Niebla- unamuno - Resumen Niebla PDF

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Breve riassunto del libro e analisi del capitolo XXXI...

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MIGUEL DE UNAMUNO y JUGO : NIEBLA Al comienzo de la novela el protagonista, Augusto Pérez, transcurre su vida en una aburrida rutina: lo que caracteriza su actitud es la incapacidad de ver la realidad, que considera un mero reflejo del mundo de las ideas. Su forma de ser contrasta con la de las personas que lo rodean y con la de la gente que se cruza por la calle; sin embargo, el encuentro fortuito con una hermosa muchacha, Eugenia, provoca en él un cambio radical, llevándolo a preguntarse quién es y a ponerse en busca de su identidad. Las convicciones del protagonista se traducen en conductas coherentes con su forma de pensar: el personaje, no decide, sino que se deja llevar por las circunstancias, manifestando de esa forma su falta de experiencia con el mundo material. Al principio del fragmento extraído del capítulo I, el protagonista aparece meditativo; él está preocupado en las tareas que debe cumplir y se preocupa del tiempo atmosférico. Algunos adjetivos son adecuados para definir al protagonista como: inepto, idealista y pasivo, así lo confirma la frase: “Augusto no era un caminante, sino un paseante de la vida”, que remata la idea de no tener Augusto ningún objetivo ni meta en su existencia. La transformación de Augusto se produce sólo en el momento en el que Eugenia deja la calle para entrar en el edificio donde vive: a partir de ese momento, Augusto se empeñará para saber más de ella y, descubriéndose enamorado, tratará de conseguir que la mujer lo corresponda. Como filósofo y como escritor, Unamuno siempre puso gran atención en el significado de las palabras. A la hora de presentar al protagonista de la novela, por ejemplo, el autor renuncia a una aproximación descriptiva en favor de una técnica centrada en la valoración del lazo existente entre nombre y ente designado por aquel. Como nombre propio el protagonista lleva “Augusto” que es el título que llevaron todos los emperadores romanos a partir de Ottaviano César; como adjetivo “augusto”, indica todo lo que merece gran respeto y veneración por su majestad y excelencia. El protagonista hace una serie de gestos que parecen tener una relación irónica a su nombre: Augusto permanece de pie en el umbral, mirando hacia el cielo y con el brazo derecho tendido palma abajo, para comprobar si estaba lloviendo. La postura de Augusto recuerda la de una estatua: así lo sugieren los adjetivos (actitud estatuaria y augusta) y el verbo ( tomaba posesión del mundo exterior); al mismo tiempo la negacinٕ que precede dicho verbo ( no era que tomaba ...) y la nimiedad de la situación en que el protagonista mantiene esta actitud tan innecesaria y fuera de lugar generan un contraste absolutamente irónico. La falta de experiencia y de acción del protagonista de Niebla y la opacidad de su carácter lo asemejan a otros personajes de la narrativa europea de principios del siglo XX. Por ejemplo, en La Coscienza di Zeno, de Italo Svevo, el protagonista Zeno Cosini se siente inadecuado en relación a los demás y piensa, por ello, estar enfermo. Esta condición lo dispone a experimentar nuevas formas de existencia, para concluir que la conciencia de sus límites es un valor, en cuanto le permite abrirse a la vida; por el contrario, los que se consideran “sanos” nunca se ponen en duda ni cuestionan nada. Aunque Zeno Cosini no llega a las conclusiones de Augusto Pérez a propósito del problema de la existencia, sí comparte con este la condición de ineptitud, la cual le permite ponerse en juego y aprender a vivir. En El hombre sin atributos, de Robert Musil. El protagonista Ulrich Anders es incapaz de actuar y de verter sus muchas potencilidades en un proyecto concreto, llevándolo a cabo. La actitud de espera del protagonista, su parálisi ante la acción puede compararse a la de Augusto Pérez; además las reflexiones y los diálogos que Ulrich mantiene con otro presonajes otorgan a la novela la estructura abierta, de ensayo, que recuerda a la de Niebla, pese a que el tipo de consideraciones, aunque propias de una época de crisis, son distintas en los dos casos.

Capítulo XXXI: El encuentro entre Augusto y Unamuno A través de la burla y del sufrimiento Augusto ha llegado a sentirse vivo; por esto, cree poder actuar finalmente con total libertad, o sea piensa haber alcanzado la libertad absoluta en sus actos, hasta el punto de poder quitarse la vida. Antes de cumplir con su propósito, decide ir a Salamanca para visitar a Miguel de Unamuno, que había escrito sobre el tema del suicidio. Durante la entrevista, las convicciones de Augusto vuelven a ser enjuiciadas: el protagonista, de hecho, decubre que toda la lucha sostenida hasta el momento para descubrir su identidad se ha basado en el supuesto de ser un ente que existe y que es libre de actuar; Unamuno, en cambio, le revela que no es más que un ente de ficción , que carece de toda esencia y libertad. Don Miguel explica a Augusto que no está en su poder el suicidarse porque no es un ente viviente, sino que es un ente de ficción, un personaje de nivola; como tal, carece del libre albedrío, en cuanto existe solo en la

fantasia del autor y de los lectores que lean su historia( ¿ Cómo que no existo? _ exclamó ... Ya sabes, pues, tu secreto). El diálogo entre don Miguel y Augusto avanza desarrollando la metáfora de la vida como teatro o novela, o sea ficción. En esta fase, la conversación se centra en las figuras involucradas en la creación de una novela o drama – autor, personaje y lector – suscitando, así, una reflexión de tipo metanarrativo. Explicaré con un esquema los papeles del autor y del personaje :

Función del personaje

Función del autor

Según Augusto

Tiene una lógica interna a la El poder del autor no es que obedece. absoluto, es limitado por la lógica de la acción.

Según don Miguel

Carece de lógica interior.

El autor decide lo que quiere, es dueño de la historia y de los personajes.

En el texto se juega con la noción de personaje y de persona real; en efecto, aparece en el relato el personaje de Unamuno, representado de modo muy realista ( en su estudio de Salamanca, ); sin embargo, en Niebla Unamuno es un personaje más, al igual que Augusto Pérez o Victor Goti: lo que desorienta al lector es que el nombre del personaje coincida con el del autor real. La sonrisa en los ojos de Augusto , su mirada al dialogar con Unamunop señalan al lector su autonomía respecto al autor; ello resulta especialmente evidente cuando Augusto le recuerda a don Miguel que el arte de conocer a los demás es aún más difícil que el de conocerse a uno mismo, lo cual justifica que un personaje tenga su lógica interna. El protagonista de la nivola es un personaje-agonista, esto es, una criatura que lucha por descubrir su ser y el sentido de su existencia; por lo tanto, la novela viene a ser un método de conocimiento, que admite varias interpretaciones (perspectivismo). La estructura del texto es abierta y supone la colaboración del lector; el diálogo es la técnica que adquiere la mayor importancia en la narración. La nivola cuestiona los modelos narrativos tradicionales, suscitando también una reflexión de tipo metanarrativo, no es entonces un nuevo género narrativo, sino que es la propuesta unamuniana para renovar el patrón narrativo naturalista....