Arte prerromanico PDF

Title Arte prerromanico
Author LUIS RUBÉN MARCO ALFARO
Course Historia del Arte
Institution Universitat Politècnica de València
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Apuntes sobre arte prerrománico ...


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ARTE PRERROMÁNICO CONTEXTO El Imperio Romano de Occidente desapareció en el año 476 cuando el pueblo germano de los hérulos venció al último emperador Rómulo Augusto. A partir de entonces, el centro de la política romana era Constantinopla. Posteriormente, otra serie de invasiones germánicas dieron lugar a la creación de nuevos estados europeos. En el s. V, los francos disputaron su dominio sobre la Galia y siglos más tarde, en el año 732, el noble franco Marcel Meroveo venció a los musulmanes en la batalla de Poitiers. Su hijo Pipino el Breve, en el 751 se coronó rey con el apoyo del papa León III, quien más tarde le coronó emperador y se encargó de la política de Occidente. En la Península Ibérica, en el s. V, se instalaron los visigodos en el año 585. Implantaron el catolicismo en el III Concilio de Toledo. La invasión de los árabes en el año 711 puso fin al poder de los visigodos. Durante la reconquista de la Península, se formaron los reinos cristianos, el primero de los cuales fue el de Asturias. Sus reyes: Alfonso I, Alfonso II y Ramiro I consolidaron el reino y la religión católica, construyendo gran número de pequeñas iglesias. A partir del s. X, la ocupación musulmana y la posterior reconquista influyeron en el nacimiento del llamado arte mozárabe. Se desarrolló tanto en territorio musulmán como en territorio cristiano y nació de la convivencia de las comunidades musulmanas y cristiana. Del 476 hasta el año 1000, año en el que se empieza a reformar la Abadía de Cluny, siguiendo por primera vez patrones románicos, se suceden en el tiempo tantos tipos de arte como comunidades culturales van poblando su suelo. Como no vamos a ver todas, haremos un recuento. El Imperio Romano de Oriente, después Imperio Bizantino, conservará una tradición paleocristiana. Poco a poco va perdiendo territorios a manos del naciente Imperio Musulmán hasta que en el año 1453 cae definitivamente a manos de los turcos. El mapa de la etapa prerrománica abarca toda Europa, desde los países escandinavos hasta las penínsulas Itálica e Ibérica, incluyendo la Galia, los países centroeuropeos y las islas Británicas. Cronológicamente, las manifestaciones artísticas prerrománicas se sitúan entre la caída del Imperio Romano de Occidente (s. V y s. XI), período de tiempo en el que se consolidan los nuevos reinos surgidos a lo largo del periodo de conquista. En la península Ibérica el arte prerrománico se divide en 3 etapas bien diferenciadas: 1ª) La visigótica (siglos V-VII) 2ª) La asturiana (siglos VIII-X) 3ª) La mozárabe (siglos X-XI) En España, el prerrománico también se extiende hasta el s. XI. El estilo románico llegó a España a través de las rutas de peregrinación hacia Santiago de Compostela en el norte de la Península. Durante este período comprendido entre los siglos V y IX no se produce una ruptura cultural con los años anteriores, ya que existe continuidad con las estructuras sociales, la economía y el arte precedente. En la Alta Edad Media hay un elemento fundamental: la iglesia como institución, que ejerce de mecenas, facilita la transmisión cultural y se encarga de la producción artística del momento. Los pueblos germanos no tenían tradición arquitectónica, ni escultura, ni pintura propias y perpetuaron el arte romano, aunque empobreciéndolo en cuanto a materiales.

El arte de la Alta Edad Media es resultado de varias influencias, ya que cada pueblo germánico aporta un sello particular: visigodo, ostrogodo, carolingio, anglosajón, asturiano, mozárabe. Dada la existencia de tantas escuelas diferentes, se las engloba bajo la denominación de arte prerrománico. Aunque, para muchos autores, el arte prerrománico es exclusivamente arte visigodo, mozárabe y asturiano y el resto es el denominado arte de los pueblos bárbaros. Mientras que Bizancio bajo el reinado de Justiniano producía obras espléndidas, los pueblos germanos en sus nuevos territorios construían obras más austeras, que serían la base del arte románico. El arte prerrománico es técnicamente pobre, imita los monumentos romanos y aprovecha sus materiales de segunda mano a los que les añade elementos decorativos. En Italia el arte prerrománico llegó a su máximo esplendor en la época de Teodorico el Grande (453-526) en Rávena y la obra más representativa es el Mausoleo de Teodorico. En Francia, podemos destacar la Iglesia de Saint Jean de Poitiers del período merovingio, construida con materiales procedentes de monumentos romanos. También hay que mencionar la Capilla Palatina de Aquisgrán, del período carolingio. En las islas Británicas tuvieron mucha importancia las cruces monumentales y los manuscritos iluminados, el libro de Kells, el libro de Durrow y el Evangelio de Lindissfarme. En España, durante los siglos de la Alta Edad Media —del siglo V al siglo X— surgieron tres estilos artísticos propios, que constituyen la fase previa a la consolidación del gran arte románico. El más antiguo, el visigodo, coincide con el reino de igual nombre que tuvo su capital en Toledo. De él nos han llegado sencillas iglesias rurales y ricos trabajos de orfebrería. El asturiano, el de mayor relieve, es el que se desarrolló en el reino homónimo, núcleo de resistencia ante la invasión musulmana. La combinación de la tradición visigoda con nuevas influencias dio lugar a iglesias, palacios y trabajos de orfebrería de notable calidad para la Europa de su época. El tercero, el mozárabe constituye la importación de la tradición andalusí aprendida en el sur de España por los mozárabes cuando parte de éstos emigraron hacia los reinos hispánicos del norte a lo largo del siglo X. ARTE VISIGODO El Imperio Romano, guiado por su concepción de la ley y del derecho, había ido ampliando el ámbito de quienes gozaban de su ciudadanía hasta extenderla a los pueblos bárbaros que habían ayudado a la causa imperial. El disfrute de una ciudadanía tan extensamente compartida y la estabilidad de la estructura política romana generaron en sus miembros una conciencia de pertenencia a un ente universal. El cristianismo, por su parte, también representó un factor decisivo en el proceso de difusión de una conciencia universalista y se convirtió, al desaparecer el Estado Romano, en la única estructura a la que agarrarse para no sucumbir al caos, en puente entre la civilización clásica y la nueva cultura en gestación. Los pueblos bárbaros asumieron la cultura romana y la estructura administrativa cristiana para, a partir de ahí, mezclarlo todo con su propia cultura. Los visigodos habían permanecido largo tiempo en las fronteras del Imperio Romano antes de asentarse en el sur de la Galia y situar su capital en Toulouse. Su colaboración con los romanos fue intensa, por lo que se habían convertido en el pueblo germano más romanizado. La inferioridad militar con respecto a los francos, que aspiraban a dominar toda la Galia, hizo que su expansión se orientara hacia el sur de los Pirineos. Así, a principios del siglo VI Toledo se constituye en la nueva capital del reino

visigodo, el cual conseguirá su mayor expansión con el reinado de Leovigildo (573-586): casi toda la Península Ibérica estaba bajo su control aunque ellos sólo poblaban la zona de la meseta. Arquitectura: La arquitectura visigoda continuó la tradición constructiva de los romanos y del paleocristiano: usan la cubierta a dos aguas y el nártex o vestíbulo. Del arte bizantino: el iconostasis o iconostasio (pequeña mampara situada en el presbiterio que aísla al sacerdote durante la consagración. Características: - Aportó el arco de herradura, que posteriormente adoptaron los árabes. - Las iglesias visigóticas son de dimensiones muy reducidas. - Pocos vanos o ventanas. - Plantas variadas: desde la planta cruciforme a la basilical ( de una nave y de tres naves separadas por columnas y rematadas por un ábside). - Los muros están construidos con bloques de piedra de forma regular y bien tallados. - Los techos suelen ser de madera. Ejemplos: San Juan de Baños, Palencia. Sao Frutuoso de Montelios, Braga, Portugal. Santa Comba de Bande, Ourense. San Pedro de la Nave, Zamora. Santa María de Quintanilla, Burgos. Sant Pere, Sant Miquel y Santa María de Terrasa, Barcelona. Escultura y orfebrería: En cuanto a la escultura, además de la ornamentación de capiteles, destacan los sarcófagos y decoración arquitectónica como los relieves de San Pedro de la Nave, Zamora. En orfebrería, son muy importantes las coronas votivas de Suintila y Revescinto del tesoro de Guarrazar, utizadas para colgar een los altares. También cabe mencionar las fíbulas o hebillas y los broches de cinturón, circulares o rectangulares con forma de águila y con vidrios incrustados.

ARTE ASTURIANO Se desarrolló en el pequeño reino de Asturias, después de que los cristianos fueran obligados por los invasores a refugiarse en las montañas del norte siglos VIII y IX. En el siglo VIII aparece en el territorio asturiano un centro de poder y con él el arte prerrománico asturiano.

Este estilo está directamente

vinculado al poder de la realeza y los edificios más importantes fueron realizados por encargo regio y son los reyes los que atrajeron a los artistas. Este hecho explica su nacimiento y su muerte.

La independencia política de Asturias con la consiguiente organización monárquica facilitará la existencia de un arte ligado a la realeza. El efecto propagandístico se completa con el de religiosidad combativa con la que surge el reino. El cristianismo será la bandera contra el Islam y la construcción de Iglesias su materialización. Aun así no debe olvidarse el primitivismo general del reino astur como consecuencia de la modestia territorial y económica de una zona poco romanizada y menos aún dominada por los visigodos. El arte de la monarquía astur es, pues, consecuencia del derrumbamiento de la monarquía visigótica y de la invasión musulmana de la Península Ibérica. El estado surgido de estas circunstancias en el 737, 19 años después de la batalla de Covadonga, fue único e irrepetible al igual que el arte que produjo. Arquitectura: La arquitectura asturiana es fundamentalmente de carácter religioso aunque también se construyeron edificios civiles como palacios y hospitales, aunque la mayoría de ellos han desaparecido o han sido transformados. Se diferencian tres períodos: a) Prerramirense, que corresponde al reinado de Alfonso II (729-842). En esta fase se siguen las formas de la arquitectura visigótica y romana, como el arco de medio punto o la falta de contrafuertes en el exterior. b) Ramirense, bajo el reinado de Ramiro I (866-850). Se considera la etapa de plenitud del estilo. c) Postramirense, corresponde al Reinado de Alfonso III (866-910). Se aprecia el uso de elementos de la arquitectura mozárabe, como el arco de herradura islámico. Características: - Iglesias de planta basilical con una o tres naves. - Tienen iconostasio visigótico y ábsides rectangulares. Este ábside tiene una cámara secreta para guardar los tesoros a la cual se accede sólo por el exterior. - El elemento más característico es el uso de la bóveda de cañón. - Se emplea el arco de medio punto y el arco peraltado. - En el interior, las columnas son sustituidas por pilares que generalmente no tienen capitel. - En el exterior los muros presentan pequeños bloques de piedra tallados de manera irregular (sillarejo y mampostería). - Ventanas geminadas ricamente ornamentadas con celosías y molduras. - En el exterior se emplean los sólidos contrafuertes que soportan el peso de las bóvedas. Ejemplos: Etapa prerramirense: La Cámara Santa de la Iglesia de San Salvador de Oviedo. San Julián de los Prados. Etapa ramirense: Santa María del Naranco en Oviedo. San Miguel de Lillo. Etapa posramirense: Iglesia de San Salvador de Valdedios.

Escultura, pintura y orfebrería: La escultura asturiana se limitó a decorar los elementos arquitectónicos, como capiteles, molduras, columnas y medallones. La pintura decora los templos con pinturas murales entre las cuales sobresalen las pinturas de San Julián de los Prados. El gran auge del asturiano se refleja en la orfebrería. Destacan la Cruz de los Ángeles y la Cruz de la Victoria, encargada por Alfonso III. Tiene grandes piedras y esmaltes que representan animales y flores, su estilo está relacionado con la orfebrería carolingia del norte de Italia.

ARTE MOZÁRABE Entre los siglos X y XI se desarrolló el arte mozárabe como consecuencia de las relaciones entre las comunidades cristianas y los nuevos dominadores musulmanes. El nombre mozárabe se aplicaba a los cristianos que vivían en territorio musulmán y también a las comunidades de cristianos que huyeron del dominio musulmán. Éstos se refugiaron en el Norte del Duero y en el curso alto del Ebro. Estas zonas se repoblaron con la ayuda de las familias cristianas que recibían tierras del monarca para su repoblación. La rápida expansión del Islam por el territorio peninsular fue facilitada por la debilidad de las comunidades hispanovisigodas y por una política de pactos que los musulmanes hacían con los jefes locales. Todo ello permitió la veloz ocupación conseguida por los ejércitos musulmanes que en tan poco tiempo habían alcanzado las tierras francesas, donde fueron finalmente frenados por los francos en la batalla de Tours y Poitiers (732). Pero esta conquista no supuso la aniquilación de la población hispanovisigoda, aunque sí produjo, obviamente, un proceso de islamización. Aun así, los grupos que, pagando más impuestos, deseaban seguir siendo cristianos en territorio islámico, pudieron hacerlo, pasando a llamarse mozárabes. Estos grupos mantuvieron una estrecha relación con los nuevos ocupantes lo que se manifestará en sus formas artísticas. Pero no sólo son mozárabes los cristianos que viven bajo dominio musulmán, sino aquellos que tras muchos años de vivir en Al-Ándalus emigran hacia territorios cristianos bien por algunas persecuciones religiosas que se dieron en épocas de integrismo islámico o bien atraídos por las “cartas puebla” de repoblación realizadas por algunos reyes cristianos. Así se explica la dispersión de los monumentos mozárabes: Valle del Duero y del Ebro, Cataluña, Andalucía... Tampoco va a ser igual el arte mozárabe realizado en territorio islámico y el de repoblación, aunque ambos tienen pervivencias visigóticas mezcladas con influencias árabes. Arquitectura: Las influencias son visigóticas y musulmanas. A la dispersión de los monumentos mozárabes hay que añadir su falta de unidad artística aunque sí existen algunas características generales: utilizarán el arco de herradura, más cerrado que el visigodo, tendiendo más al alargamiento de ½ del radio que es la medida utilizada por los musulmanes que a los 2/5 utilizados por los visigodos. Este arco se enmarca en un alfiz como en el arte musulmán. Utilizan también la bóveda de nervios de tipo califal y la gallonada. Si todo esto es de influencia islámica, los temas con los que adornan sus templos son visigodos.

Las iglesias suelen ser de tamaño reducido aunque con estructuras complejas y con una gran variedad de plantas: de una o varias naves, de cruz griega o de planta basilical. Los muros son muy gruesos porque tienen una función sustentante y en ellos se utilizan todo tipo de materiales: ladrillo, mampostería, sillares, dependiendo de las características de la zona. Características: - Arco de herradura califal con alfiz decorado. - Arcos geminados. - Bóvedas de cañón. - Contrafuertes sólidos. Ejemplos: San Miguel de Celanova en Ourense. San Cebrián de Mazote en Valladolid. San Miguel de la Escalada en León. San Baudelio de Berlanga en Soria. San Millán de la Cogolla en Logroño. Santa María de Lebeña en Cantabria. San Quircze de Pedret en Barcelona. San Juan de la Peña en Huesca. Santa María de Melque en Toledo. Las miniaturas. Hay que destacar la miniatura mozárabe por ser la transmisora de este arte desde época visigoda hasta el románico. Los monasterios mozárabes serán centros muy activos de miniaturistas, entre los que destaca el Beato de Liébana y su comentario al Apocalipsis de San Juan (Biblioteca Morgan de New York). La miniatura mozárabe se caracteriza por su cromatismo intenso y su expresionismo, que puebla las ilustraciones con figuras fantásticas, alejadas del naturalismo clásico. Beato es el nombre de un monje del monasterio de Liébana que en el s. VIII escribió el comentario del Apocalipsis de San Juan. Entre los siglos X y XIII se escribieron copias de él que reciben el nombre de Beatos. Algunos de ellos se iluminaron con miniaturas como el Beato de Girona (S. X), con una rica policromía y figuras dotadas de gran dinamismo....


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