Tema5 Geo Espñ - Apuntes de Geografía de España Tema V: Los archipiélagos Balear y Canario PDF

Title Tema5 Geo Espñ - Apuntes de Geografía de España Tema V: Los archipiélagos Balear y Canario
Author Juan Fran Santos Román
Course Geografía de España
Institution UNED
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Apuntes de Geografía de España
Tema V: Los archipiélagos Balear y Canario...


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TEMA 5. LOS ARCHIPIÉLAGOS BALEAR Y CANARIO 1. LAS ISLAS BALEARES Las Islas Baleares forman un archipiélago con 5.014 km 2 de extensión y constituyen la comunidad autónoma más pequeña del Estado por un escaso margen frente a La Rioja (5.034 km2). Aunque son muchas las islas que lo integran, sólo destacan realmente cinco: Mallorca, Menorca, Ibiza, Formentera y Cabrera. Se sitúan en el Mediterráneo occidental frente a las costas levantinas de las que geológicamente son una continuación. Todo el archipiélago, excepto Menoría, alarga hacia el noreste las estribaciones subbéticas que se detienen bruscamente en el cabo de la Nao. Ibiza se halla a la misma distancia de Mallorca que de la costa alicantina (80-90 km) con la que todo el archipiélago, como un solo bloque, permaneció unido hasta finales del Terciario (Plioceno). Al iniciarse el Cuaternario los últimos movimientos distensivos de la orogenia alpina, que afectaron a todas las cosas mediterráneas, hicieron surgir las diferentes islas a la vez que se hundía el vínculo de éstas con la Península. El origen del archipiélago se halla en el geosinclinal de Tethys donde los sedimentos secundarios se depositan sobre los materiales paleozoicos, que luego aflorarán sólo en Menorca debido a los empujes de la orogenia alpina, por lo que los materiales más antiguos corresponden al Silúrico menorquín. En ésta y en las demás islas aparecen las series mesozoicas, terciarias y cuaternarias. La orientación general del relieve es de suroeste a noreste siguiendo las directrices béticas y el modelado más espectacular y agresivo tiene como base las calizas jurásicas. El archipiélago se puede dividir en tres unidades de relieve: Mallorca-Conejera-Cabrera, Ibiza-Formentera y Menorca. 1.1.Mallorca, Conejera y Cabrera Mallorca es la mayor de las islas pues supone el 72% de toda la superficie balear, y en ella se distinguen tres partes: la Tramuntana, el Pla y las Sierras de Levante. a) La Tramuntana se extiende de suroeste a noreste a lo largo de casi 90 km y en ella se registran las mayores alturas baleares (Puig Mayor, 1.445 m). Está formada por materiales secundarios (calizas y dolomías jurásicas) donde son frecuentes los pliegues de corrimiento hacia el noroeste y las fallas. La abundancia de precipitaciones y las múltiples fisuras han creado un relieve cárstico agreste y rico en formas: dolinas, lapiaces, poljés, simas, etc. La sierra de Tramuntana hace de barrera natural ante los vientos fríos del norte, pero también se queda con la mayor parte de las lluvias. Las comunicaciones con el interior sureño no son fáciles y se realizan principalmente por el puerto de Sóller, que enlaza la capital con la bahía del mismo nombre. b) El Pla ocupa toda la zona central de la isla, con las bahías de Alcudia al norte y de Palma al sur. No es una zona completamente llana pues en su interior hay varias elevaciones en torno a los 300 m y toda ella bascula hacia la Alcudia como lo atestigua la orientación de la mayoría de sus torrentes. c) El Raiguer. Entre la serranía y el Pla existe una zona de transición conocida como el Raiguer, que es un piedemonte compuestos por materiales cuaternariosy algunas manchas miocenas. d) El Mediodía. En el suroeste del Pla aún cabe señalar La Marina o el Migjorn (Mediodia) delimitada por la costa y los relieves de la Randa, que entre Badia Blava y Cap Blanc se precipitan verticalmente (100 m) sobre el mar. Hacia el sureste las formaciones de dunas encierran varias lagunas costeras.

e) Las Sierras de Levante (Llevant), que se prolongan por las islas de Conejera y Cabrera, mantienen la orientación de suroeste a noreste. La altitud también aumenta en el mismo sentido hasta culminar en los 562 m. del Morei. Su denominación plural, las sierras, refleja una realidad tectónica y topográfica constatable: su fragmentación en bloques, que permite una comunicación fluida con la costa sur donde los riachuelos y torrentes han formado pequeñas calas entre los acantilados. 1.2. Ibiza-Formentera. Estas islas, junto con un racimo de minúsculos islotes, forman las Pitiusas. En su relieve se repite el esquema mallorquín: Ibiza correspondería a la sierra de Tramuntana y Formentera a la depresión o el Plan, pero en pequeña escala porque aquí las más altas cotas no alcanzan los 500 m. Los pliegues ibicencos, orientados de suroeste a noreste, han sufrido un desplazamiento hacia el noreste precipitándose de manera abrupta en el mar. Tampoco la serranía es continua sino que aparece hedida para facilitar la comunicación transversal entre las ciudades de Ibiza y San Antonio de Portmany. Finalmente la omnipresencia de las calizas ha originado un modelado cárstico, entre cuyas formas destacan los numerosos poljés con fondos tapizados de terra rossa. 1.3. Menorca Es la más oriental de las islas y por tanto la más alejada de la Península. Ni por sus materiales paleozoicos ni por la orientación ONO-ESE está vinculada con el mundo alpino, sino más bien con el macizo catalán, que se prolonga hacia Córcega y Cerdeña englobando a Menorca. Aún existe otra diferencia y es que, frente a la ubicación periférica del relieve en las demás islas, en ésta dicho relieve se localiza en el centro de la misma. Menorca ofrece dos paisajes completamente distintos, reflejo de su geomorfología: el norte paleozoico de la Tramontana (Menorca fosca, oscura) y el sur mesozoico del Migjorn (Menorca blanca). La separación se llevó a cabo con un corte tectónico o falla que va desde la Cala de Algairens (NO) a Mahón (SE). La Menorca oscura ofrece las cotas más altas, que tan sólo se elevan hasta los 350 m (El Toro), y sus formas tienen un aspecto senil y falto de vigor al haber sido erosionadas doblemente tras las orogenias herciniana y alpina. La costa norte se presenta muy fragmentada debido a los pliegues y fallas sufridos en el Terciario. La Menorca blanca es una plataforma de materiales calizos, con una altura media inferior a los 100 m, que se inclina lentamente hacia el suroeste. Sobre estos materiales los torrentes han abierto profundos tajos y han creado un paisaje cárstico similar al mallorquín. La costa es algo agreste y en ella abundan las pequeñas calas abiertas por las aguas de los torrentes y la acción del mar.

2. LAS ISLAS CANARIAS El archipiélago canario, compuesto por siete islas y algunos islotes, tiene una superficie de 7.273 km2 y se localiza a unos 150 km de la costa noroccidental africana. Su origen, de carácter volcánico, es relativamente moderno pues se remonta al Terciario (Mioceno) y forma parte del área denominada dorsal meridiana del Atlántico, que se caracteriza por un vulcanismo de tipo explosivo. La base profunda del plegamiento alpino está en un movimiento de placas continentales y marinas. Las Islas Canarias son el resultado de la fricción entre dos de ellas: la del Atlántico oriental y la continental africana. Numerosas fallas cuartearon la corteza oceánica a través de cuyas fisuras ascendieron los materiales volcánicos hasta formar el archipiélago. La orientación de dichas fallas ha determinado el alineamiento insular: de NNE-SSO para Lanzarote y Fuerteventura; de NE-SO para Tenerife, LA Gomera y El Hierro y de NO-SE para La Palma, Tenerife y Gran Canaria. Cuando se cruzan dos de estas fisuras, como ocurre en Tenerife, la potencia y cuantía de la efusión volcánica logran dar a la isla no sólo la mayor superficie del conjunto, sino también la cima más alta (Teide, 3.718 m). El sustrato de todo el archipiélago es de tipo basal, correspondiente a la corteza oceánica, y sólo aflora mínimamente en La Palma y La Gomera y en mayor cuantía en Fuerteventura. El resto de los materiales son terciarios postmiocénicos, excepto en El Hierro que pertenecen al Cuaternario. Numerosos indicios señalan que el archipiélago está sin consolidar todavía por algunas erupciones y las numerosas fumarolas en el Teide. Se pueden analizar tres núcleos diferenciados en el relieve canario: macizos antiguos, dorsales y el Teide-Las Cañadas. 2.1. Los macizos antiguos No guardan ninguna relación por su edad y litología con el meseteño peninsular. Surgen en las primeras fases efusivas miocenas y constituyen el sustrato basáltico de todo el archipiélago, aunque sólo adquieren cierta importancia en Tenerife, La Gomera, Lanzarote y norte de La Palma. Si surgen a lo largo de una fisura forman un domo a dos vertientes; si en el cruce de varias, el resultado es una cúpula central con derrame circular de los materiales lábiles. Por haber estado entre 20 y 30 millones de años expuestos a la erosión han sufrido un fuerte desgaste, de ahí que predominen en ellos las formas erosivas sobre las estructurales. 2.2. Las dorsales Son relieves más modernos (Plioceno-Cuaternario) que los macizos, por lo que se imponen las formas estructurales sobre las erosivas. Las dorsales canarias son la de Pedro Gil en Tenerife, alineada de nordeste a suroeste y que deja en sus flancos norte y sur los valles de Orotava y de Güimar, respectivamente. La segunda dorsal es la Cumbre Vieja del sur de La Palma. La tercera dorsal, o grupo de dorsales, se halla en El Hierro. Toda la isla es de origen cuaternario y la forma triangular que se muestra se debe a su formación siguiendo las líneas estructurales del archipiélago: NO-SE, NE-SO y N-S. El Valle de la Orotava posee una personalidad geomorfológica destacable. En un principio fue considerado como un bloque hundido entre dos extremos elevados. La opinión más reciente lo identifica como una depresión erosiva en la que grandes masas de materiales, apoyadas sobre un sustrato plástico, se han deslizado hacia la costa por la ley de la gravedad.

2.3. El bloque El Teide-Las Cañadas Tiene su origen en el cruzamiento de los ejes de fractura que han levantado todo el conjunto isleño, donde abundan las formas simples (coladas, domos, lagos de lava, etc.) y las complejas (caldera, dorsal, etc.). Se distinguen tres etapas en la formación del conjunto: construcción del Edificio Cañadas, apertura de La Caldera y formación del estratovolcán Teide-Pico Viejo. El volcanismo canario es un fenómeno reciente y geológicamente vivo, sin consolidar. 2.4. Formas de modelado. En el modelado del relieve canario influyen numerosos factores como el tipo de los materiales, su grado de fisuración, desnivel, orientación o clima. Las formas más características sobre las que inciden todos estos factores son: barrancos, glacis, litoral y entorno periglacial. a) Los barrancos son las consecuencias de un intenso y prolongado arroyamiento superficial en el que colabora activamente el clima árido, la ausencia de un manto vegetal tupido, las lluvias espaciadas y torrenciales, la antigüedad de los macizos, etc. De hecho el abarrancamiento más evolucionado se da en los macizos de Anaga y Teno (Tenerife), oeste de Gran Canaria, norte de La Palma y en La Gomera. b) Los glacis poligénicos caracterizan el relieve de las islas orientales como Fuerteventura sobre los que se encajan los barrancos. Corresponden a épocas áridas del Pleistoceno y ocupan extensos piedemontes y laderas de valles. c) El litoral es el elemento más dinámico y evolucionado porque sus materiales, con frecuencia poco resistentes, sufren de continuo el efecto del oleaje y la inestabilidad propia de un entorno todavía sin consolidar. Con la retirada del mar en los últimos movimientos eustáticos y la formación de playas bajas, los acantilados de El Golfo (El Hierro) o isla de Daute (Tenerife), se yerguen como fósiles cuaternarios. En otros rincones isleños aparecen acantilados de medio kilómetro de altura. Las playas son una prolongación del continente, por tanto allí donde esté y se precipite violentamente sobre el mar no es fácil que se generen formas de acumulación. Tal es el caso de las islas occidentales, pero en las orientales sí que se han desarrollado extensas playas sobre la plataforma costera e incluso campos de dunas. d) El modelado periglacial no es muy extenso ni variado. Se reduce al conjunto del Teide-Las Cañadas por encima de los 1.800 m. Actualmente su incidencia es mínima y siempre sobre materiales finos. Quedan algunos restos de formas de acumulación cuaternaria (canchales o coladas de bloques) desfigurados o semidesmantelados por las aguas de arroyada....


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