Monologos DEL Estres PDF

Title Monologos DEL Estres
Author Jorge Solano
Course Psicología en la Educación
Institution Universidad del Valle de México
Pages 12
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Summary

EL ESTRÉS (Alejandra Hollman)Vestuario: mujer psicóloga falda, saco, lentes y molote.El estrés... Un tema complicado para algunos, para mí en cambio, algo ya bastante común. Es como el tema TOP TOP TOP! del momento. ¿Quién no tiene estrés?, ¿Quién no ha tenido estrés? ¿Quién no se ha sentido estresa...


Description

EL ESTRÉS (Alejandra Hollman) Vestuario: mujer psicóloga falda, saco, lentes y molote. El estrés… Un tema complicado para algunos, para mí en cambio, algo ya bastante común. Es como el tema TOP TOP TOP! del momento. ¿Quién no tiene estrés?, ¿Quién no ha tenido estrés? ¿Quién no se ha sentido estresado alguna vez? Que levante la mano! Para dar un concepto de lo que es el estrés iré a mi Wikipedia mental: "El estrés es la respuesta del cuerpo a condiciones externas que perturban el equilibrio de la persona". El equilibrio, perturbación, desequilibrio. El estrés está en la cabeza, en la mente. Desequilibrio, mente, perturbación... o sea podríamos decir que ¿el estrés es el desequilibrio mental de una persona?, ¿hablamos de una mente perturbada? ¡Wow! son palabras bien mayores las que estoy usando, creo. Pero para agrandarla más... vivimos en una sociedad estresada, un mundo estresado, porque no vamos a olvidar el famoso terremoto, si antes de éste ya éramos una sociedad que sufría de estrés. La sociedad cayó en las manos del estrés, en las redes del estrés, en las garras del estrés, ¡y no me vengan con cosas porque es la verdad!, ¡si hasta los perros se estresaron!, había que hacerles terapia para que volvieran a ser los falderos que eran antes. Eso personalmente me chocó mucho porque, los únicos animales que conocía que eran estresantes, estresados y estresadores, eran Piki y Pupi. Piki un chiguagua y Pupi un poodle enano, ambos de mi tía. INSOPORTABLES. Quedaron en shock. Ya no eran las bestias regalonas que mostraban sus dientes a la sociedad, ahora se escondían de ella, fue realmente triste verlos así. Terapia para esos pobrecitos también. Y hablando de terapia, todavía estoy tratando de conseguirme cita con el psicólogo, llegando de la universidad a mi casa, enciendo el PC para continuar con mis trabajos, me meto a la página de la universidad, Xochicalco/bienestar/salud/psicólogo/pedir hora/ lleno... nada... intente más tarde... y no es que esté loca, no no no, sólo desequilibrada, un poco. Y ese grupo familiar social tan fundamental, ¡el apoyo! que se supone que es como tu cable a tierra... ahora sobrecargado de estrés, todas esas cabezas concentradas en su trabajo, en hacerlo bien, esos rostros cansados, donde al final del día gana quien tiene las bolsas de los ojos más grandes, quien termina más zombi, más mutante, más tenso. Y los dolores de cabeza barbaros!!! Y con esto hasta los medicamentos han cambiado…de las habituales vitamina C, Tapsin, Aspirina para las molestias más comunes, cambia a otro nivel, a constantes ciclovenzaprinas, medarex, lecitone, memorex, placebo... puro placebo... ¿les suena alguno?. Y el que andaba relax por la vida es un vago, un inadaptado, un loco, un lunático que sabe nada de nada. Saben, yo hace tiempo era así, relax…. Y me miraban como enferma depresiva, y por eso me querían llevar a un psicólogo, porque en esos tiempos por esas cosas te llevaban al psicólogo, por disque no tener ambición, disque valemadrismo, disque…perfil vocacional…. que ridículo... y ahora que estoy así con un constante tic en el ojo, y ataques de nervios, por fin estoy dentro, por fin no soy una inadaptada. Soy parte de la sociedad estresada con 5 actividades demandantes al día, 15 min. Para comer y solo 5 para ir al baño… [Suena el celular, contesta/tiene hora al psicólogo/ se va.] Por fin tengo cita con mi psicólogo…

EJECUTIVA (ZUNY SILVA) Vestuario: ropa de vestir de oficina. Son las 6,00 a .m. El despertador no para de sonar y no tengo fuerzas ni para tirarlo contra la pared. Estoy acabada. No quería tener que ir al trabajo hoy. Quiero quedarme en casa, cocinando, escuchando música, cantando, etc. Si tuviera un perro, lo pasearía por los alrededores. Todo, menos salir de la cama, meter primera y tener que poner el cerebro a funcionar. Estaba todo tan bien en el tiempo de nuestras abuelas: ellas se pasaban todo el día bordando, intercambiando recetas con sus amigas, enseñándose mutuamente secretos de condimentos, trucos, remedios caseros, leyendo buenos libros de las bibliotecas de sus maridos, decorando la casa, podando árboles, plantando flores, recogiendo legumbres de las huertas y educando a sus hijos. La vida era un gran curso de artesanos, medicina alternativa y cocina hasta que llego LA LIBERACION FEMENINA QUE LO CAMBIO TODO… No aguanto más ser obligada al ritual diario de estar flaca como una escoba, pero con todo durito, para lo cual tengo que matarme en el gimnasio, además de morir de hambre, ponerme hidratantes, antiarrugas, padecer complejo de radiador viejo tomando agua a toda hora, y demás armas para no caer vencida por la vejez, maquillarme impecablemente cada mañana desde la frente al escote, tener el pelo impecable y no atrasarme con las mechas ; elegir bien la ropa, los zapatos y los accesorios, no sea que no esté presentable para esa reunión de trabajo. No me falta más, tener que decidir qué perfume combina con mi humor, o tener que salir corriendo para quedarme embotellada en el tránsito y tener que resolver la mitad de las cosas por el celular, correr el riesgo de ser asaltada, instalarme todo el día frente al PC trabajando como una esclava (moderna, claro está), con un teléfono en el oído y resolviendo problemas uno detrás de otro, que además ni son mis problemas!!! Todo para salir con los ojos rojos (por el monitor, claro, porque para llorar de amor no hay tiempo). Y mira que teníamos todo resuelto!!! Estamos pagando el precio por estar siempre en forma, sin estrías, depiladas, sonrientes, perfumadas, uñas perfectas, sin hablar del currículum impecable, lleno de diplomas, doctorados y especialidades. NOS VOLVIMOS 'SÚPER MUJERES. PERO mujeres “sumamente estresadas”. ¿Piensas que estoy ironizando? No, mis queridas colegas, inteligentes, realizadas, liberadas... y ESTRESADAS!. ESTOY HABLANDO MUY SERIAMENTE. ESTOY ABDICANDO MI PUESTO DE MUJER MODERNA. ¿Alguien más se suma...?....

ESTRÉS ANTES DE LOS EXÁMENES (Sebastián) Vestuario: uniforme de Xochicalco. Al comienzo de tu periodo de exámenes te haces la promesa de estudiar mucho y tener éxito en todo lo que has planeado. Pero las cosas simplemente te distraen de realizar tareas serias y empiezas a posponer: hasta el próximo día, hasta la próxima semana, hasta el mes que viene, el año y así sucesivamente. Te empiezas a interesar sólo en el presente, el día a día, dejas de preocuparte de las cosas que podrían pasar en un futuro cercano, vives tu vida tranquilamente y pasas los días divirtiéndote con tus amigos. Cada día de la semana vas a la universidad y te sientas allí con toda tranquilidad!...., sin concentrarte en lo que tu profesor dice…. De repente, la palabra "examen" aparece en sus palabras y empiezas a prestar atención a lo que dice sobre eso. Mientras que tu profesor está hablando, sientes una extraña sensación cosquilleando en tu estómago y no se detiene aunque te tomes un descanso para almorzar….. Este es el primer signo de que estás empezando a preocuparte. No es un secreto que las personas, tutores y estudiantes, se estresan antes de un examen. Se trata de un peligroso estado del organismo que puede herir a aquellos con los que te relacionas Si no pudiste hacer lo antes mencionado y todavía sientes que esa terrible tensión, hay un consejo más. Hacer trampa no te ayudará en tu examen ni en tu vida a futuro. Al hacer trampa, eres tú el que es engañado, no tus profesores. La mejor manera es ser honesto con el examinador. No pierdas la cabeza al contestar, hay que estar concentrado cada segundo. Nadie ha muerto por haber reprobado un examen todavía y esperamos que a nadie le suceda. El objetivo del profesor es enseñarte, no reprobarte en tu examen. Normas del estudiante que no estudia: Primera norma: El día antes, es importante no ver ni un libro, nada hasta altas horas de la noche, cuando el remordimiento sea superior al grado de vaguedad (es decir, altísimo). Si habían pensado leerse todo el libro un mes antes, ¡¡olvídenlo!! Un estudiante flojonaso lo hará el día antes. Segunda norma: Deben hacer caso omiso a las personas alarmantes. Probablemente te mirarán mal por no haber estudiado. Podrán ver el sufrimiento interno de algunos cuando se aproxima el maestro con dichos exámenes., Uds. notaran como es gracioso ver la desesperación a sus alrededores. Es tanto el remordimiento que sentirán que Irán por los pasillos y los tildarán como “aquel que se dedica a pasear el librito de la biblioteca, cual perro, y que no lo abre ni para abanicarse”.

¡Te sientes identificado…?.! DIARIO DEL GIMNASIO (Oswualdo) Vestuario: ropa deportiva Hace unos días, en mi cumpleaños, mi mejor amigo me regalo un cupón válido por una semana de entrenamiento personal en un buen gimnasio. Independientemente de que yo esté en excelente forma, pensé que era una buena idea. Llamé al Gym e hice mi reservación con una personal-trainer llamada VANESA, quien se auto describió como una instructora de Aerobic de 26 años, modelo de trajes de baño y ropa deportiva. El Gym me recomendó que llevara un diario para ir documentando mi progreso. Lunes: Empecé mi día a las 6:00 a.m. Bastante difícil levantarse, pero todo cambió cuando llegué al gimnasio y vi a VANESA esperándome. Parecía una diosa griega; rubia, ojos azules y una gran sonrisa, con unos labios carnosos y espectaculares. VANESA me hizo un tour, me mostró los aparatos y me tomó el pulso después de 5 minutos en la bicicleta fija. Se alarmó de que mi pulso estuviera tan acelerado pero yo lo atribuí a ella, vestida con su malla de lycra pegadita a su firme cuerpo, que estaban muy cerca de mi… Disfruté bastante viéndola dar su clase de aerobic, después de terminar mi inspirador día de ejercicio. VANESA me estaba motivando cuando hacia yo mis flexiones, a pesar de que ya me dolía la barriga de tanto meterla para adentro cada vez que la chica pasaba junto a mí… Martes: Me tome dos jarras de café, pero finalmente logre salir de mi casa. VANESA hizo que me recostara boca arriba, me puso a levantar una pesada barra de metal y después se atrevió a ponerle ¡¡¡pesas!!!. Mis piernas estaban un poco debilitadas por la cinta pero logré completar ¡UN KILOMETRO COMPLETOOO!! La aprobadora sonrisa de VANESA y el guiño cómplice que me realizó hizo que todo valiera la pena… ¡Me sentía fantástico!… era una nueva vida para mí. Miércoles: La única forma como conseguí lavarme los dientes, fue poniendo el cepillo sobre el lavabo y moviendo la cabeza a ambos lados encima de él. Creo que tengo una hernia en los pectorales. Conducir no fue tan fácil; sólo al frenar y dar vueltas al volante me dolía hasta el pelo; estacioné encima de una moto… VANESA se estaba impacientando conmigo por considerar que mis gritos molestaban a los demás socios del club. Su voz resulta un poco aguda a esas horas de la mañana y cuando grita se vuelve nasal y es muy molesta. Me duelen mis partes cuando me subo a la cinta, así que VANESA me subió al step. ¿Para qué fregados alguien invento una máquina para hacer algo que se ha vuelto obsoleto con los ascensores?.

VANESA me dijo que me ayudaría a ponerme en forma y a disfrutar la vida…; otra de sus tantas cosas… y promesas. Jueves: VANESA me estaba esperando con sus dientes de vampiro y con su sonrisita estilo Jack Nicholson en Batman. No pude evitar llegar media hora tarde: fue el tiempo que me llevó ponerme los zapatos. La bruja me puso a trabajar con las argollas pero, cuando se distrajo, salí corriendo a esconderme en el baño. Mandó a otro entrenador a buscarme y como castigo, me puso a trabajar en la máquina de remar y... Me hundí. Viernes: Odio a la bruja de VANESA más que a cualquier otro ser humano que haya odiado en la historia del mundo. Tonta, anoréxica, anémica, y desgraciada sin cerebro. Si hubiese una parte de mi cuerpo que pudiese mover sin un dolor desesperante, le exigiría una razón justificable del por qué se empeña en romperme todos los huesos. VANESA quiso que trabajara en mis tríceps, ¡YO NO TENGO TRICEPS!!!… Y si no quiere que quiebre el suelo, que no me pase las malditas barras o cualquier otra cosa que pese más que un sándwich… La bicicleta fija me hizo desmayar y desperté en la cama de una nutricionista, una flaca ojuda que me dio una cátedra de alimentación sana, ¡claro! La muy subnormal no tiene la más mínima idea de lo que es morirse realmente de hambre. ¿Por qué no me pudo tocar alguien más tranquilo, como un maestro de costura o un estilista? Sábado: La anormal de VANESA me dejó un mensaje en mi contestador con su vocecita de retrasada preguntándome por qué no fui hoy. Sólo con escucharla me dieron ganas de agarrar a patadas al contestador, pero no tenía la fuerza suficiente ni para levantarlo, incluso ni para levantar el mando de la tele, así que me pasé 11 horas seguidas viendo el Nacional Geographic… pajaritos procreando y saltando de rama en rama. Domingo: Pedí a mi tía Juana la catequista de la iglesia que me viniera a recoger para ir a misa y agradecerle a Dios que esta semana haya terminado. También recé porque el año que viene, mis amigos me regalen algo un poco más divertido, como una endodoncia, un cateterismo, o un análisis de próstata.

DE COMPRAS (Raymundo) Vestuario: casual Un hombre y una mujer pueden ir juntos a muchos sitios. Pueden ir juntos al cine. Pueden ir juntos a la playa. Pueden ir juntos al Sáhara o a Soria. Pero donde jamás, jamás, jamás deben ir juntos es… de compras. No. En eso somos incompatibles. Yo, porque no lo aguanto. Ella, porque dice que la estreso. ¡Qué la estreso! De entrada, te engaña: -Cariño, no vamos a tardar anda… Y te llevas seis horas de compras. Luego, te asusta: vas con ella por el centro comercial y de repente… ¿Dónde está? Miras a un lado y a otro… ¡Ha desaparecido! Cuando la encuentras está como Spiderman, pegada a un escaparate: -Pero mira qué suéter… Los hombres somos diferentes. Nos interesan las cosas prácticas, útiles, realmente indispensables. Yo que sé: barbacoas, un gato para el coche, una caja de herramientas con setenta y tres tipos de destornilladores, ¡un cortacésped! Sí, vale, no tengo jardín, ¿y qué? ¡Es tan bonito! Me lo llevaría a casa para pasarlo por la banqueta: “Ueeeeeeeeggg… Ueeeeeeegggg”. Pero ellas no nos entienden: - ¿Qué miras? Te paras en unos sitios… Y no nos entienden porque las mujeres van de compras, y los hombres vamos a comprar. Y no es lo mismo. Comprar es: “Deme usted dos clavos del seis”. E ir de compras es: “sólo tengo siete horas para las trescientas treinta y nueve tiendas de este centro comercial y tengo que verlas todas” ¡Y luego soy yo el que la estreso! Una mujer puede estar toda una tarde de compras sabiendo de antemano que no va a comprar nada. Entra en la boutique y dice: -Quiero probarme ese vestido, ése y ése. Y va de camino al probador va lanzando mensajitos: -Lo veo un poco pequeño de arriba, y éste me va a hacer caderona…

La dependienta se percata de que va nomas a ver , y pone cara de odio. Pero a ella le da igual, y se prueba media tienda. A la hora y media, sale dejándoles todo como si hubiesen entrado los bomberos, y nada más al pisar la calle comenta: -Nunca compro en este sitio por lo sangronas que son las empleadas… Un hombre jamás hace eso. En cuanto te pruebas tres cosas, te sientes culpable; el dependiente también lo sabe, y se aprovecha de ti: - Sí, sí, la chaqueta me gusta, pero es que creo que se me ve un poco grande. - ¿Que se la ve grande? No, hombre, grande no, es amplia, pero es su talla… usted es que es ancho de hombros, se nota que hace pesas, ¿eh? - y además sólo me queda esa talla, Y con esa chaqueta lo que le queda cualquiera de estas dos camisas, llévese las dos, y esta corbata que le hace juego con los botones… Cuando un hombre va a comprar, lo que quiere es acabar pronto: - Deme usted unos zapatos. - ¿Color? - Negros. - ¿Número? - Cuarenta y dos. Ya está. Una mujer no. Si encontrara los zapatos en la primera tienda, se le estropearía la tarde. Disfruta buscando: - Quiero un zapato mixto destalonado, tacón cubano, rojo, pero muy rojo, con reflejos anaranjados… ¡Toma, búscalos! De compras con una mujer, te conviertes en el hombre objeto. Concretamente, en perchero: en la puerta del probador, sosteniéndole el bolso y la chamarra, cargado con cuatro conjuntos y dos combinaciones. Ella se asoma y dice: - Cariño, dile que te de una tallita más, y que si lo tiene en azul. Pero eso no es lo peor de los probadores. Lo peor es saberte rodeado de mujeres desnudas de las que sólo te separa una cortina minúscula que se mueve continuamente. ¿Dónde miras para no parecer un guarro? Cuando los que nos probamos la ropa somos nosotros, peor, ellas te dicen:

- Te vas a probar éste y éste, y aquél, y si lo tienen en rojo, también. Y se pasa el rato abriendo la cortina del probador para que todo Dios te vea en calzoncillos. O te mete a la dependienta adentro y te miran ambas como forenses en una autopsia. - Si es que como no tiene cintura y tiene el trasero plano…Siempre tengo el mismo problema para encontrarle ropa. ¡Y yo la estreso! ¡Yo! ……..Y después de comprar, ¿quedan satisfechas? ¡No! Se siguen parando en todos los escaparates: - Mira estos zapatos con tacón carrete, y más baratos, no me tenía que haber comprado los otros, pero como tú me traes a esas prisas!… Como les digo…. Una película se acaba, los viajes al Sahara o a Soria, también…pero si quieren ustedes saber lo que es la eternidad, no tienen más que ir de compras con una mujer. Ahora, que yo no se los recomiendo.

TENDENCIAS DE MODA (Alejandra canes)

Vestuario: joven fashion Las mujeres somos víctimas de un complot urdido por mentes perversas que se reúnen en un lugar secreto y deciden lo que ellos llaman “tendencias de moda”. ¿Quiénes son? ¿Cómo lo hacen? Yo me imagino que llega Paco Rabanne y dice: - “Veo, veo que este año se va a llevar el azul petróleo”. Y saltan los demás diseñadores: - “Eso, eso. Y los jerséis sin mangas, pero de cuello alto. ¡Y que se amuelen!”. ¡Y date por amolada!. Porque la moda no es una industria. ¡Es una secta impositora! Si nos hacen ir con estos pantalones que se abrochan en la rabadilla y nos hacen creer que nos vamos bien. O con esos otros pantalones de pata ancha que usamos que iban limpiando las aceras. ¿Ustedes saben lo que son las fashion victims? Son las mujeres que han caído en sus redes y ya no pueden escapar. Esas que cuando se acercan a un escaparate, oyen voces en su cabeza: - “El poder de la moda te obliga, el poder de coach te gobierna”. Realmente, yo me di cuenta del poder que tiene esta secta cuando intente comprarme un vestido rojo. Parece fácil, ¿verdad?. Un vestido rojo. Pues no. ¡Porque las tiendas están en complot !. Y, claro, llego yo, y le digo a la dependienta: - Buscaba un vestido rojo. Y me dice con cara de bicho raro: - ¿Rojo? Este año no viene nada en rojo. Este año viene el azul petróleo. - ¿Y eso rojo de ahí? - Eso es la funda del extintor, pero si quieres te la doy. ¡Así es como empiezan las sectas: anulando tu voluntad! Porque, de repente, me veo diciendo: - bueno , dame un vestido en azul petróleo talla 38. Y, en ese momento, la dependienta me mira cómo se mira un a Harry Potter surfeando: - ¿La 38? Tú estarás entre la 40 y la 42.

Claro, yo la mire a ella como diciendo: - “Y tu estarás entre que te crees eres tonta o sorda ” Pero le dije: - Perdona, yo soy una 38. - No, si ya. Pero es que este año viene la 38 ceñida, ¿sabes?. Y es que ese es el segundo paso de la estrategia de la secta. Minarte la autoestima para poder dominarte mejor. Ahí, yo dije: - Con esto no me engaña. ! Yo me pruebo la 38 aunque me la tenga que meter sumida brincando! Y, claro, te miras al espejo y lo que ves es. Una foca. Una foca Azul petróleo. Y digo yo: - Si en todo el mundo un metro es un metro y un kilo es un kilo, ¿por qué la talla 38 no es siempre la talla 38? Total, ¿que hice?... lo que hacemos todas: llevármelo. Sí, porque pensé lo que pensamos todas: - “Así me obligo a adelgazar. Me obligo a adelgazar.” ¿Seremos ingenuas? A las dos semanas te estas obligando a regalárselo a tu sobrina. ¡Es como comprarte unos zapatos del 34 para obligarte a que te encoja el pie!. Pero es que ese es otro de los síntomas de que estas entrando en la secta: Someterte voluntariamente al sufrimiento físico. Así que volví a casa con mi vestido azul petróleo de la 38. Me lo pongo y le pregunto a mi novio: - ¿Cómo me queda? - Peq...


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