Resumen de Giddens - Agencia y Estructura (nota resumen de clases) PDF

Title Resumen de Giddens - Agencia y Estructura (nota resumen de clases)
Course Teorías Sociológicas 3
Institution Universidad Nacional de San Martín Argentina
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Resumen de las clases sobre Giddens. Agencia y Estructura. Discusion con los estructuralistas funcionalistas y con Talcott Parsons. Enfoque metodologico y comparacion entre autores....


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GIDDENS El eje conductor de las corrientes de pensamiento social críticas del modelo Parsoniano era la preocupación por la “acción humana”, la acción provista de sentido es el objeto por excelencia de estas corrientes. Un poco esto era lo que le preocupaba a Weber que definía a la sociología como la ciencia de la acción social. Lo que sucede es que, a partir de los aportes de estas nuevas corrientes, el problema de la acción social comienza a complejizarse. ¿Qué es lo que motiva la acción? Se preguntaba Shultz. “El conocimiento” que los actores ponen en juego en la interacción comienza a ser pensado como un problema a tener en cuenta; esta es la propuesta de la etnometodología. “El lenguaje”, no solo como medio de la comunicación, sino también como algo por medio de lo cual se pueden hacer cosas. “la capacidad de reflexión” que tienen los actores que hace que la acción humana tenga particularidades diferentes. En síntesis, todo esto es lo que comparten estas corrientes interpretativas. Cuando termina el reinado del estructural-funcionalismo la sociología pierde su unidad y ya no es posible hablar de “la sociología” sino que ahora se habla de “las sociologías”. Ya no hay un único sistema general de teoría sociológica, sino que muchas de estas corrientes que estaban oscurecidas por el imperio del estructural-funcionalismo comienzan a ser rescatadas del olvido; Giddens es una de lo que va a emprender el intento de síntesis de todas estas escuelas. Se puede decir entonces, que lo que caracteriza en la actualidad a la sociología es una “polifonía de voces” y los esfuerzos sintetizadores que intentan superar los dualismo que generó la caída de la “gran teoría”, entre objetivismo o estructuralismo por un lado y subjetivismo o escuelas interpretativas (comprensivistas) por el otro para resolver los problemas que estas corrientes no pudieron resolver por separado, en el caso del primero la anulación del actor y en el caso de las segundas la falta de explicación de funcionamiento de las instituciones. El énfasis en la contingencia y en la imprevisibilidad de la acción humana les impide pensar, según Giddens, en lo que permanece, en las regularidades, en el orden que hace posible la vida social en sí. Y este el proyecto intelectual de Giddens, su “teoría de la estructuración” va a ser el intento de superar el dualismo entre objetivismo y subjetivismo. Este es el punto de partida epistemológico de Giddens. Desde el punto de vista epistemológico, Giddens asume una perspectiva “interpretativa” que rescata la hermenéutica (como comprensión de lo social) y por lo tanto en el análisis de los social le va a interesar la inteligibilidad y la reflexividad propia de la acción humana; que los actores reflexionen, que puedan hacer inteligible su mundo, que puedan darle sentido e interpretarlo es un problema para las ciencias sociales y deben explicarlo. Es totalmente crítico del positivismo, que el llama naturalismo ya que representa el enfoque epistemológico típico de las ciencias naturales, porque para el las ciencias sociales no pueden estar moldeadas por las ciencias naturales ya que buscan dar cuenta de problemas totalmente diferentes. Otro ítem importante de la “teoría social” de Giddens es el de la “doble hermenéutica” que da cuenta de la imbricación, de la interpenetración que existe entre el saber científico y el “saber de sentido común”. Giddens critica la idea del positivismo que postula que el saber científico tiene la obligación de modificar y corregir las nociones del sentido común, por lo tanto que deben ser eliminadas de la explicación social porque la contaminan con sus inexactitudes, falacias y prejuicios. En contra de esto, Giddens va a modificar esta relación jerárquica entre el conocimiento común o profano y el conocimiento científico; para Giddens el conocimiento lego no contamina, sino que debe ser parte de las explicaciones científicas sobre lo social. El primero momento de la doble hermenéutica es el que realizan los actores legos, el mundo es ya un mundo interpretado por los actores; lo que hace la ciencia es introducir estas interpretaciones legas en los marcos de significación propios del pensamiento científico como un recurso posible. Giddens va a caracterizar a la conducta humana como algo activo y reflexivo mostrando su deuda con el “interaccionismo simbólico” (Luhman y Goffman); va a resaltar la importancia del lenguaje como un recurso que no puede ser olvidado por la sociología porque es indispensable para acceder a su tema de investigación, solo a través del discurso se accede a nuestro objeto de investigación porque, ¿cuál es el sentido del mundo?, el mundo solo tiene sentido porque es narrable. Si los problemas del sociólogo son el sentido de la acción, las intenciones, los motivos, los cursos de acción, los conocimientos que los actores ponen en juego cuando actúan, las consecuencias de sus acciones, ¿cómo puede acceder a su objeto?; el acceso está mediado por el lenguaje, solamente se puede acceder a un mundo con sentido porque este

mundo es narrable, entonces los problemas del lenguaje tienen que ser puestos en juego. Si no hay un repensar sobre los efectos del lenguaje en la interacción y la acción humana, el sociólogo se queda sin un recurso importantísimo para abordar su objeto de estudio. Toda presentación que hacen los actores de sí mismos y de su mundo es una narración es un discurso. Este aspecto de la teoría de Giddens está claramente influenciado por “la filosofía del lenguaje” (el último Wittgenstein y Linch) y la etnometodología de Garfinkel. Giddens entiende que la tarea de la sociología es hermenéutica, que la teoría social debe estar informada hermenéuticamente y esto implica retomar la tradición alemana y especialmente a Weber, aunque ahora la “comprensión” ya no va a ser solamente un método sino que también va a estar implicada en el objeto de análisis de las ciencias sociales porque la comprensión es una “característica ontológica” da la vida social misma, es constituyente de lo social, es una condición necesaria para que lo social exista. Sin las facultades cognitivas de los actores es imposible el “mundo social”; si el mundo social es un mundo construido, interpretado y no solo dado, esto es así porque los actores, que son los constructores de lo social, tienen facultades cognitivas. Las facultades cognitivas importan si se quiere dar cuenta de lo social. Si el sociólogo no se para en una postura positivista en donde lo social está dado y lo problemático es la estructura y su funcionamiento no tendría que enfrentarse a los problemas de la reflexividad, de la comprensión, de cómo los individuos construyen “su” mundo a través de interpretaciones y del papel que juega lo simbólico en estas construcciones. Ahora, si se para desde el lado del actor y piensa que su objeto es “la acción provista de sentido” y que el mundo social es construido por estos actores estos problemas son relevantes. Entonces, la postura epistemológica de Giddens se opone a aquella que estructuró al “consenso ortodoxo”. Está en contra de producir una ciencia natural de lo social que interprete lo real como natural, es decir que de lo social por hecho, lo tome como dato, y que no se pregunte por cómo se constituye lo social. Su postura también va contra el empirismo sin teoría. La teoría es totalmente relevante para la investigación empírica y viceversa, no son dos ordenes de naturaleza diferente sino que se necesitan mutuamente. Entre ambas prácticas debe haber una relación de cooperación. La postura de Giddens frente a la posibilidad de crear un sistema de leyes generales del cual se pueda deducir la realidad es crítica. El paradigma positivista clásico que buscaba un sistema nomológico deductivo para acceder a la explicación científica es fuertemente criticado por Giddens. Pero que renuncie a las leyes de lo social no significa que renuncie a las “generalizaciones”. Existen 2 tipos de generalizaciones importantes para la ciencia: “las generalizaciones de regularidades de conducta” que son comportamientos que los actores realizan regularmente y esto tiene que ver con la aplicación de normas y reglas de comportamiento (ej: cada vez que un conductor ve un semáforo en rojo detiene su auto), o sea que existen convenciones que los actores tienen en cuenta cuando actúan; y “las generalizaciones referidas a las consecuencias no buscadas de la acción” que son las que verdaderamente importan a la sociología. Estas generalizaciones están inspiradas en las funciones latentes de Merton. La acción de los hombres genera consecuencias que muchas veces son no intencionales, luego estas acciones van a generar una serie de “regularidades” en el tiempo que influyen, determinan y confinan la acción de los actores. En “los productos de la acción”, es decir en las “consecuencias no deseadas”, que luego van a ser “los medios de la acción”, es precisamente donde se plasma lo social. El alcance de la acción humana “recorta” las intenciones y los motivos del actor. Si estas son “prácticas sociales reproducidas”, si se pueden encontrar generalizaciones o tendencias que expliquen regularidades, se está explicando el mundo social y su funcionamiento, y justamente esto es lo que piensa Giddens que debe hacer las ciencias sociales. Estas regularidades son las que tienen que ser estudiadas, pero hay que tener claro que estas generalizaciones no son leyes invariantes de la conducta, sino reificaciones, construcciones de la acción social que se manifiestan como prácticas sociales “reproducidas”. Entonces lo social está compuesto por “prácticas sociales reproducidas” y sobre este objeto es que las ciencias sociales deben construir generalizaciones o tendencias. Ya no importan las leyes de funcionamiento del sistema social. Giddens va a decir que “la teoría social” es común a todas las ciencias sociales y es una forma de conceptualizar a la acción y al actor, una forma de conceptualizar la interacción y su vínculo con las instituciones y también es una forma de entender los fenómenos del poder, el conflicto y el cambio. La

sociología, en cambio, no va a ser una disciplina aplicable a todas las sociedades humanas, sino solamente a las sociedades avanzadas. Desde este nuevo enfoque epistemológico, Giddens hace una reinterpretación crítica de las tradiciones de pensamiento que definieron lo que hoy es la sociología, siempre teniendo en cuenta su afán de síntesis entre objetivismo (incluido el estructuralismo marxista) y subjetivismo, busca transformar el “dualismo” en “dualidad”. Su enemigo principal va a ser el estructural-funcionalismo aunque no ahorrará en críticas al subjetivismo. Contra el objetivismo, básicamente el de Durkheim y el de Parsons, dirá que le falta el concepto de acción, que lo desconoce. Recuperando comentarios de las escuelas subjetivistas, va a decir que los actores parsonianos solo actúan libretos que previamente fueron escritos (por las estructuras) para ellos, que los actores en Parsons, como dice Garfinkel, son “tontos culturales”, es decir meros autómatas que han interiorizado pautas de orientación de valor y en donde las disposiciones de necesidad de la personalidad (aquello que los actores hacen y pueden hacer) está determinado por el consenso universal de valores comunes. Se objeta el determinismo normativo, el determinismo de los valores del sistema sobre los sujetos que desdibuja la acción y que entiende a los sujetos como meros “soportes” de las estructuras o del sistema, como mero reflejo de las estructuras, de las necesidades del sistema. Se le critica a Parsons “el descentramiento del sujeto”, el sujeto ha perdido la capacidad de acción. Por otro lado, Giddens plantea que el “problema del orden” en Parsons está mal planteado; el orden parsoniano aparecía cuando se integraban los componentes motivacionales de los actores y el consenso de valores comunes, precisamente las tensiones se dan cuando hay una falta de articulación entre las disposiciones de necesidad de los actores y las pautas de orientación de valor, entonces los orígenes del conflicto van a ser atribuidas a desajustes entre los compromisos morales que atan la motivación de los actores a los valores morales del sistema. Ahora, el tipo de conflicto planteado por Parsons es un conflicto entre individuo y sociedad, es un choque entre los propósitos individuales y los intereses de la colectividad, entonces el problema del orden parsoniano va a ser el intento de integrar los intereses de los actores con una especie de moralidad social. Esto termina siendo un problema de control de la sociedad sobre el individuo. Para Giddens, pensar el orden en estos términos es pensar a los individuos y la sociedad como entidades diferenciadas, es pensar que la sociedad no es el producto de “las practicas sociales reproducidas” por los actores. Para Giddens la sociedad es producto de los hombres en el tiempo y en el espacio. Otra crítica que le hace es que no reconoce que la vida social está constituida activamente por la acción de sus miembros, en Parsons los actores no eran ni “diestros” ni “entendidos”, sino que a través del proceso de socialización habían internalizado una serie de valores comunes, son “objetos pasivos de oscuras estructuras”. En cuanto al determinismo normativo de Parsons, va a sostener Giddens que este no vio el carácter más “negociado” de la norma; las normas no solo se nos imponen sino que están abiertas a interpretaciones diferentes y esto es posible justamente por las capacidades cognitivas que tiene el actor. También le critica al objetivismo el escaso tratamiento que tiene en su perspectiva el fenómeno del poder. El tema del “poder” va a ser muy importante en Giddens para entender su concepto de “acción”. Si los actores son diestros y capaces, también pueden generar poder y con él producir y reproducir la sociedad pero de manera siempre cambiante. Otra cuestión que Giddens va a cuestionar a todos los estructuralismos, entre ellos al marxista, es el uso de la noción de “estructura”, de hecho va a repensar este concepto hasta llegar a la idea de “estructuración” (estructura-acción según pablo). Giddens objeta el uso descriptivo o reduccionista (en donde todo terminaba reducido a los efectos de estructuras que borran la idea de sujeto activo) que el estructuralismo hizo de la noción de “estructura”; critica la idea que las estructuras constriñen la acción humana ya que para Giddens las estructuras también brindan recursos para la acción, o sea las estructuras constriñen la acción pero también la habilitan. El ejemplo es el lenguaje que cuya estructura impone reglas al habla pero también permite la comunicación, sin las reglas del lenguaje no sería posible la práctica del habla. Giddens tiene una relación muy productiva con Marx a quien retoma para repensar los problemas del poder y del conflicto inabordables desde el marco parsoniano. Del marxismo va a rescatar el concepto de “praxis”, es decir el hombre productor y transformador del mundo social. Marx decía que “los hombres hacen la historia pero no en circunstancias elegidas por ellos”. Giddens enfatiza que su teoría de la estructuración es la ampliación de esta frase, frase que denota que la sociedad es un producto de la

acción humana pero en circunstancias que constriñen y restringen dicha acción. De aquí su tesis de “la dualidad de la estructura”. El hombre es productor del mundo y no un mero organismo que se adapta al medio. El hombre transforma el medio. DUALIDAD DE LA ESTRUCTURA. De la crítica a las escuelas subjetivistas surge su concepto de la “agencia” (acción) y del “agente” (actores). Las escuelas subjetivistas son corrientes sociológicas centradas en los aspectos micro sociológicos de la sociedad. Su propuesta sobre “la acción” y la búsqueda de sentido de esa acción, los motivos de la acción donde el eje central es la “subjetividad”, está influida por lo que el llama “escuelas comprensivistas”. Giddens enmarca dentro de este rótulo disciplinas muy diferentes pero que tienen todas como punto de partida a Weber (interaccionismo simbólico, etnometodología y la fenomenología de Luhman). También lo inspiran fuertemente la filosofía del lenguaje de Russell y Wittgenstein y la hermenéutica de Gadamer. Con aportes de estas corrientes es que construye su teoría de la dualidad de la estructura. Giddens no va a hablar de “actor”, sino que va ha hablar de “agente”. La idea de “actor” está tomada del lenguaje teatral y supone la idea de que la acción social de los individuos está dada por papeles preestablecidos que estos actúan a pie de la letra. Giddens quiere desprenderse de la idea de rol, quiere darle un mayor grado de libre albedrío al sujeto. Otro concepto importante en Giddens es el de “práctica social”; nos dice que no se va a centrar ni en “la acción social” en sentido weberiano ni en “la estructura social” como unidad de análisis, o sea que su teoría no se va a cimentar ni desde lo microsocial ni desde lo macrosocial; su concepto central será el de “práctica social” que incluye la idea de “actividad”, es decir de acción concreta en un lugar y tiempo concretos. El trata de diferenciar la “práctica social” de la estructura, y lo hace con el ejemplo del lenguaje en donde la “práctica social” sería el momento del “habla” y la “estructura” el “lenguaje’’. El “hablar” tiene lugar en un espacio y un tiempo determinados e implica el uso del “lenguaje” (sujeto, predicado, verbos, tiempos). Giddens piensa el la interacción entre las reglas del lenguaje y el habla, o sea el momento en que estas reglas son puestas en práctica, momento en el cual el agente tiene una cuota de libertad para actualizar esas reglas, es decir cuándo usarlas y cuándo cambiarlas. Un ej: el lenguaje creado por los adolescentes para diferenciarse de los mayores y reforzar su identidad como grupo. Pero, para inventar lenguaje es necesario hacerlo sobre la base de otro lenguaje, el que prescriben las reglas. La estructura habilita a la vez que constriñe. Para Giddens, en la práctica social el agente puede marcar una diferencia. La “estructura” en Giddens condiciona pero nunca es “real”, es decir estática y siempre igual a si misma, sino que está en permanente cambio. Su concepción de la “estructura” es dinámica, no hay ninguna posibilidad de “sacarle una foto”. Ahora, ¿qué es lo que existe para Giddens?; existen las prácticas sociales situadas en un espacio y en un tiempo. Por el contrario, la “estructura” no existe, es decir existe en forma “virtual” es algo así como el “topos Urano” de Platón, un conjunto de reglas que existen como “ideales” que solo se actualizan cuando los agentes las ponen en marcha en los procesos de interacción. Teoría estratificada del agente (como se comporta el ser humano en el ámbito de lo social): la “motivación”, también en un sentido freudiano como lo hemos visto en Parsons, es la pulsión que lleva al agente a actuar, genera la necesidad de acción. Pero para Giddens, nunca la teoría sociológica se va a centrar en el plano de la motivación (no entendida en términos weberianos) porque muchas son “inconscientes” y por lo tanto pertinentes a un análisis psicológico. A Giddens le interesan dos planos de la conciencia que denomina “conciencia práctica” y “conciencia discursiva”. Para Giddens, los actores en la vida cotidiana tienen un “control reflexivo” sobre el mundo que los rodea que muchas veces se transforma en un control meramente rutinario. Con esto quiere decir que lo que los agentes hacen, lo hacen porque en forma continua van controlando su acción en el ámbito de la sociedad y van controlando como se mueven en la vida cotidiana de acuerdo al contexto en el que están situados. Desarrollan, en este control reflexivo que tienen del mundo que los rodea, un “conocimiento mutuo”. Este conocimiento mutuo es el conocimiento “tipificado” que todos implícitamente tenemos y usamos para movernos en el mundo de la acción cotidiana; hacemos muchas cosas sin pensar porque las hemos incorporado a nuestras prácticas rutinarias y esto nos permite realizar los fines que buscamos. La gente en la vida cotidiana opera con un “conocimiento común” que es lo que les permite moverse en el mundo sin la necesidad de conocer leyes científicas para entenderlo claramente. En otras palabras, esto es un reconocimiento al “conocimiento

lego”; para Giddens los legos son “diestros”, saben cosas, y esas cosas que saben se reflejen en ese “con...


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