Lección Nº1 - El reconocimiento de argumentos PDF

Title Lección Nº1 - El reconocimiento de argumentos
Author Javier Marful
Course Pensamiento cientificismo
Institution Universidad de Buenos Aires
Pages 13
File Size 389.7 KB
File Type PDF
Total Downloads 92
Total Views 739

Summary

Lección Nº1: El reconocimiento de argumentos1. La argumentaciónImagine esta situación: después de algunos días de experimentar cierto malestar físico, usted decide visitar a un médico. Ya en la consulta, procede a comentar sus síntomas. Tras haberla examinado, el doctor sentencia: “La solución a su ...


Description

UBA XXI - IPC – 1er cuatrimestre de 2017

Lección Nº1: El reconocimiento de argumentos 1. La argumentación

Imagine esta situación: después de algunos días de experimentar cierto malestar físico, usted decide visitar a un médico. Ya en la consulta, procede a comentar sus síntomas. Tras haberla examinado, el doctor sentencia: “La solución a su malestar es quirúrgica. Debe someterse a una operación.” Entre asombrada y asustada usted lo interpela exigiendo razones. La respuesta que obtiene es simple: “Porque lo digo yo, que soy el médico”. Seguramente usted y cualquiera en su lugar no se irá satisfecha a su casa. O bien demandará razones adicionales, o se inclinará por buscar una segunda opinión. Lo bien que hace. Lo que acaba de hacer su médico es ofrecerle un argumento. Lo que acaba de hacer usted es evaluarlo. Ahora imagine que la situación se desarrolla del siguiente modo: tras su consulta con el médico, llega a su casa y ve que las persianas están altas. Cuando se acerca a la puerta escucha música y al introducir la llave en la cerradura se da cuenta de que una de las dos cerraduras está abierta. Apenas entra grita “¡Hola! ¡No sabés lo que me dijo el médico!”. Aunque seguramente usted no sea Sherlock Holmes, no estaría lejos de la realidad al pensar que su compañera había llegado a su casa antes que usted. Lo que acaba de hacer es inferir. Tras comentar lo ocurrido a su compañera, ella parece compartir tu impresión y sugiere: "Tendrías que buscar una segunda opinión, pues operarse parece un tanto apresurado y tal vez existan otros tratamientos." La recomendación parece pertinente. Nuevamente, le han ofrecido un argumento y usted lo ha evaluado. En cada una de estas situaciones ha mediado una inferencia, argumento o razonamiento. Le ha pedido razones al médico, él se las ha ofrecido y usted las ha evaluado. Ha inferido que había alguien en casa a partir de algunos indicios. Sabía que su compañera estaba en casa aún antes de verla. Por último, la recomendación de su compañera tomó la forma de un argumento, que procedió a evaluar. Efectivamente, tanto la producción como la evaluación de argumentos son parte de nuestra vida diaria Como veremos, también son parte de las teorías y de la actividad científica. Y, más aún, resultan fundamentales para el tipo de reflexión crítica que queremos desarrollar. Por esa razón, en lo que sigue, nos concentraremos en el estudio de los argumentos y de su evaluación.

Natalia M. Buacar

1"

UBA XXI - IPC – 1er cuatrimestre de 2017

Argumento luego existo

Ofrecemos y recibimos razones a diario. La práctica argumentativa es una parte central de nuestra conducta lingüística, y de nuestra conducta en general. Nos encontramos con argumentos en nuestros diálogos, en diarios, revistas, libros. Los producimos para persuadir a otros o a nosotros mismos. Analizamos y evaluamos argumentos, el resultado de tal actividad determina nuestras creencias, decisiones y cursos de acción. Pero, fundamentalmente, la práctica argumentativa es un elemento central de práctica científica. La investigación científica es, entre otras cosas, un tipo de actividad lingüística. Representa el esfuerzo por desarrollar y transmitir un cuerpo de conocimiento que nos permita comprender el mundo y transformarlo. Ese cuerpo de conocimiento suele ofrecerse bajo la forma de sistemas de afirmaciones, las cuales son presentadas y discutidas dentro y fuera de las comunidades científicas. En efecto, la actividad científica incluye una diversidad de tareas de diferente índole. Por un lado, se orienta al desarrollo y la aplicación de las teorías para la explicación de una amplia gama de fenómenos y para la predicción de otros nuevos. Por otra parte, involucra la búsqueda de evidencia y la formulación de razones que permitan sustentar tales teorías y hacer frente a quienes las disputen. Asimismo, supone la divulgación de investigaciones y resultados, y la participación en la toma de decisiones en el ámbito educativo, social y político. Un elemento común a todos estos aspectos del quehacer científico es que las afirmaciones involucradas en el discurso científico son articuladas inferencialmente. Por esa razón, en primer lugar, nos ocuparemos de estudiar los argumentos y de ofrecer herramientas para su evaluación. En lo que sigue trataremos de ofrecer entonces recursos conceptuales, estrategias y ocasiones de práctica. Nuestra primera misión será poder reconocer la presencia de argumentos y para ello deberemos elucidar qué son estos. Antes de embarcarnos en esa labor, ofrecemos un breve comentario sobre ciertas actitudes que el curso pretende promover. Como hemos anticipado, nuestro objeto de estudio es la ciencia y seguramente tengamos opiniones formadas en torno a ella. A lo largo del curso procuraremos explicitar estos supuestos. La actitud que pretendemos promover es una actitud crítica y el estudio de la argumentación resulta indispensable para lograrlo. Cuando de argumentar se trata, suele asumirse que el objetivo se reduce a persuadir a otro (u otros) sea como sea. En lo que respecta a la evaluación de argumentos, la motivación parece ser criticar, socavar, destruir la posición de otro. ¿Son tales objetivos y las consecuentes actitudes los que guiarán nuestros estudios? La respuesta es simple: no. Si bien el curso tiene como objetivo promover una actitud crítica, esta puede ser compatibilizada con una auténtica apertura hacia los otros y sus posiciones. Promover una actitud crítica puede tener, y es deseable que tenga, un costado constructivo. Así como es posible concebir un diálogo argumentativo como la ocasión para desafiarse, para poner a prueba la propia creatividad, carisma y recursos retóricos, para “ganar” la discusión. Así también, es posible pensarlo como el mejor contexto para

Natalia M. Buacar

2"

UBA XXI - IPC – 1er cuatrimestre de 2017 formar una opinión o tomar posición sobre un tema. La instancia dialógica puede ser algo más que el lugar en donde testeamos qué tan bien nos va al defender lo que creemos, puede ser una instancia constitutiva del proceso mismo de formación de nuestras creencias. Así concebido, es en estos intercambios (con otros o con nosotros mismos) donde hemos de buscar las razones que motiven nuestras posiciones y las funden. Subyace a esta actitud cierto compromiso no menor. Ser crítico respecto de los otros, pero también de nosotros mismos, nos puede conducir a revisar nuestras creencias y deberíamos estar dispuesto a ello (al menos si confiamos en nuestras propias capacidades cognitivas y reflexivas). Alentaremos al lector a pensar por sí mismo. En este proceso será crucial considerar atentamente a nuestros interlocutores (sean ellos lo que sean). Es altamente factible que ocurra que nos encontremos con que nuestra posición es insostenible a la luz de nueva información, a la luz de más o mejores razones. Puede que notemos que hay conflictos entre nuestras creencias, y que éstas (o algunas de ellas) deben ser revisadas, modificadas, incluso abandonadas. Esto puede resultar sencillo en algunos casos pero habrán otros, en particular respecto de ciertos temas controvertibles, en donde no lo será. De este modo, la actitud crítica tiene un horizonte, la búsqueda de razones que nos permitan justificar nuestras posiciones de modo coherente. Para ello deberemos cuestionar y cuestionarnos, interpelar e interpelarnos, hacer las preguntas correctas, desafiar nuestras intuiciones. Esto nos conducirá a embarcarnos en un proceso dinámico, de sostener posiciones, modificarlas y, cuando sea pertinente, suspender el juicio. Esto, no es otra cosa que el temple y la actitud apropiada para embarcamos en el estudio de la ciencia.

2. Variedades de usos lingüísticos

El primer concepto por presentar es, tal vez, el más central: se trata del de “argumento”. Nuestra presentación del mismo será por aproximaciones sucesivas, con la intención de ir precisándolo gradualmente. De modo preliminar, diremos que un argumento es un fragmento de lenguaje, ya sea escrito u oral. La aclaración obvia que hemos de hacer es que no todo fragmento del lenguaje es un argumento, lo cual indica que la anterior caracterización revela una condición necesaria pero no suficiente de la noción de argumento. El lenguaje puede ser usado para muchísimas cosas y el argumentar es solo una de ellas. Consideremos los siguientes ejemplos que ilustran algunos de los múltiples usos que puede darse al lenguaje. Solo algunos de ellos contienen argumentos ¿podría determinar cuáles?

Natalia M. Buacar

3"

UBA XXI - IPC – 1er cuatrimestre de 2017

Ejercicio 1 ¿Cuáles de los siguientes fragmentos incluyen argumentos? a. FLAN DE DULCE DE LECHE Poner en una cacerola un litro y medio de leche, 300 grs. de azúcar refinada y una barrita de vainilla; dejar hervir hasta que se reduzca a la mitad, tome un poco de calor y esté algo espeso, retirar esto, agregar diez yemas y dos huevos batidos ligeramente; revolver todo bien, poner en una budinera acaramelada y cocinar en horno muy suave a baño María. Una vez frío, se desmolda. Para acaramelar la budinera se pone en una cacerolita 50 grs. de azúcar, se coloca al fuego hasta que se derrita y se unta con esto la budinera. (C. de Gandulfo, P., El Libro de Doña Petrona. Recetas de arte culinario, Buenos Aires, Fabril Financiera, 1955, 36 edición, p. 464) b. Todos los hombres desean por naturaleza saber. Así lo indica el amor a los sentidos; pues, al margen de su utilidad, son amados a causa de sí mismos, y el que más de todos, el de la vista. En efecto, no sólo para obrar, sino también cuando no pensamos hacer nada, preferimos la vista, por decirlo así, a todos los otros. Y la causa es que, de los sentidos, éste es el que nos hace conocer más y nos muestra muchas diferencias. (Aristóteles, Metafísica, libro I, cap. 1) c. Al despertar Gregorio Samsa una mañana, tras un sueño intranquilo, encontrose en su cama convertido en un monstruo insecto. Hallábase echado sobre el duro caparazón de su espalda, y al alzar un poco la cabeza, vio la figura convexa de su vientre oscuro, surcado por curvadas callosidades, cuya prominencia apenas si podía aguantar la colcha, que estaba visiblemente a punto de escurrirse hasta el suelo. Innumerables patas, lamentablemente escuálidas en comparación con el grosor ordinario de sus piernas, ofrecían a sus ojos el espectáculo de una agitación sin consistencia. (Kafka, La metamorfosis, traducción al español: J.L. Borges, Losada, 1996, 22ª ed., p. 15) d. Afirmo, pues, que si las dos partes del universo mencionado anteriormente, la superior [celeste] gozara hoy de movimiento diario, tal como es el caso, mientras que la inferior [sublunar] permaneciera en reposo, y si mañana se invirtiese la situación y la parte inferior gozara de movimiento mientras que la otra, el cielo, careciera de él, seríamos incapaces de apercibirnos en lo más mínimo de tal mutación, pues lo mismo veríamos hoy que mañana (…) de forma totalmente idéntica a lo que le sucede a un hombre a bordo de una nave que cree ver en movimiento los árboles situados en la orilla. (Nicolás de Oresme citado por Guillermo Boido en Noticias del Planeta Tierra. Galileo Galilei y la revolución científica, Buenos Aires, AZ, 1996, p. 55)

Natalia M. Buacar

4"

UBA XXI - IPC – 1er cuatrimestre de 2017

Comentario

Como pudimos observar en el ejercicio 1, solo los fragmentos b y d ejemplifican un tipo de discurso argumentativo. Ello sugiere que algunas indicaciones más son necesarias para reconocer un caso de argumento. Como habíamos anticipado, el lenguaje puede ser usado para muchísimas cosas y el argumentar es solo una de ellas. De modo que si bien un argumento es un fragmento de lenguaje, ya sea escrito u oral, no todo fragmento del lenguaje es un argumento. Esto quedó ejemplificado por los casos a y c, que satisfacen el requisito de ser conjuntos de oraciones pero -tal como se ha indicado y como esperamos que el lector sospeche- no ejemplifican un tipo de discurso argumentativo. Como dijimos, algún requisito adicional a la noción de argumento ha de imponerse si queremos dejar fuera casos como a y c. En breve retomaremos esta tarea, pero antes es necesario indicar que desde una primera aproximación, un argumento es un conjunto de oraciones, más precisamente, de proposiciones. Nos ocuparemos, entonces, de precisar los conceptos de “oración” y “proposición”, y de analizar la relación entre ambos:

3. Oraciones y proposiciones

La caracterización de la noción de argumento en términos de la de proposición nos obliga a considerar la siguiente pregunta: ¿qué son las proposiciones? En el marco de la lógica, se suele hacer una distinción entre oraciones y proposiciones; dicha distinción apunta a diferenciar el soporte material (la oración) de aquello que tal oración afirma (la proposición) [1]. De este modo, mientras que la primera está asociada con un lenguaje específico y supone una cierta concatenación específica de expresiones, la segunda no. Consideremos los siguientes ejemplos: 1. Cristóbal Colón descubrió América. 2. América fue descubierta por Cristóbal Colón. ¿Qué tienen en común 1 y 2? ¿En qué se diferencian? Hay al menos un sentido obvio en que son diferentes: la oración 1 está formada por cuatro palabras, mientras que la 2, por seis. La primera comienza con la expresión "Cristóbal", mientras que la segunda con "América", y así podríamos enumerar más diferencias. Es claro que ambas oraciones no son la misma oración; sin embargo,

Natalia M. Buacar

5"

UBA XXI - IPC – 1er cuatrimestre de 2017 parecen decir lo mismo. En términos más precisos: ambas expresan la misma proposición. Lo mismo ocurre con las siguientes oraciones: 3. Christopher Columbus discovered America. 4. America was discovered by Christopher Columbus 5. Cristoforo Colombo scoprì l'America 6. L'America è stata scoperta da Cristoforo Colombo. Todas ellas son oraciones diferentes; sin embargo, la proposición expresada en todos los casos es la misma [2].

[1] La noción de proposición ha sido ampliamente discutida en el ámbito de la filosofía, pero su problematización excede los límites y objetivos del presente curso. Nos basta con identificarla con el contenido de la oración. [2] Este punto resultará ser importante en nuestro análisis, pues al reconstruir argumentos, no reiteraremos tal cual las oraciones, sino que las parafrasearemos. En ocasiones, incluso omitiremos expresiones u oraciones que resulten irrelevantes para la evaluación del argumento.

Ejercicio 2 Determine la verdad o falsedad de las siguientes afirmaciones y justifique. En caso de ser falsa, piense un contraejemplo.

ACLARACIÓN: Un contraejemplo es un caso que nos sirve para probar que una oración es falsa. Por ejemplo: si quisiéramos probar la falsedad de la oración "Todos los meses del año tienen una duración de 30 días o más", bastaría con señalar que febrero es un mes y que su duración es de 28 o 29 días. Ese caso podría funcionar entonces como contraejemplo de la oración en cuestión, pues es un caso contemplado por dicha oración (es un mes del año) que no cumple con lo afirmado por ella (no tiene 30 días o más de duración). a. Dos oraciones no pueden expresar una misma proposición. b*. Una oración puede expresar dos proposiciones diferentes. (El asterisco indica que se trata de un ejercicio especialmente complejo.)

Natalia M. Buacar

6"

UBA XXI - IPC – 1er cuatrimestre de 2017

Más sobre oraciones y proposiciones

Ahora bien, no toda oración expresa una proposición. El lenguaje se emplea de múltiples maneras y existen diferentes tipos de oraciones que permiten tal cosa, por ejemplo, las preguntas y las órdenes. Las oraciones que son de interés para nosotros son aquellas que expresan proposiciones, tal tipo de oraciones suelen ser llamadas declarativas.[1] Este tipo de oraciones afirman o niegan que algo sea el caso, son aserciones, y son tales que tiene sentido preguntarse por su verdad o falsedad. Esto último puede funcionar como un test para identificar aquellas oraciones que expresan proposiciones y distinguirlas de las que no lo hacen. Apliquemos dicho test a los siguientes ejemplos: 7. ¿Té o café? 8. Se ruega no fumar. 9. Hola mi amor 10. Te ordeno que te quedes. 11. ¡Quedate, por favor! 12. Te prohíbo que vayas a la fiesta. 13. ¡No vayas a la fiesta! 14. Racing venció ayer de visitante a Boca. 15. Las ballenas son mamíferos. 16. La raíz cuadrada de 4 es 2. ¿Cuáles de estas oraciones expresan proposiciones? Puede observarse que en el caso de las oraciones 7 a 13, no tiene sentido preguntarse si la oración es verdadera o falsa, como sí ocurre con las oraciones 14 a 17. Una evaluación del primer grupo de oraciones realizada en términos de verdad o falsedad resultaría extraña. Más adecuada sería la evaluación respecto de la pregunta 7 en términos de atingencia (podríamos preguntarnos por la oportunidad de la invitación, por

Natalia M. Buacar

7"

UBA XXI - IPC – 1er cuatrimestre de 2017 ejemplo); lo mismo sucede con el enunciado 9. Podríamos evaluar la legitimidad en el caso del pedido formulado en 8 y en 11, en el de la orden mencionada en 10 o respecto de la prohibición expresada por 12 (tal vez consideraríamos legítima tal prohibición si ella fuera formulada por la madre de un menor de edad, pero definitivamente no si dicho enunciado apareciese en el contexto de una discusión mantenida por una pareja); o la expresión de deseo manifestada en el enunciado 13. En el caso de las últimas tres oraciones, sí es pertinente preguntarse si son verdaderas o falsas, puesto que expresan información acerca de hechos o sucesos, y esa información puede resultar ser cierta o no. Ello nos confirma que estamos en presencia de proposiciones. La noción de proposición resulta relevante pues hemos definido la noción de argumento en términos de proposiciones. Como veremos en las próximas semanas, esta característica distintiva de las oraciones que expresan proposiciones de poder ser evaluadas en términos veritativos (es decir, como verdaderas o falsas) resultará crucial a la hora de evaluar argumentos como buenos o malos, correctos o incorrectos, válidos o inválidos.

[1] Desde ya que existen otros modos posibles de expresar proposiciones; por ejemplo, a partir de preguntas retóricas.

Ejercicio 3 ¿Cuál de las siguientes oraciones expresa la misma proposición? Empareje cada una de las oraciones con la opción que expresa la misma proposición. a. Facundo vio a Federico comerse la d. Es falso que Facundo haya visto a última galletita. Federico comerse la última galletita. b. Federico vio a Facundo comerse la e. Federico fue visto por Facundo comerse la última galletita. última galletita. c. Facundo no vio a Federico comerse f. Facundo fue visto por Federico comerse la la última galletita. última galletita.

Ejercicio 4* ¿Cuál de las siguientes oraciones expresa la misma proposición?

Natalia M. Buacar

8"

UBA XXI - IPC – 1er cuatrimestre de 2017 Empareje cada una de las oraciones con la opción que expresa la misma proposición. (Este es un ejercicio es similar al anterior, pero un poco más complejo. Por ello está marcado con un asterisco, pues anticipa un tema que será abordado en la próxima lección). Si María gana la lotería, se irá de viaje. Solo si María gana la lotería, se irá de viaje. María se irá de viaje siempre y cuando gane la lotería.

Es necesario que María gane le lotería para que se vaya de viaje. Es necesario y suficiente que María gane le lotería para que se vaya de viaje. Es suficiente que María gane le lotería para que se vaya de viaje.

4. El esqueleto de los argumentos: premisas y conclusión

Finalmente, hemos señalado que un argumento es un conjunto de proposiciones, pero que no todo conjunto de proposiciones constituye un argumento. Considera el siguiente fragmento: • Lo que generalmente se denomina período clásico de la economía abarca más de cien años de pensamiento económico y es casi exclusivamente británico por su ori...


Similar Free PDFs