Resumen 2021 ACOMPAÑAMIENTO TERAPEUTICO 2 UADER PDF

Title Resumen 2021 ACOMPAÑAMIENTO TERAPEUTICO 2 UADER
Course Practicas de Acompañamiento Terapeutico I
Institution Universidad Autónoma de Entre Ríos
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Eje 1:Rossi. Capítulo 2: “Características de la práctica: funciones habituales, posibilidades yrestricciones”.Diversas propuestas de articulación de sistema teorico-clinicos para la práctica del AT: como rasgo positivo de esta forma, su rol no queda únicamente asimilado a determinada escuela psi, si...


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Eje 1: Rossi. Capítulo 2: “Características de la práctica: funciones habituales, posibilidades y restricciones”. Diversas propuestas de articulación de sistema teorico-clinicos para la práctica del AT: como rasgo positivo de esta forma, su rol no queda únicamente asimilado a determinada escuela psi, sino que es un recurso incluido en su abordaje por terapeutas que sostienen estrategias disímiles, de acuerdo a su formación y herramienta de trabajo. La estrategia no es solo la del PSA, incluso desde las distintas escuelas de psa se van a pensar de manera muy diferente el lugar del acompañamiento terapéutico en un tratamiento, su orientación y “supervisión” o “control”. Lo llamaría lo “ni”: Algo así como in-definiciones. Dan cuenta de esta característica de flexibilidad que tiene la acción. A su vez le permite dar lugar a su función en tanto significación particular, en cada caso. En que la función no se le asigne a priori una figura estereotipada, una función limitada por reglas generales. La función se va a ir precisando en una estrategia determinada de tratamiento la singularidad del caso. La estrategia en la cual se plantea el AT, será desde estos roles que lo diferencia, y la particularidad del caso. Tensión a, lo referente a la función en su singularidad, que en la práctica cotidiana debe articularse caso por caso, b, la definiciones acerca del rol del at en tanto coordenadas fundamentales para situar esta práctica. El AT es un recurso clínico especializado que opera desde un abordaje psicoterapéutico, en forma articulada con el profesional y el equipo terapéutico que lo indica . Se incluye en el tratamiento interdisciplinario del paciente severamente perturbados, en situaciones crisis o emergencias. Se desempeña especialmente de forma ambulatoria, en el entorno habitual- familia y social- el sujeto. Busca utilizar el espacio de circulación del paciente para promover el desarrollo de un proyecto terapéutico y para esto se vale de la cotidianidad. su acción se desarrolla en el territorio urbano, en el espacio y el tiempo cotidiano del paciente. Se complementa la tarea profesional a cargo del caso, integrándose a la tarea del equipo terapéutico, lo cual no sería posible completar ya que nunca son completas, sino armar redes y sostenerlas. También actuar ante situaciones de emergencia/crisis en el momento agudo (aunque no sea exactamente un sistema de “urgencia psiquiátrica”, también para facilitar el lazo social, o incentivar la reinserción 1

educativa, laboral, recreativa, en pacientes que no se encuentran en un periodo de desborde o crisis. Evitar la estigmatización social, la segregación (separar y marginar a una persona o a un grupo de personas por motivos sociales, políticos o culturales) y cronificación. También en intervención con niños (discapacidad, y trastornos graves, hasta la integración social escolar). En el ámbito geriatrico o con paciente de enfermedades terminales. El AT, tiene lo que llamamos un borde con lo social, una de las vertientes a profundizar en cuanto a la utilidad de AT en la cuestión lazo, reinserción como nuevas inscripciones sociales, en tanto lazos diferentes con su comunidad y con su entorno. El AT aporta a esa red tendiente a evitar la cronificación, el aislamiento y si resulta pertinente, trabaja para que el paciente continúe en su medio habitual y no pierda sus actividades y vínculos. Con una concepción que apele a lo comunitario al sostener en la primera instancia los derechos del paciente como ciudadano, lo cual nos lleva a la defensa de los derechos humanos como prioridad en la políticas en ese campo, en tanto estamos hablando de una concepción donde lo no segregativo sea central. Abordaje transversal en Salud Mental, esto es entre los distintos sectores intervinientes. Catástrofes: la de uno, la de muchos, la de todos Catástrofes subjetivas, en un sujeto y en el entorno familiar. Para Benyakar el encuadre debe ser estable y coherente pero en especial tiene que “ser flexible y servir de espacio transicional” en el sentido psicológico, personal e interpersonal. Elasticidad del encuadre con ciertas condiciones de estabilidad y continuidad requeridas. Ante situaciones de catástrofes, o cuando existe un clima de amenaza para la integridad personal, “la prioridad es ofrecer un medio físico estable que establezca un entorno relativamente constante y equilibrado” Encuadre: contar con tiempo y disposición mental, el encuadre no es entonces el lugar físico, desde la variable temporal no es fija pero se determina un horario de comienzo y fin haciendo un contorno fijo imprescindible. Iniciación del tratamiento desde Freud, generar empatía, cariñoso interés, una disposición inicial básica camino a la transferencia positiva. Encuadre como marco simbólico, un ordenador, un conjunto de reglas que será explicitadas los horarios del acompañamientos, los honorarios, las actividades y el lugar donde se realiza el AT son los elementos básicos a condicionar, en la o las consigna-s del caso. El encuadre se compone de elementos que deben ser constantes,

contemplando a su vez las

variaciones que puedan darse con el transcurso del tiempo, es decir debe tener una vertiente variable, por la modificaciones que se harán de acuerdo al devenir que vaya teniendo el tratamiento. A veces el equipo de at es quien determina esas precisiones, sería conveniente tener entrevistas previas con los familiares, para ajustar detalles respecto del dispositivo que requiere el paciente, es quien supervisa y evalúa cambios. 2

Informes pero no informantes: se puede dejar para el otro at, información oral o escrita. En instituciones puede solicitarse alguna reseña del AT en la historia clínica del paciente. El informe puede tratarse de un simple registro de situaciones significativas. Lo significativo incluye aquello que sucede en la dinámica del vínculo at-paciente-familia, en las cuestiones transferenciales. Se implementa el AT en el momento de una crisis, ante una urgencia, y si se implementa el AT ante una problemática “crónica”, como así también en una situación en la cual el sujeto se encuentra estabilizado, donde hay un trabajo que tendrá otra temporalidad, cabe pensar otro manejo de la variable temporal. Las dos situaciones de acuerdo y consentimiento para la incorporación del acompañamiento terapéutico: A- casos en los que no hay consentimiento por parte del paciente, para que se incluya AT en su tratamiento (a veces incluso existen desacuerdos por parte de algunos miembros de la familia). Se incluye este dispositivo por ser una indicación del terapeuta/equipo, independientemente de la voluntad o requerimiento del paciente. B- casos en los que existe dicho acuerdo por parte del paciente y su familia. Disposición transferencial de sentido común, debe ser trabajado en equipo, actitudes de boicot o “resistencias” a nuestra intervención (ej. familias que consideran como intrusos, o lo contrario tranquilidad-ayuda-contención) El trabajo inicial, establecimiento de alguna confianza en el vínculo, desde una actitud de cautela y disposición del acompañante hacia el diálogo. El acompañado no es necesario que esté dispuesto a hablar en todo ese tiempo o sostener la tensión en el vínculo con el AT. El acompañante estará con la “disposición mental” y el tiempo necesario. Furor curandis, ambición terapéutica, impaciencia (negativas). Duración y final del proceso de tratamiento, no es conveniente plantear a priori un tiempo de duración; el cierre no conviene realizarlo de manera repentina, tampoco por el pedido familiar. Espacio de borde. Esquema básico de trabajo del acompañante terapéutico: Según el marco de inserción: (indicación y el contexto institucional), dentro del esquema institucional, no es indicado por un dispositivo institucional, proceso de externación institucional. Según los tiempos de trabajo: en cuanto al tiempo pausado para el AT: acompañamientos terapéuticos en una internación de 24 hs; por algunas horas en el día.

Cap. 3 “La construcción del caso en el Acompañamiento Terapéutico. Indicaciones” Cuando se trata de un equipo de AT, existe una coordinación del equipo que será quien tenga a su cargo la recepción y evaluación del pedido de AT (pedido de dónde viene, de la familia o del terapeuta) Tarea conjunta con sintonía necesaria. -La particularidad de la demanda de AT, si se la entiende como la solicitud o pedido de un acompañamiento, lo cual en términos técnicos sería lo que hace a su indicación, en tanto sea realizada por un profesional. 3

-demanda como forma de nombrar los pedidos cotidianos que el paciente y la familia hacen en el vínculo con el at, durante su tarea. La función del coordinador del equipo de AT, puede operar a la manera de ese “tercero”, que marca alguna “legalidad” más allá del entre-dos; entre las familias-sus demandas y manejos- y los ats. El sujeto del AT, en ciertos casos, se constituye al considerar una situación de AT. Se construye en función de esa situación que se va a ir delimitando con cada acompañamiento. Ubiquecaremos al acompañamiento en una intervención que se orienta a facilitar alguna reconexión con su marco cotidiano, alguna mediación: ir insertándose en eso espacios, volver a comunicarse- con el acompañamiento de otro- con alguno de sus vínculos. ¿Cuál es el sujeto del acompañamiento? un sujeto que en esta situación de AT no es únicamente F( la del caso), sino también incluir a la madre, la angustia de su madre y ansiedad indican perturbando al paciente. A veces hay familias “desatendidas” si no se le da lugar hace “ruido” y obstaculizan el trabajo que se está construyendo. El AT puede ser una vía para dar lugar al trabajo con esa configuración singular en la familia, en la medida que interviene como un “otro” extrafamiliar, que pone su oído y puede hacer de mediador (podría quedar expuesto a situaciones inmanejables). Trabajo en equipo: Diego Gonzales Castañon, trabajar con un equipo de acompañantes tiene la ventaja de que esta función de acompañamiento y de sostén no repose en la características individuales de una persona, lo que garantiza su continuidad a lo largo del tiempo y de una multiplicidad de recursos para sobrellevar los eventuales inconvenientes o imprevistos. Características simbólicas o vinculares del paciente y su familia, estilo personal sostiene un vínculo que hace que sea “con él “ y no con otros que pueda desplegarse dicha tarea. Equipo de varios acompañantes en relación a la gravedad del caso (más duración y frecuencia del AT) permite que se transfieran contenidos de difícil procesamiento (en algún acompañante) planteando modalidad cierta disociación transitoria en esa modalidad de transferencia. En un mismo acompañamiento también se van dando espacios diferenciales. “Cohesión que no es pegoteo” trabajo coordinado de todo el equipo, at, terapeuta e institución; pegoteo en tanto queda obturada toda diferencia entre un at y otro, entre un momento y otro.

Capítulo 4 Rossi “Instancias de trabajo en relación al proyecto de tratamiento” Tres momentos diferenciales, la propuesta de inclusión de este recurso está destinada a: 1. Construir las condiciones para que un dispositivo de tratamiento se ponga en marcha. El acompañamiento significa un aporte que ayudará a construir las condiciones para que el dispositivo de tratamiento se ponga en marcha, cuando aún no pudo consolidarse, o está por comenzar. Son situaciones donde el rasgo central es que hay un vínculo con el terapeuta. El lugar del AT apareció vinculado a que algo del sujeto empezará a emerger. Es un otro que se acerca desde la figura de un semejante (posible ayuda) lo que hace a la posición 4

del at, el encuadre en que se produce el encuentro at-paciente en estos casos el acompañante facilitará estos efectos, en tanto se diferencia de la posición de terapeuta en la entrevista, quien viene con la pregnancia de una distancia propia de su lugar. 2. sostener ese dispositivo en momentos de crisis. En crisis o situaciones de urgencia subjetiva, cuando es inviable el tratamiento en sesiones del consultorio. BISAGRA, mediatizar entre aquel ensimismamiento y el mundo. La intervención del AT, entonces, se realiza para que el dispositivo (el trabajo analítico que se venía haciendo, con sus particularidades) pudiera sostenerse, reconstruirse, en un marco tendiente a evitar una internación, que de seguir así hubiera sido inexorable, por un agravamiento del estado de perturbación psíquica. 3. movilizar y ayudar a destrabar el trabajo terapeútico. Impulsar el trabajo propio que aparece estancado. Aplastamiento de la subjetividad, se apela al AT en casos donde se va perfilando el camino hacia un “encierro” que se agudiza, a un aislamiento que puede volverse crítico. Paciente de larga estadía en una institución, movimiento como apoyo en proceso de externación y en un trabajo de rehabilitación del lazo social.. Aplastamiento también a los terapeutas que terminen cronificándose o abandonando el caso, debe ser tratado en supervisión o en equipo.

Cap. 5 “El acompañamiento terapéutico y sus articulaciones con el dispositivo psicoanalítico” Táctica, estrategia y política. En las cuestiones de la táctica, (analista) según Lacan tienen mayor libertad, en la estrategia es menos libre que en la táctica y tiene que ver con el montaje transferencias, y el tercero el analista es menos libre en su política, lleva al plano de la ética sostenido en el deseo del analista. Queda fuera del juego y debe dejar de lado perjuicio, ideales, etc. cuestiones que remite a su propio análisis. (La táctica remite a una estrategia pero no es sin una ética) Táctica: se pensara en relación a que decir, que no, cuanto hablar y cuanto callar, como intervenir en situaciones puntuales del acompañamiento, en el día a día. A partir de cuestiones de lo cotidiano, en el orden del semblante hace hablar a temas usuales del paciente, sus vínculos grupales. Es directiva porque ya hay una modalidad y tiempo pautado. Perspectiva ética, el at en su tarea deberá pagar. como el analista- como la renuncia de sus sentimientos. La modalidad en que se encuentre, su disposición y el uso de su palabra en cada situación de AT es producto de una decisión del acompañante, la cual será orientada por las coordenadas del marco en el 5

que inserta su tarea. y la lectura transferencial que se realice. El dispositivo de AT en el ejemplo fue puesto en función en un dispositivo más amplio. La caminata adquiere valor de táctica que se inscribe en una estrategia de trabajo, donde el acompañante cumpliría una función puntual, específica, pero no menor./// En el otro ejemplo, el at presta su presencia, se construye en un referente, en tanto el paciente pueda suponer un deseo, que no es cualquiera. Las intervenciones del AT en una estrategia analítica, así, serán ubicadas como intervenciones mínimas pero no nimias, pero estas no serán nimias si se las considera en el marco de una estrategia y una política de tratamiento. Al no quedar en una significación de ser hechos aislados, o actos de asistencialismo, pasarán a ser actos terapéuticos. El pedido puede ser en caso del paciente, en casos más severos puede ser por la familia. Este concepto lleva a la noción de demanda, Lacan menciona que nosotros tomamos ese relevo en la demanda. La demanda es intrínseca al ser humano: dependerá de la posición que adopte quien reciba esa demanda, para que esta pueda ser puesta a trabajar ( o no ) en el marco de un tratamiento y para que se constituya un análisis. Poner a trabajar esa demanda, con oferta se ha creado demanda. En un análisis, el sujeto se dirige a quien supone un saber sobre su deseo, esto es, en tanto supone que descifrara la pregunta articulada a su deseo. Pregunta cuyo peso aparece cuando el sujeto experimenta que dice más de lo intentó decir, a partir de la presencia de un analista, que con su acto así la demanda a la transferencia. EL AT Y LA PARTICULARIDAD DE SU DISPOSITIVO, Desde su presencia, con su palabra y su escucha está en ese borde con un silencio que se haga tolerable. Tendrá lo que llamaría otra permeabilidad ante las demandas del paciente, no a todas ni en cualquier momento, pero si al menos ante cierta dimensión de la demanda. Esto es que la misma no puede ser satisfecha. Que dice siempre “algo más”, en lo que pide. Pide más. Abstinencia (sobre la demanda de saber algo de la vida personal del at) Demanda y acompañamiento terapéutico: El at no tiene por función interpretar, aunque el sujeto diga algo más de lo que quiere decir. El acompañante no se ubica en el lugar de interprete como así lo hace el analista. La función de este se presenta como una “x”, en tanto incógnita que permita al sujeto el trabajo sobre su deseo. Estrategia, tendrá que ver con las variables transferenciales que se juegan en el vínculo at-paciente, si pensamos acá al AT en relación al discurso psicoanalítico, que no es tomado desde la atención flotante en asociación libre. No es esta “situación analítica” la misma que la situación del AT. La idea de dispositivo nos ayuda, no se trata del mismo dispositivo que usa el analista pero si el mismo discurso psicoanalítico. Los elementos no dejan de ser un a priori, no dejan de ser previos. Pacientes que no demandan nada, debemos preguntarnos que dispositivo es para cada paciente. No es lo mismo “la demanda en el AT” (remite a ubicar que sucede, con la temática de la demanda, en 6

el espacio de acompañamiento, donde muchas veces esa demanda “brilla por su ausencia” y si es que brilla, no podemos ignorarla, aunque este ausente. La puesta a que algo del sujeto emerja, por ende a que esa demanda ausente deje de brillar -ya que esto a veces encandila- y empiece a formularse en palabras; que “la demanda al at”.

Pulice, G. “Fundamentos clínicos del Acompañamiento Terapéutico” -Cap. 3 La función del acompañamiento terapéutico y su inclusión en la estrategia de tratamiento. Heterogeneidad de acuerdo a esos diverso ámbitos en los que se fue plasmando su inserción. El manual inexistente: la idea de configurar este en el acompañamiento terapéutico, resulta muy atractiva, pero conviene estar advertidos de las dificultades a la que nos conduce al confrontarnos con la problemática de la subjetividad. Perspectiva ética en cierta confrontación al saber, conocimientos previos, tomando a Freud la clínica del caso a caso, incluye el AT como dispositivo… Lógica que somo podrá destilarse cuando aquellas fuerzas en tensión que sobredeterminan el padecimiento psíquico y la alienación de ese sujeto se empiezan a desplegar transferencialmente en el seno mismo del dispositivo. Virtudes, tiene que ver con la disposición del sujeto la buena conversación incluye esencialmente la disposición a escuchar al otro. Hay una implicación subjetiva que está en juego. Es decir, hay una implicación subjetiva capital que se juega precisamente en el momento en que decimos que es lo que ordena de modo en que hacemos las cosas. No hay ética sin implicación. La función de un acompañante terapéutico desempeñará en el transcurso de un tratamiento resulta muy difícil- y con frecuencia incluso inconveniente- definirla completamente a priori, a partir de un lineamiento general, como algo estereotipado y universalizable más allá de su “ocasional” articulación al encuadre o a la orientación del trabajo clínico con un paciente en particular. El lugar del acompañante sólo podrá definirse en función de la estrategia puesta en juego en determinado momento del tratamiento de un sujeto, solo a partir de cuya singularidad podrá ir esbozando con alguna precisión aquello que sustancialmente, permitirá ordenar las intervenciones del acompañante. (del at y de los demás integrantes del dispositivo) En algunas instituciones del área clínica de salud mental el AT suele ser indicado en forma indiscriminada como parte de una “propuesta terapéutica” diseñada específicamente para la atención de tal o cual “patología”, como parte de un menú. Metáfora del buscaminas: Se trata del del hecho de que esa trama oculta de cargas explosivas difiere radicalmente en cada partida, motivo por el cual resulta a todas luces inconveniente, si queremos ganar, ceñirnos a repetir una y otra vez un mismo esquema de acción pulsado siempre, en una única y predeterminada secuencia, las mismas casillas. De la misma manera, dado que el entramado oculto de 7


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