Comentario Crítico Nº3 PDF

Preview

Summary

Antígona...

Description

Comentario Crítico Nº3: Antígona

Ana Azócar Ocaranza Profesor: Niels Rivas N. Literatura

La obra que protagonizará este comentario crítico, conocida como Antígona, fue escrita en el año 442 a.c por Sófocles. Este libro se basa en el mito de Antígona, el cual trata de una tragedia situada principalmente en Tebas, donde dos hijos de Edipo, Polinices y Etocles tienen un acuerdo de turnarse el trono de Tebas cada año, lo cual no fue respetado por Etocles, por lo cual Polinices lleva un ejército foráneo contra Tebas, lo cual concluye con la muerte de ambos hermanos. Posteriormente, Creonte toma el poder y establece una prohibición de llevar a cabo ceremonias fúnebres para Polinices debido a su anterior traición hacia Tebas, lo cual es ignorado por Antígona, hermana del difunto, quien va y lo entierra como corresponde. Es así como Creonte se entera y asimismo el coro, el cual está integrado por los sabios de Tebas, quienes al ver que Polinices había sido enterrado debidamente asumieron que dicho acto correspondía a una intervención de los dioses, pero aun así, el rey pidió que lo desenterraran. Es así como Antígona recurre al lugar para volver a enterrar a su hermano, cuando es atrapada por los centinelas, quienes la llevan ante Creonte, quien la condena a muerte por violar la ley. Su prometido Hemón, hijo del propio Creonte, le suplica a su padre que no lo haga ya que era su prometida, pero éste no le hace caso, y la condena a ser encerrada viva en una tumba excavada en roca. Posteriormente al encierro de Antígona, se presenta Tiresias quien señala que los dioses desatarán su ira contra Creonte y su familia, asesinando a alguno de ellos. Ante esta predicción Creonte cede, asume su culpa e intenta remediar sus errores lavando y honrando al difunto. Y posteriormente acude a la cueva para liberar a Antígona pero se encuentra con que ella se ahorcó, por lo cual su prometido Hemón se suicida también, al igual que la esposa de Creonte al ver todo lo sucedido y se cumple lo predicho por Tiresias.

Primeramente, se produce un conflicto entre lo doméstico (lo íntimo) y lo cívico (lo público), ya que como pudimos apreciar en el texto, se presenta un choque entre Creonte, quien representa el cumplimiento de las leyes del Estado, lo cual se ve plasmado en: “… pues pienso que la patria será la que nos salve, y que, con buen gobierno, nos haremos de amigos”1 y Antígona, quien representa el respeto a las normas religiosas., lo cual se puede apreciar en: “No creí que tus bandos tanta fuerza tuvieran, para que en gracia de ellos, pudieran los mortales quebrantar de los dioses esas leyes no escritas e infalibles”2. En 1 P. 24, Antígona. 2 P. 38, Antígona.

donde el conflicto como tal se sitúa en qué debe hacerse con el difunto Polinices, si se deben respetar las leyes impuestas, y por ende, debe ser dejado allí. O si deben respetarse las normas religiosas y llevarse a cabo las costumbres y respetos correspondientes como a cualquier difunto. Pero este conflicto concluye debido a el respeto que se tiene hacia los dioses, el cual más que respeto es miedo a que desaten su ira.

En segundo lugar, se puede ver que Creonte, al ser el rey de Tebas, es quien ejerce violencia sobre la interioridad de la persona, ya que interviene directamente con las creencias principalmente religiosas de ésta, e irrumpe con las costumbres en general, estableciendo que las leyes son lo único que debe respetarse para que el gobierno y la sociedad se mantenga en equilibrio. Y además establece que no le importa quien sea, puede ser un familiar como un extraño: “Aun siendo de mi hermana la hija, y aunque fuera pariente más cercana que aquellos que en mi hogar honran a Zeus Herkeyo, ni su hermana ni ella evitarán las penas más grandes”3, las leyes son iguales para todos y que para lograr un estado rígido se debe comenzar en el propio hogar, ya que si no existe un régimen de obediencia dentro de éste es imposible que se logre un dominio y manejo hábil del Estado, lo cual puede verse en: “A aquel que la ciudad colocara en el trono se debe obedecer hasta en cosas pequeñas, sean justas o no”4.

En tercer lugar, Steiner hace referencia a la “indecible interioridad”, este concepto puede verse desde la perspectiva de que es imposible lograr decir o descifrar el contenido del elemento espiritual que vive en cada ser, ya que lo que existe dentro de cada ser, tanto el alma, como el espíritu o el subconsciente, son componentes del “yo interior” de cada ser humano que son indivisibles y prácticamente imposibles de descomponer y menos analizar. Cada individuo posee un elemento espiritual diferente, no existe ninguno idéntico a otro, ya que tanto la moral, como la educación y los principios son los que construyen este elemento, y estos tres componentes nunca son iguales en distintos seres.

3 P. 39, Antígona. 4 P. 52, Antígona....