Tiempo de Siembra y Cosecha PDF

Title Tiempo de Siembra y Cosecha
Author Mariosky Aranguren
Course Acueductos y Cloacas
Institution Universidad Nacional Experimental Politécnica de la Fuerza Armada Bolivariana
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TIEMPO DE SIEMBRA Y COSECHA

NEVILLE GODDARD Traducido Por: Laura Arrojo

CAPITULO 1 EL EXTREMO DE UNA CUERDA DORADA

“Te doy el extremo de una cuerda dorada; Tan solo enróllala hasta hacerla un ovillo, Te llevará a la Puerta del Cielo, Construida en el muro de Jerusalén.” Blake.

En las siguientes redacciones, he tratado de indicar ciertas maneras de acercarse al entendimiento de la Biblia y a la realización de tus sueños. “A fin de que no seáis perezosos, sino seguidores de los que mediante la fe y la paciencia heredan las promesas.” Hebreos 6: 12. Muchos de los que disfrutan los viejos y familiares versículos de las Escrituras, son desalentados cuando ellos mismos tratan de leer la Biblia como leerían cualquier otro libro, porque es entendible que, ellos no entienden que la Biblia está escrita en el lenguaje del simbolismo. Sin saber que todos sus personajes son personificaciones de las leyes y funcionamientos de la mente; y que la Biblia es psicológica en lugar de historia, ellos enroscan sus mentes sobre el tema durante algún tiempo y luego se dan por vencidos. Es todo demasiado místico. Para poder entender el significado de su imaginería, el lector de la Biblia debe estar imaginativamente despierto. De acuerdo a las Escrituras, nosotros dormimos con Adam y despertamos con Cristo. Es decir, nosotros dormimos colectivamente y despertamos individualmente. “Entonces Dios el Señor hizo caer a Adam en un sueño profundo y, él dormía.” Génesis 2: 21. Si Adam, o el hombre genérico, está en un sueño profundo, entonces sus experiencias, tal como fue grabado en las Escrituras, deben ser un sueño. Solo aquel que está despierto puede contar su sueño, y solo él podrá entender que el simbolismo de los sueños puede interpretar el sueño. “Y se dijeron el uno al otro: ¿No ardía nuestro corazón dentro de nosotros, mientras nos hablaba en el camino, cuando nos abría las Escrituras?”, Lucas 24: 32.

La Biblia es una revelación de las leyes y funcionamientos de la Mente expresadas en el lenguaje de aquel reino de dimensión desconocida, al cual nos vamos cuando dormimos. Dado a que el lenguaje simbólico de este reino de dimensión desconocida, es prácticamente el mismo para todos los hombres, los recientes exploradores de este reino – la imaginación humana – lo llaman “el inconsciente colectivo”. El propósito de este libro, sin embargo, no es darte definiciones completas de los símbolos Bíblicos, ni interpretaciones exhaustivas de sus historias. Todo lo que espero haber logrado, es haber indicado el camino por el cual tengas más probabilidades de éxito en realizar tus deseos. “Todas las cosas que desees”, puede ser obtenido solo a través del consciente ejercicio voluntario de la imaginación, en directa obediencia a las leyes de la Mente. En algún lugar dentro de este reino de la imaginación, existe un estado de ánimo, un sentimiento del deseo cumplido que, si se lo apropia, significa el éxito para ti. Este reino, este Edén – tu imaginación- es más vasto de lo que conoces, y recompensa a la exploración. “Te doy el extremo de una cuerda dorada”; Tú debes enrollarla hasta hacerla un ovillo.

CAPITULO 2 LOS CUATRO PODEROSOS “Salía de Edén un río para regar el huerto, y de allí se repartía en cuatro brazos.” Génesis 2: 10. “Cada uno tenía cuatro caras…” Ezequiel 10: 14. “Yo veo cuatro hombres sueltos, que se pasean en medio del fuego sin sufrir ningún daño; y el aspecto del cuarto es semejante al Hijo de Dios.” Daniel 3: 25. “Cuatro Poderosos que están en cada hombre”… Blake.

Los “Cuatro Poderosos” constituyen la YOidad del hombre, o Dios en el hombre. Existen “Cuatro Poderosos” en cada hombre, pero estos “Cuatro Poderosos” no son cuatro seres separados, separados el uno del otro como lo están los dedos de sus manos.

Los “Cuatro Poderosos” pueden ser igualados con los cuatro caracteres Hebreos: YOD, HE, VAU, HE, de derecha a izquierda, que forman el misterioso nombre de cuatro letras del Poder Creativo, (“Yahweh” o aun ocasionalmente conocido como “Jehová”), combinando desde su interior las formas pasadas, presentes y futuras del verbo “ser”. El Tetragrammatón es reverenciado como el símbolo del Poder Creativo en el hombre – YO SOY – las cuatro funciones creativas en el hombre extendiéndose para realizar en el fenómeno material real, cualidades latentes en sí mismo. Podemos entender mejor los “Cuatro Poderosos” al compararlos con los cuatro personajes más importantes en la producción de una obra teatral.

“Todo el mundo es un escenario, Y todos los hombres y mujeres, Son meramente actores; Tienen sus salidas y sus entradas; Y un hombre en su tiempo, interpreta Muchos roles…” De la obra “Como a ti te guste”, Acto II, Escena VII, de William Shakespeare. El productor, el autor, el director y el actor son los cuatro personajes más importantes en la producción de una obra. En el drama de la vida, la función del productor es sugerir el tema de la obra. Esto lo hace en la forma de un deseo, como por ejemplo: “Desearía ser exitoso”; “Desearía poder hacer un viaje”; “Desearía estar casado”; y así sucesivamente. Pero para aparecer en el escenario del mundo, estos temas generales deben ser especificados de alguna manera, y trabajados en detalle. No es suficiente decir, “Desearía ser exitoso”, es muy ambiguo. ¿Exitoso en qué? Sin embargo, el “Primer Poderoso” solo sugiere un tema. La dramatización del tema se la deja a la originalidad del “Segundo Poderoso”, el autor. Al dramatizar el tema, el autor escribe solo la última escena de la obra – pero a esta escena la escribe en detalle. La escena debe dramatizar el deseo cumplido. Mentalmente, él construye una escena lo más parecido a la vida real, de lo que experimentaría si ya hubiese realizado su deseo. Cuando la escena es claramente visualizada, el trabajo del autor ya está hecho. El “Tercer Poderoso” en la producción de la obra de la vida, es el director. La tarea del director es vigilar que el actor permanezca fiel al guión, y hacerlo practicar una y otra vez, hasta que se haga natural en su rol.

Esta función se la puede asemejar a una atención controlada y conscientemente dirigida – una atención enfocada exclusivamente en la acción que implica que el deseo ya ha sido realizado. “la forma del Cuarto, es como el Hijo de Dios” – La imaginación Humana, el actor. Este “Cuarto Poderoso” realiza dentro de sí mismo, en la imaginación, la acción pre-determinada que implica el cumplimiento del deseo. Esta función no visualiza ni observa la acción. Esta función representa el drama realmente, y lo hace una y otra vez hasta que tome todos los tonos de la realidad. Sin la visión dramatizada del deseo cumplido, el tema permanece como un mero tema y duerme por siempre en los vastos aposentos de los temas aun no nacidos. Y así también, sin la atención co-operante, obediente a la visión dramatizada del deseo cumplido, podrá, la visión percibida, obtener realidad materializada. Los “Cuatro Poderosos” son los cuatro cuartos del alma humana. El primero es el Rey de Jehovah, quien sugiere el tema, el segundo es el sirviente de Jehovah, quien fielmente trabaja sobre el tema y lo convierte en una visión dramática; el tercero es el hombre de Jehovah, quien fue atento y obediente a la visión del deseo cumplido, quien trae a la divagante imaginación, de vuelta hacia el guion “setenta veces siete”. La “Forma del Cuarto”, es Jehovah mismo, quien representa el tema dramatizado en el escenario de la mente. “Haya pues, en vosotros esta actitud Que hubo también en Cristo Jesús: El cual, aunque existía en forma de Dios, No consideró como un robo el ser igual a Dios…” Filipenses 2: 5 y 6.

El drama de la vida es un esfuerzo en conjunto de los cuatro cuartos del alma humana. “Todo lo que observas, aunque aparenta estar afuera, Esta dentro, en tu imaginación, de la cual Este mundo de mortandad, es tan solo una sombra”. Blake.

Todo lo que observamos es una construcción visual ya planeada para expresar un tema – un tema que ya ha sido dramatizado, ensayado y actuado en otro lugar. Lo que estamos presenciando en el

escenario del mundo es una construcción óptica trazada para expresar los temas que ya han sido dramatizados, ensayados y actuados en la imaginación de los hombres. Los “Cuatro Poderosos” constituyen la YOidad del hombre, o Dios en el hombre: y todo lo que ese hombre contempla, aunque aparenta estar fuera, son tan solo sombras lanzadas sobre la pantalla del espacio – construcciones ópticas ya planeadas por la YOidad, para informarle sobre los temas que él ha concebido, dramatizado, ensayado y actuado dentro de sí mismo. “La criatura fue hecha sujeta a la vanidad”, para que pueda hacerse consciente de la YOidad y sus funciones, porque con consciencia de la YOidad y sus funciones, puede actuar para un propósito, puede tener una consciente y auto-determinada historia. Sin conciencia, actúa inconscientemente, y le llora a un Dios objetivo para que lo salve de su propia creación. “¿Hasta cuándo, oh SEÑOR, pediré ayuda, y no escucharás, clamaré a ti: ¡Violencia! y no salvarás?” Habacuc 1: 2. Cuando el hombre descubre que la vida es una obra la cual él mismo está escribiendo consciente o inconscientemente, él dejará la ciega auto-tortura de juzgar a los demás. En vez de eso, él reescribirá la obra para moldear a su ideal, porque se dará cuenta que todos los cambios en la obra deben venir de la cooperación de los “Cuatro Poderosos” dentro de sí mismo. Ellos solos pueden alterar el guion y producir el cambio. Todos los hombres y mujeres en su mundo son meramente actores, y son tan incapaces de cambiar su obra, tanto como los actores en la pantalla de cine no pueden cambiar la película. El cambio deseado debe ser concebido, dramatizado, ensayado y actuado en el teatro de su mente. Cuando la cuarta función, la imaginación, haya cumplido su tarea de ensayar la versión revisada de la obra hasta que sea natural, entonces ahí se abrirá el telón sobre este mundo de apariencia tan sólida, y el “Cuarto Poderoso”, dará una sombra de la verdadera obra sobre la pantalla del espacio. Los hombres y mujeres actuarán su papel automáticamente para producir el cumplimiento del tema dramatizado. Los actores, a causa de sus varios roles en el drama del mundo, se hacen relevantes en el tema dramatizado del individuo y, porque son relevantes, son atraídos a su drama. Actuarán sus roles, fielmente creyendo todo ese tiempo que son ellos mismos quienes iniciaron los roles que ahora actúan. Esto lo hacen porque: “Como tú, oh Padre, estás en mí y yo en ti… Yo en ellos, y tú en mí.” Juan 17: 21 y 23.

Yo estoy involucrado en la humanidad. Somos uno. Todos estamos actuando los cuatro roles de productor, autor, director y actor en el drama de la vida. Algunos de nosotros lo hacemos conscientemente, otros inconscientemente. Es necesario que lo hagamos conscientemente. Solo de esta manera podemos estar seguros de un final perfecto para nuestra obra. Y así entenderemos por qué debemos estar conscientes de nuestras cuatro funciones del único Dios dentro de nosotros, para que tengamos la compañía de Dios como Sus Hijos.

“El hombre no debería quedar como hombre; Sus objetivos deberían ser más altos. Porque Dios solo aceptará a dioses Como compañía.” Angelus Silesius En Enero de 1946, llevé a mi esposa y a mi pequeña hija a Barbados en las Indias Occidentales Británicas para unas vacaciones. Sin saber que había dificultad en conseguir un pasaje de vuelta, no reservé los nuestros al salir de Nueva York. Al llegar a Barbados descubrí que solo había dos barcos sirviendo a las islas, uno de Boston y otro de Nueva York. Me dijeron que no había lugar disponible en ninguno de los barcos antes de Septiembre. Como yo tenía compromisos en Nueva York en la primera semana de Mayo, puse mi nombre en la larga lista de espera para la navegación en Abril. Unos días después, el barco de Nueva York estaba anclado en el puerto. Lo observé muy cuidadosamente, y decidí que este era el barco que deberíamos tomar. Volví a mi hotel y determiné una acción interna que sería mía si estuviéramos realmente zarpando en ese barco. Me senté en una silla en mi habitación para perderme a mí mismo en esta acción imaginativa. En Barbados, tomamos una lancha a motor o un bote de remo hasta el puerto profundo al embarcarnos en un barco a vapor más grande. Yo sabía que debía captar el sentimiento de que estábamos zarpando en ese barco. Elegí la acción interna de pisar sobre la lancha y subirme a la rampa del barco. La primera vez que intenté, mi atención divagaba luego de haber llegado a la cima de la rampa. Me traía de regreso abajo, y lo intentaba una y otra vez. No recuerdo cuantas veces hice esta acción en mi imaginación hasta que alcancé a llegar a la cubierta del barco y miré atrás hacia el puerto con el sentimiento agridulce de partir. Estaba feliz de estar volviendo a mi hogar en Nueva York, pero nostálgico al decir adiós a la amada isla y a nuestra familia y amigos. Sí recuerdo que en uno de mis muchos intentos de caminar sobre la rampa en el sentimiento de que estaba partiendo, me quedé dormido. Luego de despertarme, continúe con mis usuales actividades sociales del día y la noche. A la mañana siguiente, recibí una llamada de la compañía del barco a vapor, solicitándome que vaya a la oficina y retire nuestros tickets para la navegación de Abril. Yo tenía curiosidad en saber por qué Barbados fue elegido para recibir una cancelación y por qué yo, que estaba al final de la larga lista de espera, era el que tenía la reserva, pero todo lo que esa representante podía decirme era que habían

recibido un cable esa mañana desde Nueva York, ofreciendo pasaje para tres. Yo no era el primero que esa representante había llamado, pero por razones que ella no podía explicar, aquellos a los que ella había llamado dijeron que ahora les era un inconveniente zarpar en Abril. Nosotros zarpamos el 20 de Abril y llegamos a Nueva York en la mañana del Primero de Mayo. En la producción de mi obra – la navegación en un barco que me traería a Nueva York para el Primero de Mayo – yo actué los cuatro personajes más importantes en mi drama. Como el productor, yo decidí navegar en un barco específico en un momento específico. Actuando el papel del autor, yo escribí el guion – visualicé la acción interna que se ajustaba con la acción externa que tomaría si mi deseo se cumpliera. Como director, me hice ensayar a mí mismo, el actor, en una acción imaginaria de subir la rampa hasta que esa acción se sintió completamente natural. Una vez que esto fue hecho, eventos y personas se movieron rápidamente para ajustarse en el mundo externo, a la obra que yo había construido y representado en mi imaginación. “Vi a la visión mística fluir Y vivir en los hombres y en los bosques y en los arroyos. Hasta que no pude distinguir más, Entre la corriente de la vida y mis propios sueños.” George William Russell.

Conté esta historia a una audiencia que tenía en San Francisco, y una señora en la audiencia me dijo cómo ella inconscientemente usó esta misma técnica cuando era jovencita. El incidente ocurrió en la víspera de Navidad. Ella se sentía muy triste y cansada y apenada por sí misma. Su padre, al que adoraba, había fallecido inesperadamente. No solo sintió esta pérdida en la temporada de Navidad, sino que también la necesidad la había obligado a abandonar sus planes para ir a la universidad y ponerse a trabajar. En esta víspera de Navidad lluviosa, ella estaba volviendo a su casa en un tranvía en San Diego. El tranvía estaba lleno de conversaciones alegres que tenían los jóvenes felices que habían vuelto a casa para las fiestas. Para esconder sus lágrimas de los que la rodeaban, ella se ubicó en la parte frontal externa del carro, y dirigió su cara hacia los cielos para mezclar sus lágrimas con la lluvia. Con sus ojos cerrados, y sosteniéndose firmemente de la baranda, esto fue lo que se dijo a si misma: “esto no es la sal de las lágrimas que estoy sintiendo, sino la sal del mar en el viento. Esto no es San Diego, esto es el Pacífico Sur, y estoy navegando a la Bahía de Samoa”. Y al mirar hacia arriba, en su imaginación, construyó lo que ella imaginaba que era la Cruz del Sur. Se perdió a sí misma en esta contemplación hasta que todo lo que la rodeaba se desvaneció. De repente, ella se encontraba al final del recorrido, y en casa. Dos semanas después, recibió noticias de un abogado en Chicago informándole que él tenía tres mil dólares en bonos Americanos para ella. Varios años antes, una tía de ella había partido para Europa, instruyéndole a que se le dieran estos bonos a su sobrina, en caso de que ella no volviera a los Estados Unidos.

El abogado acababa de recibir noticias de que su tía había fallecido, y ahora estaba siguiendo sus instrucciones. Un mes después, esta joven navegó hacia las islas del Pacífico Sur. Era de noche cuando ella entró a la Bahía de Samoa. Al mirar hacia abajo, ella podía ver la espuma blanca como “un hueso en la boca de una dama”, mientras que el barco se habría el paso entre las olas, y traía la sal del mar hacia el viento. Un oficial de turno le dijo: “Allí está la Cruz del Sur”, y al mirar hacia arriba, ella vio la Cruz del Sur tal como se la había imaginado. En los años que siguieron, ella encontró muchas oportunidades en las que usar su imaginación constructivamente, pero al hacerlo inconscientemente, no se dio cuenta que existía una Ley detrás de todo esto. Ahora que sí lo entiende, ella también está interpretando sus cuatro roles principales en el drama diario de su vida, produciendo las obras de teatro para el bien de otros tanto como para el suyo propio. “Entonces los soldados, cuando crucificaron a Jesús, tomaron su ropaje, e hicieron cuatro partes, una parte para cada soldado. Y tomaron también la túnica; y la túnica era sin costura, tejida en una sola pieza.” Juan 19: 23.

CAPITULO 3 EL REGALO DE LA FE

“Y el SEÑOR miró con agrado a Abel y a su ofrenda, pero a Caín y su ofrenda no miró con agrado.” Génesis 4: 4, 5.

Si buscamos en las Escrituras, nos daremos cuenta que hay un significado mucho más profundo en el versículo mencionado arriba, que aquel que una lectura literal podría darnos. El Señor no es otro más que tu propia conciencia, “… Y diles a los Hijos de Israel, YO SOY me ha enviado a ustedes.” Éxodo 3: 14. “YO SOY” es la auto definición del Señor. Caín y Abel, como los nietos del Señor, pueden ser solo personificaciones de dos funciones distintivas de tu propia conciencia. El autor está realmente interesado en mostrar los “Dos Estados Contradictorios del Alma Humana”, y usó a dos hermanos para mostrar estos estados. Los dos

hermanos representan las dos perspectivas distintas en el mundo que poseen todos. Una es la percepción limitada de los sentidos, y la otra es una visión imaginativa del mundo. Caín – la primera perspectiva – es un sometimiento pasivo a las apariencias y una aceptación de la vida en las bases del mundo externo: una perspectiva que inevitablemente nos lleva a un anhelo insatisfecho o a una complacencia con desilusión. Abel – la segunda perspectiva – es una visión de deseo cumplido, elevando al hombre por arriba de la evidencia de los sentidos, a ese estado de alivio donde él ya no anhela al deseo. La ignorancia de la segunda perspectiva, es un alma en llamas. El conocimiento de la segunda perspectiva es el ala por la cual volamos a los Cielos del deseo cumplido. “Venid, comed de mi pan, y bebed del vino que he mezclado. Abandonad la necedad y viviréis” Proverbios 9: 5, 6.

En la epístola de los Hebreos, el escritor nos dice que la ofrenda de Abel fue la fe y, como declara el autor, “Sin fe, es imposible agradar a Dios.” Hebreos 11: 6. “Ahora bien, la fe es la sustancia de lo que se espera, la evidencia de lo que no se ve… Por la fe entendemos que los mundos fueron preparados por la palabra de Dios, de modo que lo que se ve no fue hecho de cosas visibles.” Hebreos 11: 1, 3. Caín ofrece la evidencia de los sentidos lo cual la conciencia, el Señor, rechaza, porque la aceptación de este regalo como un molde para el futuro, significaría la fijación y perpetuación del estado presente para siempre. El enfermo seguiría enfermo, el pobre seguiría pobre, el ladrón segui...


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