Comunidad como campo problemático en el proyecto PDF

Title Comunidad como campo problemático en el proyecto
Author iceSuburb
Course Responsabilidad social
Institution Corporación Universitaria Minuto de Dios
Pages 3
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Description

Comunidad como campo problemático Lo primero que salta a la vista es la vastedad de usos que asumen los términos «comunidad» y «comunitario», tanto en el lenguaje común y cotidiano de diferentes sectores de la población, como en el lenguaje de las políticas institucionales orientadas a poblaciones pobres o en alguna condición de exclusión. En unas y otras narrativas, la comunidad es una de esas palabras que parecen naturales y transparentes y que, por tanto, no requieren mayor aclaración, así se refiera a esferas y escalas de realidad disímiles. En el primer ámbito, la palabra comunidad se usa como sustantivo en expresiones como «comunidad local», «comunidad escolar», «comunidad religiosa», «comunidad LGBT», «comunidad universitaria», «comunidad científica», «comunidad nacional», «comunidad europea» y «comunidad global» y que pretenden representar realidades evidentes. El sentido irreflexivo más corriente de la palabra «comunidad», la identifica con formas unitarias y homogéneas de vida social en las que prevalecen rasgos, intereses y fines comunes. Dicha imagen unitaria y esencialista de comunidad, invisibiliza las diferencias, tensiones y conflictos propios de todo colectivo o entidad social. Por ello, la expresión «comunidad», para muchos intelectuales contemporáneos, genera sospecha y escepticismo, al ver en ella, ya sea un lastre de las formaciones sociales pre capitalistas, una operación instrumental del Estado, una imagen heredada de un cristianismo 13 ingenuo, un remanente engañoso del populismo romántico, una expresión de regímenes totalitarios o integristas o una ingenua iniciativa para huir de la sociedad. Por ejemplo, la emergencia de 14 la comunidad como «asunto» de conocimiento a fines del siglo XIX, coincidió con la consolidación del sistema capitalista en Europa, el cual traía consigo la destrucción de formas y vínculos comunitarios en el mundo rural y el deterioro y envilecimiento de la vida de los trabajadores de las ciudades. 15 Por eso, en diferentes lugares del planeta, «explotan por doquier las referencias y vocabularios comunitarios y diferentes expresiones de acción colectiva impulsadas en nombre de la comunidad . Por otra parte, el afán por caracterizar e interpretar la emergencia de vínculos, prácticas, identidades y nuevas formas de sociabilidad y vida en común, llevó a que prestigiosos sociólogos como Sennet , Touraine , Beck , Lash y Maffesoli incorporaran la comunidad como temática relevante de su producción. 24 También, en estas últimas décadas, cobran fuerza nuevas corrientes que interrogan la comunidad desde posturas filosóficas originales». Finalmente, la preocupación por la «comunidad» también ha aparecido en la obra de algunos filósofos políticos, en torno a la búsqueda de refundamentar lo político desde la ética. Junto a estos debates gestados principalmente en los países metropolitanos, desde el Sur3 también se ha reactivado el interés por la comunidad. 25 plantea De Marinis , las «ansias de la comunidad», lejos de haber desaparecido, más bien se exacerban, ante las abrumadoras evidencias que actualmente tenemos de que la «sociedad» se desvanece, se disgrega, se difumina, ya no nos contiene, no nos aloja, ni nos da certeza. Otra preocupación por la comunidad, como, vínculo, valor y modo de vida, se asocia al reconocimiento de los efectos adversos y resistencias a la expansión del capitalismo en todas las esferas de la vida social. Frente a la globalización capitalista impuesta desde el Norte, desde la derecha y desde arriba, la comunidad aparece como uno de los contenidos más recurrentes en las luchas, prácticas, discursos y visiones de futuro agenciados por quienes buscamos desde

el Sur, desde la izquierda y desde abajo, «construir otros mundos posibles». Comunidad como vínculo y sentido inmanente Este diagnóstico también exige, hacer explícito cómo entendemos el sentido de comunidad, a partir de reconocer cómo se expresa en la realidad latinoamericana actual. Comunidades de vida de los pueblos originarios, supervivientes y en resistencia a la modernización capitalista. Comunidades territoriales urbanas y campesinas emergentes que se activan en coyunturas y situaciones de adversidad compartida 3. Comunidades intencionales en torno a ideales y visiones compartidas de futuro, constituidas por asociaciones, redes y movimientos sociales. Comunidades emocionales, más o menos transitorias especialmente entre personas pertenecientes a contextos citadinos Las comunidades críticas surgen cuando los sujetos 204 que conforman cualquiera de las otras experiencias comunitarias, identifican por medio de la deliberación y la reflexión, algunas de las formas en que la cultura vigente opera en su intento por limitar la formación y el mantenimiento de comunidades, a la vez que definen un horizonte histórico común, que afirme su autonomía y su voluntad de afirmarse como actores con poder de transformación de realidad . Comunidad como campo problemático Lo primero que salta a la vista es la vastedad de usos que asumen los términos «comunidad» y «comunitario», tanto en el lenguaje común y cotidiano de diferentes sectores de la población, como en el lenguaje de las políticas institucionales orientadas a poblaciones pobres o en alguna condición de exclusión. En unas y otras narrativas, la comunidad es una de esas palabras que parecen naturales y transparentes y que, por tanto, no requieren mayor aclaración, En el primer ámbito, la palabra comunidad se usa como sustantivo en expresiones como «comunidad local», «comunidad escolar», «comunidad religiosa», «comunidad LGBT», «comunidad universitaria», «comunidad científica», «comunidad nacional», «comunidad europea» y «comunidad global» y que pretenden representar realidades evidentes. Por ejemplo, la emergencia de 14 la comunidad como «asunto» de conocimiento a fines del siglo XIX, coincidió con la consolidación del sistema capitalista en Europa, el cual traía consigo la destrucción de formas y vínculos comunitarios en el mundo rural y el deterioro y envilecimiento de la vida de los trabajadores de las ciudades. 15 Por eso, en diferentes lugares del planeta, «explotan por doquier las referencias y vocabularios comunitarios y diferentes expresiones de acción colectiva impulsadas en nombre de la comunidad . Por otra parte, el afán por caracterizar e interpretar la emergencia de vínculos, prácticas, identidades y nuevas formas de sociabilidad y vida en común, llevó a que prestigiosos sociólogos como Sennet , Touraine , Beck , Lash y Maffesoli incorporaran la comunidad como temática relevante de su producción. 24 También, en estas últimas décadas, cobran fuerza nuevas corrientes que interrogan la comunidad desde posturas filosóficas originales». Otra preocupación por la comunidad, como, vínculo, valor y modo de vida, se asocia al reconocimiento de los efectos adversos y resistencias a la expansión del capitalismo en todas las esferas de la vida social. Frente a la globalización capitalista impuesta desde el Norte, desde la derecha y desde arriba, la comunidad aparece como uno de los contenidos más recurrentes en las luchas, prácticas, discursos y visiones de futuro agenciados por quienes buscamos desde el Sur, desde la izquierda y desde abajo, «construir otros mundos posibles». Comunidad como vínculo y sentido inmanente Este diagnóstico también exige, hacer explícito cómo entendemos el sentido de comunidad, a partir de reconocer cómo se expresa en la

realidad latinoamericana actual. Comunidades de vida de los pueblos originarios, supervivientes y en resistencia a la modernización capitalista....


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