La perversión como estructura PDF

Title La perversión como estructura
Author Paula L
Course Psicopatología de la Adultez y Senescencia
Institution Universidad del Salvador
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La perversión como estructura-Aulagnier Estructura perversa 3 hitos fundamentales para hablar de estructura perversa.   

Renegación Ley Desafío

El perverso se defiende del horror, con lo cual estos tres hitos mencionados aparecerían para defenderse de él. Ese horror aparece cuando es enfrentado con la realidad del la diferencia anatómica de los sexos, presentándole así la confirmación de que perderá el objeto de deseo (madre) y el instrumento de placer (pene) por no haber podido reconocer la Ley (única cosa que podría haberle garantizado su estatuto de sujeto deseante). De esta manera, el sujeto logra hacer del otro y de su goce, la prueba de la noexistencia de la castración y de que la castración misma es, en su horror, forma de goce. Para el perverso no hay existencia de la castración. Cuando la autora habla de perversiones, se refiere al dominio de las perversiones sexuales, definiéndolo como “estructura perversa”. Cuanto más pura es la perversión, más reivindica el sujeto como efecto de su elección (el perverso es consciente de haber elegido “mal”, pretende desafiar toda Ley y sabe que con su actuar ultraja a su semejante). Perversidad normal estructura perversa Ejes centrales para hablar de estructura perversa Renegación y desafío.

1) Renegación: Defensa específica de la organización perversa. Surge en ese momento en que debería efectuarse para ese sujeto, la “asunción de la castración”. Es el modo de defensa que el sujeto opone a la angustia de castración. La angustia de castración (estadio fálico), está ligada a la irrupción en el campo del sujeto de un doble enunciado: el que revela la realidad del deseo del padre y la realidad de la diferencia de sexos. Estos dos enunciados vienen a encarnar para el sujeto, una verdad sobre el deseo que ya no podrá dejar de tener en cuenta y que pondrá en peligro toda la realidad fantasmática, la cual apunta a conservar el mundo en el que tiene que vivir bajo la dominación del principio de placer. 1

Primera negación preservar a la madre como instancia suprema, para salvaguardar el mito de la omnipotencia del deseo y de un autodominio del placer. Tiene problemas en reconocer que el objeto de deseo de la madre está en otra parte. Niega no ser la totalidad de lo que su madre desea. La negación surgirá en un segundo tiempo: representada por lo q el sujeto ve del sexo femenino. Miedo de la mujer, no tiene pene. Lo niega y lo desmiente. La omnipresencia del atributo fálico (sin importar el sexo real del sujeto) preserva el mito narcisista de una omnipotencia que encuentra en la madre un punto de referencia. Por eso el primer recurso que utilizará el niño frente al peligro que representa para él hecho de tener que reconocer que el objeto de deseo materno está en otra parte y no en su propio ser, será el de negar que él pueda no representar la totalidad de lo que ella desea y por lo tanto que a ella le falte lo que fuere. Esta negación será refutada por la prueba de realidad que confronta al sujeto con lo que ve (el descubrimiento del sexo femenino) y de lo que adquiere como saber: que existe un mundo de goce del que está excluido y que sólo por el padre tiene acceso a él. Este saber es el fantasma de toda castración. Surge fascinación por ese lugar corporal donde viene a personificarse la diferencia. El objeto de deseo del perverso es la madre y el pene que la madre no tiene y no puede reconocer. Si reconociera que la madre no tiene pene y es deseada por el padre, no sería un perverso.  La madre es castrada por el padre: Si la madre es castrada por el padre, existió la castración, es consciente de la castración. La madre tiene pene. Son afirmaciones contradictorias porque sabe que la madre no tiene pene. Son afirmaciones del perverso y que sostiene desde su yo. Este es el yo del perverso (la contradicción). Niega la castración femenina pero conscientemente la reconoce. Perversidad femeninaLa mujer perversa queda fascinada x el órgano femenino, no le interesa el órgano masculino. Queda apartado. En resumen, ¿de que reniega el perverso? De la función de la castración. Debe encontrar la Ley en la instancia paterna. La identificación pregenital no tiene lugar en el perverso. RENIEGA DE LA CASTRACION. Sabe q la madre no tiene pene pero lo reniega, lo desmiente. La madre encarna para el perverso el deseo de lo que es el otro. La madre interna es el eje del deseo. La ausencia de pene en la mujer viene a hacer de la diferencia anatómica, el equivalente de una mutilación, una marca sangrante, la causa de un “horror”, que 2

hace que todo deseo Así, lo que se le demanda al sujeto no es que renuncie al deseo, sino a lo que constituía el objeto (la madre) y que renuncie a él en el Nombre del Padre. Para que la renuncia al objeto proteja al deseo, es necesaria que una ley que asegure al sujeto su derecho al deseo. Esa ley es, en la estructura familiar, es la que le indica qué lugar donde tiene que situarse y designa al falo como significante del deseo y emblema de la Ley. El falo debe tomar lugar en ese punto del campo del sujeto donde vienen a ligarse la ley de filiación y la ley del deseo. 

Ley de filiación: Se trata de poder reconocerse como hijo, testigo y consecuencia del deseo parental y no causa de ese deseo, pero también asumirse como prometido al rol futuro de genitor. Esa ley tiene como referencia el Nombre del Padre: el único que puede garantizar que es un “hijo ante la ley”. Por ese camino se instaura la diferenciación entre el pene en su función de órgano de reproducción y el falo como emblema de potencia paterna y de la ley. HIJO COMO CONSECUENCIA DEL DESEO DE LOS PADRES, NO COMO CAUSA DEL DESEO DE LOS PADRES.



La ley del deseo: Hablamos del falo y no del pene porque para el niño se trata de ser o tener el objeto-causa del deseo del Otro: ese deseo inviste al pene con el brillo fálico (del mismo modo que ha investido a sus precursores, es decir, a los objetos parciales). Reconocer que el objeto que él ofrece no es lo que el Otro desea, es reconocer que ningún objeto total o parcial puede ocupar el lugar del falo. Reconocer que el deseo es deseo de deseo y no de un objeto, y que sea lo que se tenga para ofrecer, nada reemplaza al falo, es una cara de la castración simbólica. Para que el niño reconozca al padre como depositario del poder fálico, no basta con saber que el padre tiene un pene sino que descubra que el padre es deseado por la madre.

Para que la madre sea reconocida como prohibida al deseo en tanto que madre, pero que en tanto mujer sea reconocida como modelo del objeto futuro de deseo, no sólo es necesario que el sexo femenino sea reconocido como diferente sino que el sujeto aprenda que el padre es deseante de esa diferencia. La diferencia se torna significante del deseo.

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2) El desafío: Habla del comportamiento perverso. Es el ultraje a las costumbres. Las buenas costumbres, lo que uno considera “normal” para vivir en sociedad, ellos van a ultrajar eso. Lo que sorprende del perverso es el escándalo. Tienen un discurso del hacer.

Perversiones y neurosis impulsiva-Otto Finichel Actividades perversas e impulsos de los “psicópatas” (impulso de fuga, cleptomanía, afición a las drogas, etc.) son designados a veces con el nombre de síntomas compulsivos porque los pacientes sienten esa “compulsión” de llevar a cabo tal o cual acción patológica. Pero la manera en que ellos sienten tales impulsos es característicamente diferente de las experiencias compulsivas. Una de las diferencias más sencillas de encontrar está relacionada al placer o displacer que se experimenta; siendo así que las perversiones e impulsos mórbidos son placenteros o son llevados a cabo con la esperanza de obtener placer, en tanto que los actos compulsivos son penosos y se llevan a cabo con la esperanza de librarse de un dolor. Pero esta regla padece excepciones, ya que una acción perversa puede estar tan perturbada por sentimientos de culpa que en realidad llegue a sentirse como penosa, a la par que algunos juegos compulsivos pueden adquirir un carácter placentero. N. obsesivo se siente forzado a hacer algo que no le agrada hacer, obligado a usar su capacidad volitiva contra sus propios deseos. Perverso se siente forzado a que algo “le guste” aun contra su voluntad. Sus impulsos pueden verse contrariados por sentimientos de culpa, eso no impedirá que en el momento de la excitación sienta el impulso sintónico del yo, como algo que quiere hacer con la esperanza de alcanzar un placer positivo. Impulsos con carácter “instintivo”; son sentidos de la misma manera en que las personas normales sienten sus normales impulsos instintivos. Por eso a veces los perversos y neuróticos impulsivos a veces son denominados psicópatas. Perversiones  

De carácter sexual: Cuando ceden completamente a los impulsos patológicos, se produce el orgasmo. Fines sexuales iguales a los del niño. Sexualidad sustituida por uno de los componentes de la sexualidad infantil. Problema: conocimiento de la causa y la naturaleza de esa sustitución. Sexualidad infantil en lugar de ser adulta, que puede deberse a una detención en el desarrollo o a una regresión. 4



Las perversiones se desarrollan como reacción a desengaños en el orden sexual, tiende a demostrar la efectividad de la regresión. Las personas que reaccionan a las frustraciones sexuales como una regresión a la sexualidad infantil, son perversas, los que reaccionan con otras defensas o emplean otras defensas después de la regresión, son neuróticas.



Una sola manera de hallar placer sexual: todas sus energías sexuales se hallan concentradas en un instinto parcial particular, que compite con su primacía genital. La capacidad para el orgasmo genital está bloqueada por algún obstáculo que es más o menos superado por el acto perverso. La sexualidad perversa no es simplemente desorganizada. Se halla más bien organizada bajo la férula de cierto componente instintivo, cuya satisfacción posibilitará nuevamente el orgasmo genital.





Los perversos también tienen represiones. Tienen también represiones patógenas específicas. Tienen un Complejo de Edipo y una angustia de castración icc.



Diferencia entre las neurosis y las perversiones: en la neurosis el síntoma está “desexualizado”, mientras que en las perversiones es un componente de la sexualidad infantil y, además, en que la descarga es penosa en la neurosis en tanto que en las perversiones acarrea el orgasmo genital.



El factor que perturba la primacía genital es idéntico al que produce igual efecto en los neuróticos: angustia y sentimientos de culpa dirigidos contra el complejo de Edipo. Entre las angustias d carácter neurótico que motivan la defensa, la angustia de la pérdida de amor es menos importante en las perversiones, a la vez que la angustia por la propia excitación no puede ser de importancia, dado que el logro del orgasmo resulta eventualmente posible. Factor decisivo: angustia de castración (con sus correspondientes sentimientos de culpa).



Cuando el goce genital se hace imposible a causa del temor a la castración, la persona tratará de regresar a aquella parte de su sexualidad infantil a la que está fijada. Partes explícitas, decisivas, de esta sexualidad 5



infantil son reprimidas y la hipertrofia de un determinado componente sexual es utilizada para fortalecer dicha represión. FIJACIÓNES A EXPERIENCIAS DE LA INFANCIA. El perverso es una persona cuyo placer sexual está bloqueado por la idea de castración. Mediante la perversión, trata de probar la inexistencia de la castración y cuando llega a creer en esta prueba, vuelen a ser posibles el placer sexual y el orgasmo.

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