Tema 2. Alfonsina Storni PDF

Title Tema 2. Alfonsina Storni
Course Literatura hispanoamericana II
Institution Universidad de Murcia
Pages 14
File Size 164.7 KB
File Type PDF
Total Downloads 21
Total Views 129

Summary

Tema de Alfonsina Storni con poemas comentados en las clases prácticas y teóricas de Literatura Hispanoamericana II....


Description

TEMA 2. LA POESÍA SIMBOLISTA Y SENTIMENTAL DE ALFONSINA STORNI VIDA Alfonsina Storni (1892-1938) representa una figura indispensable en la poesía latinoamericana de la primera mitad del siglo XX. Su obra, inscrita en un clima intelectual y creativo de gran intensidad, cuenta con influencias decisivas como la de Horacio Quiroga o Gabriela Mistral, para conformar una biografía vital y literaria única. Tuvo una relación muy particular con sus padres, especialmente con su madre. El padre era una figura muy tormentosa, era alcohólico y su relación con él fue difícil. La relación con su madre es muy particular puesto que la admiraba, en el poemario Ocre encontramos el poema «Palabras a mi madre», en este poema también aparece la figura del albatros, de los grandes pájaros. «Palabras a mi madre» No las grandes verdades yo te pregunto, que no las contestarías; solamente investigo si, cuando me gestaste, fue la luna testigo, por los oscuros patios en flor, paseándose. Y sí , cuando en tu seno de fervores latinos, yo escuchando dormía, un ronco mar sonoro te adormeció las noches, y miraste en el oro del crepúsculo, hundirse los pájaros marinos. Porque mi alma es toda fantástica, viajera y la envuelve una nube de locura ligera cuando la luna nueva sube al cielo azulino. Y gusta si el mar abre sus fuertes pebeteros. Arrullada en un claro cantar de marineros mirar las grandes aves que pasan sin destino. (Ocre, 1925) Como vemos, no hace grandes preguntas. Aparecen los sentidos, las sensaciones, se construye un paisaje poético. Toda esta poesía, seguramente, procede de su madre. A lo largo de su carrera Alfonsina se encarga de ponerle voz a su madre, a una mujer que no ha podido expresarse, de ahí parte del tinte feminista de la autora. POETA EN BUENOS AIRES Al terminar el año de 1911, decide trasladarse a Buenos Aires. El nacimiento de su hijo Alejandro, cuyo padre se desconoce, en 1912 define en su vida una actitud de mujer que se enfrenta sola a sus decisiones, tuvo que luchar por sacar adelante a su hijo y contra los prejuicios por ser madre soltera. Su primer poemario es La inquietud del rosal (1916), donde aparecen el ámbito vegetal y el motivo de la rosa. En junio de 1916, aparece en Mundo Argentino un poema titulado «Versos otoñales». Aunque los versos son apenas aceptables, sorprende su capacidad de mirarse por dentro, que por entonces no era común en los poetas de su generación.

«Versos otoñales» Al mirar mis mejillas, que ayer estaban rojas he sentido el otoño; sus achaques de viejo me han llenado de miedo; me ha contado el espejo que nieva en mis cabellos mientras caen las hojas. COMIENZOS DE SU ANDADURA EN LA POESÍA Casi podemos decir que parte de Rubén Darío. Se observan muy claramente los ecos de un gran poeta del Romanticismo español, Gustavo Adolfo Bécquer. De este modo, podría decirse que sus huellas son del tardorromanticismo y el postmodernismo. En 1918 publica El dulce daño, comienzan sus visitas a la ciudad de Montevideo donde frecuenta a sus amigos uruguayos, como Juana de Ibarbourou. En 1919, Amado Nervo llega a la Argentina como embajador de su país y frecuenta las mismas reuniones que Alfonsina, vinculada a lo mejor de la vanguardia novecentista como José Enrique Rodó ⸺ambos escribían en la misma revista⸺, Julio Herrera o Manuel Ugarte, cuya amistad le llegó a Alfonsina junto con la de José Ingenieros. Asimismo, mantuvo una relación interesante con el escritor uruguayo Horacio Quiroga. Quiroga y Storni tuvieron vidas parecidas, mantuvieron una relación entre la amistad y el amor, entre ellos hubo mucha compenetración e identidad de almas. Horacio se suicida en 1937 y un año después se suicidará también Alfonsina. En 1924, se publica el primer manifiesto surrealista de André Breton que produjo una verdadera revolución artística, un año después, Alfonsina muestra su interés por el Surrealismo, busca efectos visuales y estructuras geométricas cercanos al cubismo. Hay rasgos expresionistas, agresivos, de la realidad mediante procedimientos, metáforas y símbolos que pueden resultar incluso desagradables. En 1925, publica Ocre, este libro marca un cambio decisivo en su poesía, significó un cambio del prerromanticismo a las vanguardias. Se va acercando a unos usos más vanguardistas, seguramente debido al manifiesto surrealista del año anterior, busca efectos visuales con rasgos de visión violenta de la realidad mediante metáforas que pueden resultar, incluso, repulsivas. EL FINAL Hacia mitad de 1938 apareció Mascarilla y trébol y una antología poética con sus poemas preferidos. Los meses que siguen fueron de incertidumbre y temor por el cáncer de mama que le habían diagnosticado. El 23 de octubre viajó a Mar del Plata y hacia la una de la madrugada del martes 25 Alfonsina abandonó su habitación y se dirigió al mar. Esa mañana, dos obreros descubrieron el cadáver en la playa. A la tarde, los diarios titulaban sus ediciones con la noticia: «Ha muerto trágicamente Alfonsina Storni, gran poetisa de América». ESTILO E INFLUENCIAS En el reciente libro Poetas hispanoamericanas contemporáneas (2021) aparece el concepto de las nuevas fundadoras de la poesía hispanoamericana. Dentro de la sección de poética y metapoética aparece «Entre un par de maletas a medio abrir y la manecilla del reloj», que nos sirve para cerrar el tema biográfico desde el punto de vista de la biografía literaria, cómo un autor va construyendo su personalidad y estilo: sentimental, sensible, sensitiva.

Rubén Darío marcó un antes y un después en la poesía hispánica, a través de un deseo de modernizar la expresión poética española atravesada por el influjo francés de los simbolistas, también están los ecos de la poesía latina y la europea en general. Se propuso transformar la sonoridad, expresividad, consonancia y estilo. En mi jardín se vio una estatua bella; se juzgó mármol y era carne viva; una alma joven habitaba en ella, sentimental, sensible, sensitiva. Esta estrofa aparece en un bello poema titulado «Cantos de vida y esperanza», del poemario homónimo, y contiene las señas de identidad del Modernismo, estatua bella juzgada de mármol, el Modernismo también se juzgó como algo frío, sin embargo, dice que no era de mármol sino de carne viva. Vemos el movimiento modernista alegorizado en la estatua del jardín rubeniano, de carne viva, carnal, sensual y que respira. No es una construcción alejada de la realidad, no es solo un proyecto estético, sino que enraíza con lo más humano, aparte de bella y viva era un alma joven. El movimiento modernista se caracteriza por la jovialidad, la vehemencia, la fuerza, el deseo de comprometerse con la vida, con lo que está por vivir, el Modernismo es siempre la ilusión de un comienzo. Luego, introduce tres epítetos característicos que suponen un verso eje del Modernismo, con aliteración de la consonante sonora ‘s’: «[…], sentimental, sensible, sensitiva». ˗ ˗ ˗

Sentimental: mundo de los sentimientos. Sensible: mundo de los sentidos. Sensitiva: mundo de las sensaciones.

El Simbolismo rompe la relación entre el más allá y el más acá, con el yo trascendental del Romanticismo. El Modernismo se queda en el mundo empírico de la realidad, cualidades no vinculadas al más allá sino al más acá, y para que el poeta pueda sobrevivir debe ser bello, excelso. Esta triada nos permite identificar a Alfonsina Storni, pues tenía la poesía modernista de Darío como referente. Alfonsina Storni es una poeta de sentimientos, de sentidos y de sensaciones. En «Entre un par de maletas a medio abrir y la manecilla del reloj que no para de pasar» evoca su amor a la poesía y la imagen de sí misma. Habla de escribir para no morir, la escritura por necesidad, poema necesario nacido de la verdadera necesidad de ser dicho, la poesía como fuente de oxígeno para seguir respirando. Hay un poema que aparece en Irremediablemente donde vemos la conexión con su madre, realiza el deseo de liberación que sentía su madre, un anhelo de desanudarse de la tradición familiar del silencio, de la sumisión, le dio voz al silencio de su madre dándole voz al silencio de muchas mujeres que les ocurría lo que a su madre. Hay una conjunción del tema familiar de la madre con el tema feminista. En Ocre, reproduce unos versos de un poema que constituye una advertencia de la mujer al hombre: «estate atento, empiezo a madurar». ¿QUÉ PIENSA DEL POETA? El poeta es como una antena que conecta lo que sucede fuera de él, capta las ondas más remotas y es capaz de convertirlas en sonido, es una antena radiofónica de una gran sutileza. Esta capacidad de percepción es lo que le convierte en un ser exquisito, pero marginal, recibe voces que traduce, es

el verbalizador de aquello que siente y percibe, que ejemplifica con un antisoneto que nos lleva al poeta en la ciudad. El nacimiento del poema es el conjunto de sensaciones que tiene que ver con la exquisitez sensitiva. El poeta crea a partir de lo que percibe, transforma en imágenes interrelacionadas y responde a lo que percibe y siente. Nos introducimos en el paisaje a través de su mirada y sentidos. Todo esto está relacionado con la tradición simbolista y modernista. En su poesía aparece la contraposición entre la expresión del mundo natural (mar, aves marinas, belleza de los árboles) frente a la vida urbana, el poeta en la ciudad que ya estaba en Baudelaire. Sentimiento de hostilidad de la ciudad grande que empequeñece al ser humano, las calles de Buenos Aires son la expresión de una vida trepidante donde la gente no tiene tiempo ni de mirarse a los ojos. Alfonsina Storni constituye el tránsito entre el último modernismo y la primera vanguardia, sin poder identificarla con ninguna de las dos. OBRAS 



 

  



 

El dulce daño (1918), encontramos un oxímoron, la contraposición entre la semántica del sustantivo y del adjetivo que lo acompaña, los poetas místicos recurren a la paradoja. Dentro de este poemario encontramos varios poemas recurrentes: «Sábado», «Dos palabras», «Tú me quieres blanca», «¿Qué diría?» y «Oveja descarriada». Languidez (1920), con poemas como «La caricia perdida», «Languidez», «Carta lírica a otra mujer», «Rosales de suburbio» y «El obrero». En este libro encontramos una voz propia que lucha por imponerse frente a la voz femenina patriarcal característica de la poesía amatoria. Irremediablemente (1921), habla de ese fatalismo que siempre la persigue. Varios poemas: «Hombre pequeñito», «Veinte siglos» y «Frente al mar». Ocre (1925), donde encontramos unos usos más cercanos al lenguaje vanguardista. Con poemas como «Cara copiada» o «Versos a la tristeza de Buenos Aires». Esa necesidad de encontrar al alma gemela. El poeta como una antena, es una conexión con lo que sucede fuera de él, es capaz de captar las ondas y convertirlas en sonido, percibe más allá de lo que perciben el resto de mortales. El poeta recibe voces que traduce, es el verbalizador de aquello que siente. El amo del mundo (1927), obra que solo estuvo tres días en escena, aborda temas interesantes como el papel de la mujer, todo ello muy ligado a términos “feministas”. Poemas de amor (1926), prestando atención a los poemas «XVI» y «XL», es la única obra donde predomina la prosa poética. Mundo de siete pozos (1934): «Agrio está el mundo», «Uno», «Yo en el fondo del mar», «Calle» y «Selvas de ciudad». Ya instalada en la estética vanguardista, ensaya el antisoneto y el verso libre, la primera persona y la descripción impersonal. En sus temas prevalece la sonoridad de la naturaleza por sobre la ciudad, lo que produce un juego paradójico entre el silencio y la palabra, con ciertos elementos simbolistas. Mascarilla y trébol (1938), con poemas como «A Eros» y «El hijo». En esta obra se nos da una visión pesimista y desengañada del mundo y del ser humano, aquí encontramos constantes menciones a la muerte, lo que en cierta manera anticipa el final, el testamento. Diario La Nación (1938), con el poema «Voy a dormir» donde se despide de su público y del mundo. Antología poética, reúne sus poemas preferidos. También publicará alguna novela corta, cuentos y teatro.

COMENTARIO DE TEXTOS POÉTICOS LA INQUIETUD DEL ROSAL (1916) «La loba» A la memoria de mi desdichada amiga J. C. P. porque este fue su verbo. Yo soy como la loba. Quebré con el rebaño y me fui a la montaña fatigada del llano. Yo tengo un hijo fruto del amor, de amor sin ley, que no pude ser como las otras, casta de buey con yugo al cuello; ¡libre se eleve mi cabeza! yo quiero con mis manos apartar la maleza. Mirad cómo se ríen y cómo me señalan porque lo digo así: (Las ovejitas balan porque ven que una loba ha entrado en el corral y saben que las lobas vienen del matorral). ¡Pobrecitas y mansas ovejas del rebaño! No temáis a la loba, ella no os hará daño. Pero tampoco riais, que sus dientes son finos ¡y en el bosque aprendieron sus manejos felinos! No os robará la loba al pastor, no os inquietéis; yo sé que alguien lo dijo y vosotras lo creéis pero sin fundamento, que no sabe robar esa loba; ¡sus dientes son armas de matar! Ha entrado en el corral porque sí, porque gusta de ver cómo al llegar el rebaño se asusta, y cómo disimula con risas su temor bosquejando en el gesto un extraño escozor... Id si acaso podéis frente a frente a la loba y robadle el cachorro; no vayáis en la boba conjunción de un rebaño ni llevéis un pastor... ¡Id solas! ¡Fuerza a fuerza oponed el valor! Ovejitas, mostradme los dientes. ¡Qué pequeños! No podréis, pobrecitas, caminar sin los dueños por la montaña abrupta, que si el tigre os acecha no sabréis defenderos, moriréis en la brecha. Yo soy como la loba. Ando sola y me río del rebaño. El sustento me lo gano y es mío

donde quiera que sea, que yo tengo una mano que sabe trabajar y un cerebro que es sano. La que pueda seguirme que se venga conmigo. Pero yo estoy de pie, de frente al enemigo, la vida, y no temo su arrebato fatal porque tengo en la mano siempre pronto un puñal. El hijo y después yo y después... ¡lo que sea! Aquello que me llame más pronto a la pelea. A veces la ilusión de un capullo de amor que yo sé malograr antes que se haga flor. Yo soy como la loba, quebré con el rebaño y me fui a la montaña fatigada del llano. Contrapone la loba al cordero y tiene aire de fábula, de mítico, como en el Romanticismo. «Yo tengo un hijo fruto del amor, de amor sin ley, […]»: Amor vs. Ley (madre soltera). Se trata de un poema con tintes autobiográficos, donde proclama rasgos característicos de su poesía, poesía llana y simbólica, la mujer libre frente a la adocenada, que busca defender el fruto de amor sin ley que proclama desde el primer verso. Frente al diente pequeñito de las mujeres cordero que no van a saber enfrentarse a los tigres, proclama su valor y fiereza. Elegancia modernista, versos que buscan sonoridad, rimas consonantes, belleza formal, introduce en el Modernismo un tema nuevo: la defensa de la mujer en un mundo hostil, adverso. IRREMEDIABLMENTE (1918) «Hombre pequeñito» Hombre pequeñito, hombre pequeñito, Suelta a tu canario que quiere volar... Yo soy el canario, hombre pequeñito, déjame saltar. Estuve en tu jaula, hombre pequeñito, hombre pequeñito que jaula me das. Digo pequeñito porque no me entiendes, ni me entenderás. Tampoco te entiendo, pero mientras tanto ábreme la jaula que quiero escapar; hombre pequeñito, te amé media hora, no me pidas más.

Recuerda al «Hombres necios que acusáis a la mujer sin razón, […]» de sor Juana Inés de la Cruz. Lenguaje oral, popular, que recuerda a la poesía infantil. El esquema temático es la jaula y la liberación de la jaula, el amor se ha convertido en una jaula, ella se metaforiza como el canario, que canta bellamente, pero decide y pide salir de la jaula. Cuando se plantea una conversación con ese hombre le dice «no me entiendes, ni me entenderás». En cuanto a su estructura externa, nos encontramos con tres estrofas de cuatro versos, versos dodecasílabos, más propio de la poesía francesa, pero, al mismo tiempo, cada estrofa cierra con un verso de arte menor, que es como el pie quebrado que utiliza Jorge Manrique en sus Coplas, homenaje a la tradición poética castellana. «Veinte siglos» Para decirte, amor, que te deseo, sin los rubores falsos del instinto. Estuve atada como Prometeo, pero una tarde me salí del cinto. Son veinte siglos que movió mi mano para poder decirte sin rubores: "Que la luz edifique mis amores". ¡Son veinte siglos los que alzo mi mano! Pasan las flechas sobre mis cabellos, pasan las flechas, aguzados dardos... ¡Son veinte siglos de terribles fardos! Sentí su peso al libertarme de ellos. Etapa tardorromántica, posmodernista y presencia de la tradición griega. Aquí se identifica con la figura de Prometeo. Se libera de la norma establecida de manera clara, llana y directa y siente su peso al liberarse de ella. «Frente al mar» Oh mar, enorme mar, corazón fiero de ritmo desigual, corazón malo, yo soy más blanda que ese pobre palo que se pudre en tus ondas prisionero. Oh mar, dame tu cólera tremenda, yo me pasé la vida perdonando, porque entendía, mar, yo me fui dando: “Piedad, piedad para el que más ofenda”. Vulgaridad, vulgaridad me acosa. Ah, me han comprado la ciudad y el hombre. Hazme tener tu cólera sin nombre: Ya me fatiga esta misión de rosa. ¿Ves al vulgar? Ese vulgar me apena,

me falta el aire y donde falta quedo, quisiera no entender, pero no puedo: es la vulgaridad que me envenena. Me empobrecí porque entender abruma, me empobrecí porque entender sofoca, ¡Bendecida la fuerza de la roca! Yo tengo el corazón como la espuma. Mar, yo soñaba ser como tú eres, allá en las tardes que la vida mía bajo las horas cálidas se abría… Ah, yo soñaba ser como tú eres. Mírame aquí, pequeña, miserable, todo dolor me vence, todo sueño;

mar, dame, dame el inefable empeño de tornarme soberbia, inalcanzable. Dame tu sal, tu yodo, tu fiereza, ¡Aire de mar!… ¡Oh tempestad, oh enojo! Desdichada de mí, soy un abrojo, y muero, mar, sucumbo en mi pobreza.

Ah, la ciudad la pudre y equivoca pequeña vida que dolor provoca, ¡que pueda libertarme de su peso! Vuele mi empeño, mi esperanza vuele… La vida mía debió ser horrible, debió ser una arteria incontenible y apenas es cicatriz que siempre duele.

Y el alma mía es como el mar, es eso. ˗ ˗ ˗ ˗ ˗

«Ah, me han comprado la ciudad y el hombre»: poeta en la ciudad y hombre como metonimia de sociedad y normas que no la dejan prosperar ni le dan oportunidad. «Ya me fatiga esta misión de rosa»: papel de mujer. «Me empobrecí porque entender abruma, […]»: se siente pequeña, indefensa, empobrecida. «Vuele mi empeño, mi esperanza vuele…»: Epístola moral a Fabio. «[…] debió ser una arteria incontenible y apenas es cicatriz que siempre duele»: imagen potente, tono desencantado y desengañado; no se siente vencida del todo, pero si apreciamos el desamparo del yo poético.

Hace uso del apóstrofe, se dirige al tú, también visto en «Veinte siglos» y «A Eros». Interesante la influencia de Rubén Darío. El tema del abrojo, planta pequeña que apenas sobresale del suelo, se siente como una mala hierba, al final se aprecia un tono clásico. Poesía aparentemente sencilla que guarda gran complejidad. Aparece el campo semántico de lo corpóreo, que tiene mucha importancia en la poesía de Storni, metáforas corporales que aluden a lo torrencial del mar y al dolor constante del yo poético. Se establece una antítesis entre el mar y el yo poético. Desea la fuerza del mar, ella es débil, tiene el corazón como la espuma, debilidad. No hace una composición estrófica cerrada, les da libertad a sus versos. Se enfrenta con el mar, pero al mismo tiempo es el tú poético al que se dirige, poesía conversacional y dialógica, constante en su trayectoria poética. LANGUIDEZ (1920) «La caricia perdida» Se me va de los dedos la caricia sin causa, se me va de los dedos... En el viento, al pasar, la caricia que vaga sin destino ni objeto, la caricia perdida ¿quién la recogerá? Pude amar esta noche con piedad infinita, pude amar al primero que acertara a llegar. Nadie llega. Están solos los floridos senderos. La caricia perdida, rodará... rodará... Si en los ojos te besan esta noche, viajero, si estremece las ramas un dulce suspirar, si te oprime los dedos una mano pequeña

que te toma y te deja, que te logra y se va. S...


Similar Free PDFs