Respuesta Inmune Primaria Y Secundaria PDF

Title Respuesta Inmune Primaria Y Secundaria
Author Daniel Zamudio
Course Inmunologia
Institution Universidad Autónoma de Durango
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resumen de las respuesta inmune primaria y secundaria. inmunidad activa y pasiva...


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RESPUESTA INMUNE PRIMARIA Y SECUNDARIA: FUNCIÓN CELULAR E INTERACCIONES CELULARES EN LA FORMACIÓN DE ANTICUERPOS. INICIACIÓN DE LA RESPUESTA INMUNITARIA ESPECÍFICA: Los individuos pueden adquirir inmunidad específica, por la exposición natural al infectarse o inmunizarse con agentes específicos o sus productos, (inmunidad activa), o bien por la adquisición pasiva de anticuerpos preformados. Linfocitos específicamente sensibilizados o sus productos como factor de transferencia (inmunidad pasiva). INMUNIDAD ACTIVA La adquisición depende de la participación de tejidos y células del huésped después de un encuentro con el inmunogeno. Incluye diferenciación y proliferación de células inmunocompetentes en tejidos linforreticulares, que origina la síntesis de anticuerpo o desarrollo de reactividad mediada por células o ambos. Este tipo de inmunidad solo aparece transcurrido un periodo específico de tiempo después de la exposición al inmunogeno. La duración de la inmunidad activa es relativamente larga y puede medirse en meses o años. Este tipo de inmunidad resulta de la:  Exposición natural a inmunogenos por infección.  Mediante empleo de vacunas.

INMUNIDAD PASIVA Puede resultar de la transferencia de suero que contiene anticuerpos o productos obtenidos de células sensibilizadas específicamente de un huésped inmunizado a un individuo no inmune. Como este tipo de inmunidad incluye la transferencia de sustancias preformadas, el comienzo de su acción es inmediato, sin embargo como puede no haber estímulos para una producción continuada, su efecto suele ser de breve duración. La transferencia de Ac IgG específicos, de madre a feto. El uso del factor de transferencia en la inmunoterapia. Son ejemplos de la inmunidad pasiva. Antes de conocerse el Tx antibiótico era frecuente practicar la transferencia de sueros reunidos de individuos que contenían Ac específicos para determinar los agentes infecciosos inyectados a huéspedes susceptibles. Aunque esto ya no suele llevarse a cabo, en algunas situaciones todavía se utiliza la transferencia pasiva de Ac preformados contra venenos y toxinas. RESPUESTA DEL HUÉSPED: DESTINO DEL INMUNOGENO Pueden penetrar en el cuerpo sustancias extrañas por vía natural o ser introducidas artificialmente.

Casi siempre logran penetrar siendo las vías respiratorias, urinarias o digestivas, aunque pueden hacerlo naturalmente a nivel de cualquier superficie corporal, incluyendo mucosas y piel o por vía transplacentaria. La introducción artificial de elementos extraños tiene lugar por vacunas o por trasplante. Una observación interesante y de importancia potencial en clínica se ha efectuado en animales que recibieron cantidades importantes de antígeno proteico por vía bucal. Los animales así tratados no producen anticuerpos específicos después de un ataque sistémico con el mismo antígeno. Esta ausencia provocada de capacidad de respuesta, denominada tolerancia se piensa que depende de la aparición de células T supresoras específicas de Ag en placas de Peyer. Las células supresoras o factores supresores solubles, actúan sobre el tejido linfoide periférico (bazo), donde inhiben la producción de anticuerpos IgM e IgG sin afectar la respuesta de IgA secretoria. Estas células también inhiben la hipersensibilidad de tipo tardío para el mismo antígeno. Tales observaciones sirvieron para crear un protocolo destinado a tratar mujeres embarazadas contra Rh, intentando salvar sus fetos. Un grupo de mujeres recibió diariamente por vía bucal extractos de membrana de eritrocitos Rh+. En todos los casos no aumentaron los títulos de anticuerpos anti-Rh durante la gestación y todas las mujeres dieron luz a criatura sanas a pesar de que antes cada una había tenido fetos muertos o muerte fetal intrauterina secundaria a sensibilización Rh. Así pues una posible modalidad de utilidad clínica puede lograrse manipulando este modo de administración de antígeno. BIOTRANSFORMACIÓN: DESTINO METABÓLICO El destino in vivo de un inmunogeno puede conocerse por el ejemplo de materiales marcados con elementos radiactivos. Después de la inyección intravenosa de la sustancia extraña (albúmina sérica humana), a un conejo pueden distinguirse tres fases de desaparición del antígeno. La primera fase incluye equilibración de material extraño entre el espacio intravascular y extravascular, por un proceso de difusión. Esta fase es relativamente rápida para una sustancia difusible y de duración similar tanto si el material inyectado es autólogo como si es extraño. Inmunogenos en partículas (bacterias o eritrocitos que se inyectan), a animales son ingeridos por células fagocíticas y no se difunden hacia el espacio extravascular. Por lo tanto no existe fase de equilibracion. La segunda etapa de aclaramiento de antígeno, denominada catabolia, tiene lugar durante varios días e incluye la desintegración gradual y digestión del material. La verdadera duración de esta fase depende de la semidesintegracion biológica del material y de las capacidades enzimáticas del huésped para el tipo particular de sustancia.

Algunas sustancias persisten en la circulación durante largo tiempo si el huésped presenta deficiencia de la maquinaria metabólica necesaria para su desintegración. En la tercera fase del aclaramiento hay una desaparición rápida del antígeno que se denomina eliminación inmune. Esta etapa resulta de la aparición del anticuerpo nuevamente sintetizado, que se combina con el antígeno circulante provocando la formación de complejos antígenoanticuerpo que son fagocitados y desintegrados. Estos complejos antígeno-anticuerpo, sobre todo cuando se forman con exceso de antígeno tienen significación clínica ya que pueden provocar lesión tisular. Después de la tercera fase aparece en el suero anticuerpo libre, la eliminación absoluta del inmunogeno puede requerir semanas, meses o años, si se logra. Por lo tanto la persistencia de una porción del inmunógenos puede brindar un estímulo sostenido para las células que intervienen en la respuesta inmune. DISTRIBUCIÓN DEL INMUNOGENO EN DIVERSOS ÓRGANOS Inyectado intravenosamente el inmunogeno, se observa en lugares donde hay muchas células fagocíticas fijadas, hígado, bazo, médula ósea, riñón y pulmón. Cuando se inyecta por otras vías (intradérmica), persiste en el lugar de administración o se localiza en el ganglio linfático de drenaje. Las propiedades físicas químicas del material inyectado rigen el grado de localización en el ganglio linfático. Por ejemplo arteriales en partículas (virus), son retenidos con mayor eficacia en el ganglio linfático que las sustancias solubles (albúmina sérica humana). Las sustancias extrañas suelen penetrar en el cuerpo mediante las vías digestivas y respiratorias por donde pasan al tejido linfoide el resultado primariamente es la producción de anticuerpos IgE e IgA secretoria. DISTRIBUCIÓN CELULAR DEL INMUNOGENO La mayor parte de inmunogenos son captados rápidamente por procesos de endocitosis fagocitosis y pinocitosis, efectúan las células del sistema fagocitario mononuclear y otros fagocitos del cuerpo. Los macrófagos de los cordones medulares de los ganglios linfáticos y de la pulpa roja del bazo captan gran parte del material inyectado en animales que previamente no han estado expuestos a sustancias extrañas. En animales que no han sido inmunizados el inmunogeno puede describirse asociado con células dendríticas localizadas en los folículos de la corteza del ganglio. El inmunogeno se observa retenido en gran parte extracelularmente entre las membranas de las células dendríticas. La capacidad de esta célula para conservar el inmunogeno parece depender de la presencia de anticuerpos. La información acerca de la localización celular precisa de material captado por endocitosis es equivoca debido a la desintegración de proteínas marcadas que se utilizan en estos estudios y la reutilización de aminoácidos radiomarcados en nuevos componentes celulares.

Se ha señalado que el material inmunogeno se localiza dentro del citoplasma en gránulos lisosomicos pequeños o grandes, en la membrana celular asociado con un ácido ribonucleico. La principal función del macrófago estriba en desintegrar y eliminar la configuración extraña así como la elaboración y presentación de la misma a linfocito T de manera que se inicie la respuesta inmune específica.

FORMACIÓN DE ANTICUERPOS EN UN INDIVIDUO RESPUESTA INMUNITARIA PRIMARIA La inyección de una sola dosis de una sustancia extraña en un animal inmunocompetente provocará la aparición en el suero de un anticuerpo específico después de un período definido de tiempo. La primera exposición de un inmunógeno desencadenará la respuesta primaria. Inmediatamente después de introducir el inmunogeno se descubre muy poco o nada de anticuerpos en el suero. Este periodo se denomina latente o de inducción. Durante este periodo el inmunógeno se reconoce como extraño y elaborado, y se transfiere una señal desconocida las células correspondientes destinadas a preparar anticuerpos. Este periodo se caracteriza por proliferación y diferenciación celulares. Su duración es variable y depende de la inmunogenicidad, cantidad, forma y solubilidad del estimulante, la especie animal a la cual se ha inyectado, vía de inmunización y sensibilidad de la valoración utilizada para descubrir el anticuerpo de nueva formación. Por ejemplo puede descubrirse anticuerpos tres o cuatro días después de inyectar eritrocitos extraños (una reacción de transfusión), 5 a 7 días después de inyectar proteínas solubles de 10 a 14 días después de inyectar células bacterianas. Después de aparecer el primer anticuerpo al final del período de inducción, hay un tiempo de biosíntesis activa de anticuerpo, que puede subdividirse en 3 fases: En la primera, fase logarítmica, la concentración de anticuerpo aumenta logarítmicamente, durante 4-10 días, dependiendo una vez más de la naturaleza del inmunogeno, hasta alcanzar un máximo. Se ha señalado durante esta fase el tiempo de duplicación (el necesario para lograr un aumento del doble de la concentración sérica de anticuerpo) es tan breve como de 5-8 horas. Los títulos máximos de anticuerpos contra los eritrocitos heterologos suele lograrse en 4-5 días, contra proteínas solubles en 8-12 días y contra toxoides preparados contra toxina de bacilos Gram positivos (crynebacterium diphteriae) por largo tiempo hasta en 2 o 3 meses. Con base celular, el número de células plasmáticas diferenciadas aumenta poco después de la inmunización, mientras que el máximo de síntesis celular de anticuerpo precede al máximo de respuesta sérica de anticuerpo en varios días. La concentración de anticuerpos circulantes lograda después de inmunización primaria refleja la diferencia entre el ritmo de síntesis y de catabolia de anticuerpo. Cuando estos ritmos son los mismos la concentración sérica de anticuerpo persiste constante en forma de una meseta o estado constante.

Esta fase de la respuesta es transitoria y en algunos casos casi ni existe. El ritmo de síntesis de anticuerpo, depende del número de células formadoras de anticuerpo, qué puede estar influido por condiciones de inmunización. El ritmo de catabolia de anticuerpo, refleja la semidesintegración de la clase de inmunoglobulina. Finalmente, se observa la disminución, en el cual el ritmo de catabolia del anticuerpo es mayor que el de su síntesis. La duración de esta fase también es variable, se observan grados diversos de diferencia entre ritmos de síntesis y de catabolia. La respuesta primaria inicial, para la mayor parte de los inmunógenos se caracteriza por el predominio de anticuerpos IgM; la clase IgG aparece algo más tarde. La producción del primero suele ser pasajera, y en plazo de 2 semanas de iniciada la respuesta inmune, predomina el segundo. Es objeto de discusión saber si se producen siempre anticuerpos IgM en mayor cantidad antes de sus correspondientes contrapartidas IgG. La base de esta controversia, es el hecho de que el anticuerpo IgM, es más fácil de descubrir por la mayor sensibilidad de los métodos de valoración. Los anticuerpos formados en etapa temprana de la respuesta inmune, suelen tener poca afinidad (fuerza de atracción entre lugares complementarios de conformación de anticuerpo y antígeno, qué provoca su combinación); la afinidad de anticuerpos tardíos suele ser mucho mayor. Las diferencias de afinidad se observan fácilmente con anticuerpos IgG, tales cambios pueden ser del orden del millar. Además de un aumento en la afinidad, con el paso del tiempo también hay un aumento en la avidez, los complejos antígeno-anticuerpo formados con antisueros viejos son menos disociables. Estos cambios guardan relación con los diversos determinantes antigénicos en el inmunogeno que dan origen a diversas especifidades de anticuerpo y que aparecen después de periodos de latencia diferentes. A consecuencia de estos cambios, la reactividad cruzada de un antisuero determinado también aumenta con el tiempo, debido a que los anticuerpos de gran afinidad pueden reaccionar con determinantes antigénicos, estrechamente relacionados con mayor facilidad que sus contrapartidas de poca afinidad.

RESPUESTA SECUNDARIA Después de una segunda exposición al mismo inmunogeno semanas, meses o años más tarde, hay una respuesta netamente aumentada que se caracteriza por la aparición acelerada de células inmunocompetentes y anticuerpo. Si al tiempo de efectuarse la segunda inyección de inmunogeno todavía persisten anticuerpos en el suero, desaparece con un ritmo más rápido que en la fase de disminución de la respuesta primaria. Esta fase negativa depende de la reacción inmediata de anticuerpo preexistente con inmunógeno nuevamente inyectado, el resultado es la formación de complejos antígeno-anticuerpo.

Si la segunda dosis de inmunogeno es muy pequeña quizá no se produzca aumento de la respuesta inmune, porque todo el inmunogeno de nueva cuenta inyectado es consumido por complejo antígeno-anticuerpo, fagocitado y eliminado eficazmente, de manera que las células formadoras de anticuerpos quedan privadas de estímulo. Sin embargo, si la dosis del inmunogeno es suficiente para permitir que el material que queda después de la formación de complejo estimule el sistema inmunitario, entonces se inicia una típica respuesta secundaria (anamnéstica). Esta respuesta aumentada es el motivo de administrar dosis estimulantes de vacunas. En contraste con la respuesta primaria la secundaria se caracteriza por un periodo de latencia más breve, un ritmo más rápido de síntesis de anticuerpos y un título máximo más elevado de anticuerpo que persiste mayor tiempo. El período latente más breve y un ritmo más rápido de síntesis de anticuerpos, a pesar de que los tiempos de duplicación son similares en las respuestas primarias y secundarias, guardan relación con el número de células sensibles al antígeno, las llamadas células de memoria que existen en el momento de efectuar la estimulación secundaria. Por estimulación primaria la célula precursora se divide y diferencia en cierto número de células formadoras de anticuerpos que producen IgG e IgM. Durante este proceso también se produce un pequeño número de células de memoria. Después del segundo insulto, los acontecimientos proliferativos aparecen en forma cualitativamente similar, pero el número de células sensibles al antígeno ha aumentado en comparación con el que había cuando se produjo la respuesta secundaria, el resultado es un foco común mayor de células formadoras de anticuerpos y así aumenta la síntesis de anticuerpos. El anticuerpo sérico formado por la respuesta secundaria puede alcanzar niveles hasta de 10-12 mg por ml, y es predominante de clase IgG, aunque también se expresa algo de IgM. La dosis de inmunogeno necesaria para desencadenar una respuesta secundaria es mucho menor que la requerida para iniciar la respuesta primaria. Una vez más esto guarda relación con el número de células sensibles al antígeno que tiene receptores con gran avidez, disponibles para la estimulación secundaria y a la presencia de anticuerpo circulante que queda de la respuesta primaria. Este anticuerpo circulante formara complejos con el material de nueva inducción. Los complejos antígeno-anticuerpo formados en presencia de exceso de antígeno son muy inmunogenos. La magnitud de la respuesta secundaria depende de otros factores incluyendo, el intervalo entre los estímulos, intervalos breves o muy largos tienen por consecuencia respuestas disminuidas, los primeros por la eliminación completa del inmunogeno, los últimos a consecuencia de la senectud celular. La memoria inmunitaria puede persistir por años y proporciona inmunidad duradera contra la infección.

En el caso de algunas infecciones bacterianas y virales la inmunidad para la reinfección puede durar toda la vida, esta inmunidad guarda relación con la estimulación repetida de células de memoria de larga vida, por antígeno persistente o antígeno nuevamente introducido. Cómo en la respuesta primaria, el anticuerpo producido en fase tardía de la respuesta secundaria tiene mayor avidez y afinidad por antígeno que el sintetizado primariamente. Los anticuerpos tardíos también muestran una especificidad más amplia. La especificidad más alta con los anticuerpos tardíos (respuesta secundaria), se presenta por qué los anticuerpos muestran un grado mayor de reactividad cruzada con sustancias estructuralmente relacionadas qué los anticuerpos tempranos. Una respuesta secundaria puede iniciarse por un inmunogeno en relación estrecha con el agente estimulante primario. En este caso la mayor parte de anticuerpos producidos reaccionan de manera más específica con el primero que con el segundo inmunogeno. Este fenómeno denominado doctrina del pecado antigénico original, fue observado primeramente en estudios de la respuesta al virus de la influenza. Se observa que en la segunda inmunización de estimulante con vacunas de la influenza provocaba anticuerpos dirigidos sobre todo contra cepas del virus que habían atacado anteriormente al individuo y la respuesta inmune a la vacuna estimulante fue más débil. Se ha comprobado que tanto las células B y linfocitos T tiene células de memoria. El Pecado Antigénico Original (PAO) se define como el fenómeno en el cual una vez generada una respuesta inmunitaria adaptativa contra un determinado antígeno, al producirse una segunda exposición con otro antígeno relacionado, la producción de anticuerpos se dirige con mayor fuerza hacia los epítopes comunes en ambos antígenos....


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