evaluado con el contexto de cómo congenia con ambos pensadores.) En la obra de Weber hay implícita una tipología de la educación basada en su clasificación de diferentes modos de dominación y legitimación. Esta tipología da origen a dos diferentes visiones del mundo, la primera orientada a la creación del -caballero cultivado-, la segunda al moldeamiento de la reespecialización profesional (Weber, 1949 a y b). En la primera, de los educados se inician en una forma de vida histórica de un grupo de status, diferenciado del resto de la sociedad en función del prestigio social (Weber, 1946 a). Tal educación no seria estrechamente utilitaria en su alcance, pero implicaría una inmersión en la magia y simbolismo de una antigua cultura tradicional. Hay que diferenciar esto de un enfoque consistente en formar a los jóvenes en oficios especializados y en el conocimiento exigido por las funciones profesionales específicas en la división del trabajo, y según el cual las estructuras burocráticas son las principales devoradoras de los educados. Weber sugiere que esta última forma tiende a ser más limitada en su extensión, conduciendo al credencialismo, ya que los educados tienen que demostrar su competencia particular para cumplir requisitos especifico de trabajofunción. La preferencia de Weber por el hombre cultivado en vez de por el experto (Weber, 1968) es evidente en sus diversos comentarios sobre los cambios contemporáneos en las universidades alemanas (Weber, 1947). Como otros críticos del siglo XIX, Nietzche y Stirner entre otros, critico la estrecha relación de las enseñanza superior con el adiestramiento del personal para el Estado, su burocracia civil y militar , así como la falta de seriedad y aplicación entre los alumnos dedicados a su fraternidad de bebedores de cerveza , por lo que Nietzche había expresado tanto desprecio (Nietzche, 1909).(se supone que la propia madre de Weber le abofeteo cuando volvió una vez de vacaciones de la universidad mientras era estudiante , agotado y embrutecido por el alcohol y la vida regalada ( Weber, 1975)). Sin embargo, por encima de todo, se preocupa por las instituciones en el ideal liberal del erudito independiente. Esto lo considera el como el resultado de dos procesos independientes: el primero deriva de la creciente presión del Estado para nombrar “operarios prácticos” políticamente aceptables por otros eruditos más distinguidos. Este proceso según lo ve Weber “Encajara en la mecánica académica sin pensarlo mas”, en detrimento del papel de erudición de la universidad. En consonancia con esto, Weber estaba muy preocupado por lo que el consideraba como injusticia personal infligida a eruditos tales como Sombart y Michels por su implicación con el marxismo durante su juventud y por la discriminación de que fue objeto Simmel, victima del antisemitismo. La segunda fuente de amenaza a la enseñanza procedió de lo que el escribió como “Empresas académicas capitalistas” organizadas, según líneas burocráticas controladas desde la cumbre por directores que eran poco mas que eran poco mas que “empresarios académicos”. Observemos aquí la favorable impresión que velen causo a Weber y la similitud de su posición. Ambos lamentaron la decadencia de la erudición liberal, cuya condición previa era la

independencia Según lo expuso Weber, la falta de independencia económica conduce a una situación en la que el propio medio de producción del erudito, su biblioteca, está siendo apropiada y sustituida por bibliotecas financiadas y controladas por el Estado, con muchas lamentables consecuencias para la libertad intelectual (Weber, 1974). Según sugiere Weber, la principal amenaza a la función tradicional de la universidad es la politización de ésta, de modo que los profesores utilizan su posición académica para propagar sus creencias morales o políticas particulares, dando así la impresión de que éstas vienen «dadas» en «los hechos» en vez de ser el resultado de elecciones morales arbitrarias e irreductibles. En una serie de ponencias que describen la posición liberal en la libertad intelectual y la relación entre hechos y valores, sugiere que la postura de un académico debería ser la imparcialidad con respecto a los valores, animando a los estudiantes a ser conscientes de una forma más critica de las contingencias reales que sean relevantes para las controversias morales, para que puedan hacer elecciones morales más responsables (Beber, 1949). Sólo mediante tal libertad de valores frente a la multiplicidad de las creencias morales, todas igualmente arbitrarias, puede salvaguardarse la integridad personal del intelectual. Sin embargo, no se debe confundir la imparcialidad con la neutralidad ética, que es la postura que muchos científicos sociales adoptan, encontrándose Weber entre estos. La importancia de la idea de Weber de la libertad de valores para el pensamiento contemporáneo sobre la práctica educativa no puede ser subestimada. Se basa en la separación fetichista entre la educación y la política, que es un aspecto de la teoría liberal que será comentado mas amplia mente en los siguientes capítulos Según se sugirió anteriormente, la regla según la cual los educadores deberían evitar sesgos enmascara mucho más que ilumina. Por ejemplo, en su propia obra hay toda clase de prefe rencias de valor no reconocidas y encubiertas, cuyo efecto distorsionante no parece reconocer el propio Beber (Lewis, 1975). La mayoría de estos sesgos se refieren a la evaluación de Weber del capitalismo: en particular, la ecuación que establece entre la racionalidad capitalista y la racionalidad per. se. Aunque Weber utilizó una importante distinción entre la racionalidad formal y la sustantiva, aduciendo tanto su incompatibilidad como que de esta forma había «cierto grado de irracionalidad en todos los sistemas económicos» (Weber, 1964, p. 215), creía que la producción capitalista, en manos del empresario individual y motivado por el lucro, tenia racionalidad. Loa limites de la racionalidad en las sociedades industriales modernas eran así los límites del sistema capitalista basado en intercambios formalmente libres de mercancías y de trabajo en el mercado. Por ejemplo, Weber pensaba que una economía planificada en la que las decisiones en la producción no tuvieran lugar a través del mecanismo del mercado sena ineficaz, dado el débil incentivo al trabajo (Weber, 1964, p. 214) y la falta de contabilidad capitalista. Aparte de la noción burguesa del hombre que incorpora en su análisis de los sistemas económicos modernos (Marcuse, 1968), también encuentra difícil concebir las sociedades industriales como algo que no sea altamente burocratizado. Es como si fuera totalmente incapaz de concebir cualquier modo de organizar la producción fuera de las forma institucionales capitalistas en todas partes. Beber no ve que el tipo de burocracias administrativas propio del capitalismo se desarrolla como resultado del imperativo del lucro, no de la tecnología per.se, de la necesidad de estratificar la fuerza de trabajo horizontalmente y verticalmente y de generar una estructura de mando piramidal (Braverman, 1974.) En realidad, es en su concepción de la burocratización capitalista como necesidad universal eterna para solucionar problemas de organización eficiente donde se revelan sus propios prejuicios y juicios políticos profundamente sentidos. Se puede esperar, con cierto fundamento, que la abolición de la producción de mercancías bajo el socialismo podría conducir a muy diferentes modos de organizar los procesos de trabajo. De particular significación sería la superación de la división intelectual/manual intrínseca en la burocratización capitalista, que Weber parece considerar consecuencia necesaria de un requisito de eficacia. Como Marcuse ha argumentado incisivamente, la razón de Weber es en realidad la razón burguesa. La razón burguesa es, de esta forma la sin razón sustantiva en el sentido de que no conduce a la producción para la satisfacción de las necesidades humanas (Marcuse, 1968). Weber no considera que el conflicto entre la racionalidad formal la sustantiva bajo el capitalismo sea otra cosa que algo que tiene que ver simplemente con la distribución de la renta. De todas formas, Weber

manifestó que: «Si el standard utilizado es la provisión de un mínimo de subsistencia para un volumen máximo de población, las experiencias de las últimas décadas parecen demostrar que la racionalidad formal y la sustantiva .coinciden en un grado relativamente alto» (Weber, 1964, p. 212). No es necesario mencionar que durante las referidas décadas tuvieron lugar la expansión global del capitalismo europeo, con las anexiones imperialistas de las colonias, la gran depresión de la década de 1890, importantes conflictos de clase y los acontecimientos que condujeron a la primera guerra mundial. Está perfectamente claro que Weber no vio el capitalismo como un sistema mundial, no comprendió las crisis y desequilibrios que conllev...


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