Title | TEMA 1- El psicoanálisis y la “sublimación” de la obra de arte |
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Course | Concepto y Método de la Historia del Arte |
Institution | Universidad de Córdoba España |
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TEMA 1: El psicoanálisis y la “sublimación” de la obra de arte La obra artística es la producción del individuo y como tal tiene una estrecha vinculación con él. Tenemos que considerar la obra de arte, por tanto, como una forma de conducta. También se pueden interpretar las obras de arte.
1. Teoría del psicoanálisis El psicoanálisis (del griego ψυχή, alma o mente y ἀνάλυσις, en el sentido de examen o estudio) es una práctica terapéutica fundada por el neurólogo austríaco Sigmund Freud alrededor de 1896. El psicoanálisis es un conjunto de teorías o una metateoría. Una metateoría es una teoría que se dedica al estudio de otra teoría o conjunto de teorías. En sentido general podría ser llamada teoría de las teorías. Si A es una teoría de B y B es en sí misma una teoría, entonces A es una metateoría. El psicoanálisis, como todas las teorías, tiene como finalidad explicar algo y más concretamente la conducta humana. La metodología psicoanalítica descansa en la interpretación. La obra de Sigmund Freud posee una idea unitaria acerca del hombre y de la cultura. El análisis de Freud tiene una doble vertiente: por una parte se centra en la figura del artista, cuya obra está en directa relación con su historia personal, y por otra considera el arte regido por un proceso de simbolización. Este último punto de Freud es compartido por gran parte de historiadores del arte. El arte, como representación, simboliza conceptos.
2. “Un recuerdo infantil de Leonardo da Vinci” Freud "lleva al diván de psicoanalista" a algunos artistas, de lo cual sería un buen ejemplo su polémico trabajo sobre Leonardo. En su artículo de 1910 analiza la obra del pintor a la luz de lo que considera sus experiencias fundamentales de la infancia. Se ha subrayado suficientemente la endeblez documental de las bases sobre las que Freud construye su hipótesis, y Gombrich ha apuntado la influencia que en él tuvo la lectura de una novela de Dimitri Merezhovsky, El romance de Leonardo. Uno de los escritos autobiográficos de Leonardo señala que “hallándome en la cuna, se me acercó un buitre, me abrió la boca con su cola y me golpeó con ella, repetidamente, entre los labios”.
A partir de aquí, Freud desgrana una serie de teorías sobre este recuerdo y la relación con la personalidad de Leonardo y su orientación sexual. No obstante, se consideran interesantes aportaciones: - La detallista reconstrucción de la vida emocional de Leonardo da Vinci a partir de sus primeros años. - La descripción del conflicto entre sus impulsos artísticos y científicos. - El profundo análisis de su historia psicosexual y la primera exposición completa del concepto de narcisismo. - El concepto de sublimación. El artículo de Freud sobre Leonardo es muy ilustrativo de su concepción de la psicología del artista y de la relación de su personalidad con la obra. Para Freud, el arte libera al artista de sus fantasías. El punto de partida del proceso de gestación de una obra de arte por parte del artista es su propia vida. Esta determinación de la obra no se produce tan sólo temáticamente. El estilo, el lenguaje o la forma plástica, también proceden de la misma fuente inconsciente. Para Freud, el artista procede como los niños en el juego. La obra de arte le sirve para organizar y dar sentido a sus experiencias, sobre la base de un material simbólico reelaborado. El artista se descarga de un afecto y lo doméstica en el proceso artístico. El proceso de realización de la obra artística podría sintetizarse diciendo que un acontecimiento de orden afectivo se descarga en una obra de arte. La obra de arte sería así un sustituto de las fantasías producidas por el inconsciente individual.
3. La sublimación El mecanismo que permite en el artista la realización de este proceso de producción de la obra de arte es la sublimación. La sublimación es el proceso por el cual se deriva la pulsión sexual hacia otros objetivos no sexuales. La personalidad del artista, individuo especialmente dotado para la sublimación, responde esencialmente a una estructura narcisista. La personalidad narcisista, que busca la satisfacción en sus propios procesos mentales y desea sentirse autosuficiente, encuentra en el arte la vía para realizar su fantasía de poder ilimitado, de creación. El narcisismo del arte tiene otra vertiente, no menos importante, que es la búsqueda de la inmortalidad. Gracias al arte, el artista intenta sobrepasar su condición mortal. Freud cree que el origen del arte se encuentra en el psiquismo del artista.
En este sentido continuaría la línea que hace de la biografía del artista el principal elemento crítico para la explicación de su obra. Freud ataca la idea del artista como genio, que está en la base de la tradición biográfica del arte. Para Gombrich, la obra de arte es considerada en su valor simbólico y comparada con otras producciones simbólicas, como los sueños. Gombrich asimismo señala en lo que respecta a la interpretación que no debe construirse si no se es capaz de referenciarla, no solamente a vagas similitudes con un texto, sino también a otros ejemplos bien documentados.
4. Otras aportaciones al psicoanálisis del arte Karl Abraham publica en 1911, un año antes de la aparición del trabajo sobre Leonardo de Freud, un artículo titulado “Giovanni Segantini. Ensayo psicoanalítico”. Su objetivo es esclarecer aspectos de la creación artística a partir de los elementos teóricos aportados por el psicoanálisis, intentando dar cuenta de los procesos instintivos puestos en juego. De esta manera, el psicoanálisis serviría para estudiar otros fenómenos, fuera de las neurosis, como los sueños y el arte, en sentido amplio. Carl Gustav Jung (1875‐1961): El pensamiento de Jung difiere del freudiano en varios aspectos, sobre todo en lo que atañe a la mayor importancia concedida al proceso de simbolización—Jung considera que el hombre es fundamentalmente un productor de símbolos—y a la pervivencia de esos símbolos en la mente de los hombres bajo la forma de estructuras atemporales—los arquetipos—que conforman el inconsciente colectivo. Los contenidos de ese inconsciente colectivo son llamados por Jung arquetipos. Para Jung esa denominación es útil y precisa pues indica que los contenidos inconscientes colectivos son tipos arcaicos o — mejor aún— primitivos. Algunas manifestaciones de los arquetipos son las elaboraciones tribales primitivas, en forma de leyes o de doctrinas, el mito y la leyenda. El inconsciente colectivo, para Jung, es un estrato más profundo que el inconsciente personal y no se origina en la experiencia personal sino que es innato. Este inconsciente no es de naturaleza individual sino universal, es decir que en contraste con la psique individual tiene contenidos y modos de comportamiento que son los mismos en todas partes y en todos los individuos. ...