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TRABAJO FINAL DE PSICOLOGIA 1...

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PONTIFICIA UNIVERSIDAD CATÓLICA MADRE Y MAESTRA

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Erika García Tema: “Trastornos de identidad disociativa” Asignatura: Psicología de la salud I Fecha de entrega: Martes, 4 de diciembre

UN CASO DE TRASTORNO DE IDENTIDAD DISOCIATIVA (PERSONALIDAD MÚLTIPLE) Presentación del caso: Este caso es tomado de la película “Múltiple” (Split) del afamado director M. Night Shyamalan y cuenta la historia de un hombre llamado Kevin quien en la vida real fue el muy reconocido Billy Milligan.

Narración del caso: Kevin, el hombre con 24 personalidades: cuenta la historia de un hombre con un trastorno mental único: en su cabeza habitaban 24 personalidades distintas. Después de que en un brote esquizofrénico secuestró a tres mujeres, que tuvieron que averiguar las personalidades que podrían ser de ayuda para escapar y cuáles podrían poner en riesgo su vida. Kevin, fue objeto de estudio por mucho tiempo por haber poseído 24 personalidades. ¿Cómo puede ser esto posible? ¡Son demasiadas! Sí, es extraño, pero esto tiene un nombre: el trastorno de personalidad múltiple. Kevin nació en 1955 en Ohio y murió el 12 de diciembre de 2014. Su niñez no fue, para nada, la de un niño corriente. Kevin tuvo que vivir los continuos traslados y diferentes hombres que pasaron por la vida de su madre. En especial la influencia de Jonny, que tras un intento de suicidio cumplió su objetivo, y Chalmer, que abusó de Billy. Más adelante en el transcurso de su vida, podríamos definir a Kevin como un delincuente en toda regla. Algunos lo llamarían “loco”. Realizaba continuos robos e incluso violó a tres mujeres en el campus universitario en el que estudiaba. Tras estos actos Kevin fue condenado, pero tras confirmar que padecía trastorno de personalidad múltiple se le absolvió de toda culpa. Así se convirtió en el primer hombre absuelto de un delito por confirmación de trastorno psicológico. Eso sí, estuvo en una serie de hospitales psiquiátricos que verificaron las 24 personalidades que tenía Kevin. En 1988, Kevin fue puesto en libertad, liberándose de los hospitales psiquiátricos que ya habían dado con su enfermedad, para la que no encontraban solución, perdió el contacto con sus conocidos y su paradero fue desconocido durante años.

Las 24 personalidades de Kevin: Según Daniel Keyes unos de los principales Psiquiatra que trató a Kevin dividió sus 24 personalidades de la siguiente forma: – Los diez: Estas eran las personalidades menos agresivas, de trato más fácil y receptivas. Su presencia fue clara desde el principio del tratamiento a Kevin. 1. El propio Billy (26 años) La personalidad principal que se encontraba “fragmentada”. 2. Rage Vadaskovinich (23 años)

Un comunista yugoslavo, dado a las armas y al kárate. Tiene mucha rabia contenida. Es ateo. 3. Arthur (22 años) Un hombre inglés responsable, formal e inteligente. Era el que ponía orden entre sus otras personalidades. 4. Allen (18 años) Un manipulador e hipócrita. Toca la batería y pinta retratos. Es agnóstico y la única personalidad que fuma. 5. Tommy (16 años) Un artista del saxofón y amante de la música electrónica. Pinta paisajes y mantiene una estrecha relación con su madre. 6. Danny (14 años) Sufre antropofobia, miedo a la gente, en especial a los hombres. Pinta bodegones. 7. David (8 años) Es muy empático. Absorbe todo dolor y sufrimiento de las demás personalidades. Es altamente sensible. 8. Christine (3 años) Niña disléxica y algo apartada de los demás. Le gusta dibujar. 9. Christopher (13 años) Es el hermano de Christene. Obediente pero problemático. Toca la armónica.

10. Adalana (19 años) Lesbiana, tímida y solitaria. Escribe poesía.

– Los indeseables: Estas eran las personalidades más complicadas, que no se ceñían a las normas impuestas por quienes trataban a Kevin y solían aparecer cuando este era internado en un hospital psiquiátrico. 1. Philip (20 años) Conocido como “el matón”. Utiliza un lenguaje vulgar y comete delitos menores. 2. Kevin (20 años) Un delincuente que planifica sus robos. Le gusta escribir. 3. Walter (22 años) Un cazador australiano. Tiene un excelente sentido de la orientación y extremadamente reprimido emocionalmente.

4. April (19 años) Conocida como “la perra” planea vengarse del padrastro de Billy. 5. Samuel (18 años) Es un judío y la única personalidad que cree en Dios. Esculpe y talla madera. 6. Mark (16 años) Conocido como “el zombi”. No hace nada y no tiene iniciativa alguna. 7. Steve (21 años) Imita burlonamente a los demás, se ríe de ellos. 8. Lee (20 años) Cómico, bromista e ingenioso. Sus bromas provocan peleas. No se preocupa de la consecuencia de sus actos. 9. Jason (13 años) Sufre reacciones histéricas y rabietas. 10. Robert (17 años) También llamado Bobby es un soñador. Está continuamente fantaseando con viajes y aventuras. 11. Shawn (4 años) Un poco retrasado se le conoce como “el sordo”. 12. Martin (19 años) Es el esnob del grupo de personalidades, quiere conseguir cosas sin ganárselas primero.

13. Timothy (15 años) Conocido como Timmy, trabaja en una floristería donde tuvo un encuentro con un homosexual que lo adentró en su mundo.

– La personalidad definitiva de Kevin. 14. La profesora (26 años) Es la suma de las veintitrés personalidades en una sola. Es brillante, sensible y con un gran sentido del humor. Se describe a sí misma como “Kevin en una sola pieza”. Como hemos visto, las diferentes personalidades de Billy Milligan son muy diferentes entre sí. Tanto que incluso tienen nombres distintos “ahora soy Kevin, ahora soy Martin” … Este

detalle que tanto nos choca, también llamó la atención del doctor David Caul, a quien debemos mencionar por ser la persona que reconoció a “los Indeseables” de Kevin que en la vida real fue Billy Milligan.

Diagnóstico Los rasgos de personalidad son patrones persistentes de formas de percibir, relacionarse y pensar sobre el entorno y sobre uno mismo que se ponen de manifiesto en una amplia gama de contextos sociales y personales. Los rasgos de personalidad sólo constituyen trastornos de la personalidad cuando son inflexibles y des adaptativos y cuando causan un deterioro funcional significativo o un malestar subjetivo. La característica principal de un trastorno de la personalidad es un patrón permanente de experiencia interna y de comportamiento que se aparta acusadamente de las expectativas de la cultura del sujeto y que se manifiesta en al menos dos de las siguientes áreas: cognoscitiva, afectiva, de la actividad interpersonal o del control de los impulsos (Criterio A). Este patrón persistente es inflexible y se extiende a una amplia gama de situaciones personales y sociales (Criterio B) y provoca malestar clínicamente significativo o deterioro social, laboral o de otras áreas importantes de la actividad del individuo (Critero C). El patrón es estable y de larga duración y se puede descubrir que su inicio se remonta al menos a la adolescencia o al principio de la edad adulta (Criterio D). El patrón no es atribuible a una manifestación o una consecuencia de otro trastorno mental (Criterio E) y no es debido a los efectos fisiológicos directos de una sustancia (p. ej., una droga, una medicación o la exposición a un tóxico) ni a una enfermedad médica (p. ej., traumatismo craneal) (Criterio F). También se proporcionan criterios diagnósticos específicos para cada uno de los trastornos de la personalidad incluidos en esta sección. Los ítems en cada grupo de criterios para cada uno de los trastornos de la personalidad específicos son enumerados en orden de importancia diagnóstica decreciente según los datos relevantes sobre eficiencia diagnóstica (cuando existen). El diagnóstico de los trastornos de la personalidad requiere una evaluación de los patrones de actividad del sujeto a largo plazo, y las características particulares de la personalidad han de estar presentes desde el principio de la edad adulta. Los rasgos de personalidad que definen estos trastornos también tienen que diferenciarse de las características que surgen como respuesta a estresantes situacionales específicos o a estados mentales más transitorios (p. ej., trastornos del estado de ánimo o de ansiedad, intoxicación por sustancias). El clínico tiene que valorar la estabilidad de los rasgos de personalidad a lo largo del tiempo y en situaciones diferentes. La evaluación también puede verse complicada por el hecho de que las características que definen un trastorno de la personalidad en ocasiones no son consideradas problemáticas por el sujeto (p. ej., los rasgos son a menudo considerados egosintónicos). Para ayudar a salvar esta dificultad, es útil la información aportada por otros observadores.

Problemas Uno de los problemas principales para la persona con un trastorno disociativo es que la regulación de las emociones se ve alterada, es decir, poseen dificultad para tolerar y manejar experiencias emocionales intensas. Este problema procede en parte de su etapa inicial de desarrollo, pues lo común es que hayan tenido muy pocas oportunidades de aprender a calmarse a sí mismos o modular sus emociones, debido al hecho de criarse en una familia disfuncional o abusiva, donde los padres no se dedicaron a instruirlos con estas habilidades. Los problemas en el manejo de las emociones son formados por la intrusión repentina de recuerdos traumáticos y de las emociones abrumadoras que los acompañan (Metcalfe y Jacobs, 1996; Rauch, van der Kolk, Fisler, Alpert, Orr et al., 1996). La incapacidad para manejar emociones intensas puede desencadenar un cambio en el estado personal, llevándolos desde un estado de ánimo a otro. La despersonalización, la desrealización, la amnesia y la confusión de la identidad pueden considerarse esfuerzos de autorregulación cuando la regulación de las emociones es nula. La despersonalización (o verse a sí mismo fuera de su propio cuerpo), como ejemplo, es un modo de no estar presente mientras se está siendo sometido a un acto de abuso o brutalidad inaguantable. Como última alternativa de una mente agobiada para escapar del temor cuando no hay salida, una persona puede, inconscientemente, adaptarse creyendo que es alguien diferente. Así, la experiencia traumática que la persona no se ve capaz de manejar ni de admitir, queda en un compartimento aislado de su mente, desconectado del resto, y desarrollándose de un modo autónomo con cada repetición del trauma hasta dar lugar a una personalidad diferente. No es raro que una de las personalidades sea agresiva y sienta ira y desprecio hacia la personalidad víctima, a quien considera débil, cobarde y merecedora del castigo. Esta personalidad airada ha observado a la víctima desde fuera sin sentir nada hacia ella. Por eso, uno de los pasos principales para la integración de esta personalidad pasaría por lograr que sienta compasión por la víctima y empatía hacia ella. La terapeutas en este caso ayudan a construir la confianza en la capacidad de una persona para tolerar sus emociones, aprender, y crecer personalmente.

Causas En relación con la causa de esta patología, existen varias teorías que tratan de dar una mayor

claridad a la naturaleza y la génesis de este trastorno, desde distintos puntos de vista. Dentro de estas explicaciones, las teorías traumatogénicas son las que cuentan en la actualidad con un mayor respaldo teórico. Las teorías traumatogénicas consideran que esta dolencia es una respuesta a una situación disruptiva, es decir, el TID se produciría como consecuencia de una experiencia traumática ocurrida durante la infancia, siendo considerado por diversos autores como una modalidad más compleja del conocido Trastorno de Estrés Postraumático (TEPT). No obstante, ya que no todas las personas que han experimentado este tipo de experiencias durante su desarrollo se les causan estas patologías, se ha desarrollado un modelo de vulnerabilidad-estrés que define la existencia de una predisposición o vulnerabilidad a la disociación tras la vivencia de experiencias adversas. En un estudio llevado a cabo en Norteamérica y Europa se ha encontrado que el 90% de las personas que ha desarrollado esta patología habían experimentado situaciones de maltrato físico, sexual o emocional durante la infancia o que habían sufrido el abandono de los progenitores. A partir de estas investigaciones, se comprobó que las vivencias adversas ocurridas durante las fases tempranas del desarrollo pueden interferir en la integración de las distintas experiencias en una única identidad. Asimismo, en otra de las investigaciones se comprobó que las vivencias pasadas más vinculadas al desarrollo de esta patología son las experiencias de abuso sexual durante la infancia. Siguiendo esta perspectiva, los fenómenos de disociación surgirían como consecuencia del aislamiento de los recuerdos asociados a estas experiencias adversas, dando lugar a diferentes identidades progresivamente más complejas y escindidas del resto. De esta forma, el TID no surgiría como resultado de una fragmentación de la identidad real de la persona, sino como consecuencia de un error en el desarrollo de dicha identidad por la existencia de estados mentales segregados que darán lugar a distintas identidades.

Consecuencias

Las consecuencias funcionales, tienen un grado de deterioro que varía ampliamente, desde uno aparentemente mínimo, por ejemplo, en los profesionales con buen rendimiento, hasta uno profundo. Independientemente del nivel de discapacidad, las personas con trastorno de identidad disociativo comúnmente minimizan el impacto de sus síntomas disociativos y postraumáticos. Los síntomas de los individuos con un funcionamiento más alto pueden perjudicar su relación, el matrimonio, sus funciones en la familia y la crianza de los hijos más que su vida laboral y profesional. Sin embargo, si llevan un tratamiento adecuado, muchas personas afectadas muestran una marcada mejoría en el funcionamiento laboral y personal. Sin embargo, algunos continúan con mucho deterioro en la mayoría de las actividades de la vida. Estas personas sólo pueden responder al tratamiento muy lentamente, con una mejora y una reducción gradual de la tolerancia a los síntomas disociativos y postraumáticos. El

tratamiento de apoyo a largo plazo puede aumentar poco a poco la capacidad de estas personas para manejar sus síntomas y disminuir la necesidad de niveles más extremos de cuidado.

Abordaje médico Kevin Wendell Crumb presenta más de 23 personalidades, cada una de ellas con un nombre, edad, género, aptitudes y temperamento diferentes. Para la realización del diagnóstico se llevó a cabo una minuciosa entrevista psiquiátrica y questionarios especiales con el fin de identificar el trastorno de identidad disociativo y para descartar otros trastornos de salud mental. En el caso de kevin debido a sus otras personalidades sufre no solo de TID sino también diabetes y del trastorno obsesivo compulsivo, ambos adquiridas por sus demás personalidades. Cuando intentamos contactar directamente con otras identidades pidiendo hablar con la parte de la mente que participa en la conductas surgió una de las personalidades más dominantes, Dennis quien asegura que son un total de 24 personalidades, una de ellas y la más fuerte, denominada “la Bestia”, el cual en este caso sería la más peligrosa de todas ya que según describe Dennis es muy alto, más alto que los demás, es musculoso, tiene una fuerza sobrehumana, puede trepar paredes, tiene los dedos el doble de sus otras personalidades, y al parecer nada lo lastima, es decir o no puede ser herido. Ahora bien, cómo es esto posible?. Con el trastorno de identidad disociativa hay casos en los que una identidad es alérgica a las picaduras de abeja, cuando las demás personalidad no lo son o una personalidad puede ser un fisicoculturista y puede levantar tres veces su peso corporal, los pacientes con TID cambian su química corporal con sus pensamientos,

además de que las identidades varían en

inteligencia y varían en fuerza física. Su capacidad de lograr la hiperconcentración y de vivir experiencias diferentes se logra posiblemente liberando todo el potencial de su cerebro. Ellos son lo que creen que son, y así su cerebro aprendió a defenderse. En resumen la gente como Kevin puede superar sus discapacidades al cambiar a diferentes

personalidades.

Abordaje psicológico Las personalidades comenzaron a manifestarse para ayudar a Kevin a hacer frente a los abusos a los que fue sometido por su madre cuando este era solo un niño. En la terapia Kevin recuerda que a los 3 años su padre lo abandonó a bordo de un tren. Posteriormente recuerda a su madre la cual sufría de TOC la cual tenía metodos bastantes malévolos para castigar a un niño de tres años, fue en ese momento que se primera identidad llegó a la luz, Dennis. Una forma de no llamar la atención de su madre era manteniendo todo impecable, todo perfecto, lo que ocasionó que las personalidades de kevin desarrollaran el trastorno obsesivo compulsivo. El abuso físico que se produjo en la infancia, cuando la identidad personal está en desarrollo, tuvo efectos duraderos en la capacidad de Kevin para construir una identidad única, especialmente cuando el abusador, en este caso fueron los progenitores. En el presente caso, Kevin no contaba con una figura de apego seguro, debido a haber sufrido abandono por parte del padre a los 3 años y por otra, experimentó la traición de parte de su madre por haberla abusado de él físicamente El paciente disociativo ha usado la disociación de una manera compleja para poder lidiar con su trauma infantil, en la terapia debe recobrarse e integrar los conflictos, sentimientos y recuerdos del abuso infantil. Debe aprender a ser una sola persona, esto implica des-aprender y liberarse de la disociación, y adquirir un nuevo conjunto de estrategias más adaptativas y flexibles para funcionar en su vida.

Recomendaciones

Casos como este, nos deja un sabor inexplicable e irreal pero necesario. Saber qué hacer si nos encontramos con alguien que pueda padecer no sólo el trastorno de personalidad múltiple sino cualquier trastorno. Ya sea simplemente estar informado puede servir de ayuda, y si te lo permite la situación llevar a esta persona con expertos, así mejorar su salud mental. Recordar que las enfermedades mentales son bombas de tiempo, la mente puede llegar a ser muy frágil, tratar estos casos lo antes posible podría generar grandes cambios en el resultado de su salud.

Reflexión

Reflexión: Es importante concientizar a la sociedad de que las enfermedades mentales son reales, existen y las padecen personas como tú y como yo. Puede ser peligrosa si no se trata a tiempo, va empeorando cada vez más. Pero lo que a todos nos sirve de reflexión es como nuestra mente puede cambiar nuestra realidad. La mente domina un porcentaje de nuestra vida muy alto, por tanto, debemos aprender a dominar ese potencial y no permitir que esta nos domine a nosotros. No hemos sido capaces de conocer todo el potencial que tiene, pero da pauta para pensar que cuando nos enfocamos en nuestras metas y objetivos convenciendo a nuestra mente de nuestro inminente éxito, la visión de nuestra realidad comienza a cambiar, encontrando oportunidades donde los demás ven obstáculos, mitigando todos los comentarios negativos o críticas que recibimos, dejando fluir nuestra verdadera pasión, quitando todos esos miedos con los que hemos crecido....