Fuentes de conocimiento y documentación en salud PDF

Title Fuentes de conocimiento y documentación en salud
Course Introduccion a la medicina
Institution Universidad Nacional de Mar del Plata
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UNIDAD N° 5 : Fuentes del Conocimiento. Documentación en Salud Fuentes de conocimiento Desde sus orígenes, el ser humano se preocupó por el conocimiento de la realidad: se planteó preguntas sobre los orígenes del universo, la naturaleza, la existencia del hombre como individuo y en sociedad, la vida y la muerte, entre tantas otras. Las respuestas y explicaciones las fueron construyendo por medio de los mitos, las religiones, la filosofía, la ciencia y el sentido común. Cada cultura ha pensado y piensa de forma particular el problema del conocimiento en relación a las cuestiones que mayor interés o interrogantes le generan. Por esta razón, sostenemos que el conocimiento en sus múltiples formas es histórico, condicionado por el contexto sociocultural en el que se produce y valida. En este módulo desarrollaremos un breve análisis de las formas de conocer la realidad, nos focalizaremos en el saber científico y el saber popular acerca de los problemas de salud. En la práctica profesional, en el campo de la salud, es fundamental considerar la interpretación que hacen de la realidad las personas y comunidades con las que interactuamos y poner en diálogo el conocimiento científico con el que nos hemos formado y el conocimiento que esas personas y comunidades tienen sobre su situación de salud. Además, se aborda la diferencia entre ciencias básicas, ciencia aplicada y ciclo clínico y el modo como se integran en la currícula de nuestra carrera, diseñada para repensar los escenarios de producción y aplicación del conocimiento en clave de diálogo e interacción y para superar la perspectiva de dos prácticas diferenciadas e incomunicadas. Conocimientos: populares y científicos El

ser

humano

construye

conocimiento

primariamente a partir de la experiencia, la observación, la exploración, la experimentación y la interpretación. Este “conocimiento” se transmite intra e intergeneracionalmente y en forma creciente el nuevo conocimiento para

instalarse debe buscar desplazar uno previo. A su vez, como este mecanismo es falible por errores de observación o de interpretación, se consolida progresivamente un conjunto de conocimientos, obtenido y al mismo tiempo legitimado, por métodos que intentan objetivar y hacer replicable las observaciones y experimentaciones. Entonces, podemos decir que producimos, transformamos y utilizamos el conocimiento recurriendo a distintos métodos o modalidades y a lógicas o procesos cognitivos diferentes. Esta diversidad de caminos nos permite diferenciar, entre otros, el conocimiento popular del conocimiento científico. Gran parte del saber científico está incorporado a la cultura, en ese caso no hay fricción entre uno y otro. Cuanto menos incorporado a la cultura esté un saber -en nuestro caso el saber médico- mayor será la disrupción que genere en el saber de los individuos y las comunidades. La vivencia de la enfermedad constituye una experiencia universal: no existen personas, familias ni comunidades que carezcan de una interpretación de esos fenómenos. De manera que el conocimiento científico y el conocimiento popular se encuentran en una rica interacción que se pone en juego en cada acto médico, que puede ser reinterpretado como un encuentro de saberes. Por otra parte, el hecho de que la sistematización y apropiación del conocimiento científico resulte inherente a una profesión, no significa que sea de su propiedad. En el año 2013, el Senado de la Nación, aprobó la ley de acceso libre a la información científica; esta norma obliga a las instituciones científicas del país a facilitar el acceso abierto a las investigaciones que reciben financiamiento del Estado Nacional. Las profesiones se definen en tanto “administran” un conjunto de saberes de repercusiones prácticas que sirven para la interpretación de los hechos y para sustentar intervenciones. Este conjunto de saberes, en un momento dado, es la consecuencia de un proceso de construcción y acumulación histórica e incluye conocimientos,

teorías,

paradigmas,

herramientas,

metodologías,

técnicas,

instrumentos, procedimientos y modelos de práctica. Desde un punto de vista antropológico, la investigadora María Cecilia de Souza Minayo (2007) refiere que, el “homo sapiens” se preocupó por el conocimiento de la realidad. La mayoría de las culturas explicaron y explican a través de los mitos los fenómenos que rodean a la vida y a la muerte, el lugar de los

individuos en la organización social, sus mecanismos

de

poder,

control

y

reproducción. Las religiones y la filosofía desde

siempre

plantean

y

responden

interrogantes acerca de los significados de la existencia individual y colectiva. La poesía y el arte, continúan revelando lógicas profundas e insospechadas del inconsciente colectivo, de lo cotidiano y del destino humano. La ciencia es apenas una forma de expresión de esta búsqueda, no exclusiva, no concluyente, no definitiva. En la sociedad occidental la ciencia es la forma hegemónica de construcción de la realidad, considerada por muchos críticos como un nuevo mito por su pretensión de único promotor y criterio de verdad. Mientras tanto, continuamos haciéndonos preguntas y buscando soluciones. No profundizaremos aquí en las explicaciones históricas de la hegemonía de la ciencia sobre otras formas de conocimiento; mencionaremos tan solo dos razones: la primera, de orden externo al campo científico, radica en la capacidad de responder a demandas técnicas y tecnológicas provenientes del proceso de desarrollo industrial. La segunda razón, de orden interno, consiste en que los científicos han establecido un lenguaje formalizado en conceptos, métodos y técnicas para la comprensión del mundo, de las cosas, de los fenómenos, de los procesos y de las relaciones. Este lenguaje es instituido, controlado y utilizado en forma coherente por una comunidad que regula y administra su reproducción. No obstante, el campo científico, a pesar de su normatividad tiene en sí mismo conflictos y contradicciones; ya que se caracteriza por la heterogeneidad y las tensiones entre distintos intereses, perspectivas y pretensiones de “verdad” hegemónica. El conocimiento popular, al que también podemos referirnos como “representaciones sociales”, tiene la cualidad y la utilidad práctica de constituirse en un sistema de referencia que nos permite dar significado y valorar los hechos cotidianos. En este sentido, podemos decir que posibilita ordenar pensamientos y conceptos en categorías sobre fenómenos o individuos; que proporciona imágenes para comprender y dominar el entorno social; así como dar respuestas o soluciones

a los problemas de la vida. Comprender para interactuar, requiere de la lectura de las condiciones y los contextos en los que surgen las representaciones o conocimiento popular de un grupo o comunidad determinada. El antropólogo Eduardo Menéndez (2009) señala que hechos sociales tan significativos como enfermar y morir, así como atender la enfermedad y la muerte, generan una intensa producción de explicaciones y prácticas. El proceso saludenfermedad-atención ha sido, y sigue siendo, una de las áreas de la vida colectiva donde se producen la mayor cantidad de simbolizaciones y representaciones colectivas en las sociedades pasadas y actuales. Muchas prácticas y explicaciones que se ubicaban en el campo de lo tradicional o popular y tenían un carácter subalterno respecto del conocimiento científico, fueron paulatinamente incorporadas a éste. Lo mismo ocurre en sentido inverso: muchos elementos que forman parte del acervo popular, tienen su origen en el conocimiento científico. Finalmente, en relación al conocimiento científico podemos afirmar que: ● Utiliza el método científico. ● Es acumulativo y se apoya en los antecedentes experimentales de la investigación. ● Busca la conformación de un cuerpo organizado y sistemático -ordenado en una secuencia lógica- de conocimientos coherentes y consistentes. ● Está abierto necesariamente al pensamiento crítico y a la discusión, lo que permite renovar sus ideas, conceptos y bases teóricas, y facilita su evolución. ● Orienta

el

pensamiento

a

partir

de

la

explicación

racional,

la

fundamentación y eventualmente, la predicción de los fenómenos. ● Posee un lenguaje específico, preciso e intenta posicionarse en un lugar objetivo, que permita ser verificado por otros. ¿Medicina vs medicinas? Sin duda, es necesario que los estudiantes de medicina tengan una actitud positiva ante el desarrollo científico, su estudio y aprendizaje. Cabe señalar que cuando aprendemos partimos de nuestras representaciones sociales y de las

construcciones que hemos hecho a lo largo de nuestro recorrido como estudiantes y en nuestras historias personales. Por su parte, a los equipos de salud les corresponde considerar la importancia del saber y el conocimiento popular sobre los procesos de salud-enfermedad de las comunidades con las que trabajan. Como se ha destacado, si bien los saberes populares no siempre han sido construidos con base científica, forman parte del universo en el que los grupos sociales se desenvuelven y otorgan

sentido

a

sus

formas

de

concebir

los

procesos

de

salud-enfermedad-atención de las personas. Los estudiantes de medicina de nuestra carrera desarrollan tareas asistenciales, de investigación, de prevención de la enfermedad y de promoción de la salud con las comunidades, en los efectores de salud y en los lugares donde viven, trabajan, estudian y se enferman las personas. El saber popular respecto de la salud proviene, en su construcción cultural e histórica, de la denominada “medicina tradicional”. Erróneamente este saber suele plantearse como antagonista de la “medicina académica o científica”, de hecho esta última ha tomado muchos conocimientos de aquel, los ha ensayado y desarrollado con éxito, validándolos a través del método científico. Un ejemplo de esto es el uso de la corteza de sauce para paliar el dolor; dicha práctica se remonta al siglo IV antes de Cristo y hoy podemos conseguir esa corteza en forma de comprimido con el nombre comercial de aspirina. La medicina tradicional, según la Organización Mundial de la Salud (2008) es todo el conjunto de conocimientos, aptitudes y prácticas basados en teorías, creencias y experiencias indígenas de las diferentes culturas, sean o no explicables, usados para el mantenimiento de la salud, así como para la prevención, el diagnóstico, la mejora o el tratamiento de enfermedades físicas o mentales. Los términos "medicina complementaria" y "medicina alternativa", utilizados indistintamente junto con "medicina tradicional" en algunos países, hacen referencia a un conjunto amplio de prácticas de atención de salud que no forman parte de la propia tradición del país y no están integradas en el sistema sanitario principal.

En algunos países desarrollados, el término “medicina alternativa y complementaria” (MAC) se utiliza donde el sistema de salud sanitario dominante se basa en la medicina alopática, o donde la tradicional no se ha incorporado al sistema nacional sanitario. A los practicantes de la medicina tradicional se les conoce generalmente como sanadores, curanderos, herbolarios tradicionales, etc. Los proveedores de medicina tradicional incluyen tanto practicantes de medicina tradicional como profesionales de la medicina alopática, tales como médicos, dentistas y enfermeras que ofrecen terapias de MT/MAC a sus pacientes – p.ej. muchos médicos alopáticos utilizan también la acupuntura para tratar a sus pacientes. Al respecto es importante recordar los planteos de Ignacio Bejarano (2004), cuando expresa que la posibilidad de la integración de la medicina tradicional y la medicina científica en una práctica unificada de los conocimientos médicos es una discusión ausente en la Argentina, tanto en las Ciencias Sociales como en el Sector Salud, y ocurre en gran medida debido a los estereotipos, a la carencia de precisión en la problemática, así como a la ausencia de estudios socioculturales que propongan una profunda discusión respecto a su historia cultural, que nuestra provincia ha sufrido durante el pasado inmediato. Si bien el autor se refiere a una provincia en particular - Jujuy-, es fácil advertir que sus dichos sobre esta problemática son válidos para otras provincias, así como también para los grandes centros urbanos, General Pueyrredón incluido. También debe señalarse que es posible encontrar experiencias de sistemas públicos de salud que han integrado conocimientos y prácticas de los campos científico y popular. Por ejemplo, en la ciudad de Rosario, existen centros de salud que tienen huertas de plantas medicinales, donde los curadores (médicos y doñas) comparten conocimientos y prácticas. En este sentido, podemos decir que el saber popular no es un residuo anacrónico de mitos y creencias supersticiosas, sino un bagaje que es imprescindible reconocer e incorporar a la práctica de salud de los efectores, en cualquier intento de llevar a la comunidad el beneficio de la medicina.

INTEGRACIÓN DE LAS CIENCIAS BÁSICAS AL CICLO CLÍNICO Ciencias básicas, ciencias fuentes La ciencia básica o ciencia fuente es aquella que no está guiada por un fin práctico inmediato o aparente y que tiene como objetivo incrementar para sí misma el conocimiento de los principios y fundamentos de la naturaleza de los objetos o hechos problematizados. Entonces, podemos decir que ella se basa en la realización de investigaciones científicas sin vislumbrar, a priori, utilidades prácticas para estos estudios. Por el contrario, las ciencias aplicadas son aquellas que tienen una aplicación práctica y que, por ende, tienen como fin último modificar una realidad. Sin embargo, Alfredo Lanari (1998) plantea que la línea divisoria entre la ciencia básica y la ciencia aplicada a un fin clínico manifiesto es difusa, afirmando que “quien trabaja con la rata diabética o hipertensa podía estar haciendo investigación aplicada”. Investigación: importancia, pertinencia y relevancia La investigadora Souza Minayo (1993) afirma que, a diferencia del arte y de la poesía que se conciben en la inspiración, la investigación es una labor artesanal, que no prescinde de la creatividad, que se realiza fundamentalmente por un lenguaje fundado en conceptos, proposiciones, métodos y técnicas, lenguaje éste que se construye con un ritmo propio y particular”. A ese ritmo lo denomina “ciclo de la investigación” y lo define como “un proceso en espiral que comienza con un problema o una pregunta y termina con un producto provisorio capaz de dar origen a nuevos interrogantes”. En este ciclo, la autora, explicita tres fases: ● La exploratoria, en la cual se interroga preliminarmente sobre el objeto de la investigación, sus presupuestos, las teorías pertinentes, la metodología

apropiada y las cuestiones operacionales para llevar a cabo el trabajo de campo. En esta fase se construye el proyecto de investigación. ● La segunda etapa se establece en el trabajo de campo, que consiste en el recorte empírico de la construcción teórica elaborada. La recolección de datos se realiza según la modalidad seleccionada que permitirá, luego, la constatación o refutación de la hipótesis inicial. ● El ciclo termina en la fase del tratamiento del material recogido, el cual es ordenado, clasificado y analizado. Y conduce a la interpretación y análisis de los datos y resultados obtenidos, así como a la confrontación con el abordaje teórico anterior. De este modo se posibilita el logro del objetivo de conocimiento buscado y se genera la apertura a nuevas preguntas de investigación. Todo ello bajo un cronograma predeterminado. La investigación en salud proporciona conocimientos sobre el ser humano y su vinculación con el ambiente y la sociedad, nos referimos a: ● Conocimiento sobre cómo viven las personas y los grupos; sus procesos de salud-enfermedad y atención. ● Conocimientos sobre los efectos del ambiente en la salud. ● Conocimiento de los vínculos entre las causas de las enfermedades, la práctica médica y la estructura social. ● Conocimiento de los procesos biológicos y psicológicos de los seres humanos. ●

Conocimiento sobre la promoción de la salud, la prevención y el control de problemas de salud.

● Conocimientos sobre las formas de prestación de los servicios de salud. ●

Conocimientos para la producción de insumos para la salud



Conocimiento sobre el impacto de políticas de salud

● Otros. La importancia de la investigación está dada, de acuerdo con el planteo de Franz Rudio (1986), por el aporte de un conocimiento nuevo, significativo, útil para conocer una realidad problematizada o para generar intervenciones efectivas sobre ella. El interés del investigador, por tanto, debe estar en sintonía con la realidad

social y sanitaria de la población, por lo que es importante definir criterios de priorización para enfocar aquellos problemas de mayor relevancia e impacto en la sociedad. La elección del problema está atravesada por serias indagaciones entre las que podemos mencionar: ¿se trata de un problema original? ¿el problema es relevante? aunque sea interesante ¿es adecuado para mí? ¿tengo posibilidades reales de realizar el estudio? ¿existen recursos financieros para este tema de investigación? Otras formas de hacer investigación en salud se basan en planteos diferentes para producir conocimientos. Los estudios etnográficos, por ejemplo, parten de un trabajo de recolección de información, de construcción de datos y de análisis continuo a partir de la observación y el registro de las prácticas cotidianas en sus escenarios reales. El investigador se constituye en un instrumento de estudio a partir de la construcción de conocimiento junto con los propios protagonistas de lo que se investiga, describe e interpreta prácticas, creencias y discursos. En síntesis, podemos decir que la investigación es un proceso sistemático social y culturalmente contextualizado de exploración para producir nuevo conocimiento y contrastar el existente. La ética en la investigación, sus principios y los conflictos de interés que pueden generarse, atraviesan todas las etapas y las modalidades de investigación. DOCUMENTACIÓN EN SALUD La historia clínica (HC) es el principal instrumento de registro en la atención individual por parte de los profesionales de los equipos de salud, y en todos los niveles de atención del sistema de salud. Aquí también se presenta y compara el modelo de historia clínica orientada a problemas (HCOP) con el de historia clínica tradicional. Por otro lado, se despliegan algunos aportes en relación a otros modelos, a la modalidad electrónica y al registro de actividades diferentes a la consulta, que se realizan en las prácticas de los servicios de salud como lo son las tareas de campo, entrevistas grupales, talleres, etc. Acerca de la historia clínica La consulta se nos presenta habitualmente como la foto de una situación, es decir, un momento que se detiene en el tiempo y que es parte de un proceso que de algún

modo determinó el sentir de una persona, el padecer de tal o cual malestar y las dudas sobre su salud por las que acude a la consulta. Entonces, una foto se materializa en el encuentro entre el usuario y el integrante del equipo de salud. Y aquí nos encontramos con el desafío, con el arte de construir la historia de esa foto, es decir, se trata de pensar en los recorridos e incluir la noción del proceso salud-enfermedad-atención, trasponer el aquí y ahora estático y problematizar la oposición sano-enfermo. Cuando hablamos de historia, estamos pensando en las causas, los recorridos, los determinantes y los condicionantes que hacen que esta persona esté frente a nosotros haciendo una consulta. Una historia que se está actualizando en ese mismo momento, cuando la persona llega al profesional con sus cosas para...


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