El grafo del deseo - Lacan PDF

Title El grafo del deseo - Lacan
Author Fabricio Pérez
Course Psicoanálisis: Escuela Francesa
Institution Universidad de Buenos Aires
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EL GRAFO DEL DESEO Lacan comienza a constituir este grafo en el Seminario V “las formaciones del inconsciente” (1957-1958), lo continua en el Seminario VI “El deseo y su interpretación” (1958-1959) y va a dar su versión definitiva en un Escrito de septiembre en 1960 que se llama “Subversión del sujeto y dialéctica del deseo en el inconsciente freudiano”. Lacan se pregunta para qué nos serviría este grafo. Y responde: “… nos serviría para presentar dónde se sitúa el deseo en relación con un sujeto definido a través de su articulación por el significante.” Va a ligar la cuestión del deseo con la cuestión del sujeto y el lenguaje. EL deseo y el sujeto van a estar ligado a una estructura de lenguaje. Cuando la metonimia discursiva se interrumpe aparece una formación del inconsciente por lo tanto, emerge el sujeto del inconsciente. Como efecto. Grafo 1

S → S’ es la cadena significante. Un significante refiere a otro significante. Esto es lo que hacemos cuando hablamos, encadenamos un significante con otro. Lo que grafica aquí Lacan es el encuentro de un vector que va desde el SUJETO MÍTICO DE LA NECESIDAD hasta EL SUJETO BARRADO (es el vector del recorrido de la constitución subjetiva, cadena de la intencionalidad, lo que quiero decir) con otro vector que es la cadena significante. Este simple esquema, al que nombra célula elemental, es la base del grafo. Que es el encuentro del viviente con el lenguaje.

Grafo 2:

Lacan introduce una letra Delta (letra griega) que es el sujeto mítico de la necesidad. Lo que hay antes de la estructura es mítico, es aquello que se pierde. Es el lenguaje que nos antecede el que introduce una perdida originaria. Esa necesidad es modificada por el ingreso al lenguaje. Sujeto porque hay alguien que demanda (demanda de amor).

Partimos entonces, de un sujeto afectado por el significante que se va a encontrar con el punto de intersección (A), que es el cruce con el lugar del Otro. A este punto Lacan lo define como el lugar del TESORO DEL SIGNIFICANTE, es decir, el lugar donde está la batería significante, ese lugar es el Otro. En el cruce de la izquierda, s(A), se encuentra EL SIGNIFICADO DEL OTRO. La flecha de arriba es LA INTENCIONALIDAD (queremos decir algo) y llegamos a un punto s(A), que es la producción de un sentido, de un significado pero que Lacan designa Significado del Otro. ¿Por qué del Otro? Por la sanción. Porque el Otro es el que sanciona el sentido. Al final del recorrido del vector nos encontramos con I (A). Esto es EL IDEAL DEL YO. Este no es el Ideal del yo del Edipo porque aquí estamos en el primer tiempo del Edipo. Pero Lacan va a decir que es ideal en tanto RASGO UNARIO. En el medio tenemos m e i (a). m (moi) es el YO ESPECULAR. i (a) es LA IMAGEN ESPECULAR (del otro) como semejante. Aquí tenemos el estadio del espejo. Encontramos la primera identificación en tanto imaginaria. Hasta aquí podemos decir que tenemos un sujeto que para hablar se va a referir a un Otro como tesoro del significante, y que va a producir un sentido, pero que es un sentido que sanciona también el Otro y de ese tránsito va a quedar una marca como un rasgo unario. Cuando hablamos de moi, hablamos del yo cuerpo, en un principio el yo se soporta en el cuerpo, no se soporta en otras características. El yo comienza cuando “el niño se reconoce en el espejo”, es en tanto cuerpo.

Continuamos con la tercera parte. Le agregamos dos líneas. Aparece una d. Arriba dice Che vuoi? es decir: ¿QUÉ ME QUIERE? Si lo argentinizamos podríamos poner la pregunta de la Coca Sarli tranquilamente… ¿QUÉ PRETENDE USTED DE MÍ? La d es el deseo. Apareció el deseo. Y lo que está enfrente Sujeto barrado-rombo (que en francés se dice “losange”)-a minúscula. En el primer piso, el sujeto se dirige a un Otro (necesariamente) para satisfacer la necesidad. Ese Otro brinda la “acción específica” para satisfacerla. Hay algo del lenguaje, que va a pasar por el Otro y que deja una marca. Esto va a estar articulado a esa primera identificación que tiene que ver con la constitución del cuerpo. Pero, dice Lacan, hay un momento en el que el Otro no responde. No hay ningún significante que responda que hay una falta en la estructura, que hay un límite en lo simbólico.

Esto significa, en términos lógicos, que si el Otro no está es porque quiere algo más allá del niño. ANTE EL DESEO DEL OTRO, ANTE LA FALTA DEL OTRO APARECE LA ANGUSTIA. Porque el sujeto, que hasta ese momento es el OBJETO del deseo materno, ya no tiene ese lugar. La pregunta es EL ENIGMA DEL DESEO DEL OTRO. ¿Qué quiere el Otro de mí? ¿Qué lugar tengo en el deseo del Otro? Ante esa pregunta, aparece una primera respuesta que es EL FANTASMA. Al grafo podemos partirlo de manera vertical, a la derecha tenemos el lado del Otro y a la izquierda tenemos al sujeto.

Grafo completo. Lacan incorpora lo que llama “Segundo piso”.

Esta es la escritura de LA PULSIÓN. La pulsión es la relación que tiene EL SUJETO con la DEMANDA DEL OTRO (D). Este es el SIGNIFICANTE DEL OTRO BARRADO. Es lo que significa el deseo del Otro. . En ese lugar también podemos ubicar EL LUGAR DE LA ANGUSTIA. Este lugar se produce porque el Otro es deseante, porque desea otra cosa. En el momento en que aparece el deseo del Otro, aparece la angustia, porque el Otro desea otra cosa y no se sabe qué desea (por sobre todo porque el Otro tampoco sabe qué es lo que desea porque el deseo es inconsciente). El deseo, en términos psicoanalíticos, es inconsciente. A partir del encuentro con el tesoro del significante no podemos hablar más de necesidad porque la necesidad queda perdida. A partir de ahora va a ser LA DEMANDA, que es lo que el Otro va a introducir como respuesta. En la función de la pulsión está la demanda, porque eso que es la demanda, que es la respuesta del otro, es lo que va a fijar pulsionalmente al niño. Enfrente de d (el deseo) tenemos a EL FANTASMA. El fantasma es una fantasía en busca de la respuesta de que soy para el deseo del Otro. Como el Otro no nos responde respecto de la falta, porque el Otro también está en falta, el sujeto se posiciona, se propone como ese objeto que le falta al Otro y que lo completaría, es una escena inconsciente y es

simbólico. Por eso, en el esquema, está enfrentado al deseo. El fantasma sostiene al deseo. Tenemos que decir que el neurótico vive en un engaño, en el engaño fantasmático. Para Lacan, EL FANTASMA es un modo de responder a la angustia que significa el deseo o la castración del Otro. Frente a esto, el sujeto no puede quedar angustiado, porque la angustia es un estado breve. Las salidas van a ser diversas: el síntoma o el acto. Pero, la primera respuesta es el fantasma. El objetivo de todo este mecanismo va a estar relacionado con completar al Otro, porque la angustia aparece porque el Otro está barrado. Entonces “el sujeto se hace objeto en el fantasma” en función de completar al otro. En ese punto, Lacan va a localizar al fantasma. Va a decir que la pulsión es un montaje presubjetivo (la demanda va a fijar ciertos puntos a nivel de la pulsión previo a la constitución subjetiva, por eso, la pulsión es lo no domesticable). Cuando pasamos al otro lado y llegamos a este punto, que es la respuesta fantasmática, Lacan va a decir que el fantasma es un montaje subjetivo....


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