San Ambrosio PDF

Title San Ambrosio
Author El rey devalla
Course Historia de las ideas políticas
Institution Universidad Pontificia Comillas
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San Ambrosio...


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San Ambrosio, San Agustín y San Gregorio Hacemos referencia aquí a tres grandes pensadores de los siglos siguientes al establecimiento de la Iglesia cristiana como religión oficial del imperio: San Ambrosio de Milán, en la segunda mitad del siglo IV; San Agustín, a comienzos del siglo V, y San Gregorio, en la segunda mitad del siglo VI. San Jerónimo completa la lista de los 4 padres latinos de la Iglesia (fue quien tradujo la biblia del griego al latín por primera vez y se le reconoce como el mejor conocedor de la Biblia). Ninguno de estos hombres trató de elaborar una filosofía sistemática de la Iglesia y de su relación con el estado; pertenece más bien al período formativo del pensamiento cristiano y se ocuparon de los problemas que presentaban urgencia inmediata. Pero todos ellos expresaron opiniones forman parte esencial de la convicción cristiana. San Ambrosio Fue obispo de Milán y fue maestro de san Agustín, influyendo en su conversión. Nació en el 337 y murió en el 397. También tuvo una enorme influencia en san Agustín en su comprensión de que había una gran distancia entre lo que era el proyecto de salvación (divino) y el proyecto de poder (terrenal). Habla de que el hombre cristiano debe ser puramente pasivo frente a la injusticia (pasividad radical). Se trata incluso de obedecer al abuso para mostrar su injusticia. San Ambrosio hace una vigorosa defensa de la autonomía de la Iglesia en materias espirituales, su franca exposición del principio y su valerosa adhesión a él, pese a la oposición que encontró, le convirtieron en una autoridad a la que recurrieron los escritores cristianos en todas las controversias que surgieron en torno a este punto. Afirmó claramente que en materias espirituales la Iglesia tiene jurisdicción sobre todos los cristianos incluyendo al emperador, ya que éste, como cualquier otro cristiano es hijo de la Iglesia “Está dentro de la Iglesia no por encima de ella”. Admitía la autoridad del emperador sobre la propiedad secular, incluyendo las tierras de la Iglesia, pero negaba el derecho de los emperadores a tocar los edificios eclesiásticos dedicados directamente a un uso espiritual. Sin embargo, repudió a la vez todo derecho a resistir por la fuerza la ejecución de las órdenes del emperador. NO incitaba al pueblo a revelarse. Según San Ambrosio, el derecho de la Iglesia debe mantenerse por medios espirituales y no por la resistencia. AOA (resumen de lo dicho anteriormente) Los romanos habían pasado a la historia por sus conquistas. Sin embargo, ahora el espíritu beligerante de Roma se veía mermado por la nueva corriente cristiana. Esta acusación fue constante en el cristianismo. Sin embargo, con san Gregorio esta dinámica tocó a su fin. Vigorosa defensa de la autonomía de la Iglesia en materias espirituales. En ellas la iglesia tiene jurisdicción sobre todos los cristianos, incluido el emperador. Es derecho y deber de los sacerdotes reprender a los gobernantes en materia moral. El gobernante secular está sometido a la autoridad de la iglesia en materias espirituales y su autoridad sobre materias eclesiásticas es limitada. La Iglesia no solo debe hacerse cargo de la organización civil sino también a salvación de las almas. San Ambrosio negó en una ocasión la comunión al emperador Teodosio por su mal trato a los bárbaros. San Agustín Su idea más característica es la concepción de una comunidad cristiana, junto con una filosofía de la historia que represente a tal república como la culminación del desarrollo espiritual del hombre. Su gran libro La Ciudad de Dios fue escrito para defender al cristiano contra la acusación pagana de que aquél era responsable de la decadencia del poder de Roma y en particular del saqueo de la ciudad por Alarico en el 410. Según Sabine, San Agustín desarrolló accidentalmente casi todas sus ideas filosóficas. à La naturaleza humana es doble: el hombre es espíritu y cuerpo y, por tanto, es a la vez ciudadano de este mundo y de la Ciudad Celestial. El hecho fundamental de la vida humana es la división de los intereses humanos: de un lado, los intereses terrenos centrados alrededor del cuerpo; de otro, los intereses ultraterrenos que pertenecen específicamente al alma. (…). San Agustín hizo de esta distinción la clave para comprender la historia humana, que está y estará siempre dominada por la lucha entre las dos sociedades. à Esta es [que sólo el reino espiritual es permanente]la interpretación agustiniana de la caída de Roma: todos los reinos meramente terrenos tienen que desaparecer, ya que el poder terreno es por naturaleza mudable e inestable; se basa en aquellos aspectos de la naturaleza

humana que producen necesariamente la guerra y la sed de dominación. Ofreció directamente una visión sobre el camino salvífico del hombre en este mundo hacia una ciudad ideal, la Ciudad de Dios, donde se afianza la idea de que la historia del hombre es la historia de la salvación, de la misma vida de Cristo. Esta historia de Salvación nos conduce hacia la ciudad de Dios, que no es ni temporal ni espiritual, pues es, sencillamente, el fin de la historia. à Consideraba la aparición de la Iglesia cristiana como el punto culminante de la historia. (…). Toda la historia humana es el majestuoso desarrollo del plan de salvación divina. El hombre vive “entre el alpha y el omega” (entre el principio y el fin, entre el nacimiento y la muerte de Cristo). En el nacimiento de Cristo nos tenemos que hacer padres, para amar a la divinidad vulnerable, y en su muerte la necesidad de ser filiado, de mirar hacia el Padre. Es decir, la Ciudad de Dios es el recorrido de la historia de la Salvación que debe llevarle desde la paternidad y la filialidad hacia la Salvación. Es un movimiento de Salvación y visión, de ver, a través del amor, la Ciudad de Dios. à San Agustín hizo indiscutible para muchos siglos la concepción de que, bajo la nueva ley, el estado tiene que ser cristiano, servir a una comunidad que es una por virtud común de fe cristiana y servir a una vida en la que los intereses espirituales se encuentran indiscutiblemente por encima de todos los demás y contribuir a la salvación humana manteniendo la pureza de la fe. Después del advenimiento del cristiano, ningún estado puede ser justo, a menos que también sea cristiano, y un gobierno considerado aparte de su relación con la Iglesia estaría desprovisto de justicia. Fue discípulo de san Ambrosio. Era converso (antes era maniqueísta). “No busques fuera, en el interior del hombre habita la verdad”. El ser humano quiere verse a sí mismo dentro de una vida, y, más en concreto, dentro de la vida de Dios. Ha de haber una cierta humildad en el hombre, mediante la cual debe creer que va a ser perdonado. Es la vivencia de la confesión. Esto lo refleja en su obra Las confesiones. San Gregorio AOA Tiene un ascenso muy rápido en el Imperio debido a su enorme cultura, llegando a ser Prefecto (gobernador) de Roma. Sus intereses intelectuales le llevaban a la religión, y decidió utilizar las propiedades de su familia para fundar monasterios, donde empezó a reunir libros y a cultivar la liturgia, y los cantos (cantos gregorianos). San Gregorio acaba siendo Papa, siendo su símbolo dos espadas (hay que ampliar sobre esto): una que representa el Imperio, y otra que representa a la Iglesia. El Imperio Romano sufría múltiples y constantes saqueos por parte de los bárbaros, debilitándose poco a poco. Comenzaba así su decadencia. Hacia el año 40, el saqueo se había institucionalizado y el Imperio Romano era un coladero. San Gregorio supo defender no solo la comunidad cristiana, sino a toda Roma defendiéndola de los saqueos de los Bárbaros. Además, fue una fuerte fuente de inspiración de conversión entre los Bárbaros. ¿Por qué? La administración política se había esfumado en Roma por lo que él indirectamente gobernó roma y se enfrentó con los Bárbaros siguiendo la idea de San Ambrosio de la pasividad radical. Incluso les llegó a ofrecer oro para que no saquearan más Roma. Éstos bárbaros se asentaron y, conmovidos por esta actitud de San Gregorio, empezaron a defender la propia Roma de los atacantes.

Un gobernante malvado tiene derecho no sólo a la obediencia, sino aun a la obediencia silenciosa y pasiva. El emperador tiene poder para hacer lo injusto siempre que quiera arriesgarse a la condenación eterna. No sólo es de Dios el poder del gobernante, sino que no hay nadie, salvo Dios, superior al emperador. Los actos del gobernante están en, en último término, entre Dios y su conciencia. (AOA Importante: un poco de Séneca, comprender el temple de los romanos, la obediencia civil, entender que existía una necesidad de cristianismo)...


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