La mujer en la Antigüedad PDF

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ÍNDICE 1. Grecia ....................................................................................................................... 1 Educación y vida en casa ......................................................................................... 1 Matrimonio y familia ............................................................................................... 2 Vida y participación social ....................................................................................... 2-3 2. Esparta ...................................................................................................................... 3 Educación ................................................................................................................. 3 Matrimonio y familia ............................................................................................... 3-4 Vida y participación social ....................................................................................... 4 3. Roma ........................................................................................................................ 4 Educación ................................................................................................................. 4-5 Matrimonio y familia ............................................................................................... 5 Vida y participación social ....................................................................................... 5-6

Durante mucho tiempo la historia de las mujeres, y su papel a lo largo de las diferentes épocas, ha quedado en un segundo plano. De hecho, muchas veces se habla de las mujeres como las grandes ignoradas por aquellos que nos han contado nuestra historia, una historia escrita por hombres. Esto se debe principalmente a que la mayor parte de las primeras sociedades fueron patriarcales, y por tanto el papel de la mujer en ellas, quedó relegado a un segundo plano. Sin embargo no por ello fue menos importante. Y por ese motivo me gustaría cristalizar en mi trabajo, cómo era la vida de nuestras féminas antepasadas. A lo largo de este trabajo, voy a hablar sobre varios aspectos de la forma de vida de las mujeres en la antigüedad. Mi intención es plasmar el modelo de vida de aquellas mujeres que vivieron durante la historia antigua. Para ello, y debido a la cuantiosa información que hay sobre este tema, me centraré en los aspectos principales que formaban parte del día a día de aquellas mujeres que pertenecieron a tres grandes sociedades: la Grecia antigua, la sociedad Espartana, y la antigua Roma.

1) GRECIA La mayor parte de la información que tenemos sobre el modo de vida en este período la encontramos en las dos obras homéricas más importantes: la Ilíada y la Odisea. En ellas aparte de situaciones bélicas donde aparecen grandes héroes y seres fantásticos, se muestra en varias ocasiones el papel de la mujer en la sociedad. Este podría ser el caso de Penélope, la mujer de Hércules que aparece en la Odisea y encarna muchas de las características que debía poseer la perfecta mujer griega. Sus vidas no fueron fáciles, y como he mencionado antes brevemente, ellas se encontraban por debajo de los hombres en casi todos los aspectos. Educación y vida en casa A diferencia de la de los hombres, las mujeres gozaban de una educación precaria. Se les enseñaban las diferentes tareas que conllevaban el mantenimiento del hogar y el cuidado de sus futuros hijos. Desde bien pequeñas, aprendían observando a sus madres y de mayores, se comportaban de la misma manera. Las mujeres en Grecia pasaban la mayor parte de su tiempo en casa, y era allí donde cumplían de algún modo las funciones que la sociedad les había otorgado. Se dedicaban básicamente a las tareas del hogar ─que como he mencionado anteriormente, aprendían de bien jóvenes─ y a la producción textil. Ellas se encargaban de crear los tejidos y darles forma. Hilaban, diseñaban y cosían todas las prendas que se usaban en casa, desde la propia vestimenta hasta las ropas de cama o incluso manteles que podían luego vender. Se trataba de una labor que realizaban las mujeres de todas las clases sociales, y esta les ocupaba mucho tiempo. En aquella época la industria textil iba estrechamente ligada con las mujeres, y por ese motivo, eran representadas en muchas ocasiones mientras tejían, tanto en la literatura ─como Penélope en la Odisea, que cosía por el día y descosía por la noche mientras esperaba a que regresara Ulises─ como en la pintura o en la escultura. Otra de las actividades que realizaban las mujeres, era la transformación de alimentos y la cocina. Ellas eran las encargadas de transformar el trigo que provenía de las cosechas en harina con la que posteriormente hacían pan. Como sucedía con la producción textil, esto quedó plasmado en el arte, ─sobretodo en algunas piezas cerámicas─ y en muchas ocasiones nos encontramos representaciones de mujeres con el molinillo que usaban para desgranar el trigo. Aun así, es cierto

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que sobre todo a partir del s. V en Atenas empezaron a aparecer tiendas o pequeñas paraditas donde se vendía pan, una especie de panaderías.

Matrimonio y familia Como sucedió a lo largo de muchos siglos y épocas distintas, el matrimonio era parecido a un contrato sobre el cual la mujer no tenía derecho a intervenir. Las mujeres eran casadas muy jóvenes con hombres mucho mayores. Era el padre de ella la que concertaba con otra familia el matrimonio, y cuando ya se había pactado, la familia de la joven pagaba una dote a la familia del futuro marido. Como dice Claude Mossé en su estudio sobre las mujeres en la antigua Grecia: “El padre de la joven puede escoger a su futuro yerno por otras razones que las puramente materiales, si bien es cierto que ente varios pretendientes escogerá a aquel que ofrezca los henda ─regalos de boda─ más valiosos”1. Este pacto de matrimonio se establecía mucho antes de que se celebrase la boda, de hecho incluso años antes. La ceremonia del matrimonio no tenía relación con temas religiosos, era una celebración en la cual la mujer pasaba de ser propiedad del padre a ser propiedad del esposo. En ella se realizaban varios sacrificios y celebraciones, pero la más destacada era cuando el novio iba a buscar a la joven a su casa y la llevaba a la que se convertiría en su próxima casa, donde crearían su oikós. En ella vivirían juntos el marido, la mujer, y su suegra, ─madre del novio─ de la que debía cuidar. Se trataba de un matrimonio desigual, donde la función principal de la mujer era engendrar hijos legítimos con su marido para así preservar el linaje y el oikós. Ellas eran una propiedad durante toda la vida, y no podían poseer nada propio. Incluso cuando moría su padre o su marido y quedaban viudas, no podían heredar nada por si solas, siempre se encontraban controladas o bajo la tutela de un pariente masculino. El adulterio era considerado un pecado e iba en contra de la ley. Estaba penado con la muerte, ya que ponía en riesgo uno de los valores más importantes para los griegos, el oikós. Las mujeres casadas solo podían mantener relaciones sexuales con su marido. Sin embargo en el caso de los hombres esto era distinto, podían mantener relaciones con prostitutas, con metecas ─mujeres extranjeras, no eran ciudadanas Griegas─ e incluso con esclavos y esclavas. No obstante, no podían acostarse con ciudadanas griegas casadas, éstas eran propiedad de otro ciudadano, y por tanto no eran accesibles, mantener relaciones con ellas era adulterio. Vida y participación social Debido a que las mujeres pasaban la mayor parte de su tiempo recluidas en sus casas, no gozaban de una gran vida social. Generalmente no tomaban partido en los banquetes, pero podían formar parte de los festejos religiosos. Los griegos eran politeístas y en el caso de las mujeres, existían sacerdotisas que se encargaban del cuidado de los templos. Uno de los ámbitos en los que las mujeres eran protagonistas ─incluso más que los hombres─ eran los funerales. Eran rituales muy importantes en los que se despedía al muerto. Ellas se encargaban de limpiar el cadáver y colocarlo sobre un lecho para posteriormente iniciar el “lamento ritual” en el cual se lloraba al muerto mientras se mencionaban sus hazañas en vida. Sin embargo los hombres que no podían llorar, se dedicaban a recibir a los invitados. Las mujeres de clase media-baja, se encontraban con otras mujeres mientras iban al mercado, y se cree que hacían reuniones entre ellas. Esto era más difícil para las mujeres de clase alta, que debido a que tenían varios esclavos, eran estos los que salían a comprar por ellas, por tanto tenían aún menos libertad.

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MOSSÉ, Claude (1990). La mujer en la Grecia clásica. Hondarribia: Ediciones Nerea S.A (pág.18)

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En el ámbito político de la ciudad, no tenían ningún tipo de participación, ésta era única de los hombres ciudadanos griegos, ellas quedaban al margen. Aun así, se conocen casos de mujeres que dieron su opinión o aconsejaron en temas políticos a algunos hombres, como era el caso de la amante de Pericles, Aspasia de Mileto. Se trataba de una sociedad que veía a la mujer como un ser débil, casi irracional. Por ese motivo se la recluyó en casa y no se le permitía salir ni participar en la sociedad. Su papel en ella y el trabajo o función que cumplían las jóvenes griegas pasaba del todo desapercibido, realmente no era valorado de la misma forma que el papel del hombre, que era más importante. De hecho esto se plasma de forma cómica en la “ Lisístrata” de Aristófanes. Se trata de una comedia en la que debido a una guerra civil, las mujeres de los hombres que formaban parte de los dos bandos, deciden hacer una huelga de sexo hasta que acabe el conflicto armado. Como he dicho se trataba de una comedia, y aquello que la hacía graciosa, era el hecho que las mujeres se rebelasen por si solas estableciendo una huelga. En la Grecia antigua no se las consideraba inteligentes, y por tanto pensar que eran capaces de razonar como lo hacían los hombres, era imposible y por tanto cómico y gracioso.

2) ESPARTA La sociedad espartana es conocida por ser una sociedad guerrera, muy estricta con sus soldados, que desde bien pequeños eran entrenados y aleccionados para ser los más eficaces en el campo de batalla. Aun así, a diferencia de las mujeres griegas, que como hemos visto, vivían en una sociedad que las consideraba inferiores y las oprimía, las mujeres espartanas, gozaron de ciertas libertades. Educación Desde bien pequeñas las mujeres espartanas disfrutaban de una educación muy similar a la de los hombres. Estos, a los siente años eran separados de sus familias y llevados a campamentos donde se les entrenaba junto con otros niños en el arte de la guerra. En el caso de las niñas, ellas no eran separadas de forma tan estricta de sus casas, pero sí que aprendían a practicar deportes como la gimnasia y ejercitaban su cuerpo para tenerlo fuerte y vigoroso y así engendrar hijos fuertes. Por el contrario, para no perder su lado femenino, también se las instruía en las artes, es decir en la música o la danza. En muchas ocasiones las mujeres podían participar en competiciones mixtas de gimnasia en público, y de hecho, hay muchas representaciones de espartanas más bien fortachonas vestidas con túnicas pequeñas o con pechos al aire. Se trataba de representaciones más obscenas que plasmaban la imagen de las mujeres de Esparta. Matrimonio y familia Los hombres y mujeres eran obligados a casarse a los veinte años para cumplir con su función reproductora. Aquellos que no lo hacían, recibían algún tipo de castigo y además perdían ciertos derechos. A diferencia de Grecia y como veremos posteriormente en la Roma antigua, las mujeres espartanas podían escoger con quién casarse. La ceremonia del matrimonio constaba de varios rituales y uno de ellos se basaba en el rapto consentido ─si a ella le gustaba el hombre─ de la mujer por parte del futuro marido. Una vez casados, el marido no vivía con su mujer en su casa, sino que seguía viviendo en el campamento donde se entrenaban desde los siete años. Sin embargo se les permitía visitar a sus esposas durante la noche, y a partir de los treinta años, podían dormir en su casa, aunque seguían comiendo con sus compañeros en el campamento.

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De la misma manera que sucedía con las mujeres griegas, una de las funciones básicas de la mujer espartana era tener hijos de espartanos que acabarían convirtiéndose en soldados. Como dice Sara B. Pomoroy en su libro, “El traer hijos al mundo fue la más importante tarea de las mujeres de Esparta, ya que el estado se encontraba perpetuamente en guerra y la producción de soldados tenía absoluta prioridad”2. Sin embargo, solo cuidaban de sus hijos durante los primeros siete años, posteriormente su cuidado y educación pasaba a ser obligación del gobierno, que como he mencionado anteriormente, los entrenaba para que fueran soldados. A diferencia de Grecia, las mujeres casadas sí podían mantener relaciones extramatrimoniales con otros hombres. Por ejemplo, si con su marido no conseguían tener hijos, éste podía escoger a uno de sus compañeros para que dejase embarazada a su mujer. El hijo fruto de este encuentro sexual, sería considerado del marido. Como he explicado, engendrar hijos era la principal función de las mujeres, que además, también cuidaban del hogar, aunque de forma distinta a la que habíamos visto en la sociedad griega. Debido a la ausencia del hombre en casa, eran ellas las que tomaban las decisiones sobre cómo llevar la casa y sus tierras. Tenían esclavos que realizaban las tareas por ellas y podían simplemente dedicarse a dar instrucciones, no estaban obligadas a realizar las labores domésticas. Vida y participación social Las mujeres espartanas eran excluidas del servicio militar. De la misma manera, no podían participar en los asuntos políticos ni intervenir en las grandes reuniones de los hombres. Aun así, eran respetadas por la sociedad por ser las madres de los espartanos. Y su función dentro de ella era considerada igual de importante que la del hombre. Como hemos visto, las mujeres gozaban de una libertad que les permitía tener cierta autoridad tanto en el ámbito del hogar como en el ámbito social, donde realizaban competiciones y se mostraban ante otros hombres exhibiendo sus cuerpos esbeltos y musculados. La sociedad espartana y el papel de sus mujeres, en ella, es excepcional en el período de tiempo en el que se encuentran, ya que no se volvió a ver otra sociedad similar. A pesar de ser menos opresiva para las mujeres, de algún modo seguía siéndolo, ya que si la mujer no quería tener hijos era marginada, no podía escoger.

3) ROMA La época romana fue un periodo de avanzos en muchos sentidos. Los romanos crearon un gran imperio conectado por vías con las cuales podían comunicarse más fácilmente. También mejoraron las ciudades y contribuyeron de forma constante a la cultura mediante la literatura y las grandes construcciones, teatros, coliseos… También hubo avances en la forma de vida de las mujeres, las romanas gozaron de ciertos privilegios que no tuvieron las mujeres griegas. Aun así, siguieron siendo inferiores a los hombres y en muchos aspectos de la sociedad, marginadas. Educación Cuando eran niñas, se criaban junto con otros niños, sin embargo al crecer, su educación dependía totalmente de su clase social. Si formaban parte da las familias patricias ─familias ricas, consideradas nobles, tenían grandes linajes─ sus padres contrataban a preceptores que las instruían en la literatura tanto griega como la propia, la latina. Hay que situarse en un momento

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POMOROY, Sarah B (1999). Diosas, rameras, esposas y esclavas: mujeres en la antigüedad clásica. Madrid: Ediciones Akal S.A. (Pág. 51)

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de influencia helenística, donde la difusión de los grandes textos griegos como la Odisea y la Ilíada y el uso de la retórica y la oratoria habían alcanzado e influido a la cultura de los romanos. Además, se las instruía en las distintas artes, les enseñaban a bailar, cantar, a tocar algún instrumento… Hay que puntualizar, que a pesar de recibir esta educación, también se las enseñaba a coser, hilar y aquellas tareas que servían para tener cuidado del hogar. En el caso de las jóvenes de clase baja normalmente no recibían una gran educación, pero de todas formas se sabe que en algunas ocasiones podían acudir a escuelas elementales. Matrimonio y familia El matrimonio como sucedía en Grecia, era más bien un contrato, y recibía varios nombres: coniugium, matrimonium, connubium, consortium… Las jóvenes eran casadas durante la pubertad, de los 12 a los 14 años normalmente. Era el “pater familias” el que decidía sobre el matrimonio de su hija, y nadie más de la familia podía opinar, si se daba el caso de que la joven quería casarse con un hombre que no agradaba al “pater familias”, el matrimonio no podía contraerse. Otra de las condiciones que se debían cumplir para celebrar un matrimonio, era ser ciudadano, tener la ciudadanía romana. Los patricios, ─las familias nobles─, no podían casarse con plebeyos, esto estaba muy mal visto. Había distintos tipos de matrimonios y en ellos se celebraban varios rituales que consagraban la boda. Las familias romanas, estaban formadas por el “pater familias”, que era la mayor autoridad dentro de la propia familia, la mujer de éste, los hijos, los abuelos, y por los esclavos de la familia. Las mujeres no tenían nombre propio, de hecho adoptaban el nomen de sus padres pero en femenino. Por ejemplo: la hija de un hombre llamado Cayo, debía llamarse Caya. Si se daba el caso de que la familia tenía más de una hija, estas se llamaban todas igual, pero estaban ordenadas por su edad. Por ejemplo: Caya primera, Caya segunda… El adulterio, como sucedía en Grecia era un delito y estaba penado por la ley. En el caso de los romanos, la ley castigaba más ferozmente a las mujeres. Los maridos de la misma manera que en Grecia, podían tener relaciones sexuales extramatrimoniales con esclavas, extranjeras, e incluso se permitían las relaciones homosexuales. Esto no era considerado adulterio siempre y cuando no se acostasen con otras ciudadanas romanas. Los matrimonios eran normalmente para toda la vida, aunque existía el divorcio. Inicialmente estaba muy mal visto pero durante la última etapa de Roma, los divorcios fueron muy habituales y se podían producir por distintos motivos, como por ejemplo, la pérdida de la ciudadanía del marido o la muerte de un cónyuge por motivos criminales, que hubiese sido condenado por ejemplo. Vida y participación social Las mujeres que se encontraban en peor situación en Roma eran las esclavas, utilizadas como simples objetos para satisfacer las necesidades de sus dueños. Sin embargo las mujeres sobretodo pertenecientes a las familias patricias eran muy respetadas y de hecho podían llegar a heredar por sí mismas. Las romanas eran dueñas y matronas de sus hogares, y podían acabar convirtiéndose en “mater familias” si encaraban en ellas aquellas cualidades comparables con las de un ciudadano romano. Este es el caso de Lucrecia, que se suicidó después de ser violada por otro hombre. Ella encarnaba el ideal de mujer perfecta, fiel y sumisa, sus características eran comparables a los ideales que debía tener el ciudadano romano, y aquellas mujeres que se comportaban de una manera similar, eran muy admiradas y conseguían tener un papel de admiración por toda la sociedad. Las mujeres en Roma eran mucho más respetadas que en Grecia, donde se las consideraba casi inmorales. Aun así, como afirma Ian Jenkins en su libro: “tanto en Grecia como en Roma, las 5

mujeres estaban excluidas en virtud de su sexo, de las otras actividades cívicas importantes ─militares, políticas o legales─ nadie habría defendido su derecho al voto con más interés que el de los esclavos a ser libres”3. Por tanto, ellas no participaban en la política ni en la toma de grandes decisiones, eso seguía siendo trabajo de los hombres ciudadanos. De hecho en varias ocasiones se comparan el status de las ciudadanas con el de los esclavos.

Finalmente me gustaría concluir mi trabajo con una pequeña reflexión de aquello que he aprendido a lo largo de su elaboración. A través de este ensayo, he podido profundizar y a...