El Vocabulario De Michel Foucault PDF

Title El Vocabulario De Michel Foucault
Author Gabriel Nava
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Edgardo Castro El vocabulario de Michel Foucault. Un recorrido alfabético por sus temas, conceptos y autores. A mis padres. Prefacio Salvando las diferencias, podríamos comenzar, como Foucault en el prefacio de Les mots et les choses, diciendo que este libro nació de un texto de Borges. Foucault se ...


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Edgardo Castro

El vocabulario de Michel Foucault. Un recorrido alfabético por sus temas, conceptos y autores.

A mis padres.

Prefacio Salvando las diferencias, podríamos comenzar, como Foucault en el prefacio de Les mots et les choses, diciendo que este libro nació de un texto de Borges. Foucault se refiere a esa enciclopedia china en la que aparece una inquietante clasificación de los animales: «“(a) pertenecientes al Emperador, (b) embalsamados, (c) amaestrados, (d) lechones, (e) sirenas, (f) fabulosos, (g) perros sueltos, (h) incluidos en esta clasificación, (i) que se agitan como locos, (j) innumerables, (k) dibujados con un pincel finísimo de pelo de camello, (l) etcétera, (m) que acaban de romper el jarrón, (n) que de lejos parecen moscas»” (Jorge Luis Borges, «“El idioma analítico de John Wilkins»”, en Obras completas 1923-1972, Buenos Aires, Emecé, 1974, p. 708). Siempre según Foucault, esta clasificación provoca risa. No la que puede sugerirnos el contenido de cada uno de sus ítemsitems, sino el hecho de que ellos hayan sido ordenados alfabéticamente. Lo que nos hace reír es que en el no lugar del lenguaje haya podido yuxtaponerse, como en un espacio común, lo que efectivamente carece de lugar común. Causa risa e inquietud la heterotopía que domina esta clasificación (cf. MC, 9). Suponiendo que los «“innumerables»”, los «“fabulosos»” o los «“etcétera»” existan, en la clasificación de Borges se trata de ordenar «“seres»”; en un vocabulario de Foucault, se trata de ordenar «“conceptos»”. Pero, aunque parezca que los «“conceptos»” están más cerca de las palabras y facilitan así la operación, el peligro no es menor. De hecho, este vocabulario puede producir el mismo efecto que la clasificación de los animales de la enciclopedia china porque, claramente, como ella, podría ser sólo el esfuerzo para encontrarle un lugar común a lo que parece no tenerlo. El mismo Foucault, con cierta frecuencia, ha señalado el carácter fragmentario e hipotético de su trabajo, su renuencia a elaborar teorías acabadas, su horror a la totalidad. El vocabulario sería, entonces, sólo la pretensión de querer poner orden y límites a su pensamiento, recurriendo a la simpleza y a la finitud alfabéticas. Más aún, intentando ser a la vez breve y extenso, analítico pero exhaustivo, encerrando el universo del pensamiento foucaultiano en la clausurada gramática de un diccionario, este vocabulario no sólo provocaría el mismo efecto que esa extraña clasificación de animales; correría el riesgo de convertirse él mismo en una enciclopedia china. Porque «“notoriamente no hay clasificación del universo que no sea arbitraria y conjetural»” (J. L. Borges, op. cit., p. 708). Y nada nos asegura que en el afán de ordenar no caigamos en esas autoimplicaciones (clasificaciones de los contenidos mismos de la clasificación –como aquélla de los animales de Borges– «“(h) incluidos en esta clasificación»”) que sólo los laberintos del lenguaje permiten construir. Y, finalmente, en el peor de los casos, provocar sólo risa, y, en el mejor, también inquietud.

–Pero, ¿y si ese espacio común existe? –Ah, bueno, entonces presentar este vocabulario se reduciría a decir, de nuevo como Foucault: «“Yo no escribo para un público, escribo para usuarios, no para lectores»” (DE2, 524).

Introducción Nuestra idea originaria fue elaborar un índice completo de la totalidad de los textos publicados de Foucault: los libros editados en vida, la recopilación titulada Dits et écrits y los cursos dictados en el Collège de France aparecidos hasta la fecha. La intención era disponer de un instrumento de trabajo en estado «“bruto»”, sin ningún tipo de selección o de filtro de los datos. Dada su extensión y a la espera de encontrar el modo más adecuado para publicar este material, a partir de él hemos elaborado este vocabulario. El presente trabajo difiere de nuestra idea original por varios motivos. Por un lado, no se trata de un índice, sino, más exactamente, de un vocabulario. No sólo refiere dónde aparece cada término en los escritos de Foucault; quiere ofrecer además una indicación (a veces sucinta, a veces extensa) de sus usos y contextos. Por otro lado, está constituido sólo por una selección arbitraria de términos. Los únicos criterios que nos han guiado en el momento de elegir qué incluir y qué dejar afuera han sido la importancia que reconocíamos a algunos de ellos a partir de nuestra lectura de la obra de Foucault (lo que podríamos denominar su «“representatividad»”), nuestro interés personal o, simplemente, una supuesta utilidad para el lector. Por ejemplo, en el caso de las expresiones y términos griegos, frecuentes en los últimos escritos, hemos querido incluir el mayor número posible. Algunos autores incluidos no lo han sido a causa de la frecuencia con la que aparecen citados, sino más bien por lo contrario; es decir, porque se trata de autores menos conocidos para el público en general y, por ello, nos pareció útil situarlos en la obra de Foucault y también en la historia. Es el caso, por ejemplo, de los autores estudiados a propósito del análisis de la «“razón de Estado»”. Las limitaciones que necesariamente surgen de estas opciones sólo podrían ser subsanadas con un trabajo en equipo en el que los criterios de selección a la vez se multipliquen y se discutan. Además, hasta que sean publicados todos los cursos de Foucault en el Collège de France resulta imposible poner un punto final a la tarea de elaborar un vocabulario foucaultiano. Por otro lado, éste debería estar acompañado de la bibliografía secundaria que se puede sugerir a propósito de cada término. Otra tarea a realizar sería establecer «“la biblioteca de Foucault»”: la lista de obras citadas según la cronología y la frecuencia. Por todas estas razones, este trabajo debería ser tomado como el punto de partida para una obra colectiva, necesariamente más comprehensiva y más rica. La invitación está cursada.

No se trata, entonces, de una exposición del pensamiento de Foucault, sino de un instrumento de trabajo. En la redacción de los artículos hemos intentado abstenernos lo más posible de nuestra interpretación personal. Por supuesto, sólo lo logramos a medias. A propósito de cada término sólo hemos querido mostrar cómo y dónde aparece. Sobre todo, hemos pretendido exhibir sus sentidos más relevantes. Por ello, porque no se trata de una exposición sistemática, sino apenas de una presentación del contenido, hemos multiplicado las referencias y mantenido algunas repeticiones. Muchos términos habrían podido ser reunidos dentro de otro, pero no siempre los agrupamos. Algunas veces lo hicimos, con el fin de no extendernos demasiado; otras, los mantuvimos separados para facilitar la consulta por términos y no por temas. También para controlar la extensión de la exposición y evitar demasiadas duplicaciones, a veces remitimos de un artículo a otro. En cierto sentido, hemos querido conservar la dispersión que caracteriza al trabajo de Foucault. Por ello, en algunos artículos, en la medida en que los textos lo han permitido, se encontrará una exposición más ordenada; en otros, en cambio, no será éste el caso (especialmente cuando el material corresponde a la recopilación editada como Dits et écrits; aquí la dispersión está casi impuesta). Por otro lado, además de presentar los contextos más relevantes del término abordado, a veces hemos citado directamente algunas expresiones de Foucault, sobre todo cuando nos resultaban particularmente relevantes, esclarecedoras, simplemente provocativas o, también, sólo divertidas. A la hora de corregir lo que hubiese sido la versión definitiva de este vocabulario, nos encontramos con la aparición de un nuevo libro de M. Foucault, Le pouvoir psychiatrique, el curso de los años 1973-1974 en el Collège de France. La alternativa era dejar el texto tal como se encontraba, mencionando simplemente esta nueva aparición, o incorporar este curso en los artículos y en el índice de frecuencia de los términos. Finalmente, nos decidimos por encarar este trabajo; sobre todo, porque este nuevo material aporta desarrollos, a nuestro juicio, sumamente interesantes para algunos artículos clave como Cuerpo, Disciplina, Familia, Locura, Psiquiatría y Verdad. Todas las traducciones que aparecen son nuestras. Hemos mantenido los títulos de las obras en francés por dos razones: son fácilmente comprensibles para el lector de lengua española y no siempre coinciden con los de las traducciones. Por ejemplo, la recopilación en cuatro volúmenes de Dits et écrits aparece con otros títulos y en otro formato.

En la elaboración de este vocabulario hemos tenido presente el interesante trabajo de Judit Revel, Le vocabulaire de Foucault (París, 2002). Nuestro objetivo, en todo caso, ha sido diferente.

Varias personas me han acompañado, con sus sugerencias, sus críticas, y sobre todo su entusiasmo, en la realización de este vocabulario. Alfabéticamente, Gerardo Fittipaldi, Guido Deufemia, Leiser Madanes, Marcelo Boeri, María Luisa Femenías, Oscar Conde, Pablo Pavesi, Ricardo Crisorio e Yves Roussel. Con María Giannoni y Paula Fleisner, además, discutimos algunos de los artículos más complejos. Mariana Sanjurjo tuvo la amabilidad de leer todo el texto y sugerirme las correcciones necesarias, para que la lectura fuese más fluida y la expresión más correcta desde el punto de vista de la lengua. Resulta difícil distinguir lo que pertenece a cada uno de ellos; pero, imposible no agradecerles. En los departamentos de filosofía de la Universidad de Buenos Aires, de la Universidad Nacional de La Plata y de la Universidad Nacional de Rosario he dictado varios cursos y seminarios sobre el pensamiento de Michel Foucault. Sin el trabajo de discusión con quienes participaron en ellos, este vocabulario nunca habría visto la luz. También a ellos mi reconocimiento. Una circunstancia en cierto sentido fortuita determinó que esta obra forme parte del fondo editorial de la Universidad Nacional de Quilmes. Quiero agradecer, ante todo, a la propia Universidad de Quilmes por haber hecho posible esta publicación y a quienes se interesaron casi inmediatamente en este trabajo. En particular, deseo agradecer a la editora, María Inés Silberberg, por su paciencia y su profesionalismo.

Instrucciones para el uso 1) Estructura de los artículos. Hemos seguido un doble modelo en la organización de los artículos. Todas las «entradas» del vocabulario están señaladas en versalitas negras. Por ejemplo: «“EPISTEME»”. Para aquellos artículos que abordan un tema extenso y con numerosas relaciones con otros temas, hemos diferenciado los contextos indicándolos con términos en negritas; por ejemplo: «“Saber»”. Algunas veces hemos tenido que introducir distinciones dentro de cada contexto. En este caso utilizamos, además de negritas, números y paréntesis. Por ejemplo: «“1) Discurso»”. De este modo, es posible distinguir tres niveles en un artículo: EPISTEME (título del artículo), Saber (contexto), 1) Discurso (sub-contexto). Además, cuando es necesario dar cuenta de las relaciones entre los diferentes contextos, el artículo comienza con una breve introducción que las indica. Para los artículos en los que, en cambio, no es necesario distinguir contextos de uso, simplemente hemos utilizado el signo (•) para establecer algunas divisiones en el texto. En tres artículos (Clínica, Locura, Psiquiatría), no tuvimos otra alternativa que exponer de manera esquemática, pero analítica, el contenido de algunos libros de Foucault. Es posible distinguir tres categorías de artículos: artículos que se ocupan de conceptos específicamente foucaultianos (por ejemplo, Episteme, A priori histórico), artículos que abordan temas tratados por Foucault (por ejemplo, Ideología, Psiquiatría) y artículos que tratan de autores que aparecen en su obra. 2) Referencias cruzadas. Para formarse una idea precisa de algunos temas abordados por Foucault, especialmente aquéllos aquellos de mayor relevancia, será necesario consultar varios artículos. Ello resulta inevitable. Para marcar el recorrido a seguir, indicamos en cursiva el artículo al que se remite, de este modo, por ejemplo: «“Véase: Episteme»”. 3) Índice de frecuencias y «“loci»”. Al final de la exposición de los usos y contextos de cada término del vocabulario, se encontrarán las referencias acerca de dónde aparece éste en los textos de Foucault. Allí indicamos: 1) el término en francés, 2) [entre corchetes] la cantidad de veces que aparece, 3) las referencias bibliográficas abreviadas de la siguiente manera: AN

Les aAnormaux / Los anormales

AS

L’aArchéologie du savoir / La arqueología del saber

DE1

Dits et écrits I / Dichos y escritos I *

DE2

Dits et écrits II / Dichos y escritos II *

DE3

Dits et écrits III / Dichos y escritos III *

DE4

Dits et écrits IV / Dichos y escritos IV *

HF

Histoire de la folie à l’âge classique / Historia de la locura en la época clásica

HS

L’hHerméneutique su sujet / Hermenéutica del sujeto

HS1 L’hHistoire de la sexualité I. La volonté de savoir / La historia de la sexualidad I. La voluntad de saber HS2 L’hHistoire de la sexualité II. L’usage des plaisirs / La historia de la sexualidad II. El uso de los placeres HS3

L’hHistoire de la sexualité III. Le souci de soi / La historia de la sexualidad III. El cuidado de sí mismo ** IDS

«“Il faut défendre la société»” / «“Hay que defender la sociedad»” ***

MC

Les mMots et les choses / Las palabras y las cosas

MMPE

Maladie mentale et personnalité / Enfermedad mental y personalidad

MMPS Maladie mentale et psychologie / Enfermedad mental y psicología NC

La nNaissance de la clinique / El nacimiento de la clínica

OD

L’oOrdre du discours / El orden del discurso

PP

Le pPouvoir psychiatrique / El poder psiquiátrico

RR

Raymond Roussel

SP

Surveiller et punir / Vigilar y castigar

* La traducción española de Dits et écrits no sigue, a nuestro juicio desafortunadamente, el orden cronológico de la edición francesa, sino un orden temático. ** La edición española traduce, también a nuestro juicio desafortunadamente, «“souci»” por «“inquietud»” y no por «“cuidado»”. *** La edición española ha suprimido las comillas. Deberían haberse mantenido por razones obvias. No se trata de una afirmación de Foucault, sino de una cita cuya genealogía es reconstruida por Foucault. Existe además otra edición española de este curso, no de este texto, con el título Genealogía del racismo. En esta edición, traducida a partir de una versión en italiano, el texto no es idéntico y además faltan las notas que, si bien son obra del editor, resultan valiosas y útiles.

Para la definición del corpus a partir del cual determinar la frecuencia de los términos, hemos seguido los siguientes criterios: 1) la totalidad de los libros, excepto títulos e índices; 2) para Dits et écrits no incluimos, además de los índices, la cronología contenida en el vol.umen I1; 3) para los cursos del Collège de France dejamos de lado los resúmenes, que ya se encuentran en Dits et écrits, y la «“Situation des cours»”, redactada por los editores; pero sí incluimos las notas. Existe una diferencia entre vocabulario e índice. En el vocabulario presentamos los contextos de uso de un término que consideramos relevantes desde un punto de vista foucaultiano. En el índice figuran todas las apariciones del término; no sólo las que nos interesan. En las entradas del vocabulario hemos transliterado los términos griegos de acuerdo con las reglas que corresponden para la lengua española; en el índice, en cambio, hemos mantenido la transliteración que encontramos en los textos originales de Foucault. Las referencias remiten a las ediciones francesas de los textos de Foucault. Esto presenta varias dificultades. La más importante es que no existe una única edición francesa de los textos de Foucault y no en todas las reediciones coincide la numeración de las páginas. Aunque más no sea aproximadamente, para facilitar la localización de las referencias en las diferentes ediciones y en sus correspondientes traducciones, al final del vocabulario, en la sección ““Las obras y las páginas””, se encontrará la correspondencia de la numeración de las páginas que utilizamos con: 1) los capítulos o secciones de los libros de Foucault publicados en vida; 2) los textos (artículos,

entrevistas, intervenciones) de los volúmenes de Dits et écrits; 3) las lecciones de los cursos dictados en el Collège de France. Aunque no deja de ser un inconveniente, no encontramos una solución mejor. Al final del vocabulario se encontrará, además, una lista de los términos y expresiones que corresponden a los títulos de los artículos en su versión original.

A A priori histórico (A priori historique). Foucault utiliza la expresión “a priori histórico” para determinar el objeto de la descripción arqueológica. Aunque varias veces haya señalado la herencia kantiana de su trabajo filosófico (DE4, 631, 687-688), el adjetivo “histórico” quiere marcar las diferencias respecto del “a priori” kantiano. El “a priori histórico”, en efecto, no designa la condición de validez de los juicios ni busca establecer lo que vuelve legítima una aserción, sino las condiciones históricas de los enunciados, sus condiciones de emergencia, la ley de su coexistencia con otros, su forma específica de ser, los principios según los cuales se sustituyen, se transforman y desaparecen. “A priori, no de verdades que nunca podrían ser dichas ni realmente dadas en la experiencias, sino de una historia ya dada, porque es la historia de la cosas efectivamente dichas” (AS, 167). Se trata, en definitiva, de la regularidad que hace históricamente posible los enunciados. El a priori formal y el histórico no son ni del mismo nivel ni de la misma naturaleza (AS, 165-169). • Foucault utiliza también la expresión “a priori concreto”. En L’Histoire de la folie à l’âge classique, por ejemplo, la identificación del socius con el sujeto de derecho constituye el “a priori concreto” de la psicopatología con pretensión científica (HF, 176). • En un texto temprano, “La Recherche scientifique et la psychologie” (en Morère, É. (ed.), Des chercheurs français s’interrogent. Orientation et organisation du travail scientifique en France, Toulouse, Privat, Colección “Nouvelle Recherche”, N° 13, 1957, pp. 173-201; reeditado en DE1, 137-168), nos encontramos con la expresión “a priori conceptual e histórico” (DE1, 155-158). El sentido de estas dos expresiones que acabamos de mencionar no corresponde al que atribuye al “a priori histórico” en L’Archéologie du savoir. A priori historique [17]: AS, 166-167, 169, 269. DE1, 661. DE4, 632. MC, 13, 15, 171, 287, 329, 355, 361, 390. NC, 197.

Absolutismo (Absolutisme). Con el término “absolutismo” Foucault se refiere principalmente a la forma de organización del poder del rey y de la burguesía en Francia durante los siglos XVII y XVIII: ejercicio administrativamente centralizado y personal del poder, que se adquiere hereditariamente. Creación del hospital general. La fundación del Hospital General de París data de 1656. A primera vista, se trata de una reorganización por la que se unifican administrativamente varias instituciones ya existentes, entre las que se encuentran la Salpêtrière y Bicêtre, que de ahora en más serán destinadas a recibir,

alojar y alimentar a los “pobres de París”, a los que se presenten por sí mismos o a quienes sean enviados allí por la autoridad judicial. Al director general, nombrado de por vida, se le confiere el poder de autoridad, dirección, administración, comercio, policía, jurisdicción, corrección y castigo sobre todos los pobres de París, ya sea que se encuentren dentro o fuera de los edificios destinados al hospital. “El Hospital general es un extraño poder que el rey establece entre la policía y la justicia, en los límites de la ley: la tercera orden de la represión [...]. En su funcionamiento o en su propósito, el Hospital general no est...


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