Ensayo sobre Guillermo Roux PDF

Title Ensayo sobre Guillermo Roux
Course Panorama Histórico y Social del Arte
Institution Universidad Abierta Interamericana
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Ensayo sobre el trabajo del artista Guillermo Roux...


Description

Ficha Técnica  Título del trabajo: Ensayo sobre Guillermo Roux  Consigna resumida del trabajo: Elaborar un ensayo sobre un pintor argentino seleccionado por el profesor. El artista consignado es Guillermo Roux. El trabajo se constituye con un recorrido cronológico de su vida tanto personal como artística. Se destacarán sus comienzos como pintor, los artistas más influyentes en su vocación, el estilo surrealista que lo caracteriza, su técnica y las obras/murales que lo dotaron de un prestigio nacional e internacional.

 Sinopsis (resumen de la producción): Previo a una etapa de investigación sobre la vida de Guillermo Roux, comencé la redacción del trabajo práctico final; en donde indagué sobre sus comienzos como artista, sus estudios, los premios recibidos, sus obras más destacadas y sus proyectos a futuro.

Informe Individual Para la realización de este trabajo práctico final, comencé por una etapa de investigación previa a la redacción del ensayo, en donde consulté distintas fuentes, con el objetivo de interiorizarme en la vida de Guillermo Roux. Comencé indagando en sus orígenes, en su infancia, en sus artistas más influyentes y en cómo llegó a convertirse en el gran pintor que es hoy. Me interesé por averiguar sobre sus estudios y los premios obtenidos. Luego consulté diferentes notas periodísticas a lo largo de los años, que ilustran su progreso artístico y sus nuevos proyectos. Dediqué especial atención en el mural del edificio del Bank Boston, realizado por Roux; obra que generó gran repercusión por su belleza artística y los símbolos que “Homenaje a Buenos Aires”, así titulada, expresa. Además, investigué sobre su técnica, su postura ante el arte y su lealtad hacia un estilo surrealista que defiende a través de los años. Ajeno a toda moda y reacio a integrar los grupos que fueron adhiriendo a los distintos movimientos plásticos en boga, Roux ha seguido su propio camino en soledad, con talento, decisión y coherencia. Sin lugar a duda, este ensayo me sirvió no sólo para conocer aún más sobre este personaje tan reconocido, sino también para contemplar la calidad de sus obras. Es realmente merecida la reciente distinción que lo declara Ciudadano Ilustre de Buenos Aires, dado que en casi todas sus pinturas refleja el encanto porteño y las tradiciones de nuestro país. Hoy en día, con 77 años, nos demuestra que su amor por la pintura no cesa. Está encarando un nuevo proyecto para pintar una Iglesia, con la cual dará por concluida su participación en el arte argentino, cerrando un ciclo artístico. Piensa que es un ámbito propicio para dejar una obra y para hacer una reflexión sobre su propia vida, traspuesta a otra cosa. Guillermo ha sabido transmitir que no resulta fácil saber siempre qué es lo que se quiere, y que al fin de cuentas, lo único que manda es el corazón, el espíritu de cada uno, el ánimo, la afectividad. Y en pintura, en arte, es fundamental eso, porque las imágenes nacen de la afectividad o del odio, uno elige entre uno u otro sentimiento para ilustrar. El arte privilegia la idea por sobre la realización e importa más el qué del arte que el cómo. También, ha enseñado a valorar el arte, demostrando su pasión y dedicación en cada una de sus pinturas, transmitiendo que uno no es pintor y hombre o mujer, sino que se es un todo porque el estilo es indisociable de la personalidad. No hay escisión entre arte y vida: uno pinta lo que es y se está pintando a sí mismo todo el tiempo.

Síntesis El ensayo ilustra la vida y obra del pintor argentino Guillermo Roux, englobando ciertas temáticas relacionadas a su origen, infancia, estudios, escritos, obras, distinciones y premios recibidos a lo largo de toda su vida artística; trazando una sucesión cronológica de los hechos transcurridos hasta la fecha. Se habla sobre sus comienzos en el arte, las técnicas utilizadas en sus pinturas, la comprensión del movimiento y la influencia tanto de Cesáreo Bernaldo de Quirós, artista que fue decisivo en sus primeros años, como de su padre, gran dibujante de historietas, quien lo marcó para toda su vida artística. Tampoco se deja de resaltar la obra que lo dotó del reconocimiento que tiene hoy en día: el mural del edificio del Bank Boston, cuya realización se debe a haber ganado un concurso reñido entre cinco importantes artistas plásticos nacionales. El mural lleva por título ‘Homenaje a Buenos Aires’, pero el artista lo ha desprovisto de referencias convencionales o lugares comunes de la imaginería porteña. Su visión es personal y transita de lo narrativo a lo simbólico. Hay alusiones a la inmigración, al tango, a hombres y mujeres que la pueblan sin una identificación determinada. Dicha obra no sólo valoriza el espacio público de ámbitos privados, sino que también halla en las imágenes símbolos y valores que reconocen y afianzan nuestra identidad. Otras de las creaciones artísticas que se destacan en el ensayo, son: la escenografía de la ópera “Il Turco in Italia” de G. Rossini, que le encarga a Guillermo Roux, el Teatro Colón de Buenos Aires y el mural que hizo para las Galerías Pacífico. Además, se hace una alusión al estilo surrealista que lo caracteriza y a su postura en cuanto al arte, dando por manifiesto su disgusto ante la pintura que sigue parámetros o corrientes de una especie de arte que viene envasado o enlatado, y abogando por una metodología sin presiones, obligaciones ni metas, que deja que las cosas ocurran, afirmando que la realidad traerá mensajes por sí sola. Por otro lado, se destaca su manera de pintar, el modo en que trata de no paralizar la figura; dado que la frontalidad es demasiado contundente para crear el ambiente deseado. Los sentimientos que reflejan todas sus pinturas, sin partir de una cuestión intelectual sino de su forma de ver y la dirección que otorga a sus modelos en función de un punto de fuga, logrando que éstos nunca miren al espectador. Ajeno a toda moda y reacio a integrar los grupos que fueron adhiriendo a los distintos movimientos plásticos en boga, Roux ha seguido su propio camino en soledad, con talento, decisión y coherencia. Actualmente, se encuentra en pleno ciclo creativo de la mano de un nuevo proyecto que consiste en pintar una iglesia. Roux, con 77 años, fue consagrado como uno de los más notables pintores argentinos de los últimos tiempos, por la perfección de su impecable técnica y por la riqueza estética de sus obras, con sus singularísimos climas de ensoñación romántica, hondo lirismo y tierna nostalgia. Recientemente, fue distinguido Ciudadano Ilustre, por su contribución al desarrollo del arte argentino.

GUILLERMO ROUX

Guillermo Roux es hijo del uruguayo Raúl Roux, de vasta trayectoria como humorista gráfico en la Argentina. Nació en Buenos Aires, el 17 de septiembre de 1929. En su niñez y adolescencia recibe de su padre Raúl Roux, gran ilustrador argentino, los elementos teóricos del dibujo y la pintura. Estudia en la Escuela de Bellas Artes de Buenos Aires y se egresa en 1948. A los 23 años hizo su primera exposición, dedicándose luego a la recreación pictórica de los monumentos y los museos de Italia como forma de descifrar la Historia del Arte. En 1956, viaja a Europa. Durante tres años trabaja en la ''bottega'' de Humberto Nonni, en Roma, como ayudante en obras de decoración y restauración. Entre esa fecha y 1960 realiza un conciente aprendizaje en el taller de Umberto Nonni, en la Vía Flaminia, Roma. Allí aprende las técnicas del fresco, del mosaico, hace copias y adopta definitivamente a Tiziano y a Tiépolo que junto con Goya y Velázquez justifican para él la historia del arte. Roux alcanza depurados grados de percepción en los grafismos y los colores que fijan la tonalidad. En 1960, regresa a la Argentina. Tras vivir tres años en Roma, recorrió el interior de la Argentina y se estableció en Nueva York. Volvió al país y expuso profusamente en los años 60. Ha llevado su obra a numerosos países de Europa, Canadá, Estados Unidos y América Latina. Expuso en París y Londres, en Berlín y Munich, en Washington y Nueva York. Caracterizado por una gran versatilidad en las formas de expresión, realizó dibujos, acuarelas, témperas y collages. El conjunto de su obra manifiesta una fuerte influencia del surrealismo. Luego, se radica en Jujuy, alternando la docencia en escuelas primarias con la realización de su obra pictórica. En 1966, reside un año en Nueva York, dedicándose a la pintura y a la ilustración. Un año después, fija su residencia en Buenos Aires, con frecuentes períodos de trabajo en París, Roma y Sicilia. Además de su labor de pintor da conferencias y escribe ensayos sobre arte y relatos autobiográficos. Tres exposiciones (1969, 1971, 1972) afirman el nombre de Roux. Aunque, el espaldarazo internacional se produce con el Primer Premio de la XIII Bienal de Sao Paulo. El psicoánalisis lo lleva, a partir de 1968, al descubrimiento de su mundo interior. Inicia de este modo un viaje más, ahora al fondo de la memoria, donde fortalece recuerdos y exhuma olvidos. Allí desanda la infancia, la casa del barrio de Flores, los libros de arte del padre, que había observado de niño y adolescente, las plumas de los dibujantes de historietas y los ilustradores de diarios y revistas, y la acuarela, sepultada en el desván de los trastos inútiles porque no se la consideraba digna del arte. Rescatada en 1970, esta técnica –que había abandonado Roux desde la adolescenciaserá elevada al más alto nivel estético por dicho pintor a partir de la serie de 1973-1991, donde la pericia técnica se pone al servicio de una imaginación aguda, siempre atenta a la ironía, y llena de espontaneidad. Lo surreal de las Grandes Acuarelas, procede por alusiones, tanto en la representación y el mensaje como en las maneras de utilizar esta clase de pintura. La alusión cambiará de

signo en la serie “Los Pequeños Objetos”, que Roux pinta entre 1983 y 1984, hacia el final del período más intenso de las acuarelas. A partir de entonces, Guillermo comienza a realizar collages, donde el tema del tiempo cobra gran importancia. Esta técnica se afianza en las series de 1969-1970 (Patriótica), de 1970-1971 (Grandes Personajes) y de 1971 (Naturalezas muertas). En 1976 obtiene el Primer Premio Internacional en la XIII Bienal de San Pablo; en 1977 el Centro Pompidou de Paris compra una obra suya y posteriormente otras, y en 1979 le es concedido el renombrado Premio Palanza en Buenos Aires, otorgado por la Academia Nacional de Bellas Artes. En 1982 es seleccionado, junto a algunos de los más grandes pintores del mundo, para exponer en el pabellón Internacional de la 40º Bienal de Venecia y en 1985 obtuvo en el país el Premio Morel. Desde entonces ha ido acumulando galardones, el decidido elogio de los críticos más exigentes y el espaldarazo de la Academia Nacional de Bellas Artes, que lo designó miembro de la misma. En 1986, recibe el Premio Fundación Navarro Correas, en Buenos Aires. Tres años después, gana el Premio Manzana de las Luces, también en Buenos Aires y el Premio Maná Calderón de la Bara, en 1992. Por último, obtiene en 1994 el Premio a las Artes Visuales otorgado por la Asociación Argentina de Críticos de Arte y el Premio Laurel de Plata a la Personalidad del año otorgado por el Rotary Club, en Buenos Aires. En 1997, funda en Buenos Aires su propio Taller de enseñanza. En los ´90 realiza importantes murales en la Galería Pacífico ya que su actual temática son los arlequines y comediantes italianos, incursionando en el surrealismo (figuras tapadas, escondiendo sus caras). Entre sus obras se destacan El collar de las perlas (1975), La Gioconda (1975), La valse (1977), Isolabella (1992), Paisaje con el Etna (1998) y Maja y torero con instrumentos musicales (1998). Roux alcanza cargos docentes, públicos y privados, entre otros: crea con otros artistas la Escuela de Artes y Oficios de Jujuy (1963-1964), acude a un curso de Arte en la Escuela Superior E. de la Cárcova (1986) y en el Museo Nacional de Arte Decorativo (1993). En 1990, se convierte en académico de número de la Academia Nacional de Bellas Artes. Dos años después, forma parte del Consejo Consultivo del Instituto Cultural argentinoisraelí y del Consejo Directivo de la Revista EOS de arte y psicoanálisis. Entre sus libros y trabajos publicados se encuentran: "Roux, ensayo crítico-biográfico" (1975), “Carpeta de siete aguafuertes guitarristas" (1979) y "Doce acuarelas de Roux" (1980). Ilustra "El bombón de acuarela", en 1981 y "Rosaura", en 1982. Escribe el Catálogo Staatliche Kunsthalle, en 1990 y el "Orígen y proceso de la creación", en 1994. Entre 1962 y 1982, hace exposiciones individuales en la Galería Bonino (Buenos Aires), The Marlborough Fine Arts (Londres), Galerie Buchholz (Munich), Galería Rubbers (Buenos Aires), Galerie Jeanne Bucher (París), Galerie Jeanne Bucher (París) y Galerie Denise Cade (New York). En cuanto a sus muestras retrospectivas, expone 50 obras en el Museo de Phillips Collection (Washington), De la Phillips Collection al Museo Nacional de Arte Decorativo (Buenos Aires), 170 Obras en el Museo Staatliche Kunsthalle (Berlín) y obras en el Museo Nacional de Bellas Artes (Buenos Aires). También, realiza una

exposición permanente de la pintura "Mujer y Máscaras" en Galerías Pacífico (Buenos Aires) y una exposición permanente del cuadro "Juego Interrumpido II" en el Museo Nacional de Bellas Artes. Desde 1996, la Marlborough Gallery de Nueva York lo representa internacionalmente. En 1998, es designado Miembro de Honor del Consejo Consultivo de la Fundación de Altos Estudios en el Arte y la Comunicación (FACU), Buenos Aires. También es elegido Maestro del Arte de la Ciudad por el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. Es incorporado a la Academia de Ciencias y Artes de San Isidro (provincia de Buenos Aires). Y en el 2000, gana el concurso del Bank Boston, para pintar un mural de 5,42 m. de alto x 12,50 m. de ancho, destinado al lobby de la torre de César Pelli, en Della Paolera 265, Buenos Aires. Por otro lado, el Teatro Colón de Buenos Aires le encarga la escenografía de la ópera “Il Turco in Italia” de G. Rossini. En 1999, presenta su libro Immagini di Sicilia”, en el Centro Cultural Recoleta de Buenos Aires. Realiza la exposición “Viaje a Italia”, con los dibujos y acuarelas originales y el auspicio de la Embajada de Italia. Más allá de tantas creaciones artísticas, la obra que realizó Guillermo Roux en el Bank Boston, lo ha catalogado como un gran artista contemporáneo, reconociéndolo por su homenaje a Buenos Aires que quedará eternizado en un gran mural. Le llevó cinco años de trabajo. Muestra flashes de la Buenos Aires de su niñez. Se trata de un homenaje a Buenos Aires. Con la inauguración de este mural en el hall del nuevo edificio del Bank Boston, Guillermo Roux cierra un largo proceso de trabajo que comenzó en 2001. Pocos meses antes de la crisis de ese año, el Bank Boston hizo un concurso para la realización de este mural al que se presentaron cinco importantes artistas plásticos nacionales. El jurado, integrado entre otros por el propio César Pelli, eligió la propuesta de Roux, quien de inmediato se puso a trabajar. Entonces, llegó el gran quiebre de diciembre de 2001 y todo se frenó por un año. A fines de 2002, continuó el trabajo. Explica Guillermo Roux al escritor del diario Clarín, quien publicó un artículo en torno a su obra: "En las bases del concurso no había ninguna indicación en cuanto a la temática del mural, así que yo elegí homenajear a mi ciudad pensando en lo que era el barrio donde hoy está el edificio nuevo de César Pelli cuando yo era joven. Catalinas entonces era un lugar de inmigrantes y de gente marginal. Allí además estaba la Recova con sus pequeños teatros y bodegones. Para unir esos dos momentos en el mural pinté un escenario con los diferentes actores de Buenos Aires. Están sus personajes, el tango, los inmigrantes y una importante referencia a lo que era la noche porteña”. El escenario del que habla Roux tiene además como figura central la femenina, envuelta por el Río de la Plata, que según el artista es un homenaje a la mujer de la Pampa. Muy cerca de ella, sobresale otra mujer, más joven, envuelta en los colores celeste y blanco, que da la espalda al público. Ella, que simboliza a la mujer argentina, es también la república joven, la esperanza. El grupo de la derecha representa a los inmigrantes, seres anónimos, salvo una figura que tiene la cara de Franca, su mujer. A la izquierda, los tonos más apagados remiten a una escena nocturna.

El mural fue realizado con témpera vinílica, con características similares a las de la “pintura al fresco” de los murales clásicos. Es de grandes dimensiones y se encuentra dividido en tres grandes paños, que luego se integrarán, en los que se ha montado una tela de lino de Bruselas. Todo es de primera calidad. Cada color está elaborado en cuatro tonos de diferentes intensidades. Roux ha concebido su mural como los maestros renacentistas. La altura de las figuras, su disposición, el juego de la perspectiva y de las distancias está cuidadosamente calculado a partir de una geometrización del gran plano con la réplica de los espacios rectangulares del vidriado del hall central del edificio. Nada está librado al azar. El mural lleva por título ‘Homenaje a Buenos Aires’, pero el artista lo ha desprovisto de referencias convencionales o lugares comunes de la imaginería porteña. Su visión es personal y transita de lo narrativo a lo simbólico. Hay alusiones a la inmigración, al tango, a hombres y mujeres que la pueblan sin una identificación determinada. Figuras frontales, de frente y de espaldas, o de perfil lo integran. Hay una deliberada atemporalidad en ellas, como si el artista hubiera querido situarlas en un tiempo constante, de permanente actualidad. Son los seres que vivieron, que viven y que vivirán en la gran ciudad. Pertenecen a todas las edades y a todos los tipos sociales. Por eso, se halló en ellos una marcada indeterminación, ambigüedad y ausencia de la dramaticidad que produce una situación dada. Son predominantemente estáticos, como en los frescos de las iglesias medievales o de los palacios del Renacimiento italiano. Sus gestos han quedado fijados con un sentido simbólico. Estas imágenes, integradas a un plano frontal al que se llega inmediatamente después de acceder al edificio, producirán, sin duda, un considerable impacto visual frente al cual el visitante no podrá dejar de detenerse ya que invita a una mirada reflexiva y serena.

La pintura mural, no tiene en nuestro país un desarrollo importante. Son muy escasas las obras que la representan si tenemos en cuenta la cantidad y la calidad de los artistas de nuestro medio. Tal vez ello obedezca al hecho de que los espacios públicos no sean entre nosotros suficientemente valorados. Hay un comportamiento deformado de los argentinos en ese sentido, que generalmente no los asumen como propios. Los compartimos con cierta ajenidad y desdén. Esta obra de Guillermo Roux tiene que ser un doble estímulo; tanto para valorizar el espacio público de ámbitos privados como para hallar en las imágenes símbolos y valores que reconozcan y afiancen nuestra identidad. La obra recrea, a través de la indumentaria de los personajes, el Buenos Aires de la época de la inmigración. Está formada por tres paneles: el de la izquierda, hace referencia al tango y presenta el Obelisco como símbolo emblemático de la ciudad; en el de la derecha se observan representaciones muy precisas sobre la inmigración, un barco, mujeres y hombres recién llegados al país; en el central, una mujer simboliza a la Pampa, envuelta en un amplio paño con pliegues que significan al Río de la Plata acariciando sus costas. Una joven de espaldas al espectador vestida de blanco con cintas celestes, simboliza la nueva Argentina, el futuro, la esperanza.

Roux, que tiene 77 años, es uno de los artistas argentinos más valorados en el exterior y se ha destacado en los últimos años por sus trabajos sobre arlequines y comediantes italianos y por el mural que hizo para las Galerías Pacífico (de dimensiones más pequeñas, pintado al óleo sobre soporte rígido) titulado "Mujeres y máscaras". Con el énfasis puesto en el juego de los ropajes y los colores oscuros, su nuevo trabajo es fiel a sus obsesiones y rigor compositivo. Impacta además por como se integra al edificio mientras que al mismo tiempo se d...


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