Resumen capítulo 3 del manual PDF

Title Resumen capítulo 3 del manual
Course Historia Económica
Institution Universidade de Santiago de Compostela
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Resumen capítulo 3 del manual: La Revolución Industrial Denominamos Revolución Industrial (1760-1830) a la mutación provocada por el inicio de un proceso irreversible de crecimiento fuerte y autosostenido en la producción de bienes y la productividad de los factores, generado por la invención y la aplicación de nuevas máquinas, el uso de nuevas energías más potentes, más versátiles y más baratas, y la introducción de cambios relevantes en los materiales básicos de la producción industrial y en la organización del trabajo. Fue una transformación rápida, localizada en Gran Bretaña. La Revolución Industrial, además de ser una revolución técnica, fue una revolución económica con importantes efectos sociales y políticos, que representaron el paso definitivo del feudalismo al capitalismo. No existe una causa única o condicionante que explique el surgimiento de la Revolución Industrial, sino un conjunto de factores favorables (económicos, políticos y sociales) para que pueda iniciar y consolidar el proceso de desarrollo. Para que se pudiera dar la Revolución Industrial tenían que haberse producido mejoras en la producción

agraria

e

industrial,

en

el

mercado

y

en

las

estructuras

políticas,

transformaciones que en su conjunto solo se daban en Gran Bretaña. Aparte Gran Bretaña disponía de unas ventajas de índole natural: -

Era una isla, lo que suponía menores gastos en defensa.

-

Relieve poco quebrado y ríos navegables, lo que facilitaba el transporte.

-

Riqueza minera, especialmente en carbón y hierro.

Todas las reformas agrarias llevadas a cabo en Gran Bretaña posibilitaron que la mitad de la población no tuviese que dedicarse al sector agrario. Esto, junto con su tradición manufacturera (industria rural en la que se mecanizaban las acciones humanas para hacerlas más rápidas, más regulares y exentas de cansancio), y la existencia de un mercado previo (comercio interior, y exterior con las colonias), fueron un importante condicionante para el inicio de la Revolución Industrial. La organización estatal y su política económica también favorecieron al proceso. Tras la Revolución Gloriosa (1688), la organización del estado era diferente y más moderna que la de los países competidores, sobre todo al haber una especificación de los derechos de propiedad y en la eliminación (legal o práctica) de las regulaciones de la actividad económica. Esto lo acercaba más al libre mercado, destacando los impuestos que eran más bajos, y una política atenta al crecimiento de la economía.

La Revolución Industrial se centró en aquellos sectores en la que sus productos estaban en alza, siendo estos donde aparecieron las innovaciones técnicas. Entre estas innovaciones podemos encontrar: -

Macroinventos: ideas radicalmente nuevas que producen un fuerte impacto en la producción y que estimulan la inversión por los beneficios que proporcionan, pero que tienen un rendimiento económico progresivamente decreciente.

-

Microinventos: mejoras que se añaden a un macroinvento para aumentar

sus

prestaciones o adaptarlo a otro sector productivo. La combinación de macroinventos y microinventos provoca una disminución del coste del producto y un crecimiento autosostenido de la renta per cápita que hacen posibles mercados cada vez mayores y un crecimiento acelerado. Así, un primer macroinvento estimula a la vez microinventos sobre sí mismo y la búsqueda de macroinventos complementarios, de modo que cuanto más se difunda el uso de una máquina, más posibilidades hay de que genere innovaciones. Existen tres formas principales de generar innovaciones: -

Learning by doing (aprender a través de la práctica): los constructores de máquinas van introduciendo pequeñas innovaciones para adaptar las máquinas a las necesidades o requerimientos de cada empresa.

-

Learning by using (aprender a través del uso): los obreros que usan una máquina introducen pequeños cambios de cualquier tipo, que mejoran su funcionamiento. Cuanto más se difunda el uso de una máquina más posibilidades de mejora tendrá.

-

Learning by learning (aprender a través del aprendizaje): hace referencia a la investigación aplicada, a resolver los problemas técnicos de una forma sistemática y a adaptar mecanismos o partes de una máquina a otras máquinas.

Las principales innovaciones que conforman la Revolución Industrial tuvieron lugar en los campos de producción, las materias primas utilizadas, la organización de la producción y el transporte. Los cambios en la producción consisten en la sustitución de la actividad del hombre por la de la máquina en la producción de los productos (maquinismo), en la aplicación masiva de energía producida para mover las máquinas y para el transporte y en la utilización de materias primas. Esta serie de cambios exigieron a menudo la concentración de la actividad industrial en la fábrica (factory system).

Los cambios en el uso de la energía son cuantitativos y cualitativos, utilizándose mucha más energía en los procesos productivos. Se pasa de una energía orgánica (eólica, hidráulica, animal, carbón vegetal) a una inorgánica (generada por el hombre a partir de la transformación de la energía calorífica del carbón en energía cinética de vapor). Los sectores más afectados por la Revolución Industrial fueron el sector textil algodonero, el siderúrgico y el energético. Otros sectores que también son importantes fueron la minería y la industria química. Los primeros inventos de la Revolución Industrial afectaron al sector textil algodonero, en concreto, a la hilatura y la obtención de hilo. Las principales innovaciones en este sector fueron: -

La lanzadera volante (1733): permitía hacer tejidos más anchos y que el proceso fuera más rápido, provocando una “sed de hilo”. Al principio solo se pudo aplicar al algodón, ya que era una fibra más resistente, flexible y homogénea que la lana.

-

Spinning-jenny (1768): mecanizó los procesos de torsión y estiramiento del hilo.

-

Water-frame (1769): movida por energía hidráulica.

-

Mule (1785): máquina de hilar que combinó las dos anteriores. En 1825 Richard Roberts automatizó la mule, con lo cual ya no era necesario un obrero especializado, que multiplicaba por centenares la productividad de un hilador manual.

Estas máquinas hicieron crecer en gran medida la producción del hilo, hasta el punto de que no había tejedores suficientes para trabajarlo, por ello se decidió mecanizar el tejido. El primer telar mecánico lo suficientemente seguro para ser operativo fue inventado por Richard Roberts en 1822. Otra innovación importante fue la desmontadora mecánica (1793), máquina que separaba las semillas del algodón del copo, la fibra textil. Al mismo tiempo que aumentaba la capacidad de producción, se producía un descenso de precios. EE. UU. se convirtió en el principal exportador de algodón y Gran Bretaña de hilos y tejidos. Esto permitió ofrecer un tejido más barato para el consumo de masas. En el caso de la siderurgia, la revolución no consistió en la introducción de maquinaria nueva, sino de nuevos procedimientos con tres fines: abaratar la obtención de hierro sustituyendo el carbón vegetal por mineral, aumentar la producción y reducir el tiempo y el carbón utilizado en el proceso. El hierro se utilizaba de dos maneras: -

Hierro fundido o colado: obtenido directamente del alto horno en estado líquido, el cual permite obtener las formas deseadas simplemente vertiéndolo en moldes adecuados. Es duro pero frágil (ollas, estufas…).

-

Hierro forjado o dulce: se obtiene volviendo a calentar el hierro colado para extraer impurezas por oxidación y compresión. Es maleable y resistente (vigas, clavos…).

La innovación básica en el hierro colado fue utilizar carbón mineral para fundir el hierro (Abraham Darby, 1709). En 1750 logró un fundido de calidad utilizando el carbón de coque, aunque se necesitaba el carbón vegetal para obtener hierro dulce. En el refinado del hierro destacó Henry Cort (1784) con dos procedimientos: -

Pudelación: la fundición (el hierro fundido) no se dejaba enfriar, sino que se introducía en un largo horno de reverbero (en el que el combustible no estaba en contacto con el mineral) mientras era removido por obreros que manejaban largas palas. Al final del horno, la fundición era una masa pastosa que había perdido gran parte de sus impurezas.

-

Laminado: una serie de rodillos que comprimían la masa y extraían de ella más impurezas por presión, saliendo el hierro con las formas gravadas en los últimos rodillos.

Estos avances permitieron aumentar mucho la producción y posteriormente se disparó la demanda debido a la construcción del ferrocarril. El hierro es un producto intermedio que tiene importancia para la Revolución Industrial una vez transformado en máquinas o estructuras. La máquina de vapor de James Watt, patentada en 1769 y mejorada repetidamente, fue sin duda la innovación más determinante de la Revolución Industrial. La máquina de vapor permitía producir energía a partir de la potencia calorífica del carbón y de la fuerza de expansión del agua transformada en vapor, siendo esta energía mucho más potente, segura y versátil. La máquina de vapor permitió cambiar la localización de la industria, que estaba en las orillas de los ríos (para aprovechar la energía hidráulica), a las zonas más próximas a las minas y a los puertos por los que llegaba el algodón. La máquina de vapor era más potente, permitía construir fábricas más grandes y evitaba los peligros de estiaje o inundación que podían detener la producción movida por energía hidráulica. También proporcionó medios de transporte nuevos e igualmente revolucionarios: el barco de vapor y el ferrocarril. La minería no es fácil de mecanizar, solo la extracción de agua se beneficiaba de los primitivos bombeos de Savery o de Newcomen. Lo verdaderamente revolucionario fue la cantidad de carbón extraída, dada la elevada demanda generada por los altos hornos, las máquinas de vapor y posteriormente el ferrocarril. A pesar de la presión por encontrar innovaciones

que

permitieran explotaciones a más profundidad y más seguras, solo hubo una innovación importante: la lámpara de seguridad de H. Davy (1815), que medía la concentración de grisú y permitía evitar las explosiones derivadas. En el siglo XIX, se produjeron grandes transformaciones en la industria química: 1. El paso de la obtención de los productos en el laboratorio a la fabricación industrial.

2. El descubrimiento de nuevos procedimientos para obtener los mismos productos a partir de materias primas más abundantes y más baratas. 3. El aprovechamiento de los subproductos como base de nuevos procesos químicos. 4. El descubrimiento de productos químicos nuevos. La innovación química que tuvo una repercusión más rápida y general fue el gas, resultado de una larga serie de mejoras. La Revolución Industrial consagró el triunfo definitivo de la fábrica como forma de organización de la producción adaptada al maquinismo. Las máquinas movidas por energía externa, que se obtenía de un motor único, la hicieron indispensable. Un aspecto criticable del trabajo en la fábrica es la proletarización de la mano de obra, sometida a largas jornadas de trabajo no especializado, monótono y mal pagado, mientras que un aspecto positivo es que la fábrica es el mejor lugar para que se produzcan los microinventos, el aprendizaje a través del trabajo… Durante la Revolución Industrial el crecimiento de la renta per cápita no fue demasiado espectacular. Esto se debe a que solamente unos pocos sectores estaban mecanizados, con un reparto muy desigual sobre el territorio y un escaso impacto sobre el conjunto de la economía. Por lo tanto, cuando las técnicas econométricas permitieron hacer estimaciones sobre las tasas de crecimiento en Gran Bretaña, los resultados fueron sorprendentes por su moderación. Esta moderación del crecimiento ha llevado a algunos autores a negar validez al concepto de Revolución Industrial o a retrasar esta hasta muy entrado el siglo XIX, en el momento en el que el crecimiento global es más claro. Sin embargo, no puede negarse que desde las primeras innovaciones la Revolución Industrial representa una ruptura respecto a la etapa anterior. Además, el crecimiento fue muy superior en los sectores afectados por la industrialización. La producción se fue mecanizando progresivamente. El sector industrial tradicional y el revolucionario convivieron largamente, lo que ha llevado a hablar de una economía e incluso de una industria duales, pero conviene no olvidar que los dos sectores no eran estancos, sino que estaban muy relacionados, especialmente en tres aspectos: 1. Mecanización y trabajo artesano coexisten largamente en las mismas industrias. 2. Una parte del crecimiento del sector tradicional se debe a la demanda inducida por los sectores industrializados. El crecimiento responde en parte al aumento de la población, pero sobre todo a la urbanización y a la edificación industria, y al aumento de los precios. 3. Toda la economía se vio favorecida por el crecimiento del capitalismo.

Hay que tener presente que la utilización del valor añadido como indicador del crecimiento económico infravalora el crecimiento de los sectores industrializados, ya que el porcentaje que representan en cada momento estos sectores se ve disminuido porque sus precios bajan gracias al aumento de la productividad y por el impacto sobre otras industrias, que figura como aumento de estas y como disminución porcentual del sector industrializado. A consecuencia de la Revolución Industrial, tanto el trabajo como el capital fueron utilizados en una cantidad e intensidad mayores, tanto en los sectores industrializados como en la producción de otros bienes y servicios. El trabajo era un factor abundante a principios de la Revolución Industrial. La mano de obra no era escasa, pero más que la cantidad lo que interesaba era su capacidad de adaptación a la actividad industrial, la formación de la clase obrera. En este sentido, la amplia proporción de población ocupada anteriormente en los sectores textil y siderúrgico ofrecía el personal y la experiencia necesarios. Para atraer mano de obra las industrias nuevas solo tenían que ofrecer salarios ligeramente superiores o más seguridad en el trabajo. El factor capital tampoco era escaso. La acumulación de capital provenía básicamente de las rentas agrarias, del comercio exterior y de la explotación colonial. Las características del factor capital durante la Revolución Industrial pueden reducirse a los siguientes puntos: 1. Se inició con poco capital. Las primeras máquinas eran relativamente baratas y la expansión posterior se hizo más con reinversión de beneficios que con recursos en los mercados de capitales. El capital personal se obtenía de parientes, amigos y conocidos, y para el capital circulante se recurría a la banca. 2. Durante la Revolución Industrial, la tasa de inversión se duplicó aproximadamente. 3. La relación entre capital fijo y circulante varió notablemente. En la economía preindustrial la mayor parte del capital era circulante, mientras que con la Revolución Industrial crecieron ambas formas de capital, aunque mucho más el fijo. 4. Para todo proceso de industrialización o de crecimiento económico son muy importantes el capital humano y el capital social acumulado, del cual Gran Bretaña disponía al nivel de los países más avanzados. El capital fue un factor secundario, es decir, no fue un obstáculo pero tampoco un gran estímulo para la industrialización de Gran Bretaña. Se suele definir al empresario como un maximizador de beneficios en un contexto determinado, pero un buen empresario es aquel que modifica a su favor el contexto, las limitaciones de partida.

El empresario es un elemento esencial del progreso económico, que se encuentra siempre presente en todas las sociedades mínimamente avanzadas. Para que una sociedad disponga de un empresariado suficiente y de calidad tiene que disponer de una mínima capacidad ahorro repartida de forma no desigual, para que no se vea ahogado por la falta de capitales, y la actividad empresarial debe ser socialmente aceptada y reconocida, para que los empresarios no se desvíen hacia otras actividades socialmente mejor consideradas. Los grandes empresarios de la Revolución Industrial procedían en parte del empresariado protoindustrial, mientras que otros tenían orígenes muy diversos, y ambos tenían como características comunes el conocimiento del mercado, el instinto de negocio, el atrevimiento para invertir en innovaciones, la moral del enriquecimiento y la suerte. La Revolución Industrial y su organización político-social (el capitalismo) conllevan grandes posibilidades de crecimiento y de ascenso social, pero también desigualdades y conflictos. La principal consecuencia social de la Revolución Industrial es la aparición de la clase obrera y, dentro de ella, del proletariado. Debido a las pésimas condiciones a las que estaban sometidos y a raíz de pertenecer a una comunidad numerosa, que solo dispone para subsistir de su capacidad de trabajo, y también de su pobreza, aparece la conciencia de clase....


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