Resumen de la noche de la usina PDF

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La novela “La noche de la Usina” transcurre en un pequeño pueblo llamado O’Connor, Buenos Aires, en la época de la Crisis del 2001. Antes del desastre, conocemos a Fermín Perlassi, un antiguo ex jugador de fútbol y que ahora tiene una estación de servicio bastante vieja, su esposa Silvia, que es una figura muy optimista cuando a su marido y a otros vecinos se les ocurren comprar una empresa avícola abandonada y utilizar sus silos, para así iniciar un negocio que beneficiaría al pueblo por el trabajo que generaría. También se encuentran Antonio Fontana, un anarquista fanático de Alfonsín y dueño de una gomería, Francisco Lorgio, con una empresa de camiones, Medina, un viejo que vive en un rancho al borde del río y que a pesar del dinero que le dieron para cambiar de propiedad prefirió irse de vacaciones, Belaúnde, vecino del pueblo, y los hermanos Eladio y José López, quienes sueñan con manejar camiones. Todos estos contribuirán en el plan de Perlassi para llegar al dinero que le pidieron por la empresa. En un día viernes, previo al desastroso fin de semana en donde se pone en funcionamiento el “Corralito” que retendría todo el dinero de los personajes, Perlassi decidiría poner todo esto en el banco para pedir un préstamo, sin saber que Alvarado le tendía una trampa, puesto que ya sabía que todo esto iba a ocurrir. Cae el día lunes y Fermín va al banco a pedir sus 250 pesos semanales, y enojado todo el camino por lo ocurrido y por lo que tendrían que pasar, tienen un accidente de auto y su esposa Silvia fallece. Desde entonces queda en luto por más de un año en compañía de su hijo Rodrigo, que estudia en Mar del Plata. Pasado un tiempo del luto, Perlassi vuelve a encontrarse con Fontana y Belaúnde, quienes le van a contar una información de vital importancia, como la única vía de recuperar su dinero perdido: Manzi había construido una bóveda en el medio del campo. Es a partir de ahí que los personajes idearán un plan para hacerse con lo que era de ellos, y lo ponen en marcha. Rodrigo haría de infiltrado en la oficina de Manzi repetidas veces para verlo correr cada vez que se activaba la alarma, producto del corte de los cables que le proporcionaban energía y que gracias a Hernán, hijo de Lorgio, llegaron a una forma más coherente de lograrlo que excavando pozos: con un detector de metales. Los participantes de esta forma se encontrarán divididos en grupos, y encontrarán mucha satisfacción al ver las reacciones de Manzi, pistola en mano, entrando a la bóveda a revisar sus cosas, hasta que después de dos veces activada la alarma, decide simplemente dejar de suplirle energía, ya que su ingeniero, Seonae, quería cobrarle por la reparación demasiado dinero. Sin embargo, este enemigo no anunciado de Perlassi, quien construyó una estación de servicio moderno que opacaba la suya, llegó a sospechar que querían robarle, pero de todas sus posibles teorías, jamás dio con los autores de lo que estaba a punto de suceder.

Así, Belaúnde consigue una vieja topadora, que serviría de último recurso, pero pasa todo el otoño una etapa tranquila en donde no había rastro alguno de tormenta y por lo tanto no podían seguir con el plan. En una de esas salidas, Perlassi va al banco pensando en Alvarado, de quien le comunican que murió en un accidente junto a su familia, y el ex jugador se siente culpable por haberlo maldecido en su momento. A pesar de sentir que su don de sentir las lluvias había desaparecido, Perlassi siente que esta vez sí sucederá, y se va a encontrar con todos sus compañeros en los lugares establecidos, todos en distintos móviles. Es a partir de aquí que el narrador utilizará un ritmo más frenético al contarnos la historia, con capítulos muy cortos que en pocas palabras nos cuentan por qué estaba pasando cada personaje y logra su cometido. Ese día Manzi sale con su mujer a una cena, Medina prepara los detonadores pero fue demasiado tarde cuando se dieron cuenta de que exageraron en la cantidad, por lo que el edificio de la Usina explota y se incendia. Fontana se preocupa por el viejo, quien milagrosamente sigue vivo, y al ver que no le queda de otra, decide tirar la topadora a la laguna. Luego de unas llamadas por teléfono en la fiesta, Manzi se dirige rápidamente a donde se encuentra su bóveda, chocando en el proceso y por lo tanto perdiendo todo rastro de los ladrones. Es así como todos logran escapar y nadie sospecha de ellos como autores del hecho, y finalmente compran la empresa y forman “La Metódica”. Luego se nos presenta un corto epílogo, en donde conocemos que fue de la vida de varios personajes: Hernán escapa con los pesos y el auto Fiat de su amigo Rodrigo, quien ahora por fin logró conquistar a Florencia…...