TEMA 5. Segunda Infancia (3 a 6 años) PDF

Title TEMA 5. Segunda Infancia (3 a 6 años)
Author Pablo Rodero
Course Psicología Del Desarrollo
Institution Universidad Pontificia de Salamanca
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Tema 5: Desarrollo psicológico en la Segunda Infancia (3-6 años)

TEMA 5: DESARROLLO PSICOLÓGICO EN LA SEGUNDA INFANCIA (3-6 AÑOS)

CONTENIDOS BÁSICOS. 5.1. Aspectos generales del Desarrollo en la 2ª infancia (3-6 años). 5.2. Desarrollo psicomotriz en la 2ª infancia. 5.3. Desarrollo de la comunicación y el lenguaje en la 2ª infancia. 5.4. Desarrollo cognitivo en la 2ª infancia. 5.5. Desarrollo afectivo y de la personalidad en la 2ª infancia. 5.6. Desarrollo moral y social en la 2ª infancia.

5.1. ASPECTOS GENERALES DEL DESARROLLO EN LA 2ª INFANCIA (3-6 AÑOS) 5.1.1. EL DESCUBRIMIENTO DEL YO La segunda infancia se inicia con el descubrimiento del YO. Este descubrimiento incluye tanto el yo corporal como el yo psicológico, pues el niño comienza a descubrir su mundo interior. En la primera infancia (0–3 años), el niño no diferenciaba apenas entre el yo y el mundo que le rodeaba, ya que no podía diferenciarse él mismo, de las otras personas y de las cosas, pues su cuerpo y el mundo constituían un todo integral. En cambio, en esta etapa (3-6 años) comienza la diferenciación entre el “yo” del niño y las cosas y personas que le rodean.

El descubrimiento del YO en la segunda infancia se debe a estos factores: 

La maduración neuropsicológica del cerebro, que hace posible que el niño, tenga mayores posibilidades de desarrollo psicomotor y desarrollo lingüístico, a la vez que se van activando los procesos motores – sensoriales y perceptivos.



A su vez, la maduración neuropsicológica facilita el desarrollo de las capacidades de comunicación, ideación, etc., que le proporcionan un aumento de la comprensión del entorno y de la comunicación con las personas.



Debido a estas capacidades el niño va realizando diferentes aprendizajes mediante el ensayo–error, la imitación y el entrenamiento de sus procesos psicológicos básicos.

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Tema 5: Desarrollo psicológico en la Segunda Infancia (3-6 años) Los factores señalados van propiciando la separación del YO infantil del no YO, y se produce el paso de la “fase del subjetivismo” (también llamada “fase egocósmica”), a una “fase de diferenciación” entre el niño como sujeto y el mundo que le rodea. Las consecuencias de este proceso de disgregación se manifiestan de la forma siguiente: 

Mediante la autoafirmación del niño, expresada a través de la negación y oposición a todo. La palabra más utilizada en esta fase es: “no”. Esta situación suele crear dificultades entre padres y educadores, ante las rabietas reiteradas de los niños y puede ser descrita como un complejo de tipo afectivo–volitivo (afecto y voluntad) típica de la segunda infancia, que irá desapareciendo con el tiempo.



Mediante la tendencia a situarse en el centro del universo que ha descubierto. Esta actitud es el carácter mental, pues su estructura mental es de tipo “egocéntrico”, todo gira en torno a él. El egocentrismo es una de las características fundamentales de la segunda infancia (por ejemplo, “el cielo es azul porque a mí me gusta azul”).

Cronológicamente esta etapa (3 –6 años) se corresponde con el segundo ciclo educativo de la Educación Infantil. Las áreas curriculares de este periodo inicial en la escolarización de los niños giran fundamentalmente en torno a las características evolutivas señaladas. Y por eso, se entiende mejor que las áreas Curriculares de la Educación Infantil sean: 

Identidad y Autonomía



Conocimiento del medio físico y social



Comunicación y representación.

Mediante estas áreas de desarrollo y aprendizajes el niño va adquiriendo una imagen positiva de sí mismo a medida que va logrando habilidades para la autonomía. Igualmente, el conocimiento del medio físico y social que le rodea en su vida diaria, las posibilidades de relacionarse mediante el lenguaje, la expresión corporal y gestual, las grafías, el dibujo, el mundo de la fantasía, los cuentos y los juegos, van configurando su identidad mediante múltiples aprendizajes, que se van contextualizando tanto en la vida de la familia como de la escuela. 5.1.2. INTERESES DOMINANTES EN LA SEGUNDA INFANCIA (3-6 AÑOS) En la etapa anterior, los intereses eran fundamentalmente de tipo sensorial y motor: la marcha y los diferentes tipos de desplazamientos para el descubrimiento del espacio inmediato, la manipulación de los objetos, el placer de emitir sonidos y palabras con significado, el juego sensoriomotor, etc. se prolongan en la segunda infancia y alcanzan un amplio desarrollo. La autonomía que ha ido alcanzando como consecuencia de su desarrollo psicomotor y el aumento de su repertorio lingüístico, son dos instrumentos esenciales para que cada niño pueda en estos años explorar, actuar, descubrir experiencias nuevas en el mundo que vive. La sorpresa, la duda, la admiración y el interés por conocer y manipular se manifiestan en los reiterados ¿por qué? y ¿para qué? de las cosas. A este tipo de intereses se añaden en esta etapa los denominados intereses subjetivos. Piaget afirma que el niño impregna de subjetivismo y egocentrismo cualquier respuesta que se formule sobre las cosas. En estos años todo niño encuentra siempre una respuesta para todas las cuestiones, ya que al situarse de forma continuada en el centro del universo, las cosas pueden transformarse según sus deseos y necesidades (sincretismo). El lenguaje: es otro de los intereses que predominan en la etapa. A través del lenguaje, se accede al mundo del cuento, y a los diferentes personajes del mismo, cargados de todo cuanto el niño desea tener y vivir. La fantasía es la herramienta con la cual el niño transforma todo lo que desea o se refugia en ella cuando algo de la realidad no le gusta. El juego simbólico: es una de sus actividades preferidas, ya que a través del mismo, desarrolla la imaginación y la creatividad para “transformarse” y “hacer” todo lo que desea. El juego es una de las necesidades más importantes en la vida del niño y se constituye en una de las herramientas educativas mas valiosas para que cada niño pueda ir evolucionando en el aprendizaje de cuantos procesos van construyendo su identidad personal. 2

Tema 5: Desarrollo psicológico en la Segunda Infancia (3-6 años) Finalmente respecto a los intereses fundamentales de la etapa, es preciso hacer mención a los intereses de tipo sexual, ya que en estos años comienza a descubrir su cuerpo, mediante la comparación (igualdad o diferenciación) con el cuerpo de sus padres y/o hermanos. Se inicia el proceso de tipificación sexual, que culminará en la etapa de la adolescencia. Es fundamental que los padres estén atentos a la evolución del comportamiento sexual del niño, ya que este componente conductual debe evolucionar en interacción y equilibrio con los demás componentes del desarrollo.

5.2. DESARROLLO PSICOMOTRIZ EN LA SEGUNDA INFANCIA (3 -6 AÑOS). 5.2.1. EL CUERPO, LOS ÍNDICES DE CRECIMIENTO Y EL DESARROLLO CEREBRAL1 Los cambios en las proporciones corporales son paralelos a los aumentos regulares del peso y de la estatura. De los 2 a los 6 años, los niños bien alimentados crecen un promedio de 7 cm por año y aumentan 2 kg de peso cada año. A los 6 años, el niño promedio de un país desarrollado pesa unos 21 kg y mide aproximadamente 117 cm. Los tres factores decisivos en el crecimiento son los genes, la salud y la nutrición. En cuando al desarrollo del cerebro, se sabe que comienza muy pronto y a los 2 años el cerebro pesa ya el 75 por ciento de lo que pesará de adulto. El peso del cerebro continúa aumentando tan rápido como el peso corporal del niño. Con 5 años su cerebro pesa ya el 90 por ciento del cerebro del adulto y a los 7 años ya pesa el 100 por ciento, cuando el cuerpo todavía tiene que aumentar una media de 45 kg. Pero las funciones del cerebro que nos hacen más humanos son las que se desarrollan después de la infancia, las que influyen en que el pensamiento sea más rápido, más coordinado y más reflexivo. El desarrollo cerebral no es lineal; y las funciones cerebrales no progresan exactamente a la misma edad para todos los niños. Incluso a los 6 años, algunos niños no han adquirido la madurez neurológica esperada después de años de crecimiento cerebral. Sin embargo, la mayoría de los niños de 6 años (y unos pocos de 4 y 5 años) están preparados para hacer lo siguiente: -

Quedarse sentados en un sitio durante una hora o más

-

Seguir una página impresa, moviendo los ojos de izquierda a derecha.

-

Balancear los lados del cuerpo, para saltar, galopar y dar patadas a una pelota.

-

Dibujar y escribir con una mano y copiar bien las formas y las letras

-

Escuchar y pensar antes de hablar.

-

Recordar los hechos y las instrucciones importantes por más de unos pocos segundos.

-

Expresar las emociones con lágrimas, rabia o risa, cuando surgen en momentos que no son adecuados.

5.2.2. ESQUEMA CORPORAL Y SUS COMPONENTES La adquisición del esquema corporal en el niño es una necesidad básica para la construcción de su personalidad. Se podría definir el “esquema corporal” como la imagen que las personas nos construimos progresivamente de nuestro propio cuerpo, la cual puede ser total o segmentaria en posición estática o dinámica en relación con sus partes constitutivas entre ellas, y sobre todo, en relación con el espacio y los objetos que nos rodean. La imagen de nuestro cuerpo no es ni homogénea ni constante. Por una parte, los diferentes segmentos que lo constituyen pueden a su vez tomar una importancia privilegiada, erigiéndose en figura, para refundirse posteriormente en una estructura de conjunto. Por otra 1

Berger, D. (2004). Psicología del Desarrollo. Infancia y adolescencia. Madrid: Panamericana. Cap. 8. 3

Tema 5: Desarrollo psicológico en la Segunda Infancia (3-6 años) parte, el esquema corporal es una síntesis hecha a cada instante y con caracteres diferentes en función de la acción que se emprenda. Por tanto, el esquema corporal está ligado al desarrollo psicomotor global. Dentro de este proceso evolutivo es muy importante el periodo del segundo ciclo de educación infantil y el primer ciclo de primaria, ya que en estos periodos es cuando debe formarse el esquema corporal, pues va tomando conciencia de su cuerpo gracias a las impresiones sensoriales del movimiento y, a la vez, adquiriendo conciencia del espacio que le rodea, puesto que ésta no es adquirida más que en relación a su cuerpo. Si no conoce suficientemente éste, ni el espacio, ni su derecha e izquierda, no podrá situarse bien en sí mismo, ni tampoco fuera de sí. La elaboración del esquema corporal la va realizando a través de una relación continua del yo con las cosas, el espacio y las personas. Algunos aspectos esenciales del esquema corporal son: -

Percepción y control del propio cuerpo

-

Equilibrio postural

-

Lateralidad bien definida

-

Independencia de los segmentos en relación al tronco y en relación con los otros

-

El control y el equilibrio con las pulsiones o impulso y las inhibiciones (estrechamente relacionado con la conciencia y control de la respiración)

-

Etc.

5.2.3. EVALUACIÓN DE LA LATERALIDAD E IMPLICACIONES

La preferencia en el uso de una mano más que la otra es también una tarea de largo plazo. Entre los 2 y los 7 años aproximadamente se va a consolidar esa tendencia. Por eso no es recomendable precipitarse en decir que un niño es zurdo o diestro antes de los 7 años. Para evaluar en clase de forma sencilla la tendencia en la lateralidad del niño es aconsejable ofrecerle los objetos en el centro de su eje de simetría y que en cada ocasión lo coja con la mano que desee. A veces se dan periodos de mayor empleo de una mano y posteriormente se pasa al empleo más frecuente con la otra. No obstante, conviene recordar que se puede ser zurdo o diestro tanto de mano como de pie, ojo u oído. 5.2.4. CONTROL Y DOMINIO PSICOMOTOR Las habilidades motrices globales mejoran espectacularmente al principio de la infancia, posibilitando a los niños típicos de cinco años hacer muchas cosas con gracia y habilidad. La motricidad fina necesaria para sujetar un lápiz o atarse los cordones de los zapatos mejora de una forma más gradual durante el periodo de 3 a 6 años. Muchas tareas como la escritura o el dibujo siguen siendo difíciles y con frecuencia frustrantes. A medida que el niño va creciendo el control motor va a estar regulado de modos más diversos. Cada vez el papel de las variables familiares, sociales, personales y educativas van a desempeñar un papel más importante. El autocontrol se podría definir como la capacidad para dirigir la propia conducta y adaptarse a las normas y expectativas sociales. Inicialmente las conductas de los niños están controladas desde fuera; los padres y educadores vigilan todos 4

Tema 5: Desarrollo psicológico en la Segunda Infancia (3-6 años) sus pasos y les indican constantemente cómo deben comportarse. Conforme los niños crecen, dependen menos del control externo y son más capaces de enjuiciar las normas y de regular su comportamiento. El centro de control de la conducta pasa paulatinamente a ser interno. Este proceso de internalización supone la adopción de las normas, los criterios y las expectativas sociales como parte de los propios valores.

El autocontrol requiere que el niño conozca las normas y exigencias del medio y que las adopte e internalice, para que pueda comportarse de acuerdo con ellas. Los niños, en contacto con los demás, aprenden formas de canalizar y potenciar los comportamientos y sentimientos que su entorno cultural considera apropiados. En el seno familiar, el proceso de internalización por parte del niño se ve influido por los estilos de crianza, por los apoyos y afecto que recibe y por el sistema de premios y castigos. Los padres muy restrictivos ejercen un control externo muy severo que impide el desarrollo de mecanismos de control interno en el niño. Por el contrario, los padres “democráticos” favorecen el autocontrol, al utilizar una disciplina inductiva2, que es la más apropiada para enseñar a los niños a autorregularse su conducta. Las personas más eficientes en el cuidado de los niños y en su socialización son cálidas, sensibles, con capacidad de respuesta a sus demandas y con autoridad (que no es lo mismo que autoritarismo).

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Según López, F. Desarrollo personal-social en el ámbito familiar. http://www.aidex.es/publicaciones/jorn-cc/cc-08.pdf La disciplina inductiva se caracteriza por los siguientes criterios: - Las normas se basan en razones y se consensúan entre quien manda y quien tiene que obedecer. En todo caso tienen una justificación conocida por la autoridad. Por tanto se conocen las razones de las normas, a diferencia de la disciplina autoritaria. - Las normas se razonan cuando se exigen. La autoridad las explica de la forma más didáctica posible. En esto también se distingue de la disciplina autoritaria. - Las razones que se dan intentan poner de manifiesto el interés de la norma para el que tiene que obedecerla, no para el que la impone. (En esto se diferencia del chantaje emocional que se caracteriza porque las razones se dan en función de quién pone la norma) - La autoridad está dispuesta a cambiar la norma si hay buenas razones para ello. - Quien obedece tiene derecho a discutir la norma y las razones en que se basa. Debe ser escuchado y puede hacer cambiar de opinión a quien tiene autoridad. - Autoridad y persona que obedece pueden y deben apelar a la coherencia, de forma que las normas tengan cierto grado de estabilidad. Esto permite que sean conocidas y predecibles de manera que no se estén en continua discusión. - La autoridad y quien obedece reconocen que finalmente, en el caso de la relación entre padres-hijos menores hay una asimetría que debe ser respetada. La norma no es el resultado de una pura negociación, sino que los padres tienen la responsabilidad de proteger a los hijos y satisfacer sus necesidades. Si después de todo el proceso de disciplina inductiva no hay consenso, los padres deben asumir la responsabilidad de exigir el cumplimiento de la norma que ellos consideran justa. La disciplina inductiva reconoce que finalmente la relación padres-hijos es necesariamente asimétrica y que los padres no deben perder el control, si desean cumplir su función protectora y educadora. En esto se distingue de las formas educativas que renuncian a las exigencias y a la disciplina. - El proceso de socialización en las normas va haciendo cada vez más autónomo a los niños, ya que van asimilando las razones de las normas y autocontrolando su conducta. A lo largo del proceso, deben participar cada vez más en la elaboración de las normas y las razones que las justifican o las hacen criticables, e incluso en el cambio de las mismas. El final deseable de la disciplina inductiva es el que cada persona construya su autonomía moral. Todas las estrategias de la disciplina inductiva están orientadas a que los niños tengan que dejar de obedecer a los adultos, construyendo sus propios valores y aprendiendo a tener conductas coherentes con ellos. 5

Tema 5: Desarrollo psicológico en la Segunda Infancia (3-6 años)

5.3. DESARROLLO DE LA COMUNICACIÓN Y EL LENGUAJE EN LA 2ª INFANCIA (3-6 AÑOS)

Aunque en el tema 4 ya se han expuesto los diferentes elementos y etapas del desarrollo de la comunicación y del lenguaje a nivel fonológico, léxico-semántico y morfosintáctico, extendiéndose en el tiempo hasta el 2º ciclo de infantil (3-6 años), en este apartado vamos a completar dicha exposición con otros elementos específicos de este periodo. 5.3.1. AUMENTANDO PALABRAS, AUNQUE SEA CON ERRORES. Los niños de 2º ciclo de infantil necesitan aumentar su vocabulario aunque sea con errores. Muchas veces quieren decir cosas pero no conocen la palabra exacta, así que la inventan. Usan sustantivos en lugar de verbos (p.ej. Mami, lapízalo) o bien se inventan sustantivos a partir de los verbos que expresan acciones conocidas por ellos (p.ej. Quiero un pego –una pegatina-). Al menos hasta los 3 años tienen dificultades con los pronombres. Por ejemplo, un niño quizás diga “me necesito dormir” en vez de “necesito dormirme”. Aunque se corrijan, estos errores persisten hasta los 4 ó 5 años, e incluso por más tiempo.

5.3.2. LA INFLUENCIA DE LOS PADRES EN EL USO DEL LENGUAJE. Los adultos hacemos preguntas a los niños para verificar su comprensión, ampliar su repertorio de expresiones orales y para que hagan un uso ritual del habla relacionada con el juego. A menudo el adulto habla por el niño, expresando sus deseos, necesidades y acciones en el lenguaje correcto. Cuando los progenitores hablan con sus hijos no les comunican tan solo palabras oraciones y sintaxis. Muestran la manera en que se expresan los pensamientos y se intercambian las ideas, además de las percepciones y los sentimientos. Como estrategias básicas para que los padres estimulen el lenguaje de los niños en esta etapa destacamos el leerles libros con ilustraciones, y el hacerles con frecuencia preguntas abiertas que les estimulen a participar verbalmente sobre la historia, y que cuente lo que quiera contar. 5.3.3. CONVERSACIONES DE LOS NIÑOS Sus conversaciones, no son una secuencia de palabras sin más, sino que suelen ajustarse a ciertos patrones de supervisión y mejora del lenguaje. Las conversaciones de los niños de 2º ciclo de infantil no suele ser fluida. En ocasiones se producen monólogos colectivos, hablando cada uno de ellos de temas diferentes sin conexión entre ellos, y a veces... al mismo tiempo. Van aprendiendo poco a poco que es mejor respetar turnos, y no interrumpir, aunque ésta será una tarea ardua y difícil de aprender, y con frecuencia se extenderá hasta la educación primaria. Y cuando hablan del mismo tema, se detendrán de repente para verificar que el interlocutor esté escuchándolos. Hacen pausas, repiten frases y se corrigen a sí mismos. Aún así, en e...


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