RESUMEN TEMA 1 - TRABAJO SOCIAL CON COMUNIDADES PDF

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CAPITULO 1. ALTRUISMO, COOPERACIÓN, CIUDADANÍA: FUNDAMENTOS DEL TRABAJO SOCIAL COMUNITARIO...

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TRABAJO SOCIAL CON COMUNIDADES EN EL SIGLO XXI CAPÍTULO I: ALTRUISMO, COOPERACIÓN, CIUDADANÍA: FUNDAMENTOS DEL TRABAJO SOCIAL COMUNITARIO Introducción El Trabajo Social es una disciplina científica, profesional orientada a la intervención social. Objetivo: recuperar, potenciar, dignificar las condiciones de vida y la trayectoria personal de los ciudadanos. El objeto de estudio y de intervención se engloba bajo el término vulnerabilidad. La ausencia de redes relacionales, de capacidades de participación, y de movilización colectiva, se convierte en un predictor claro de exclusión social. Su importancia, la necesidad de potenciar una subdisciplina específica del Trabajo Social: el Trabajo Social con comunidades.

Alejándonos del individualismo: the global agenda for social work and social development Frente al individualismo y frente a los postulados neoliberales el apoyo mutuo, la solidaridad, y los vínculos con los demás, demuestran ser el principal recurso para hacer frente a nuestra vulnerabilidad. Es necesario afrontar los retos colectivamente, y si algo caracteriza al trabajo social comunitario es convertir a la comunidad en sujeto de la acción, poniendo de relieve su propio poder y su capacidad en autogestión. El neoliberalismo definido como aquella teoría que exalta la desregulación y la competencia individual como mecanismo de proceso social no ha podido soportar las consecuencias de su éxito, y en los actuales rescates lo que estamos viviendo es justo lo contrario: la intervención de los Estados para asegurar el funcionamiento del sector financiero, víctima justamente de aquel discurso que pretendía proponerse como modelo. Los investigadores en Trabajo Social han puesto de relieve la necesidad de construir vínculos entre las tendencias globales y las respuestas de las comunidades locales. se ha desarrollado un proceso participativo entre las tres principales organizaciones que agrupan a los profesionales del Trabajo Social: international federation of social workers, international

association of school of social work, y international council on social welfare. Se establecieron cuatro áreas prioritarias: ● Desigualdades sociales y económicas entre países y regiones. ● Dignidad y valor de la persona. ● Desarrollo sostenible. ● Importancia de las relaciones humanas. Se alcanzó una evaluación compartida del contexto global. Las más relevantes: ● Solo una minoría de la población mundial puede disfrutar y ejercer sus derechos humanos en toda su amplitud. ● La de regulación de los sistemas económicos a deteriorado la salud y el bienestar de personas y comunidades. ● Deterioro de las relaciones comunitarias y de apoyo en un contexto de crisis económica. ● Deterioro medioambiental favorece el incremento de desigualdades. En función de estos planteamientos, en la agenda se establecen una serie de objetivos básicos para los próximos años. Uno de los puntos de partida para establecer los es el siguiente: reconocer la importancia de la fortaleza y resiliencia de las comunidades, para poder alcanzar un bienestar estable. El objetivo básico consiste en potenciar el Trabajo Social comunitario: se destaca la importancia del rol de los profesionales del trabajo social en la mejora de la salud y fortaleza de las comunidades. Dos cuestiones: 1. La dificultad de alcanzar una definición compartida. 2. La necesidad de desarrollar nuevos proyectos de Trabajo Social comunitario que vinculen lo regional con lo local.

El Trabajo Social comunitario en entornos cambiantes Somos personas porque nuestras comunidades nos permiten serlo, nos dotan de lenguaje, de instrumentos y recursos para serlo. Y nuestra interacción grupal es posible porque ya de antemano somos seres sociales insertos en una comunidad determinada. El Trabajo Social comunitario en los países en vía de desarrollo, en los países desarrollados, y especialmente en el caso de la Unión Europea, el Trabajo Social comunitario se ha ido agostando poco a poco. Exaltación del sujeto, del yo, del individuo aislado, competidor en un mercado formado por multitud de individuos solitarios, características de la segunda mitad del siglo XX, ha producido una cierta invisibilización de la comunidad y del grupo. Tres características de nuestras sociedades cosmopolitas: 1. La configuración estructural de nuestras sociedades para hacer posible el ejercicio de los derechos de ciudadanía, Estado de Bienestar: el conjunto de instituciones, recursos

y profesionales que permiten garantizar los derechos fundamentales de los ciudadanos. Su financiación: a. Se convierte en algo incuestionable para la mayoría de la población. b. Se convierte en objeto de debate para ver cómo hacerlo posible. Debatirse sobre las diversas formas de financiación. Está configuración estructural ha permitido la expansión de la profesión del Trabajo Social, la actividad profesional tienda convertirse en una simple gestión de prestaciones. Disminuye la capacidad de organización comunitaria para alcanzar objetivos comunes. En el ámbito del trabajo social, al establecerse diferentes objetivos y al entrar en juego diferentes instituciones, se hace más difícil desarrollar dinámicas comunitarias. 2. Los últimos 20 años del siglo XX se caracterizan por lo que podemos denominar el predominio de la posmodernidad. Toma como punto de partida la crisis de los grandes relatos, los metarrelatos, aquellas formas de interpretación de la realidad que dan sentido unitario, progresivo y ascendente, a la historia de personas, grupos, comunidades y culturas. Está exaltación del individualismo ha coincidido con una transformación del mercado de trabajo, y del capitalismo, qué ha entronizado la flexibilidad, el cambio, la adaptación, y la supervivencia individual, cómo lógica básica de la vida personal. En este contexto, las comunidades no existen, ni las lealtades. Señala Sennett que genera ansiedad y desvinculación social, nada a largo plazo. Bauman hablara de los vínculos líquidos, la insoportable soledad del individuo aislado a generado un fuerte movimiento qué postula una vuelta comunidades sólidas en las que desarrollar nuestra vida colectiva: el comunitarismo. 3. Crisis del vínculo social: hay un fenómeno creciente de desafiliación, de exclusion social, desvinculación de la sociedad como tal, y de unos grupos de edad respecto a otros. Percepción del sujeto como persona cuya trayectoria es siempre y sobre todo individual. La desafiliación crea vulnerabilidad, y el debilitamiento de nuestros vínculos sociales reduce nuestras capacidades a la hora de afrontar retos. El ensoñamiento posmoderno o la hipostatacion del yo, se ha contrapuesto a la crisis del modelo socioeconómico de sociedad en la que se ha desarrollado, la sociedad occidental. La crisis financiera primero y después la crisis industrial y finalmente la crisis estructural, ha producido que colectivos invisibilizados pero adormecidos por un bienestar alcanzable, se encuentren de repente sin futuro y sin presente. Solos no podemos afrontar los cambios y tampoco en grupos pequeños: los retos estructurales demandan respuestas estructurales, y precisamente en ese ámbito recupera toda su vigencia el Trabajo Social comunitario. La principal característica es que la comunicación se realiza a través de las redes sociales.

Nuevos y viejos retos para el trabajo social comunitario Los principales retos para la intervención social comunitaria, en los países con un Estado del Bienestar consolidado, pueden organizarse en cuatro grandes ámbitos: 1. La puesta en valor de la experiencia comunitaria. La recuperación de la legitimidad de la comunidad como ámbito para la acción colectiva. La comunidad ha ido perdiendo relevancia, sustituida por la labor de las instituciones públicas y por el creciente individualismo. Una doble cuestión: a. Es necesario superar las definiciones de lo comunitario en clave defensiva, como lugar de refugio para los iguales que comparten una identidad estable. b. Hay que tener en consideración que en nuestras sociedades interculturales, las personas pueden organizarse en función de identidades étnicas, religiosas o de otro tipo, qué se caracterizan por defender solo los intereses de los que pertenecen a ellas negando la afirmación de aquellos que no comparten dichas características. Tendencia a la fuga y el aislamiento (reducto) y tendencia hacia el dominio del espacio público (expansiva). 2. Las estrategias para afrontar mediante dicha experiencia los procesos de desafiliación y exclusión. La realidad cotidiana del proceso de desafiliación que experimentan nuestros conciudadanos, la ruptura o pérdida del vínculo social. Los procesos de exclusión social conllevan perdidas, rupturas, situaciones de aislamiento, y un aumento de la vulnerabilidad social. La transformación de la familia o familias nos sitúa en un contexto diferente. Y la propia heterogeneidad de la población (el 10% es población inmigrante). Objetivo claro: recrear vínculos sociales. Se trata de fortalecer la confianza en uno mismo y en los demás, desarrollar nuestro empowerment, nuestras capacidades personales, grupales y comunitarias. Y para ello es necesario vincular a las personas a sus redes de pertenencia. Recuperar el vínculo entre ciudadanos, estado, y clase política, exige una revitalización de la experiencia de lo comunitario, una mayor proximidad a las preocupaciones de los demás, y una participación más activa en las decisiones. 3. Redefinición de la actividad profesional de los trabajadores sociales. Reinvención del trabajo social en un entorno de crisis, tiene que hacer frente a un doble proceso: a. Redefinición de las políticas sociales y sus profesionales en un entorno diferente al de las décadas centrales del siglo XX. Se demandan nuevos derechos, nuevas prestaciones. Se produce una burocratización de la profesión identificada con la gestión de dichas prestaciones. b. Los recursos disponibles disminuyen, nos encontramos con una mayor precariedad en la financiación.

Señalar la transformación de los modelos de gestión qué, con menos recursos deben hacer frente a mayores problemas, y en los que se introducen criterios de eficiencia importados del sector privado. una de las formas de adaptarnos a la crisis es la transferencia al sector privado de un número mayor de recursos, prestaciones y servicios. 4. Reto de las nuevas tecnologías como aceleradores de la experiencia comunitaria. Utilización de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación. Las redes sociales nos permiten salir del anonimato y vincularnos con los afines. Permiten acelerar la difusión de noticias, permiten nuevas formas de votación y participación a través de los medios de comunicación electrónicos. Permiten realizar convocatorias inmovilizar a personas. Y permiten que los que participan en dichas redes sociales se sientan protagonistas de su historia, la compartan, encuentren un altavoz para sus demandas, y puedan recuperar sus vínculos sociales perdidos en el anonimato de la vida urbana. La respuesta de los trabajadores sociales no puede ser otra qué diseñar lo que denominamos Trabajo Social en la red. Hay que ocupar ese espacio virtual y redefinir nuestras metodologías para diseñar el trabajo social comunitario en la red y a través de la red. A través de la red podemos reforzar nuestros vínculos comunitarios.

El trabajo social comunitario ante una catástrofe: el caso de Japón Vínculos comunitarios en Japón diferenciando cuatro ámbitos: 1. La importancia de la comunidad. La preocupación por el bienestar de los demás entendiendo como clave para la propia realización personal. 2. La dignidad de los otros. El respeto absoluto a los demás, a sus propiedades y a su dignidad. Un respeto que comienza por respetarse a sí mismo, por asumir la propia responsabilidad. 3. Las celebraciones comunes refuerzan la cohesión de la comunidad al compartir el ocio y reforzar los vínculos. 4. El vínculo basado en la reciprocidad altruista, en el reconocimiento de la gratitud ante lo que los demás nos entregan....