TEMA 2 Agentes Fisicos. Ruido Concepto Evaluacion Y Control Resum PDF

Title TEMA 2 Agentes Fisicos. Ruido Concepto Evaluacion Y Control Resum
Author Martina Bauza Barceló
Course Técnicas afines
Institution Universidad Camilo José Cela
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Agentes Físicos. Ruido: Concepto, Evaluación y Control Ediciones Roble, S.L.

Índice I. RUIDO 3 1.1. Introducción 3 1.2. Clases de ruido 3 1.3. Conceptos elementales 4 II. EVALUACIÓN DE LA EXPOSICIÓN AL RUIDO 7 2.1. Criterios de valoración 8 2.2. Nivel de exposición continuo equivalente 9 2.3. Nivel de exposición continúo equivalente diario y semanal 10 2.4. Nivel de pico 10 2.5. Instrumentos de medición y condiciones de aplicación 11 III. EFECTOS DEL RUIDO 11 IV. LEGISLACIÓN RELACIONADA 13 4.1. Contaminantes físicos 13 4.1.1. Ruido 13 Recursos 15 Enlaces de Interés 15

Agentes Físicos. Ruido: Concepto, Evaluación y Control Agentes físicos. Ruido. I. RUIDO 1.1. Introducción El ruido es el contaminante más habitual en la industria. Casi sin excepción, ningún trabajador está a salvo de los efectos patológicos del ruido. El ruido es, a menudo, definido como un sonido desagradable o, más exactamente, un sonido no deseado. Para los físicos, es un sonido que tiene carácter aleatorio y cuyos componentes no están bien definidos. Siempre constituye un factor importante de los ambientes de trabajo, no sólo por las molestias que ocasiona, sino por los riesgos de sordera, las perturbaciones en las comunicaciones verbales y otros efectos fisiológicos y psicológicos. Frente al fenómeno oscilatorio (el sonido se desplaza de un punto a otro en el espacio mediante un movimiento oscilatorio) del sonido físico, tenemos el amplio y complejo fenómeno físico-químico y psicológico de la percepción sonora. 1.2. Clases de ruido Según sea su duración en el tiempo, los ruidos pueden ser: Ruidos continuos Aquéllos que, aún presentando variaciones en su intensidad, permanecen en el tiempo (martillos neumáticos, molinos, etc.). Los parámetros que los definen son el nivel de presión acústica y la frecuencia. Ruidos de impacto Aquéllos que tienen un máximo de intensidad muy alto pero que decrecen y desaparecen en muy corto intervalo de tiempo. A lo largo de una jornada laboral, pueden repetirse, pero siempre hay un intervalo de tiempo bien definido entre dos de ellos (escapes de aire comprimido, disparos de arma de fuego, golpes de martillo, etc.). 1.3. Conceptos elementales Se definen, a continuación, los siguientes conceptos básicos: Sonido: vibración mecánica capaz de producir una sensación auditiva. Nivel de Presión Acústica (NPA): el desplazamiento del sonido a través del aire produce una variación de la presión en el mismo. Se denomina nivel de presión acústica a la intensidad con que se produce esta variación. Se utiliza como unidad de medición el decibelio (dB): NPA = 10 Log (Pi2Pi/Po)= Nivel de presión al producirse el sonido Po= Nivel de presión antes de producirse el sonido Frecuencia (ν): número de veces por segundo en que se produce la variación de la presión acústica. Dicho de otra manera, es el número de veces que una onda sonora, en su

desplazamiento, repite un ciclo u oscilación completa en un segundo. Se mide en Hertzios (Hz o ciclos/seg). El Hz inverso a otro parámetro, el período (T), que es el tiempo que dura un ciclo: Pi= Nivel de presión al producirse el sonido Po= Nivel de presión antes de producirse el sonido Período = T; frecuencia = ν = 1/T. Por lo tanto, si T = 3 segundos, ν = 1/3 = 0,33 segundos. Percibimos la frecuencia de los sonidos como tonos más graves (frecuencias bajas) o más agudos (frecuencias altas). La figura siguiente muestra diferentes frecuencias, de 110,00 a 880,00 Hz. Los seres humanos sólo podemos percibir el sonido en un rango de frecuencias relativamente reducido, aproximadamente entre 20 y 20.000 Hz. Figura 1. Frecuencia de los sonidos Vibración: oscilación o movimiento de vaivén; viene definida por su frecuencia e intensidad: Longitud de onda (λ): distancia entre los puntos de origen de una onda y la siguiente. Se mide en unidades de longitud. Ciclo: movimiento descrito por una onda periódica hasta que se repita la fase anterior. Período (T): tiempo que tarda el móvil en recorrer una oscilación completa. Se mide en unidades de tiempo. El período (T) es la inversa de la frecuencia (ν), (T = 1/ν). Amplitud (A): máxima distancia entre un punto del medio en que se propaga la onda y su posición de equilibrio. Al aumentar esta distancia, la onda golpea el tímpano con una fuerza mayor, por lo que el oído percibe un sonido más fuerte. Figura 2. Vibración Presión sonora: diferencia entre la presión instantánea debida al sonido y la presión atmosférica, se mide en pascales (Pa). La presión sonora tiene, en general, valores mucho menores que el correspondiente a la presión atmosférica. Intensidad: propiedad del sonido que depende de la amplitud de las ondas sonoras. La amplitud está relacionada con volumen del sonido que percibimos. En el campo auditivo humano, a mayor amplitud de la onda, le corresponde mayor intensidad, cosa que se percibe como sonido más elevado o volumen mayor. El campo auditivo humano abarca un espectro muy amplio que ocupa una banda de frecuencias entre 20 Hz y 20.000 Hz (dicho de otra manera, 20 x 103Hz o 20 KHz). Por debajo de 20 Hz, se encuentran los infrasonidos y, por encima de 20 KHz, los ultrasonidos. Figura 3. Campo auditivo humano En el caso de los animales, el campo auditivo difiere del de los humanos según muestra la siguiente figura: Figura 4. Gama de frecuencias que escuchan los animales Muchos animales escuchan una gama de frecuencias más amplia que la que los seres humanos son capaces de oír. Por ejemplo, los silbatos para perros vibran a una frecuencia alta, que los seres humanos no son capaces de detectar; los delfines y las ballenas se comunican a frecuencias fuera del alcance del oído humano (ultrasonidos).

Dentro de este espectro tan amplio, se halla la banda conversacional, formada por frecuencias que participan en la voz humana y que abarca desde los 500 Hz hasta los 3.000 Hz. Por encima de ella, están las frecuencias extraconversacionales con un interés marcado en la frecuencia de 4.000 Hz, de enorme trascendencia preventiva, porque, puede aparecer sensación de dolor a partir de esta frecuencia. En cuanto al valor de la intensidad, la siguiente figura muestra que el umbral del dolor se alcanza cuando se llega a 120 dB. Como criterio de normalidad, se entiende que, por encima de 25 dB, se encuentra el área en que pueden empezar a referirse los distintos tipos de hipoacusias conversacionales, es decir, la conversación se hace difícil debido al ruido existente. Figura 5. Intensidad fisiológica de un sonido En la figura anterior, pueden verse los distintos niveles de intensidad fisiológica, que es la sensación sonora de un sonido y que se mide en decibelios (dB). Por ejemplo, el umbral de la audición está en 0 dB, la intensidad fisiológica de un susurro corresponde a unos 10 dB y el ruido de las olas en la costa a unos 40 dB. La escala de sensación sonora es logarítmica, lo que significa que un aumento de 10 dB corresponde a una intensidad 10 veces mayor: por ejemplo, el ruido de las olas en la costa es 1.000 veces más intenso que un susurro, lo que equivale a un aumento de 30 dB. La mayoría de los sonidos contiene varios componentes de frecuencias distintas (bajas, medias y altas). Por esto, los problemas acústicos son examinados a través de un intervalo de frecuencias audibles, llamado análisis espectral (análisis de dichos componentes), que proporciona información sobre todas ellas. Sin embargo, en la mayoría de los casos, se procura contar con una clasificación más simplificada cuyo resultado sea sólo un número. Una manera de obtener un sólo número al describir un ruido complejo es utilizando diferentes escalas de evaluación integrada, conocidas como curvas de compensación A, B, C y D. Donde la curva A es la de mayor uso por ser la más parecida a la curva de respuesta del oído humano. La respuesta del micrófono de un sonómetro puede ser alterada por medio de un filtro de compensación de nivel A, de tal manera que represente lo más cerca posible la respuesta del oído humano. Los niveles de presión sonora resultantes, en este caso, se expresarán mediante un número seguido del símbolo dB(A). El oído humano no es igualmente sensible a todas las frecuencias. Sonidos con el mismo nivel de intensidad pero con frecuencias diferentes no se perciben de la misma manera. Un sonido en 3 kHz en un nivel de 54 dB, por ejemplo, sonará tan intenso como uno de 50 Hz en un nivel de 79 dB. A lo largo de este módulo, utilizaremos la unidad de medida dB para referirnos al decibel o decibelio, aunque también utilizaremos dB(A). En cualquier caso siempre nos estaremos refiriendo al nivel de intensidad de un sonido. II. EVALUACIÓN DE LA EXPOSICIÓN AL RUIDO 2.1. Criterios de valoración

La disposición fundamental, en España, relativa a la protección de los trabajadores frente a los riesgos derivados de la exposición al ruido en el trabajo es el RD 286/2006, de 10 de marzo de 2006, transposición de la Directiva 2003/10/CEE, de 6 de febrero de 2003. En este RD, se recogen las disposiciones mínimas de seguridad y salud en el trabajo que debe aplicar el empresario en su centro. Se determina, con toda claridad: Quién tiene que realizar las evaluaciones: la responsabilidad es del empresario. Cómo: mediante equipos de medición que deben cumplir con la normativa correspondiente. Cuándo: se debe realizar una evaluación inicial en todos los puestos de trabajo de todos los sectores de actividad. Como resultado de esta evaluación inicial, puede ocurrir que un puesto de trabajo determinado tenga un Nivel de Exposición Diario Equivalente (NEDE): NEDE > 87 dB(A): Valor límite de exposición. Se tiene la obligación de tomar medidas correctoras inmediatas. Deberá realizar una nueva evaluación ambiental, como mínimo, cada año. NEDE > 85 dB(A): Valores superiores de exposición que dan lugar a una acción. También deberá realizar una nueva evaluación ambiental, como mínimo, cada año. NEDE > 80 dB (A): Valores inferiores de exposición que dan lugar a una acción. La evaluación ambiental deberá realizarse, como mínimo, cada tres años. Además de estas obligaciones de carácter ambiental, el intervalo en el que se encuentran comprendidos los diferentes NEDEs condiciona la realización de revisiones médicas auditivas de los trabajadores; se deberá tener la frecuencia que se indica a continuación: Tabla 1. Revisiones médicas auditivas de los trabajadores Es obligatorio realizar, a todos los trabajadores expuestos, una revisión inicial de la función auditiva, que deberá efectuarse antes de la primera exposición o al comienzo de ésta. Esta revisión inicial debe estar compuesta, como mínimo, por: Historia clínica laboral Otoscopia Control audiométrico Se debe realizar una revisión adicional si el valor del nivel pico ha superado, accidentalmente, los 140 dB y no se usaba protección personal. La revisión periódica debe realizarse si el NEDE > 80 dB. Ambas deberán incluir otoscopia y control audiométrico. Para el control audiométrico, se debe realizar una audiometría de tonos puros (umbral de audición por conducción aérea) de acuerdo con la Norma ISO 6189 de 1983, incluida la frecuencia de 8 KHz. Los audímetros manuales o automáticos deben ser calibrados y mantenidos según las normas de referencia.

La evaluación inicial de ruido se debe realizar en todos los puestos de trabajo. Los resultados de las mediciones, tanto ambientales como personales (control audiométrico), deben ser comunicados a los trabajadores afectados, a sus representantes y al Comité de Seguridad y Salud y otros órganos competentes en estas materias. El empresario deberá mantener con éstos un registro y archivo que será guardado durante, al menos, treinta años. Tendrán acceso a estos archivos la Inspección de Trabajo y Seguridad Social (ITSS), el Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo (INSHT), los organismos competentes de las Comunidades Autónomas, los órganos internos competentes en materia de seguridad y salud y los representantes de los trabajadores, con la excepción de que, cuando los datos relativos a la vigilancia de la salud de los trabajadores contengan información personal de carácter médico confidencial, sólo tendrá acceso a la misma el personal médico que lleve a cabo la vigilancia de la salud de los trabajadores y el propio trabajador, salvo que esta información se presente de forma innominada (sin nombre específico). En cuanto a los niveles de exposición personal diarios al ruido, tanto en la Directiva como en el RD, se establece un valor límite de exposición de 87 dB(A) de NEDE para una jornada de trabajo de 8 horas y unos valores de exposición que darán lugar a una acción de 85 dB(A) valor superior de exposición que da lugar a una acción y de 80 dB(A) valor inferior de exposición que da lugar a una acción. El cumplimiento de las acciones previstas en el RD exige el conocimiento de los conceptos de nivel equivalente, nivel diario y nivel equivalente semanal, así como las situaciones de ruido en las que debe emplear un instrumento de medida u otro. 2.2. Nivel de exposición continuo equivalente La mayoría de los ruidos en un ambiente de trabajo son variables, teniendo diferentes valores de presión acústica con el tiempo. Cuando se tiene que valorar un ruido de este tipo, es necesario contar con una medida única que sea representativa de estos valores; además, la suma de varios niveles de ruido expresados en decibelios no es aritmética, sino logarítmica. Para ello, se cuenta con el concepto de nivel de exposición continuo equivalente, definido como el ruido constante que tiene la misma energía que el ruido variable en el período de tiempo estudiado. Según la legislación española, se necesita calcular el nivel continuo equivalente en dB(A) para realizar una correcta evaluación de la exposición al ruido, y se calcula en dB(A) porque es la escala de ponderación que más se parece a la curva de respuesta del oído humano. Este nivel equivalente contiene dos conceptos: un nivel en dB(A) y un tiempo de exposición. Figura 6. Nivel de exposición continúo equivalente 2.3. Nivel de exposición continúo equivalente diario y semanal El Nivel Equivalente Diario (NED) es el nivel de presión acústica continuo equivalente cuando el tiempo de exposición se normaliza a una jornada de trabajo de 8 horas.

Se calcula realizando la suma de los diferentes niveles de exposición durante intervalos de tiempos distintos, de manera que el resultado es representativo de todos los niveles de ruidos medidos y los tiempos de exposición. Matemáticamente, se obtiene aplicando la ecuación: LAequ.= 10 log 1/T ( Ti10A equ./10) Que se conoce como nivel continuo equivalente de ruido (LAequ.). Sin embargo, cuando se habla de exposición laboral, se añade otro concepto que es el anterior referido a la jornada de trabajo, y se conoce como nivel continuo diario equivalente (LAequ.d), y se halla, matemáticamente, relacionando el valor anterior con las horas de exposición reales durante la jornada laboral. LAequ.d= LAequ.+ log 10 T/8 T = Horas de exposición durante la jornada laboral Este parámetro sólo se emplea en las condiciones que exige el RD en su art. 5.3 (cuando se tiene constancia de una variación significativa de la exposición al ruido entre diferentes días, comunicándose siempre a la autoridad laboral con el fin de que ésta compruebe las circunstancias motivadoras de esta actuación); en todos los demás casos, se hará uso del NED. 2.4. Nivel de pico Otro parámetro que se establece en el RD 286/2006 es el nivel de pico. Se define como el valor máximo de presión acústica instantánea en dB (sin ponderación de frecuencia). El medidor de nivel de pico va incorporado en los equipos de medición de ruido. Según el RD, el límite en cuanto a nivel de pico se encuentra en 140 dB. 2.5. Instrumentos de medición y condiciones de aplicación Los equipos utilizados para medir el nivel equivalente de exposición y poder luego evaluar la situación son los siguientes: Sonómetro: mide niveles de presión acústica en decibelios (A, C, lineales, etc.). Según el RD 286/2006, sólo puede utilizarse para medir niveles de presión acústica ponderado “A” del ruido estable (con diferencias entre los valores máximos y mínimos de presión acústica, menores de 5 dB(A)). Deben ajustarse a la norma UNE-EN 60651:1996 para instrumentos de “clase 2” y han de contar con la característica de tiempo lenta y ponderación A. Sonómetro integrador: mide niveles de presión. Acústica continua equivalente ponderada “A” de cualquier tipo de ruido: como mínimo, han de cumplir las especificaciones de la norma UNE-EN 60804:1996 para instrumentos de “clase 2”. Mide ruido en puestos fijos. Dosímetro: proporciona el valor de la cantidad de ruido existente en un tiempo determinado. El porcentaje de dosis que se lee con este instrumento se convertirá, mediante una fórmula, en dB(A) a nivel diario equivalente, y será aplicable a todo tipo de ruidos, deberán seguir las especificaciones técnicas mínimas establecidas por las dos normas anteriores. Mide ruido en puestos fijos y móviles.

III. EFECTOS DEL RUIDO Podemos clasificar los efectos patológicos del ruido en tres grandes grupos: Efectos psicológicos. Se manifiestan por el fastidio que puede causar un ruido intenso o no, que produce irritación, haciendo disminuir la concentración y la eficacia en el trabajo. Efectos producidos por el encubrimiento y enmarcaramiento de situaciones peligrosas. De un sonido por otro más intenso; resulta peligroso en el ambiente laboral, encubrir instrucciones o avisos de advertencia con ruidos de máquinas, ya que pueden causar accidentes. Efectos patológicos. Exigen una clasificación en cuanto a su génesis. En primer lugar, conviene distinguir entre efectos no auditivos y auditivos: Efectos no auditivos Respiratorios: aumento de la frecuencia respiratoria que vuelve a la normalidad cuando cesa la exposición. Cardiovasculares: aumento de la tensión arterial y arteriosclerosis. Digestivos: aumento en la incidencia de úlceras gastroduodenales y aumento de la acidez. Visuales: alteraciones de la agudeza visual, campo visual y visión cromática. Endocrinos: modificaciones en el funcionamiento de diversas glándulas como hipófisis, tiroides, suprarrenales, etc. Sobre el sistema nervioso: alteraciones en el electro-encefalograma, trastornos del sueño, cansancio, irritabilidad, inquietud e inapetencia sexual. Tiene especial importancia el efecto del ruido de disminuir el grado de atención y aumentar el tiempo de reacción, con lo que se favorecen los accidentes de trabajo. Efectos auditivos En los agudos, destaca el conocido como blast auditivo o trauma sonoro, producto de la exposición a un ruido ocasional aislado de gran intensidad (disparos, explosiones, etc.), capaz por sí sólo de producir un daño auditivo irreparable con aparición de sordera brusca que se acompaña de acúfenos; constituye un típico accidente de trabajo. En los crónicos, destacan: Fatiga auditiva Producto de la exposición continuada a ruidos de intensidad notable que ocasionan elevación del umbral auditivo. Constituye un fallo funcional por exceso de estímulo. Se considerará fatiga fisiológica si se recupera antes de 24 horas pero teniendo en cuenta que el trabajador debe volver a exponerse al ruido todos los días; si la fatiga no se recupera en ese período, la recuperación total es casi imposible. La fatiga se entiende como un fenómeno normal de carácter defensivo y recuperable. Basándose en este criterio, se pueden hacer pruebas específicas para detectar a los trabajadores que presentan fatiga precoz. Trauma sonoro precoz

Este concepto explica la lesión permanente que se produce entre las frecuencias de 4.000 Hz a 6.000 Hz debido a la exposición prolongada al ruido en el medio laboral. Detectando el trauma sonoro precoz y tomando las medidas oportunas, podremos evitar la sordera en la persona que lo padezca. Su detección y advertencia se considera un argumento de gran importancia preventiva y se utiliza como tal para evitar las sorderas que pueden aparecer si se deja evolucionar sin adoptar medidas de educación sanitaria y de seguridad en el trabajo. En concreto, no deben consumirse fármacos ototóxicos y debe asegurarse el uso de protección auditiva en caso de persistir la exposición al ruido laboral. Sordera profesional Se entiende como la existencia de hipoacusias (disminución de la agudeza auditiva) de percepción, conversacionales...


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