Tema 1.- Estado, política y poder. El Derecho constitucional como regulador del poder político PDF

Title Tema 1.- Estado, política y poder. El Derecho constitucional como regulador del poder político
Author Juan Martin
Course Derecho Constitucional I
Institution Universidad de Castilla La Mancha
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DERECHO CONSTITUCIONAL I

TEMA 1.- ESTADO, POLÍTICA Y PODER. EL DERECHO CONSTITUCIONAL COMO REGULADOR DEL PODER POLÍTICO Sumario: 1.- Introducción: aproximación a los conceptos de Estado, política y poder 1.1.- Introducción 1.2.- Política y poder 2.- El poder político 2.1.- Poder social y poder político 2.2.- ¿Cómo se relaciona la idea de política con la noción de poder? 2.3.- El poder político: composición y características 3.- Poder y legitimidad 3.1.- La legitimidad del poder 3.2.- Tipologías de legitimidad Clasificación de Max Weber  Histórica o tradicional  Carismática  Democrática o racional Clasificación por su capacidad para resolver problemas y su acceso al poder  Por la legitimidad del acceso al poder  Por la legitimidad de la eficacia o los resultados 4.- El sistema político 4.1.- Concepto de Sistema Político: 4.2.- Configuración del sistema político  Elementos institucionales  Elementos dinámicos  Gobernabilidad  Responsabilidad 4.3.- El sistema político como modelo sistémico: funcionamiento 5.- Concepto de Derecho constitucional

Tema 1. Curso: 2018/2019 Profesor: Cayetano Corral Torres

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1.- INTRODUCCIÓN: APROXIMACIÓN A LOS CONCEPTOS DE ESTADO, POLÍTICA Y PODER. 1.1 Introducción El Estado posee una naturaleza compleja; de ella son exponentes los diferentes sentidos y valoraciones del concepto de Estado, sus transformaciones históricas, así como las distintas realidades a las que designa:  

Unas veces el término Estado designa una forma particularizada de organización política; en otras, los poderes públicos de una comunidad A veces se identifica al Estado con el interés general; otras veces se le considera un instrumento de dominación de una clase social o grupo.

En definitiva, el concepto de Estado no ha permanecido inmutable desde su origen; expresiones tales como Estado absoluto, Estado liberal, Estado democrático, Estado fascista, Estado socialista o Estado social dan cuenta de los cambios experimentados por esta forma política. Sin embargo, a pesar de las diferencias aludidas, el término “Estado”, tal y como puso de manifiesto el sociólogo alemán Max Weber, es un común denominador que sirve para caracterizar a un mismo fenómeno histórico: la organización institucional que posee el monopolio de la coacción física legítima, en definitiva, el ejercicio del “poder” Según el concepto weberiano, el monopolio de la violencia es el primer rasgo identificador del Estado, de forma que en una sociedad organizada en Estado ningún grupo tiene derecho a utilizarla, o desde otra óptica, el ejercicio de esa coacción permite al Estado imponer decisiones colectivas, no sectarias. Es decir, el ejercicio de esa violencia, de ese poder, al imponer decisiones colectivas, implica estar en posesión de una legitimidad para su ejercicio, que es el segundo rasgo identificador del Estado. Y ya por último, para ejercer ese poder legítimo, el Estado necesita de una “organización de carácter institucional”, lo que hoy en día conocemos como “organización burocrática”. Esa organización burocrática es el resultado del proceso de institucionalización del poder que implica:  

Que el ejercicio del poder no se ejerza arbitrariamente por quien lo ostenta, sino de acuerdo con las normas Que se despersonalice el ejercicio del poder (claramente identificado con el Rey en las monarquías absolutas) y se atribuya a una entidad abstracta e indiferente (el entramado burocrático del Estado)

Dicho todo lo anterior, cabe preguntarse, ¿cómo se accede al poder, como se logra dominar esa organización institucional que está legitimada para ejercer el monopolio de la violencia en una comunidad?; pues bien, es ahí donde entra en juego la “política”.

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Por otra parte, como se ha señalado anteriormente, el elemento tipificador del Estado es la coacción legítima, instrumento que le permite imponer decisiones colectivas. En consecuencia, entre los conceptos de poder, política y Estado existe un claro paralelismo. Interesa, además subrayar que, de acuerdo con la definición de política, entendida desde la perspectiva del poder, el Estado es un ámbito nuclear de la actividad política. Desde la perspectiva del Derecho Político nos interesa el poder que se manifiesta en el marco global de la sociedad y que afecta a todos los habitantes y a todo el territorio en el que vive la colectividad. Ese poder que abarca a toda la sociedad es el que denominamos “poder político”, el cual se corresponde con la organización de toda la sociedad: el Estado. 1.2 Política y poder Entre las definiciones clásicas de la política, es posible distinguir, al menos cuatro grandes corrientes, que subrayan en sus definiciones algún elemento central definitorio de la misma:  La política como control sobre personas y recursos: sería político todo fenómeno vinculado a formas de poder o de dominio sobre los demás (Maquiavelo, Lasswell), imponiéndoles conductas que no serían espontáneamente adoptadas.  La política como una actividad desarrollada a través de un sistema de instituciones públicas: sería política toda actividad inserta en instituciones estables - básicamente, el Estado -, autorizadas para ejercer una coacción sobre la comunidad (Weber)  La política como actividad dirigida por valores de orden y equilibrio social: sería política toda actividad encaminada al fomento del bien común o del interés general, mediante la redistribución de valores (Aristóteles, Santo Tomás de Aquino, Locke; Parsons).  La política como actividad vinculada a la defensa de la comunidad contra una amenaza exterior: la preparación para la guerra y la organización militar – con sus exigencias de jerarquía, disciplina, recursos fiscales y coacción – estarían en el origen de la actividad política (Spencer, Gumplowicz, etc.) Parece claro que estas definiciones tienen puntos en común, se influyen y complementan. Pero se distinguen por el énfasis que colocan en alguna de las manifestaciones de la política: el poder, la institucionalización, los sistemas de valores, la violencia organizada. La política, desde el enfoque del poder, se identifica con las relaciones entre individuos, con la gestión del conflicto que surge de la existencia de intereses contrapuestos en la sociedad y con la actividad colectiva. De acuerdo con estos planteamientos, siguiendo al profesor Vallés, la política puede definirse como “una práctica o actividad colectiva que los miembros de una comunidad llevan a cabo. La finalidad de esta actividad es regular el conflicto Tema 1. Curso: 2018/2019 Profesor: Cayetano Corral Torres

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entre los grupos, y su resultado es la adopción de decisiones que obligan – a la fuerza si es preciso – a los miembros de la sociedad.” Según esa definición la política se encuentra íntimamente relacionada con el poder por su componente de obligación y por recurrir, en caso necesario, a la fuerza como medio de imponer las decisiones. 2.- EL PODER POLÍTICO 2.1.- Poder social y poder político El poder puede definirse, en un sentido amplio, como la capacidad de influir en el comportamiento ajeno. Esa capacidad de influir en los demás existe en todos los ámbitos sociales; siempre hay alguien que ostenta una posición superior que le permite influir, en mayor o menor grado, sobre la conducta de los demás. En sentido estricto, podemos definir el poder como aquella capacidad de modificar la conducta ajena que puede recurrir, si ello fuera necesario, a la coacción. Por consiguiente, en sentido estricto una posición de poder es aquella que supone para quien la ostenta, la capacidad de recurrir a la coacción, incluso física, para lograr que se cumplan sus órdenes o indicaciones Como se ha dicho, en todas las colectividades sociales encontramos fenómenos tanto de simple influencia como de poder en sentido estricto. Asimismo, conviene advertir que la existencia de poder en todos los grupos, no quiere decir que se trate de un poder incontrolado, en todos ellos existen reglas, más o menos elaboradas, que regulan el ejercicio de ese poder, reglas de distinta naturaleza y más o menos complejas. 2.2.- ¿Cómo se relaciona la idea de política con la noción de poder? Describíamos anteriormente la política como “gestión del conflicto social por medio de decisiones vinculantes”. Hay pues un componente de obligación o de imposición en la acción política que nos lleva de manera natural a cierta idea de poder; pero al igual que sucedía cuando hablábamos de política, existen en la teoría social una gran abundancia de nociones de “poder”. Sin embargo, esta variedad de definiciones puede situarse en dos grandes perspectivas: 1. La que entiende el poder como un “recurso disponible”, es decir, como algo que se tiene o se posee, de ahí la expresión: el poder político está en manos de…(tal grupo o tal persona). Desde este punto de vista el poder es un recurso controlado por individuos, grupos, clases o élites; o depositado en manos de las instituciones. Si el poder político depende del acceso que cada actor tiene a determinados recursos, ¿de qué recursos se trata? En primer lugar, los recurso económicos, tales como el capital, los medios de producción, etc.; en segundo lugar los recurso de la coacción, a saber, el ejercito, la policía, etc. y, finalmente, los recurso simbólicos, como son la información, la cultura, la religión o el derecho. Desde esta perspectiva, todo cambio Tema 1. Curso: 2018/2019 Profesor: Cayetano Corral Torres

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en la distribución de dichos recursos repercute también en el control del poder político en el seno de una comunidad. 2. Cuando se piensa en el poder como efecto de una relación, el poder no se posee, sino que acompaña a la situación de que se disfruta en relación a otra persona o grupo; no es tanto una sustancia como una situación. Quien desea poder, no debe apoderarse de nada, solo debe “situarse”. Por ello se atribuye poder a quién está bien situado o tiene una buena situación. Cuando se adopta este punto de vista, la pregunta no es tanto ¿quién tiene el poder?, sino qué posiciones facilitan el dominio de unos actores y el acatamiento de otros. En síntesis puede decirse que la primera visión – el poder como recurso o como sustancia – subraya el elemento de imposición que va anejo a toda idea de poder. En cambio, la segunda visión – el poder como resultado de una situación – descubre la relación de poder en el intercambio que mantienen diverso actores, sin perder de vista que la imposición de unos se acompaña de la aceptación de otros. 2.3.- El poder político: composición y características Integrando la doble perspectiva – recursos y situación -, a que antes hacíamos mención, una definición útil de poder político es la que lo equipara a la “capacidad de intervenir en la regulación coactiva del conflicto social”. ¿Como se manifiesta esa capacidad de intervención? El poder político se conforma con tres componentes que reciben nombres diversos según los autores y escuelas, pero que están presentes de un modo u otro en todas las concepciones del poder; esos componentes son: la fuerza, la influencia y la autoridad. a) Hablamos de fuerza o de coacción cuando existe capacidad para negar o limitar a otros el acceso a determinados bienes u oportunidades: la vida, la integridad física, la libertad, el patrimonio, el trabajo, etc. Así ocurre con las instituciones públicas cuando encarcelan, embargan o multan; o amenazan con hacerlo, pero siempre bajo cobertura legal. b) Hablamos de influencia cuando el poder político se basa en la capacidad para persuadir a otros de la conveniencia de adoptar o abandonar determinadas conductas. Esta aptitud para la persuasión depende del manejo y difusión de datos y argumentos con los que se persigue modificar o reforzar las opiniones y las actitudes de los demás. Los instrumentos que sirven a la influencia son básicamente dos, propaganda y organización. c) Finalmente el poder político también se manifiesta como autoridad, entendida como la “auctoritas” de los clásicos, porque cuenta con un crédito o una solvencia que se le reconocen de antemano. Esta reputación inicial no solo hace innecesaria la aplicación directa de la fuerza, sino que también permite prescindir de argumentos racionales o del estimulo de las emociones, que están en la base de la influencia. La práctica efectiva del poder ha de recurrir con frecuencia a combinaciones que integran los tres elementos para que su intervención sea lo más eficaz posible. Tema 1. Curso: 2018/2019 Profesor: Cayetano Corral Torres

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Por otra parte, en cuanto a lo que al ejercicio del poder político se refiere por parte de quién ostenta el mismo, podemos caracterizarlo de la siguiente manera: 

Es un poder referido a la totalidad de la sociedad. Las decisiones adoptadas por quien ostenta el poder político, afectan, aunque sea indirectamente, a todos los integrantes de la sociedad.



Los miembros que integran la sociedad y que están sujetos al poder político existente en la misma, no tienen apenas posibilidad de evadirse de él. El poder político tiende a extender su ámbito de influencia a todas las esferas sociales.



El poder político dispone de un amplio elenco de recursos para hacerse obedecer: desde los incentivos honoríficos, económicos o de cualquier otra índole, hasta los coactivos de muy diversa especie.



Es un poder exclusivo y excluyente y es, sobre todo, el único poder existente en la sociedad que dispone de la posibilidad legítima de emplear la fuerza.



Es un poder superior a cualquier otro poder social y puede imponerse a todos ellos. Lo cual quiere decir que todos los demás poderes están admitidos o, al menos, tolerados, por el poder político

3.- PODER Y LEGITIMIDAD 3.1.- La legitimidad del poder La legitimidad del poder es su cualidad de ser considerado justificado por parte de quienes están sometidos al mismo. Así pues, poder legítimo es aquel considerado justificado por aquellos que deben obedecerlo. Todo poder posee algún grado de legitimidad puesto que ni siquiera la dictadura más violenta puede sobrevivir frente al rechazo generalizado y frontal de los sujetos sometidos a la misma. Y, por otro lado, todo poder busca la legitimidad (ser aceptado) porque solo la legitimidad generalizada del poder entre los ciudadanos garantiza la estabilidad de un sistema político. 3.2.- Tipologías de legitimidad Se han propuesto diversas tipologías de legitimidad; la más conocida es probablemente la elaborada por el sociólogo alemán Max Weber que distinguía tres tipos ideales de legitimidad:  Legitimidad histórica o tradicional: la legitimidad tradicional basa la aceptación del poder en la costumbre, y es el tipo de legitimidad predominante en sociedades primitivas o en regimenes tradicionales como determinadas monarquías antiguas. La legitimidad tradicional, pese a su naturaleza no racional, lleva consigo un Tema 1. Curso: 2018/2019 Profesor: Cayetano Corral Torres

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importante factor de limitación puesto que la propia costumbre o tradición determina los límites que circunscriben la actuación de quienes ostentan la posición de poder.  Legitimidad carismática: se basa fundamentalmente en las cualidades personales del lider (valor, inteligencia, fuerza de sus ideas o creencias, etc) y así, la obediencia al poder se funda en la atracción ejercida por las cualidades, reales o ficticias, del lider. Al igual que en el caso de la legitimidad tradicional, se trata de una justificación no racional de la obediencia, pero no cuenta con el elemento moderados de la tradición su propensión al exceso en el ejercicio del poder.  Legitimidad democrática o racional: que caracteriza a los sistemas en los que la obediencia al poder se basa en la existencia de unas normas generales, esto es, válidas para todos, elaboradas racionalmente. Se trata del tipo de legitimidad predominante en los sistemas constitucionales contemporáneos, en los que la obediencia está ligada a la existencia de leyes que se aplican a todos y en la existencia de sistemas democráticos participativos, de los que surgen los componentes de los órganos legislativos que elaborarán dichas normas (Parlamentos). Conviene insistir en que estos modelos son tipos ideales que no se presentan en toda su pureza en la realidad histórica. En un sistema histórico real, cualquiera de los citados tipos de legitimidad se da siempre entremezclado con los demás, aunque uno de ellos sea normalmente predominante. Otra clasificación de las tipologías de la legitimidad del poder son aquellas que ponen su acento en el “rendimiento” o capacidad para resolver los problemas que la sociedad actual plantea y la forma en que se accede al poder:  La legitimidad por el procedimiento de acceso al poder supone que los sujetos sometidos a dicho poder lo aceptan porque los dirigentes han accedido al él de acuerdo con unas reglas comúnmente aceptadas. La legitimidad democrática de los sistemas constitucionales actuales es ciertamente una legitimidad de este tipo.  Hablaríamos del “rendimiento” o la legitimidad de la eficacia o los resultados, cuando la aceptación del poder se produce si la gestión de los dirigentes ha dado un resultado que satisface a la población; en este sentido, un poder es legítimo en tanto crea una sociedad prospera, aumenta el bienestar y consigue una mayor libertad y una más efectiva justicia social. Con todo y pese a las distinciones anteriores, la realidad nos revela que el poder intenta siempre obtener su legitimidad de todas las fuentes posibles. En los sistemas políticos actuales, tradición, legalidad racional, carisma, el rendimiento, etc., son invocados, según el momento y la situación, para reforzar las correspondientes capacidades políticas: Incluso sistemas tradicionales de carácter autoritario (monarquías árabes contemporáneas) no dejan de tener en cuenta el rendimiento de sus decisiones en materia de desarrollo económico y bienestar social. Por su parte,

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democracias occidentales basadas principalmente en la legalidad racional, han contado con liderazgos carismáticos, que les han permitido superar períodos de crisis. 4.- EL SISTEMA POLÍTICO: CONCEPTO Y ELEMENTOS 4.1.- Concepto de “sistema político”: El concepto de sistema político tiende a sustituir al de régimen político ya que éste último es más restringido. Fue formulado por el politólogo norteamericano David Easton y difundido por Almond y Powell. El “sistema político” es el conjunto de comportamientos comunes e instituciones políticas a través de las cuales la sociedad adopta decisiones que se consideran de obligado cumplimiento por la mayor parte de sus componentes. Se refiere a la sociedad política organizada de una forma específica. Es un concepto que engloba instituciones varias, estructuras diversas, valores múltiples. Es, por tanto, muy amplio y ello tiene la ventaja de la operatividad, pero el inconveniente de la inconcreción. 4.2.- Configuración del sistema político 4.2.1.- Los elemento institucionales del sistema político.  La Constitución o ley fundamental: es el texto supremo del ordenamiento jurídico y político en un Estado. La Constitución establece, en todo caso, la f orma política del Estado, que apunta a las relaciones entre los dos elementos de la relación política, el poder y el pueblo – gobernantes y gobernados -, es decir, a la noción de sistema y régimen políticos, pudiendo hablarse en estos casos de Estado democrático - liberal (cuyo último estadio de transformación da lugar al Estado Social y democrático de derecho), Estado autoritario –totalitario- y Estado Marxista.  La Organización territorial: es la forma jurídica del Estado. Hace referencia a la proyección y estructuración del poder sobre el territorio del Estado. Tradicionalmente se ha hablado de dos formas de organización: Est...


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