Trabajo Final - Pink Flamingos PDF

Title Trabajo Final - Pink Flamingos
Course Antropologia I Sociologia De L'Art
Institution Universitat de Barcelona
Pages 15
File Size 574.8 KB
File Type PDF
Total Downloads 40
Total Views 119

Summary

Trabajo final de la asignatura Antropologia i Sociologia de l'art...


Description

PINK FLAMINGOS: LA COMICIDAD HECHA CRÍTICA Por Sergio Rodríguez Beltran

Sociología del arte Enrico Beccari Curso 2016/2017 Grado en Conservación y Restauración del Patrimonio Cultural

1

PINK FLAMINGOS: la comicidad hecha crítica.

RESUMEN Desde que, hace ya cerca de un un siglo, aparecería el cine en nuestras vidas cotidianas, el que es considerado como el séptimo arte se ha ido consolidando de tal manera que hoy tenemos una imagen convencional de lo que es una película bien realizada; aquella que cuenta una historia con la que el público disfruta. Pero no en todas las realizaciones cinematográficas se sigue este patrón; es en este preciso momento donde entra en juego nuestro protagonista, John Waters el director de cine que gracias a su estética considerada de mal gusto se ha consolidado como el rey del cine trash y camp. También se le reconoce como el padre de películas como Pink Flamingos, que hacen una crítica cómica pero realista sobre la sociedad estadounidense. Palabras clave: cine, trash, camp, crítica cómica, realista.

ABSTRACT When the cinema emergenced in our daily lives a hundred years ago, something that has been considered as the seventh art, has been consolidated in such a way that we have a conventional image of what a well-made film is nowadays: the one whose story made the public enjoy. Nevertheless, not all the cinemayographic realizations follows this pattern. That is when our protagonist, John Waters, comes into play. This film director, whose aesthetic has been considered as bad taste, has established himself as the trash and camp cinema king. He is also recognized as the father of such films as Pink Flamingos, where he makes a comic but realistic critique of American society. Keyswords: cinema, trash, camp, criticism, comic, realistic.

Sergio Rodríguez Beltran

2

PINK FLAMINGOS: la comicidad hecha crítica.

ÍNDICE

1. Los convencionalismos en la película………………………………..……… 4

2. Pink Flamingos en el contexto sociocultural en el que fue grabado…. ……6

3. El cine trash como ejemplo de crítica social………………………………… 9

4. Referencias usadas en el trabajo………………………………………...… 12 4.1. Bibliografía……………………………………………………………….12 4.2. Webgrafía………………………………………………………………..13 4.3. Filmografía……………………………………………………………….14

Sergio Rodríguez Beltran

3

PINK FLAMINGOS: la comicidad hecha crítica.

1. LOS CONVENCIONALISMOS EN LA PELÍCULA Tanto John Waters como la película que se puede considerar como su obra maestra, Pink Flamingos, son todo lo contrario a la definición de convención. Si en el momento en el que la película fue rodada (1972) el estereotipo de familia convencional era la típica pareja perfecta (él abogado y ella ama de casa) con dos hijos bien peinados y con la camisa por dentro, éste filme destruyó totalmente este cliché presentándonos a otro tipo de familia también estadounidense; la recién nombrada mujer más inmunda del mundo, Divine (que vive bajo el seudónimo de Babs

Johnson debido a la fama que ha

cosechado con su nuevo título) vive en una caravana a las afueras de Baltimore con su hijo Crackers –un delincuente fetichista que tiene perversiones sexuales un tanto peculiares, como incluir la zoofilia en sus prácticas amatorias–, con Cotton –la amante voyerista de Crackers– y con su madre Edie –una mujer obesa obsesionada con los huevos que no sale de su cuna que parece haber sido hecha a medida para ella–. La definición que el sociólogo estadounidense Howard Becker nos hace sobre las convenciones en su libro Los Mundos del Arte. Sociologia de trabajo artístico (Prometeo Libros, 2008) nos ayuda más a alejar Pink Flamingos de éste término, tanto por su guion, como por su parte técnica o estética. Como sostiene el autor en su obra, la forma convencional de hacer las cosas sería la Sergio Rodríguez Beltran

4

PINK FLAMINGOS: la comicidad hecha crítica.

manera de hacerlas habitualmente –convencionalmente– para que el espectador o la persona que consume el arte pueda entenderlo todo sin ningún tipo de problema. Los historiadores de arte, musicólogos y críticos definen la convención como la capacidad que tiene el artista (en este caso director de cine) para emocionar al público. Éste efecto se produce porque existe un conocimiento y experiencia convencional entre autor y espectador sobre las convenciones usadas. Si ya el director de cine François Truffaut (1932-1984) rompió con algunos convencionalismos en el mundo del cine a principios de los años 60 empleando métodos de rodaje no convencionales y cuestionando las ideas establecidas 1 (sobre todo por la estética de sus personajes y por los planos que utilizaba), John Waters los acabó de rematar a la década siguiente. Como ya hemos visto, en la película se nos presenta una familia desestructurada para nada convencional, pero no solo por esto debemos alejarla de la práctica habitual. Su parte técnica incluye anti convencionalismos que podríamos agrupar dentro de los planos utilizados, pues durante el transcurso de la obra se nos presentan algunos realizados de forma ininterrumpida que nos muestran acciones que, si estuvieran realizadas a partir de diferentes tomas, podríamos pensar que han sido realizadas a partir de montajes, pero John Waters nos lo presenta todo seguido para que nos demos cuenta de que no hay trampa ni cartrón. Estoy hablando de escenas en las que se incluye zoofilia (minuto 00:29:43 de la película, en el que Crackers mantiene relaciones sexuales con una mujer y mata a un par de gallinas durante el acto) y coprofagia (minuto 01:31:44 de la película, en el que Divine ingiere un excremento real de perro). Pero todo esta práctica que se aleja de lo habitual y que se nos presenta en toda la obra cinematográfica de John Waters –hace películas en las que se presenta la degradación de la sociedad a partir de diferentes puntos de vista, como por ejemplo vista desde el racismo en Hairspray (1988)– tiene un porque, sino podríamos pensar que todas las escenas explícitas presentes en Pink Flamingos son obra de una persona que no está en sus cabales mentales. 1 Extraído del libro Cine…ismos para entender el cine de Ronald Bergan (2009, editorial Turner), página 110.

Sergio Rodríguez Beltran

5

PINK FLAMINGOS: la comicidad hecha crítica.

Waters no tiene otra intención sino escandalizar al espectador para que su obra no pase desapercibida y que su mensaje llegue al espectador. A partir de un discurso transgresor, el poder de la perturbación y una película basada en la publicidad polémica (todas sus escenas descaradas la han convertido hoy en una película de culto), transmite su mensaje de crítica a la sociedad de los Estados Unidos de la época, en forma de comicidad y burla. La interpretamos como una obra cómica por la ruptura de los convencionalismos que tanto utiliza Waters, porque si se hubiese grabado como se hacían las películas en el momento, es decir, con grandes presupuestos y respetando los tabúes que encorsetaban la sociedad, el resultado final hubiese sido algo que realmente no hubiese cumplido su fin y, muy seguramente, 44 años después (es decir, en la actualidad) yo no estaría ahora hablando de Pink Flamingos. Como bien dice el propio director: “Siempre había creído que el mejor comienzo para realizar una película de bajo presupuesto es que causara sensación. Una fugaz visión de vello púbico podía ser garantía de grandes colas a la entrada de los cines. Claro que se puede buscar otras formas de escandalizar, pero eso no sería atrevido sino estúpido”.2

2. PINK FLAMINGOS EN EL CONTEXTO SOCIOCULTURAL EN EL QUE FUE GRABADO

Estados Unidos -lugar donde fue grabada la película- en los años 70 era un cúmulo de manifestaciones socioculturales muy importantes para la historia del país. Muchos grupos de jóvenes y minorías (afros estadounidenses, latinos, mujeres y el colectivo LGTB, entre otros) que hasta entonces habían estado en un segundo plano sintiéndose discriminados, empezaron a subordinarse y a reclamar igualdad social. En éste momento se vivía una contracultura en el país que en muchas ocasiones acabó con disturbios serios protagonizados por las minorías ya mencionadas y los agentes de policía, que muchas veces recurrían a la violencia para solucionar los problemas; es el caso de los disturbios de Stonewall relacionados con el colectivo LGTB, en la ciudad de Nueva York en el 1969. 2 Extraído del libro Majareta (Las obsesiones del autor de Pink Flamingos) de John Waters (1990, editorial Anagrama S.A), página 170.

Sergio Rodríguez Beltran

6

PINK FLAMINGOS: la comicidad hecha crítica.

La contracultura caló fondo en la juventud estadounidense gracias a su discurso de igualdad de oportunidades para todos. Éstos decidieron rechazar los modelos pautados por sus padres de clase media para vivir su propia realidad, relacionándose con el activismo político radical, cambiando su estilo de vestir (común eran el cabello largo, las barbas, las chaquetas de cuero y las camisas deportivas) y sobretodo adoptando una libertad sexual nunca antes vista ni aceptada socialmente. El consumo de drogas ilegal como la marihuana también se convirtió en un hábito común entre la juventud estadounidense. Este movimiento contracultural inspiró a John Waters, el cual en éste momento estaba entre los 20 y 25 años y vivió de pleno toda esta situación de descontento social, lo que influyó directamente en su estética cinematográfica, basada en hacer una crítica a toda ésta sociedad (usando el patrón de lo trash, es decir, escandalizando y exagerando) que se encontraba en una decadencia no visible para todos. Pero la crisis no solamente se encontraba en la sociedad, sino que también se extendió al ámbito del cine. La influencia artística que Europa causó en Estados Unidos, el descenso de espectadores de avanzada edad, y los debates sobre el movimiento feminista y la guerra del Vietnam causaron un enfrentamiento entre la comunidad cinéfila, la cual sufrió las consecuencias negativas de toda su historia; a finales de los 60 se cerraron miles de cines, las ventas de entradas pasaron de estar entre los 78,2 millones a principios de los años 50 a bajar a los 15,8 millones en os años 60. Solo una de cada diez películas era rentable, lo que ocasionó una perdida millonaria para la 20th Century Fox, empresa que decidió, ante la comercialización en masa de la televisión, realizar telefilmes (películas con menor presupuesto y sobretodo menor calidad) para sobre guardar la economía de la empresa. Ante ésta situación, el joven Waters se veía incapaz de conseguir apoyo monetario por parte de las grandes multinacionales del cine, por lo que tuvo que buscar el dinero por su cuenta para poder realizar su primera gran película seria Pink Flamingos. Acabó consiguiendo 10.000 dólares que le prestó su padre y pudo así realizar una película con la receta del éxito que le llevó a ganar más de 6 millones de dólares: una historia que bien podría ser real mezclada con escenas explícitas que escandalizaron al espectador. Sergio Rodríguez Beltran

7

PINK FLAMINGOS: la comicidad hecha crítica.

Según las estadísticas que nos presenta Pierre Bourdieu en su escrito Obras Culturales y Disposición Culta (2003), hay estudios que afirman que el acceso a las obras culturales es un privilegio más frecuente en miembros de clases más poderosas. Y sí, es cierto que las clases sociales que disponen de más poder intelectual para entender lo que el artista les quiere explicar son más comunes

en

instituciones

culturales

como

los

museos,

pero…

¿consideraríamos el cine y por tanto el museo como cultura? A lo largo de los años no solo se ha ido considerando capital cultural, sino también como un arte en sí mismo. En cambio, las clases que han recibido menos educación suelen ver el cine como algo que no tiene nada que ver con el museo, por eso la gente de clase media suele estar más cómoda en una butaca viendo una película que en un museo viendo una exposición de arte clásico. Pero todo esto no significa que las salas de cine sean centros culturales mejores que los museos, al contrario, al igual que en una galería de arte el tiempo que pasa un espectador varía según el poder intelectual del mismo, en el cine también existen distinciones cultas en la elección de la película que se va a ver. Las clases cultas –o de calibre alto– tienen más predilección por películas historicistas o biográficas que pongan en marcha los conocimientos que ya saben. En cambio las clases media o baja escogen películas románticas, comedias o películas que saben que no les harán pensar ni relacionar ningún tipo de conocimiento adquirido en la escuela, buscan ir al cine a pasarlo bien. Habiendo leído la concepción que tiene Bourdieu de las obras culturales ya puedo llegar a una conclusión definitiva sobre Pink Flamingos: el director buscó atraer a las clases sociales de menor calibre a partir del sensacionalismo (estética kitsch) y usando a su favor el “boca en boca” (es decir, hacer que se hable mucho de su obra) para darle cierta fama y prestigio y conseguir que, con el tiempo, su crítica social llegue al máximo número de personas posible independientemente de su clase social. Según el sociólogo Jordi Busquet Duran en su obra Cultura de Masas y Niveles de Cultura (1998) los sistemas de clasificación de las obras culturales y por lo tanto sus niveles de cultura, dependen en cierta parte de la preocupación que tuvo el director en relación a la estética de la obra (es decir, de su calidad) y Sergio Rodríguez Beltran

8

PINK FLAMINGOS: la comicidad hecha crítica.

según las clases sociales a las que iban dirigidas. Como ya he explicado en el análisis anterior (realizado a partir del artículo de Bourdieu, Obras Culturales y Disposición Culta) la película protagonista de este análisis sociológico iba dirigida a un público menos culto pero a la vez capaz de entender la crítica que se quería transmitir. Pink Flamingos, por lo tanto, se mueve entre las 2 clases sociales y los dos tipos de cultura más bajos. Primeramente tenemos la cultura mediocre, relacionada con la clase media, y que según se nos explica en el artículo busca una producción en masa que nunca llega a los estándares de excelencia de la cultura refinada. Claramente una obra cinematográfica se produce en gran escala, pues su objetivo es el máximo visionado del mayor número de gente posible. Pink Flamingos nunca llegó a los parámetros de la cultura superior o refinada debido a la falta de recursos del director y por la falta de estética convencional de este tipo de cultura. Pero aparte de situar la obra cinematográfica en la cultura mediocre, también se mueve dentro de las características de la cultura vulgar: se continúan los parámetros de la cultura mediocre pero añade de nuevos, como por ejemplo los espectáculos pornográficos presentes en varias ocasiones dentro de la película y el tratamiento de la sensibilidad casi nulo (en ocasiones varias personas mueren sin ser tratadas como tales).

3. EL CINE TRASH COMO EJEMPLO DE CRÍTICA SOCIAL El calificativo trash que se le atribuye a todas esas películas que siguen un patrón determinado –un muy bajo presupuesto, equipo técnico escaso y películas basadas en lo desechable de la sociedad– no tiene otra traducción sino “basura” y en su momento se utilizaba para designar a todas aquellas películas que se alejaban de los convencionalismos y que tenían historias realmente diferentes. Con el paso del tiempo este mote ha recibido un carácter de culto hasta tal punto que ha cambiado totalmente su significado y ahora se considera parte de la cultura underground, y por lo tanto no tiene un carácter tan peyorativo como anteriormente.

Sergio Rodríguez Beltran

9

PINK FLAMINGOS: la comicidad hecha crítica.

Y es que Pink Flamingos, como buena muestra de película cómica/satírica, usa la comedia, la exageración, la excentricidad, la explicitud, para poder transmitir su mensaje, es por esto que entraría de pleno dentro del movimiento trash (aparte de por los escasos recursos que se emplearon en su realización). Como bien he dicho en varias ocasiones, la intención principal de Waters no era que el espectador acabase viendo todas esas escenas tan explícitas porque sí, sino que detrás de todas ellas se esconde una crítica social muy importante. Ya situados socioculturalmente podemos analizar el filme y hacer una lectura correcta, ya que en la actualidad no podríamos entenderla sin habernos documentado sobre el momento de su grabación debido a que muchos de los tabúes escenificados ya no causan un impacto tan grande en la sociedad actual como lo hizo en la anterior (tabúes como el sexo o el cuerpo desnudo, que ya están más asimilados hoy en día). La sinopsis de la película nos la presenta como la peculiar historia de Divine, una mujer que vive en una furgoneta en medio de la nada con su familia (Crackers, Edie y

Cotton) y que acaba de ganar el título a la mujer más

inmunda del mundo. Hasta aquí la cosa ya se aleja de las convenciones, pero lo hace más cuando irrumpen en la historia el matrimonio Marble, formado por Connie Marble y Raymond Marble –una pareja que se dedica a vender droga en las puertas de colegios y a secuestrar a mujeres para que su sirviente homosexual las deje embarazadas y luego vender los bebés a parejas lesbianas incapaces de concebir–. En un principio nos puede parecer que la película solamente es una especie de guerra entre los dos clanes (los Marble contra Divine y su familia), pero si consigues dejar de lado las escenas explícitas, muchas veces pornográficas3 y perturbadoras, podrás leer el mensaje: se nos está hablando de la mutilación y liberación del hombre, el cual se encuentra encadenado a la sociedad, la cultura, la buena educación, a Dios y a todos esos estándares que conforman la buena educación. El lema be yourself, sé tú mismo, define perfectamente Pink Flamingos. Tanto su protagonista (la famosísima drag queen Divine) como su autor John Waters 3 La cual fue legalizada en 1972, justo el año en el que se realizó Pink Flamingos y que John Waters usó como recurso para transmitir su principal objetivo: la decadencia de la sociedad y la liberación del ser humano.

Sergio Rodríguez Beltran

10

PINK FLAMINGOS: la comicidad hecha crítica.

formaron un gran papel en el colectivo LGTB (lesbianas, gays, transexuales y bisexuales) de la América del momento, y es por esto que es necesario leer todos los mensajes relacionados con éste colectivo. El conflicto entre las dos familias es una clara metáfora de la sexualidad que se vivía en el momento: miles de jóvenes querían seguir su verdadero instinto sexual pero se veían reprimidos, aunque cada vez más decidieron normalizar la situación y dejar de esconderse. Esta liberación de la sexualidad la encarna Divine –potenciada por el simple hecho de que en realidad es un hombre el que interpreta al personaje femenino– y su familia, y la contención es representada por los Marble, que quieren quitarle a la protagonista lo que más aprecia, su título de la persona más inmunda viva –que representaría a la propia sexualidad–. El director de la película vivió en primera persona todos los escándalos del momento –feminismo, racismo, guerra, homofobia– y su manera de liberación y critica fue el cine, gracias al cual nos regaló maravillas como Pink Flamingos u otras joyas cinematográficas como Female Trouble (1974), Hairspray (1988), Cry-Baby (1990) que continúan su espíritu de crítica y liberación del hombre como ser libre.

Sergio Rodríguez Beltran

11

PINK FLAMINGOS: la comicidad hecha crítica.

“Una secuela de Pink Flamingos sin un zurullo es como una de Tiburón sin el tiburón, el público no lo soportaría”. John Waters

4. REFERENCIAS USADAS 4.1. BIBLIOGRAFÍA O

Bergan, Ronald (2009): Cine, ismos… ...


Similar Free PDFs