Guerras civiles de la Tetrarquía PDF

Title Guerras civiles de la Tetrarquía
Author Perla Mujica
Course Historia Universal
Institution Universidad Nacional Autónoma de México
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Guerras civiles de la Tetrarquía...


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Guerras civiles de la Tetrarquía

Las guerras civiles de la Tetrarquía fueron una serie de conflictos que ocurrieron en el Imperio romano en las primeras décadas del siglo IV entre las distintas facciones imperiales, que involucraron a varios coemperadores, augustos y césares, y a diferentes usurpadores. La tetrarquía fue el modelo político creado por Diocleciano (r. 284-305) en 293 como forma de contener los constantes disturbios políticos e invasiones extranjeras que debilitaron al Imperio romano durante la crisis del siglo III. En este modelo, Diocleciano y Maximiano (r. 285-308; 310) eran, respectivamente, emperadores mayores (augustos) de Oriente y Occidente, y Galerio (r. 293-311) y Constancio I (r. 293-306), sus respectivos copríncipes menores (césares). Diocleciano y Maximiano abdicaron en 305 con el Imperio estabilizado y, gracias a esto, garantizaron el ascenso de Constancio y Galerio. Sin embargo, estos postergaron a los candidatos preferidos para sucederles en calidad de césares, Constantino, hijo de Constancio, y Majencio, hijo de Maximiano, y nombraron en su lugar a Valerio Severo (r. 305-307) y a Maximino Daya (r. 305-313), lo que llevó a múltiples desacuerdos y conflictos. Constantino fue nombrado augusto por el ejército en ausencia de Severo, tras la muerte de Constancio en 306. Galerio aceptó nombrarlo césar para evitar conflictos, mientras que Severo asumiría el cargo de augusto, aunque a pesar de esto, Majencio se declaró emperador en Roma. A raíz de esto, Severo inició los diversos conflictos de la época tras marchar a Italia con la intención de detener al usurpador. Consciente de la aproximación del enemigo, Majencio ofreció a su padre Maximiano compartir el gobierno; luego derrotó y capturó Severo, quien fue encarcelado y asesinado en 307. Galerio marchó contra los rebeldes ese mismo año, pero se vio obligado a retirarse, y en consecuencia, consolidó la autoridad de Majencio. Maximiano intentó deponer a su hijo en 308, pero el plan fracasó, por lo que tuvo que huir a la corte de Constantino en la Galia. Puso sus esperanzas para volver a ascender nuevamente al trono en la Conferencia de Carnunto, convocada por Galerio en ese mismo año. En ella, Licinio (r. 308-324) fue nombrado nuevo augusto de Occidente y Maximiano fue destituido de nuevo oficialmente. Este último se fue a la Galia, donde aprovechó la campaña de Constantino en 310 contra los francos para usurpar la púrpura imperial, pero fue vencido militarmente y se suicidó ese mismo año. Galerio enfermó y murió en 311, lo que agudizó la inestabilidad del sistema. Licinio y Maximino Daya se dividieron las provincias orientales entre 311 y 312, mientras que Majencio se preparó en occidente para la guerra contra Constantino. Consciente de esto, este último se alió con Licinio para evitar que cerrara un trato con su enemigo y marchó con su ejército a Italia, donde logró batir a los soldados de Majencio en varias batallas en el norte de la península; estas victorias le franquearon el camino a Roma. En las inmediaciones de la capital se libró la importante batalla del Puente Milvio, en la que Majencio se ahogó en el río Tíber, lo que permitió a Constantino establecerse como monarca de Occidente. En Oriente, Maximino Daya invadió las provincias orientales europeas en 313 en un intento de establecerse como gobernante supremo después de que Licinio y Constantino firmasen un acuerdo en Mediolano ese mismo año; fue derrotado en dos importantes batallas y terminó muriendo. Constantino y Licinio libraron la batalla de Cibalis en 314 debido al nombramiento de Basiano como césar de Occidente. Volvieron a luchar en Mardia en 316, pero luego pactaron una tregua temporal que duró

hasta 324. Ese año, las tropas de Constantino y Licinio disputaron tres importantes batallas que concluyeron con la victoria definitiva de Constantino y con Licinio apresado; este fue asesinado al año siguiente, lo que permitió que el emperador ganador de las sucesivas contiendas se estableciera como dueño único del Imperio romano. Antecedentes El Imperio romano después de la división territorial. La tetrarquía fue la división administrativa del Imperio romano establecida por el emperador Diocleciano (r. 284-305) en 293, que marcó el final de la crisis del siglo III y el inicio de la reestabilización del Imperio. La primera fase, a veces llamada Diarquía, implicó la promoción del general Maximiano (r. 285-308; 310) como césar (emperador menor) en 285 y luego como augusto (emperador mayor) en 286. Mientras que Diocleciano controlaba los asuntos de las regiones orientales del Imperio, Maximiano estaba a cargo de las occidentales. Los problemas militares que enfrentaba a raíz de la usurpación de Carausio (r. 286-293) en Britania y de las invasiones persas en el este hicieron que Diocleciano se diese cuenta en 293 que dos emperadores eran insuficientes para asegurar la administración del imperio. En consecuencia, los dos augustos nombraron sendos césares: Maximiano designó a Constancio I (r. 293-306) el 1 de marzo de 293 en Mediolano, y Diocleciano a Galerio (r. 293-311) en Filipópolis o en Sirmio (ahora Sremska Mitrovica, Serbia) ese mismo día o un mes después, lo que dio paso a la tetrarquía o «gobierno de los cuatro». Los emperadores mayores abdicaron y se retiraron conjuntamente de la vida pública en ceremonias separadas celebradas en Mediolano y Nicomedia el 1 de mayo de 305, lo que permitió que Constancio y Galerio fueran elevados a augustos. Ellos, a su vez, nombraron a nuevos césares: Valerio Severo (r. 305-307) bajo Constancio en Occidente, y Maximino Daya (r. 305-313) bajo Galerio en Oriente. Sin embargo, había un problema: tanto Severo como Maximino fueron elegidos bajo la influencia de Galerio, con el fin de tratar de aumentar el poder de su mandato, en vez de escoger a los dos candidatos obvios a la sucesión: Constantino, hijo de Constancio, y Majencio, hijo de Maximiano,1lo que originó múltiples problemas para el futuro del sistema tetrárquico.

Movimientos iniciales

La muerte de Constancio el 25 de julio de 306 en Eboraco durante una campaña contra los pictos del norte de Britania fue el primer golpe a la estructura política de la tetrarquía. En lugar de aceptar la asunción por Severo del título de augusto, la guarnición de Britania concedió la púrpura imperial al hijo de Constancio, Constantino. Constantino solicitó al emperador Galerio que lo reconociese como heredero de su padre y culpó de su ascenso ilegal a las tropas, que según él, lo habían obligado a asumir el título imperial. Galerio se enfureció y casi se negó a aceptar la solicitud, pero sus asesores le advirtieron de que esto llevaría inevitablemente a la guerra,por lo que finalmente le confirió a Constantino el título de césar en lugar del de augusto, que recibió Severo. Para dejar claro que la legitimidad de Constantino dependía únicamente de la concesión que él le hacía, Galerio

le envió personalmente la púrpura imperial. Constantino aceptó la decisión, ya que sabía que así desaparecía toda incertidumbre sobre su autoridad.

Este acto motivó a Majencio, hijo de Maximiano, a declararse también emperador en Roma en 306, pero con el título de princeps. Galerio, temeroso de que otros personajes también intentaran proclamarse emperadores, ordenó a Severo que entrara en Italia y lidiara con él. Severo se desplazó desde su capital en Mediolano a Roma como jefe de un ejército anteriormente dirigido por Maximiano. A causa del temor de la llegada de Severo, Majencio le ofreció a su padre, Maximiano, compartir el gobierno y este aceptó, por lo que, cuando Severo llegó ante las murallas de Roma y la sitió, sus hombres lo abandonaron y se pasaron a las filas de su antiguo comandante. Severo huyó a Rávena, una posición inexpugnable, y Maximiano ofreció perdonarle la vida y tratarlo con humanidad si se rendía pacíficamente. De todas formas, a pesar de las promesas, Severo fue capturado y encarcelado en Tres Tabernas y luego asesinado en 307. El gobierno conjunto de Majencio y Maximiano en Roma volvió a ponerse a prueba cuando Galerio entró en Italia en el verano de 307 con un ejército aún mayor. Mientras negociaba con el invasor, Majencio repitió la misma táctica que le había empleado contra Severo; merced a la promesa de grandes sumas de dinero y al prestigio de Maximiano, muchos soldados de Galerio desertaron, y en consecuencia, este se vio obligado a retirarse. Después de la fallida campaña de Galerio, el gobierno de Majencio se estableció firmemente en Italia, África, Córcega y Cerdeña. Majencio intentó establecer relaciones amistosas con Constantino desde 307 y, en el verano de ese año, Maximiano viajó a la Galia, donde Constantino se casó con su hija Fausta (r. 307-326) y fue nombrado augusto por el emperador mayor. Constantino reconoció la autoridad de Majencio, pero no se involucró en los conflictos en Italia, ya que prefería dirigirse de la Galia a Britania.

En 308, probablemente en abril, Maximiano intentó deponer a su hijo en una reunión militar en Roma; para su sorpresa, las tropas presentes permanecieron leales a su hijo y tuvo que huir a la corte de Constantino. Consciente de la situación en Occidente, Galerio convocó una conferencia en Carnunto (ahora Petronell-Carnuntum, Austria), y Maximiano depositó en ella sus esperanzas de volver al poder. La conferencia se celebró el 11 de noviembre de ese año y tuvo como principales resoluciones la eliminación definitiva de Maximiano del marco tetrárquico, la degradación de Constantino a césar y el nombramiento de Licinio como augusto de Occidente para poder lidiar con Majencio en Italia. Este nuevo sistema, sin embargo, no duraría mucho: Constantino se negaba a aceptar su degradación, Maximino Daya exigía a Galerio un ascenso y Licinio permanecía indiferente a su misión italiana.

En 310, Maximiano, que había sido enviado al sur de Arelate con la misión de repeler los ataques de Majencio en el sur de la Galia con parte del ejército de Constantino, se rebeló contra este último mientras el emperador se encontraba en una campaña contra los francos en el río Rin. Maximiano anunció en Arelate que Constantino estaba muerto y tomó la púrpura imperial, pero los esfuerzos para sobornar a los partidarios del emperador

no dieron resultados y gran parte del ejército permaneció fiel a Constantino, por lo que Maximiano hubo de huir. Constantino pronto se enteró de la rebelión, abandonó su campaña contra los francos, marchó rápidamente hacia el sur y se enfrentó al rebelde en Massilia. La ciudad estaba mejor preparada para repeler un asedio que Arelate, pero ello resultó intrascendente, ya que los ciudadanos que permanecieron leales al emperador le abrieron las puertas traseras. Maximiano fue apresado, reprobado por sus crímenes y privado de su título. Constantino le concedió cierta clemencia, pero lo animó encarecidamente a que se suicidara, algo que terminó por hacer en julio de 310 al ahorcarse....


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