Comentario de texto literario (La Vida del Buscón) PDF

Title Comentario de texto literario (La Vida del Buscón)
Author Alexia Henríquez
Course Lengua Castellana y Literatura
Institution Bachillerato (España)
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Comentario de texto literario (La Vida del Buscón)...


Description

Comentario de texto literario: La Vida del Buscón Hubo grandes diferencias entre mis padres sobre a quién había de imitar en el oficio, mas yo, que siempre tuve pensamientos de caballero desde chiquito, nunca me apliqué a uno ni a otro. Decíame mi padre: —Hijo, esto de ser ladrón no es arte mecánica, sino liberal. Y de allí a un rato, habiendo suspirado, decía de manos: —Quien no hurta en el mundo, no vive. ¿Por qué piensas que los alguaciles y jueces nos aborrecen tanto? Unas veces nos destierran, otras nos azotan y otras nos cuelgan..., no lo puedo decir sin lágrimas (lloraba como un niño el buen viejo, acordándose de las que le habían batanado las costillas). Porque no querrían que donde están hubiese otros ladrones sino ellos y sus ministros. Mas de todo nos libró la buena astucia. En mi mocedad siempre andaba por las iglesias, y no de puro buen cristiano. Muchas veces me hubieran llorado en el asno si hubiera cantado en el potro. Nunca confesé sino cuando lo mandaba la Santa Madre Iglesia. Preso estuve por pedigüeño en caminos y a pique de que me esteraran el tragar y de acabar todos mis negocios con diez y seis maravedís: diez de soga y seis de cáñamo. Mas de todo me ha sacado el punto en boca, el chitón y los nones. Y con esto y mi oficio, he sustentado a tu madre lo más honradamente que he podido. —¿Cómo a mí sustentado? —dijo ella con grande cólera. Yo os he sustentado a vos, y sacádoos de las cárceles con industria y mantenídoos en ellas con dinero. Si no confesábades, ¿era por vuestro ánimo o por las bebidas que yo os daba? ¡Gracias a mis botes! Y si no temiera que me habían de oír en la calle, yo dijera lo de cuando entré por la chimenea y os saqué por el tejado. Metílos en paz diciendo que yo quería aprender virtud resueltamente y ir con mis buenos pensamientos adelante, y que para esto me pusiesen a la escuela, pues sin leer ni escribir no se podía hacer nada. Parecióles bien lo que decía, aunque lo gruñeron un rato entre los dos. Mi madre se entró adentro y mi padre fue a rapar a uno (así lo dijo él) no sé si la barba o la bolsa; lo más ordinario era uno y otro. Yo me quedé solo, dando gracias a Dios porque me hizo hijo de padres tan celosos de mi bien.

Contextualización del fragmento o Autor y obra: Este fragmento de texto pertenece al libro de La Vida del Buscón o Historia de la vida del Buscón llamado Don Pablos, ejemplo de vagabundos y espejo de tacaños, este último es el título original, fue escrito por Francisco de Quevedo. La primera edición de esta obra fue publicada en Zaragoza en 1626, sin embargo, se piensa que fue escrita entre 1603 y 1608. Quevedo nunca admitió su autoría, para no tener que enfrentarse a la censura de la Inquisición. Francisco Gómez de Quevedo Villegas y Santibáñez Cevallos nació en Madrid el 14 de septiembre de 1580, sus padres desempeñaban altos cargos en la corte, por cual recibió una buena educación. Estudió en las Universidades de Alcalá de Henares y Valladolid. Junto a Luis de Góngora, es uno de los grandes exponentes en la literatura del Siglo de Oro. En el caso de Quevedo, fue el máximo representante de la corriente literaria del conceptismo, caracterizada por el predominio de las ideas y los conceptos, dando más importancia al mensaje que a la forma . En toda su obra Quevedo demostró su dominio del lenguaje, empleando un léxico variado y jugando con los significados. Es considerado uno de los grandes virtuosos de la lengua castellana.

o Resumen del fragmento: Cuando Don Pablos se está presentando a la señora le cuenta una anécdota en la cual sus padres, Clemente Pablo y Aldonza, protagonizan una discusión sobre el futuro oficio del pícaro. El padre quiere que siga sus pasos como ladrón, ya que considera que es la única manera en la que se puede sobrevivir en esos momentos de precariedad. Al final, Pablos acaba convenciendo a ambos para que asista a la escuela. o

Ubicación del fragmento:

Esta obra pertenece al género narrativo y al subgénero de la novela, más específicamente la picaresca. Este fragmento se encuentra en el capítulo I del primer libro, después de que Don Pablos se presenta a él mismo y a su familia (padre, madre y hermano). La importancia de este fragmento en la obra es que presenta la moralidad de los padres y predice el futuro de Don Pablos como buscón, además de que da pie a la entrada del pícaro al colegio, donde ocurrirán algunos eventos importantes.

Caracterización del fragmento En el fragmento aparecen tres personajes: Clemente Pablo, Aldonza y Don Pablos; este último no hace ninguna intervención en forma de diálogo, sin embargo, se sabe que está presente y que interviene en la discusión de sus padres, aunque no se muestre de forma explícita en esta parte. Su padre durante la discusión explica que se gana la vida robándole a sus clientes debido a que no hay otra manera en la que se puedan sustentar, con esto se puede predecir su desenlace, el cual es que acaba siendo juzgado por ladrón y lo llevan a la horca. Aunque en ningún momento se mencione donde sucede esta discusión, se puede intuir que ocurre en su casa, ya que hablan sobre temas privados y controversiales. En cuanto a cuando sucede, se sabe que fue en algún momento de la juventud de Don Pablos, ya que él les pide a sus padres que le dejen asistir a la escuela.

Justificación del carácter literario del texto, mediante el análisis de las manifestaciones propias de la función poética presentes en el texto. o Recursos estilísticos: Este fragmento no es de los que más recursos estilísticos se pueda encontrar, sin embargo, se pueden apreciar algunos, como el uso de metáforas: “Hijo, esto de ser ladrón no es arte mecánica, sino liberal”; “yo dijera lo de cuando entré por la chimenea y os saqué por el tejado”, en el primer caso lo que intenta decir es que el ser ladrón es algo que esté bien visto en la sociedad y en el segundo la madre lo usa para referirse a como ayudó a Clemente a salir de la cárcel utilizando el ingenio. También podría ser considerado una metáfora “Muchas veces me hubieran llorado en el asno si hubiera cantado en el potro”, pero además ser un juego de palabras, ya que hace referencia a las caballerías y utiliza las palabras “asno” y “potro” con un doble significado, el primero haciendo referencia a un escarnio público en el cual el delincuente se montaba en este animal y le atravesaban la lengua con un hierro, y el segundo refiriéndose al instrumento de tortura. Otro posible juego de palabras puede ser “acabar todos mis negocios con diez y seis maravedís: diez de soga y seis de cáñamo” que indica que de estar ganando dinero robando podría haber pasado a morir en la horca (“soga”, “cáñamo”). Por otro lado, se puede apreciar un recurso que a lo largo de la obra se repite bastante, que es la ironía [ “mi padre fue a rapar a uno (así lo dijo él) no sé si la barba o la bolsa ”], Quevedo utiliza este recurso para crear momentos humorísticos. Por último, se aprecia un símil (“lloraba como un niño”).

o Presencia de otros valores connotativos: Como cabe esperar de Quevedo, a lo largo de este fragmento hay léxico muy variado. Debido a la época en la que se escribió (siglo XVII), aparecen bastantes arcaísmos (“Decíame”; “sacádoos”; “mantenídoos”; “ confesábades”; “Metílos”; “Parecióles”). Se pueden apreciar términos con connotaciones negativas, como “aborrecen”, “cólera” y “ordinarios”. Además, se pueden encontrar algunos adjetivos explicativos, como “buena astucia” y “puro buen cristiano”.

o Rasgos propios de la tendencia, movimiento o grupo literario : Esta obra presenta todas las características de la novela picaresca. Estas son, la narración en primera persona por un “pícaro”, el protagonista se puede considerar como un antihéroe (contrario a la figura del héroe de las novelas de caballería), la crítica a la sociedad del momento, al centrarse en un personaje que pertenece a la baja sociedad el lenguaje presente en la obra es coloquial, la novela posee un tono satírico y pretende dar una enseñanza.

Valoración final: Este fragmento representa bastante bien lo que pretendía transmitir Quevedo con esta obra, una crítica a la sociedad del momento de manera satírica y humorística, pero sin quitarle el tono moralizante a sus palabras. Con su gran virtuosismo en el uso de la lengua consigue darle un significado más profundo al léxico usado, una clara característica que se puede observar en todas sus obras, ya sea en poesía o en prosa. Gracias a La Vida del Buscón, el subgénero narrativo de la novela picaresca alcanza su máxima plenitud utilizando todas las características ya vistas en El Lazarillo de Tormes, pero sin dejar atrás su característico tono burlesco y su impresionante empleo del lenguaje....


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