01 Turismo origenes y evolucion historica PDF

Title 01 Turismo origenes y evolucion historica
Author genesis españa
Course Recursos Territoriales Turísticos del Mundo (2)
Institution Universidad Rey Juan Carlos
Pages 5
File Size 116.6 KB
File Type PDF
Total Downloads 22
Total Views 148

Summary

Download 01 Turismo origenes y evolucion historica PDF


Description

ORÍGENES Y EVOLUCIÓN HISTÓRICA 1.

Desde los inicios hasta comienzos del s. XIX ORIGENES La historia de los desplazamientos es casi tan antigua como la del hombre, por lo que es necesario que hagamos distinciones y nos interesemos principalmente por aquéllos que hoy llamaríamos turísticos. No podemos catalogar de turística, por ejemplo, la migración de un pueblo en busca de mejores asentamientos, ni a las expediciones militares, ni en general, aquellos movimientos de personas cuya finalidad es distinta al descanso y el ocio, la religión, la salud, los negocios, la cultura o las relaciones familiares. Para poder realizar todas estas actividades es preciso disponer de tiempo libre, o de ocio. De ahí que tradicionalmente se haya vinculado el turismo con el progreso de la técnica, lo que ha permitido que la sociedad cada vez disfrute de más tiempo libre. Los orígenes del fenómeno pre-turístico podemos situarlo en la Grecia Clásica, precisamente porque fue la primera civilización que dio al ocio un sentido distinto. Los griegos dedicaban el tiempo libre a la cultura, las diversiones, la religión y el deporte. Su afición por los viajes fue notable para la época y fueron muchos los escritores helenos que nos contaron historias sobre viajes: HOMERO, HERODOTO, JENOFONTE, PAUSANIAS y otros. Entre las ocupaciones de los griegos que más nos interesan son las dedicadas a visitar templos, gimnasios y termas; también eran notables las afluencias de espectadores al teatro. Actividades muy similares fueron las realizadas por los romanos: asistían a santuarios y templos, fueron muy aficionados a las termas y eran asiduos de grandes espectáculos como los teatros, anfiteatros y circos. Gustaban de desplazarse hacia el campo o la costa en los meses veraniegos. Aunque no en gran escala, viajaban bastante por todos los dominios del Imperio, especialmente a Grecia y después, con la llegada del cristianismo, a Tierra Santa. En esta época ya se disponía de itinerarios y guías, en los cuales se especificaban las rutas, los nombres de los caminos, las distancias y los tiempos requeridos para viajar entre los distintos puntos del Imperio. Como indica ACERENZA (1984) el hecho de que estos viajes fuesen posibles se debió a ciertos factores que siempre que se repiten a lo largo de la historia favorecen su realización: la “pax romana”, un adecuado sistema de comunicaciones, las calzadas romanas, y la existencia de tiempo libre y nivel de renta como consecuencia de la prosperidad conseguida. Por lo que respecta a España, lo que se conoce como actividad del turismo balneario –el termalismo- y el contacto con el mar y las playas, fue conocido y practicado por los griegos y romanos. La colonia de Ampurias y algunos balnearios españoles hoy en explotación eran conocidos por los romanos, LA EDAD MEDIA La desaparición del Imperio Romano supuso también el fin de la “pax romana”, la destrucción de las calzadas y vías de comunicación y el fin de la prosperidad. No es de extrañar que los viajes fuesen cada vez menos frecuentes. De todas maneras existen testimonios de viajes. Principalmente se trata de expediciones que partían desde Venecia hacia Tierra Santa. No podemos olvidar que en el año 813 se descubre en Galicia la tumba del apóstol Santiago. A partir del siglo XI fueron continuas las peregrinaciones de multitudes procedentes de toda Europa, creándose rutas, mapas, hospederías y otros servicios para los caminantes o peregrinos. Hacia 1140, un peregrino francés, Aymeric Picaud, escribió la primera guía turística de Santiago, conservada en el Libro V del “Codex Calixtinus”. El impacto de las peregrinaciones a Santiago fue grande para toda la España cristiana, pues por el camino

1

penetró toda clase de influencias. Igualmente, Europa se enriqueció con las aportaciones españolas, con una simbiótica aculturización. Las peregrinaciones a La Meca también constituyeron unas importantes corrientes de motivación religiosa. Los baños siguieron siendo frecuentados, especialmente por los árabes. LA EDAD MODERNA Las grandes expediciones marítimas fundamentalmente de españoles, portugueses y británicos, descubriendo nuevas tierras, nuevas costumbres y nuevas riquezas, animaron a las gentes y despertaron en ellas el deseo de viajar. Las peregrinaciones a Santiago de Compostela, Tierra Santa, Roma, Canterbury, La Meca y otros núcleos religiosos, continuaron con gran pujanza. En este período aparecen los primeros alojamientos con el nombre de “hotel”. Es una palabra francesa que designaba a los palacios urbanos. A finales del Renacimiento, bien entrado el siglo XVI, surgió la costumbre entre los ingleses de enviar a sus hijos a hacer un gran viaje al continente con el fin de complementar sus estudios y adquirir experiencia personal, este viaje tenía una gran duración, entre tres y cinco años, razón por la que se le denominó “gran tour”, de donde parece derivan los términos “turismo” y “turista”. Los baños termales que habían caído en desuso, recobran de nuevo su atractivo a partir del siglo XVII debido al consejo de los médicos. En las termas se organizaban diversiones y entretenimientos para los pacientes, por lo que poco a poco muchos acudían no para curarse sino para divertirse. Algunas localidades se pusieron de moda, como Bath, en Inglaterra. Es en esta época cuando se descubren las playas y los baños de mar como remedio terapéutico, así serán el objetivo, primero de los enfermos, y después de los que buscaban diversiones. Los primeros en acudir fueron los aristócratas, posteriormente fueron imitados por la burguesía. En cuanto al transporte, también con la llegada de la Edad Moderna se experimenta una transformación. Aparecen las carrozas y berlinas, a finales del XVII la diligencia tirada por caballos, en el siglo XVIII la calesa y el landó así como el simón y la manuela. 2.

Desde el siglo XIX hasta la Segunda Guerra Mundial La Revolución Industrial, que había comenzado en Inglaterra en las décadas finales del siglo XVIII consolidó a la burguesía como clase social hegemónica y dio nacimiento a una nueva clase social trabajadora, el proletariado, que con los logros sociales de la revolución económica subsiguiente a la industrial originó una clase media numerosa, que es el gérmen del turismo de masas. EL SIGLO XIX El siglo XIX supone un salto cualitativo y cuantitativo en la historia de los viajes y del turismo, por diversas razones: La invención de la máquina de vapor por JAMES WATT originó una evolución espectacular en los transportes. En 1829 STEPHENSON consigue aplicar con éxito el invento de Watt a la locomotora que se utilizó en la primera línea férrea que unió Liverpool con Manchester en 1830. Las líneas férreas se extendieron con enorme rapidez en Europa y Norteamérica.

2

Si importante fue el ferrocarril, la aplicación del vapor a la navegación no lo fue menos, desde entonces ésta fue mucho más rápida y segura. Gran Bretaña, el primer país en iniciar las travesías regulares transoceánicas, domina el mercado de la segunda mitad del siglo XIX, aunque en poco tiempo se desataría una importante competencia con los demás países industrializados. Thomas Cook organiza su primera excursión a Norteamérica en 1866. También es importante en esta época el auge que empieza a cobrar el turismo de montaña de centroeuropa. Una de las causas que lo impulsaron fue la expansión de la tuberculosis. Un médico alemán HERMANN BREHMER, construye el primer sanatorio de montaña en Gorbersdorf (Silesia) y a él sucedieron otros muchos en Francia, Italia, Austria y sobre todo Suiza donde se construyeron numerosos sanatorios y hoteles para estos pacientes (Baguena Cervellera, 1992). El siglo XIX es la época dorada del balnearismo. Estaciones termales como Vichy (Francia), Marienbad (república Checa), Baden Baden (Alemania) y otras tuvieron un enorme apogeo. En la segunda mitad del siglo se comienza a descubrir el Mediterráneo como destino turístico. Las primeras en ponerse de moda fueron las playas de la Costa Azul francesa, especialmente Cannes. La moderna industria turística tiene en el siglo XIX sus orígenes, sobre todo gracias a la actividad de hombres como el británico THOMAS COOK creador de las Agencias de Viajes, el norteamericano HENRY WELLS otro de los pioneros del turismo, el suizo CÉSAR RITZ considerado el padre de la moderna hotelería, el alemán KARL BAEDECKER editor de guías de viaje, el estadounidense PULLMAN que concibió la idea del coche cama y salón en los trenes, el belga NAGELMACKERS fundador de la Wagons-Lits y creador del Orient Express. En el caso de España el establecimiento de diligencias regulares data de 1815. A mediados de siglo existían dos compañías que reunían el servicio general de transportes por carretera, una en Barcelona y la otra en Madrid. Otro medio de viajar por España en 1850 era empleando las postas de la Dirección General de Correos. Pero la verdadera revolución en los transportes, como en el resto de Europa, será el ferrocarril. Los primeros proyectos datan de 1825-1830 pero fracasaron. La primera línea férrea española fue inaugurada en 1837 en la isla de Cuba, entre La Habana y Gines; en la metrópoli, las guerras civiles y la escasez de capitales retrasaron la iniciación de las obras de construcción de la red ferroviaria hasta 1848 en que se inauguró la línea Barcelona-Mataró, y en 1851 la línea MadridAranjuez. En la segunda mitad del siglo se produce una atracción por el mar. La nobleza de la corte de Isabel II, así como la propia reina, (originariamente, la presencia de la reina Isabel II era por motivos de salud, por prescripción facultativa) frecuentan las playas de San Sebastián, donde se desarrolla también una serie de actividades sociales relacionadas con el casino. Aparte de San Sebastián, El Escorial, Villaviciosa de Odón, Aranjuez y La Granja también fueron lugares de veraneo de reyes y su corte. Igual fenómeno de los baños de mar se da en la costa de Gerona, así en la obra de Martínez Quintanilla “Datos históricos, geográficos de la provincia de Gerona” en 1865, se habla del “veraneo” y de la presencia de bañistas en pueblecitos de la costa, como Lloret de Mar, Blanes o Sant Felliu de Guíxols. También a mediados de siglo, los museos comienzan a ser de interés para los turistas. El Museo del Prado de Madrid, llamado entonces Real Museo de Pintura y Escultura de Su Majestad, según el “Calendario Manual y Guía de Forasteros de Madrid de 1842”. Cabe mencionar también a lo largo del siglo XIX, las visitas y viajes que realizaron escritores extranjeros a España y que quedaron reflejados en sus obras como Washington Irving, George Sand, Hans Christian Andersen, Víctor Hugo, Teófilo Gautier. 1919-1950 La Primera Guerra Mundial paralizó las actividades turísticas, pero a su término, con la fabricación en masa del automóvil y el autocar, se produce una nueva alza en la historia del turismo y los viajes.

3

Suiza y las playas frías del Canal de La Mancha seguían siendo el centro del turismo europeo, también algunas playas mediterráneas como Cannes, Niza y la Riviera italiana. Siguen siendo las clases acomodadas las protagonistas de estos viajes. El avión se desarrolla notablemente como medio de transporte para largas distancias, compitiendo con las líneas marítimas a las que al final vencería. No obstante, esta tímida evolución del turismo se ve mermada por la crisis bursátil de 1929, lo que repercutiría negativamente en el sector hasta 1932. Esta recuperación no se sentiría en España, ya que la Guerra Civil impidió la recepción turística. La Segunda Guerra Mundial paralizó absolutamente el turismo en todo el mundo, y sus efectos se extienden hasta 1950, fecha en que las economías occidentales parecen recuperarse, también se crearán una serie de organismos y asociaciones públicas y privadas que contribuirán al posterior desarrollo de la actividad turística.

3.

Desde 1950 hasta el turismo de masas de nuestros días

1950-1973 Este período puede considerarse como el del gran “boom” turístico, en efecto el turismo internacional crece más rápidamente que lo había hecho en toda la historia. Las causas que originaron este espectacular aumento, con características de fenómeno social, fueron muchas: - El nuevo orden internacional y la paz subsiguiente a la guerra. Se crearon numerosos organismos internacionales relacionados con el turismo. Surgió una nueva cultura del ocio en el mundo occidental, acompañada de una estabilidad social que propiciaba los desplazamientos internacionales. Los Países del Este mantuvieron una posición cerrada en sí mismos, aunque a finales de los 50 comienza una débil apertura a Occidente. - La recuperación económica de Alemania, Japón y otras potencias europeas, y la consolidación de las clases medias acomodadas que comienzan a interesarse por los viajes. - Las mejoras en los medios de transporte y en las infraestructuras, especialmente en lo que atañe al automóvil y al avión. - La mejora de las condiciones laborales, iniciada a comienzos de siglo. A ello hay que añadir la potenciación del turismo social y la ampliación de las coberturas de la seguridad social. - Las nuevas técnicas comerciales y de marketing utilizadas por las Agencias de Viajes y otras industrias turísticas. Surge la estandarización del producto turístico. De los 25 millones de turistas mundiales en 1950, se pasa en 1973 a 190 millones. DESDE 1973 En 1973, con la crisis energética y la consiguiente inflación, especialmente percibida en el transporte, la industria turística vive períodos de crisis que no superará hasta bien entrado 1978. Desde entonces la recepción turística mundial crece sin cesar, hasta llegar a 392 millones en 1988. Recientes acontecimientos como la caída de los regímenes comunistas europeos, la reunificación alemana, la Guerra del Golfo Pérsico, la guerra civil yugoslava, inciden de forma directa en la historia del turismo. Con el Tratado de Maastrich de febrero de 1992 se introduce el concepto de ciudadanía europea y se prevé la libre circulación de personas, mercancías y capitales, y en la actualidad se han eliminado los controles fronterizos entre todos los países de la Unión Europea. La liberalización de las tarifas de las compañías aéreas y la competencia de éstas, han originado un nuevo abaratamiento de los viajes por vía aérea.

4

Entre 1980 y 1990, los residentes europeos aumentaron el volumen de sus viajes al extranjero desde los 163 millones hasta los 266 millones, siendo el destino más favorecido la propia región europea, el turismo intrarregional. TURISMO ESPAÑOL EN EL SIGLO XX El desarrollo del turismo español en este siglo está marcado por cuatro etapas: - 1902-1931, coincide con el reinado de Alfonso XIII y se caracteriza por ser la época en que la actividad turística es asumida por primera vez por el Estado creándose los dos primeros organismos en materia de turismo gracias a la iniciativa del marqués de la Vega Inclán que llevó a cabo una importante labor de fomento y promoción del turismo. - 1931-1939, coincide con la Segunda República y el desarrollo de una incipiente estructura autonómica que tiene sus repercusiones en Cataluña con la vuelta de la Generalitat y la creación de la Oficina de Turismo del citado ente autonómico en coordinación con el Patronato Nacional de Turismo. Con el estallido de la guerra civil se paralizó toda actividad turística. - 1939-1975 coincide con el franquismo y el desarrollo turístico en España, sobre todo a partir de la década de los 60 contribuyendo a financiar y equilibrar el elevado déficit de la balanza comercial de nuestro país, gracias al creciente volumen de divisas aportadas por los turistas que pasaron de los 6 millones de 1960, a los 20 millones en 1969, para llegar a 34,5 millones en 1973. - 1975-2006 que coincide desde la transición a la democracia hasta la actualidad. El hecho más destacado es la nueva configuración de la España de las Autonomías con las transferencias en materia de turismo a los Gobiernos autónomos, quedando, en parte, competencia de la Administración Central la coordinación en materia legislativa, la promoción turística, la formación e investigación turísticas y la gestión de los paradores y albergues nacionales.

5...


Similar Free PDFs