Monografía Idepol - trabajo del marxismo PDF

Title Monografía Idepol - trabajo del marxismo
Course Sociología
Institution Universidad de Salamanca
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trabajo del marxismo...


Description

Origen del Capitalismo Según Karl Marx y Max Weber

1.

Introducción .......................................................................................................................... 2

2.

Origen del capitalismo según Max Weber. ........................................................................... 3 2.1 Max Weber .......................................................................................................................... 3 2.2 Ética protestante y origen del capitalismo.......................................................................... 3

3.

Origen del capitalismo según Karl Marx: Materialismo Histórico......................................... 6 3.1 Karl Marx ............................................................................................................................. 6 3.2 Materialismo Histórico ........................................................................................................ 6 3.3 Modos de producción según el materialismo histórico y origen del capitalismo............... 7

4.

Conclusiones........................................................................................................................ 10

5.

Bibliografía .......................................................................................................................... 11

1. Introducción En la presente monografía se abordará el tema de las causas que originan el surgimiento del capitalismo, un tema de gran controversia en las ideas políticas contemporáneas, y en otras ramas como la historiografía, debido a las diversas posturas y opiniones acerca de cual es el verdadero origen del sistema capitalista. En dicho documento se analizarán los puntos de vista de dos muy importantes autores cuyas obras sobre el tema son claves y diametralmente opuestas. Ambos son considerados como ‘padres de la sociología’. Por un lado, el alemán Max Weber (18641920) y, por otro lado, el también alemán Karl Marx (1818-1883). El presente texto intenta abordar las diferencias precisamente de los autores ya mentados. Por un lado, Marx que concebirá el origen del capitalismo como una cuestión basada en su teoría del materialismo histórico, es decir, bajo una visión económica basada en las relaciones de producción y en lo que denomina ‘lucha de clases antagónicas’, y por otra parte, Max Weber que adoptará una teoría idealista contraria al materialismo histórico de Marx y afirmará que el origen del capitalismo no es solo una cuestión económica sino una cuestión de espíritu, una ética hacia el trabajo que no tiene nada que ver con el hecho de obtener capital para satisfacer necesidades o deseos, sino que es una devoción al trabajo y a la obtención de riqueza como fin en sí mismo, esta es la ética que Weber denomina: Espíritu del capitalismo. Es difícil concluir a priori cual de los dos autores tiene razón en su planteamiento (si es que acaso alguno la tiene completamente), por lo que se abordará de manera científica los dos planteamientos sin entrar en discusión sobre en qué es lo que pueden estar errando los autores. Solamente se expondrán las dos teorías, sin entrar en cuestiones valorativas acerca de ellas en dicha exposición. Este tema es de especial interés debido a la polémica que suscita y a que día de hoy, ambas tesis siguen generando debate y controversia, cada una de ellas con sus defensores y detractores. De hecho, el propio Weber escribió su tesis como detractor a la tesis de Marx, a quien, no negándole la importancia de su teoría, consideraba que sobredimensionaba lo económico, olvidando la importancia del espíritu. El tema ha sido elegido debido al asombro que puede causar el hecho de que hoy en día no se haya establecido claramente cuál es el origen real del surgimiento de una etapa histórica que rompe de lleno con el pasado y ha cambiado radicalmente nuestra forma de vivir, pensar y actuar, generando avances inauditos en prácticamente todos los campos, hasta ahora imposibles de concebir. Obviamente no todo en esta etapa es positivo, y ambos autores también expresarán sus críticas a esta, sin embargo, es aceptado por ambos y por todas las personas en general, sean de la ideología que sean, que el capitalismo ha supuesto un innegable avance respecto a todas las etapas históricas que le han precedido. Por estas razones, este ha sido el tema elegid para la presente monografía: Las causas del origen del capitalismo según Karl Marx y según Max Weber.

2. Origen del capitalismo según Max Weber. 2.1 Max Weber Max Weber (1864-1920) fue un filósofo, economista, jurista, historiador, politólogo y sociólogo alemán, considerado uno de los fundadores del estudio moderno de la sociología. Sus trabajos más importantes se relacionan con la sociología de la religión y el gobierno, pero también escribió mucho en el campo de la economía. Su obra más reconocida es el ensayo “La ética protestante y el espíritu del capitalismo”, de la que se afirma que dicho trabajo no debería ser visto como un estudio detallado del protestantismo, sino como una introducción a obras posteriores, en especial a sus estudios de la interacción entre varias ideologías religiosas y comportamientos económicos, principalmente del capitalismo y su espíritu. De dicho libro se extrae cuales son las causas del surgimiento del capitalismo según el autor.

2.2 Ética protestante y origen del capitalismo. Max Weber discute en su obra: “Ética protestante y origen del capitalismo” la teoría materialista de la historia teorizada por Karl Marx. Afirma que Marx sobredimensiona la economía, cuya importancia él no niega. Weber es consciente de que la economía condiciona a la cultura, a la ética, al espíritu y a muchos otros ámbitos. Lo que niega de Marx es precisamente la unilateralidad que da Marx a la economía, y afirma que el capitalismo surge de un conjunto de factores, en las que la ética y el espíritu son fundamentales, huyendo del simplismo de considerar este fenómeno puramente una cuestión económica. Para Weber no son las relaciones de producción únicamente lo que determina el sistema social, sino que también es una cuestión de una ética y un espíritu propios. La ética de la que surge el capitalismo es precisamente de la ética y la moral de la religión protestante calvinista. Para Weber hay dos éticas principales diferenciadas, la ética del hombre precapitalista y la del hombre capitalista. La ética propia del hombre capitalista se caracteriza por su deseo de ganar dinero como fin en sí mismo, no para satisfacer necesidades o deseos personales sino por el mero hecho de obtener capital. Weber afirma que esto está relacionado con el calvinismo. El calvinismo es una doctrina religiosa protestante del S.XVI. Esta religión enfatizó la soberanía de Dios. Se basa en la doctrina de la predestinación de la salvación. Sólo algunos hombres están predestinados por Dios para alcanzar la salvación, ya que su fe renacerá por el Espíritu Santo, mientras todos los demás serán condenados. Además,

consideran que Dios obra en todos los aspectos y actos de la propia existencia humana, sobre todo en el trabajo. Una de las claves del calvinismo es la creencia del deber de entregarse al trabajo y al lucro sin ostentación como forma de rendir tributo a Dios, a la que Weber da una importancia especial en la conformación de lo que denomina Ética Protestante, es decir, de la ética que posteriormente será clave en el surgimiento precoz del sistema capitalista en determinados países de Europa. También para los calvinistas el enriquecimiento es una señal de predestinación a la salvación eterna, lo cual se une con la entrega al trabajo mentada anteriormente. Además, en esa ética protestante también influye el ascetismo propio del calvinismo, es decir, la doctrina que afirma que la purificación del espíritu se basa en la negación de los placeres materiales. De aquí el hecho de que cómo señala Weber, la ética protestante no tiene que ver con ganar dinero solamente, tal y cómo ejemplifica en su obra con los ricos mandarines chinos. Esto es debido en el ejemplo a que estos quieren ganar dinero para ostentar y satisfacer deseos materiales, mientras que la ética propia del capitalismo busca solamente ganar dinero en sí. Weber ejemplifica la individualidad histórica de este espíritu, es decir, el prototipo ideal de esta moral, a través del padre fundador de los EE. UU: Benjamín Franklin, quien en sus discursos expresaba esta moral basada en el ahorro y en el trabajo para ganar dinero. A través de esta serie de premisas escritas por Franklin se puede observar claramente esta filosofía: -

Piensa que el tiempo es dinero Piensa que el crédito es dinero Piensa que el dinero es de naturaleza fértil y con capacidad de reproducción. Piensa que, según el refrán, un buen pagador es dueño de la bolsa de cualquiera. Junto a la diligencia y la moderación, nada contribuye tanto a que un joven progrese en el mundo como la puntualidad y la justicia en todos sus negocios. Guárdate de considerar como propiedad tuya todo lo que poseas y de vivir según ello.

Franklin está hablando según Weber bajo la óptica clara del espíritu capitalista, y básicamente nos afirma la necesidad imperiosa de qué es lo que debemos hacer si queremos aumentar nuestro capital. Pero lo hace en base a la necesidad de ganar dinero como fin, no como medio. Por esto Weber finalmente expresa que: no fueron, por lo general, los especuladores temerarios y sin escrúpulos, naturalezas aventureras en lo económico -que se encuentran en todas las épocas de la historia económica-, ni las 'grandes gentes del dinero' sencillamente quienes dieron ese giro, no aparente desde fuera pero decisivo para que se realizara la vida económica con este nuevo espíritu, sino que fueron hombres de 'principios' y concepciones estrictamente burgueses, educados en la dura escuela de la

vida, atrevidos y ordenador a la vez, pero sobre todo sobrios y constantes, entregados por completo a la causa" Esto nos quiere decir que no fueron los aventureros económicos inmorales quienes hicieron surgir el sistema económico capitalista, sino que fueron hombres sencillos, racionales y trabajadores como Benjamín Franklin.

Por otro lado, la ética del hombre precapitalista se relaciona con morales religiosas no calvinistas, como por ejemplo la católica o la luterana. Weber afirma que: los católicos participan también en menor proporción en las capas ilustradas del elemento trabajador de la moderna gran industria. Es un hecho conocido que la fábrica nutre las filas de sus trabajadores más preparados como elementos procedentes del pequeño taller, en el cual se forman profesionalmente, y del que se apartan una vez formados; pero esto se da en mucha mayor medida en el elemento protestante que en el católico, porque los católicos demuestran una inclinación mucho más fuerte a seguir en el oficio en el que suelen alcanzar el grado de maestros mientras que los protestantes se lanzan en un número mucho mayor a la fábrica, en la que escalan los puestos superiores del proletariado ilustrado y de la burocracia industrial. De igual modo, el luteranismo tampoco tiene una moral que pueda favorecer el desarrollo capitalista debido a su negación de la vida ascética, es decir, no niegan el disfrute de los placeres materiales.

Podemos concluir que, para Weber, su teoría se demuestra según el propio autor observando que en los países donde triunfó el calvinismo como Alemania, el capitalismo se desarrolló más tempranamente, debido en parte a este espíritu capitalista que había introducido la religión. Un espíritu como ya hemos comentado, basado en el trabajo y el enriquecimiento como fin, estrechamente ligado a la religión calvinista. Según Weber, si el capitalismo ha triunfado es precisamente porque es un sistema racional. En él, los ingresos no dependen del poder político sino del trabajo y el espíritu del trabajo. Por ello, a diferencia de Marx, considera que el capitalismo es la ultima etapa. No considera como viable el socialismo debido a que no es un sistema racional, y los ingresos vuelven a dependen exclusivamente del poder político. Además, en dicho sistema, la moral es propia de las sociedades precapitalistas, lo que según Weber sería un atraso respecto al capitalismo. Por ello, Weber afirmó que las sociedades que se proclamasen como socialistas, antes o después acabarían volviendo al sistema capitalista.

3. Origen del capitalismo según Karl Marx: Materialismo Histórico. 3.1 Karl Marx Karl Marx (1818-1883) fue un filósofo, economista, intelectual y periodista, además de uno de los llamados padres de la sociología. Su amplia obra se caracteriza por abarcar gran amplitud de temas, desde la historia a la ciencia política pasando por la economía, filosofía, sociología… Junto a Friedrich Engels, es el padre del socialismo científico, del comunismo moderno, del marxismo y del materialismo histórico. Además de ser un pensador, su vida de caracterizó por la praxis también. Su frase: “los filósofos no han hecho más que interpretar el mundo, pero de lo que se trata es de transformarlo” podría resumir bastante correctamente lo que fue su agitada vida, marcada por el exilio de diversos países debido a sus ideas y su militancia políticaEs considerado una de las personas cuyo pensamiento ha sido y es de los más influyentes a lo largo de la historia, y sin su figura y su pensamiento sería imposible sin duda poder entender numerosos hechos históricos. 3.2 Materialismo Histórico Para entender el surgimiento del sistema capitalista de Marx primero hay que comprender cómo concibe él dicho sistema y la historia en general, es decir, hay que comprender su teoría del Materialismo Histórico y dialectico. El materialismo dialectico se basa en la dialéctica hegeliana, es decir, que a través del enfrentamiento de dos contrarios se llega a una situación nueva (Tesis- antítesissíntesis). Este concepto es fundamental en lo que Marx denomina lucha de clases y para la comprensión del materialismo histórico. Según el diccionario soviético de filosofía, se puede definir materialismo histórico como: La doctrina del Marxismo- Leninismo sobre las leyes del desarrollo de la sociedad humana. Es decir, para los marxistas la sociedad está regida por unas leyes basadas en las relaciones de producción, es decir, en la economía, que determinan el desarrollo de las sociedades y de la historia. Para comprender mejor la importancia de la economía en la teoría marxista debemos introducir los conceptos de infraestructura y superestructura. La infraestructura es la base económica de la sociedad y la componen las fuerzas productivas (recursos naturales, medios técnicos y fuerza del trabajo) y las relaciones de producción (los vínculos sociales que se establecen entre las personas a partir del modo en que éstas se vinculan con las fuerzas productivas, las clases sociales). Por otro lado, la superestructura es el conjunto de fenómenos jurídicos-políticos e ideológicos, tales

como el derecho, el estado, las religiones, las manifestaciones, y demás; así como las instituciones que las representan en una sociedad determinada. La importancia de estos conceptos reside en que, según el marxismo, la infraestructura condiciona de manera decisiva la superestructura.

El propio Engels, fiel colaborador de Marx, comparaba esta teoría con la teoría del desarrollo del mundo orgánico de Charles Darwin, afirmando que Marx descubrió las leyes del desarrollo social combatiendo la visión burguesa de que la historia es un cúmulo de hechos sin orden en la que los protagonistas son los grandes hombres y sus hazañas gloriosas. Esta teoría se basa en la concepción de que a lo largo de la historia la sociedad se ha dividido en dos clases antagónicas que luchan entre sí. Por un lado, la clase opresora que se caracteriza por poseer los medios de producción y por otro lado la clase oprimida, que posee la fuerza de trabajo, pero no posee medios de producción y su función se basa en trabajar para los poseedores para poder sobrevivir. Por ello, la clase poseedora se apropia del plustrabajo (la cantidad de trabajo, medida por su duración, que excede el trabajo necesario para la producción de los bienes requeridos para mantener la existencia del trabajador) y por tanto de la plusvalía (es la expresión monetaria del valor que el trabajador asalariado crea por encima del valor de su fuerza de trabajo. Esto es, la expresión monetaria del plustrabajo) de la clase oprimida. Esta lucha de clases es la base del trabajo de Marx, cuyo libro más popular: El Manifiesto del Partido Comunista comienza en las primeras páginas de la siguiente manera: “Toda la historia de la sociedad humana, hasta el día, es una historia de luchas de clases. Libres y esclavos, patricios y plebeyos, barones y siervos de la gleba, maestros y oficiales; en una palabra, opresores y oprimidos, frente a frente siempre, empeñados en una lucha ininterrumpida, velada unas veces, y otra franca y abierta, en una lucha que conduce en cada etapa a la transformación revolucionaria de todo el régimen social o al exterminio de ambas clases beligerantes”.

3.3 Modos de producción según el materialismo histórico y origen del capitalismo. El marxismo concibe como cuatro las etapas históricas existentes (sin contar con el socialismo, al que no mencionaremos por no ser de especial interés para nuestro estudio), a las que Stalin caracteriza en su obra: Sobre el materialismo dialectico e histórico. La primera etapa es el llamado ‘Comunismo Primitivo’, que se caracteriza por la propiedad social de los medios de producción, esto es debido al carácter de las fuerzas productivas durante este periodo. Si no querían morir de hambre, ser devorados por las

fieras o sucumbir a manos de las tribus vecinas los hombres de aquella época debían trabajar en común. En esta etapa no había surgido la propiedad privada de los medios de producción, por lo tanto, no había clases ni explotación.

La siguiente etapa es la esclavista. Ya aparecen la ganadería, la agricultura, los oficios artesanos y la división del trabajo entre estas diversas ramas de producción; aparece la posibilidad del intercambio de productos entre los distintos individuos y las distintas sociedades y la posibilidad de acumular riqueza en manos de unas pocas personas. Se produce una acumulación de los medios de producción en pocas manos, y son precisamente estas manos quienes sojuzgan a la mayoría y convierte a sus componentes en esclavos. Ya no existe el trabajo libre y común de todos los miembros de la sociedad, sino que el trabajo es mayoritariamente de carácter esclavo. Los esclavos trabajan forzadamente para los esclavistas y la propiedad social ha sido sustituida definitivamente por la propiedad privada. Así, los esclavistas se apropian del plustrabajo de los esclavos. La base de este sistema es la propiedad esclavista de los medios de producción y de sus productores, a quien podían comprar, vender e incluso matar. Aquí ya es palpable lo que Marx denomina lucha de clases. Hombres ricos, explotadores con plenos derechos contra hombres pobres, explotados y privados de derechos.

La etapa siguiente es la etapa feudal, en la que el señor feudal tiene la propiedad de los medios de producción y ya no tiene la propiedad total de los siervos, ya no los podía matar, pero aun así estaban sujetos jurídicamente a él. A la par con la propiedad feudal surge una pequeña propiedad de campesinos y artesanos sobre los instrumentos de producción y sobre su economía privada. Los artesanos estarán constituidos en gremios divididos en maestros y oficiales. La descomposición del sistema feudal se debe por un lado a que poco a poco van surgiendo nuevos instrumentos y nuevos oficios. Los artesanos urbanos y sus manufacturas cada vez van cobrando más fuerza, desplazando el modo de producción gremial que ya no podía cubrir las necesidades que abrían los nuevos mercados. Los maestros de los gremios se vieron desplazados por la clase media industrial, y la división del trabajo entre las diversas corporaciones fue suplantada por la división del trabajo dentro de cada taller. Sin embargo, la manufactura tampoco pudo abarcar todo e...


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