Resumen del capítulo tres Kasper PDF

Title Resumen del capítulo tres Kasper
Author Luis Miguel Rodríguez
Course Trinidad
Institution Universidad Iberoamericana México
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Resumen del libro de Kaspers el capítulo tres...


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Trinidad Luis Miguel Rodríguez Rodríguez

06-06-18 IBERO

3.. Evolución teológica y dogmática La doctrina de la Trinidad busca conciliar entre sí las afirmaciones trinitarias de la Escritura y la tradición, poniendo de manifiesto su coherencia y su lógica inmanentes y demostrando de ese modo que son verosímiles para la fe. Las primeras tentativas de una reflexión teológica sobre la confesión de fe trinitaria de la Iglesia se encuentran en el judeocristianismo, pero lo que se sabe es muy fragmentario, algunas al parecer eran al parecer, ciertas ideas apocalípticas y rabínicas sobre dos figuras angelicales que, a modo de testigos o paráclitos, flaquean a derecha e izquierda el trono de Dios. Puntos de partida para estas nociones eran el relato de los tres varones o ángeles que visitan a Abrahán ( cf. Gn 18) y, sobre todo, la visión de los serafines en Is 6,1-3". Pero ya pronto se evidenció que esta doctrina trinitaria angelical no era capaz de expresar la dignidad divina de Jesús y del Espíritu, sino que más bien llevaba a una concepción subordinacionista. El Logos fue entendido en gran medida como un segundo Dios (deúteros theós); y el Espíritu, como un servidor (hyperétes) del Logos. La verdadera clarificación teológica de la doctrina trinitaria se produjo en el ámbito helenístico en dos fases. La primera fase de desarrollo de la doctrina trinitaria aconteció en la confrontación con el gnosticismo. El hombre de la antigüedad tardía ya no experimentaba el mundo como cosmos; antes bien, se experimentaba a sí mismo como alienado en el mundo y alienado del mundo. Lo divino se convirtió a causa de ello en lo totalmente otro, en un Absoluto incomprensible e inefable. Los gnósticos creían poder alcanzar un saber superior sobre el cristianismo. El personaje decisivo en esta lucha fue Ireneo de Lyon. Para Ireneo, la «verdadera gnosis» es la doctrina apostólica y el antiguo edificio doctrinal de la Iglesia para el mundo entero. Según Ireneo, nadie sabe nada sobre la emanación; no es lícito querer expresar lo inefable y, como apunta sarcásticamente, hablar de ello como si uno hubiera asistido cual comadrona al nacimiento del Hijo, en Ireneo la unidad de Dios fundamenta, contra toda separación dualista de creación y redención, la unidad del plan divino de salvación. La tesis fundamental de Ireneo reza: el Dios que actúa en el orden de la creación y en el orden de la redención es uno y el mismo. La unidad de Dios fundamenta, por consiguiente, la unidad del orden de la salvación; y este, a su vez, presupone la consustancialidad del Hijo con el Padre. En esta genial visión de Ireneo, la Trinidad económica y la Trinidad inmanente forman una unidad. La magnífica visión de Ireneo requirió posteriormente varias precisiones conceptuales. Fueron sobre todo dos teólogos de comienzos del siglo III los que se consagraron a esta tarea: Tertuliano fundamentó para Occidente y Orígenes hizo lo propio para Oriente. La doctrina de la Trinidad de Tertuliano salvaguarda de este modo tanto la monarchla del Padre, del que todo procede, como la oikonomia", es decir, el orden concreto de esta monarchía, en virtud de la cual el Padre permite al Hijo participar de su reinado y lo

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ejerce a través de él", Tertuliano está así en condiciones de garantizar la unidad en Dios, poniendo de relieve no obstante la diferencia intradivina. Dionisia de Roma, al igual que Tertuliano, no considere que la monarchia vaya asociada a la única sustancia divina, sino al Padre, con quien el Hijo está unido y en quien el Espíritu permanece y habita. El vínculo de unidad en la Trinidad no es el Espíritu, como más tarde afirmará Agustín, sino el Padre. La figura determinante del Oriente cristiano fue Orígenes. Al igual que Ireneo y Tertuliano, no se entendía a sí mismo. Sino como un teólogo bíblico para el que Jesucristo es la verdad. se entendía a sí mismo como un teólogo eclesial para el que la ecclesiastica praedicatio constituía la pauta que se había de seguir en la exégesis de la Escritura. Orígenes se considera obligado a rechazar, por su contenido materialista, el concepto de emanación, que afirma la divisibilidad de lo divino. En primer lugar, Dios crea y guía el mundo por medio de su Hijo'", Este procede eternamente de Dios, pero no de forma «materialista», por generación, como en la gnosis, sino de manera espiritual, como producción mediante la voluntad y, más en concreto, mediante el amor. Sin embargo, al Hijo solamente podemos comprenderlo con ayuda del Espíritu Santo'", Al igual que Dios actúa a través de Cristo en el Espíritu, nosotros regresamos en el Espíritu a través de Cristo al Padre. La segunda fase de desarrollo se caracteriza sobre todo por el nombre de Arrio y la corriente arriana. la definición del concilio de Nicea (325) sobre la consustancialidad (homooúsios) del Hijo con el Padre"' y la definición del concilio de Constantinopla (381) sobre la igualdad de rango del Espíritu Santo con el Padre y el Hijo'". El credo de Nicea culmina en la afirmación de que el Hijo es consustancial al Padre. Homoiousios ( o sea, semejante o parecido al Padre, pero no igual a él). Este compromiso resultaba insostenible, porque no hacía justicia a la intención profunda del homooúsios. en el sínodo de Alejandría del año 362, aceptando la distinción entre tres hipóstasis y una sola esencia. Se distinguió así entre dos términos que en Nicea todavía habían sido utilizados como sinónimos. Lo distintivo del Padre es que no debe su existencia a ninguna otra causa; lo distintivo del Hijo, que ha sido engendrado por el Padre; y lo distintivo del Espíritu Santo, que es conocido después del Hijo y con el Ílijo y recibe su sustancia del Padre. La Trinidad inmanente se independizó respecto de la Trinidad económica y perdió progresivamente toda funcion en el plano de la economía de la salvación. Tertuliano y Orígenes partieron aún de la divinidad del Padre y equipararon al Hijo y al Espíritu con el Padre en interés de la economía salvífica. Tomás de Aquino sostuvo la tesis de que, en sí, cualquiera de las tres personas divinas habría podido encamarse!". Sin duda, ya en la temprana Edad Media y, en mayor medida aún, en el propio Tomás hay también tendencias en sentido contrario, hacia una Trinidad económico-salvífica, de las que todavía tendremos que hablar.

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Es preciso, por tanto, atenerse a la confesión niceno-constantinopolitana de fe en el ser en sí de la Trinidad inmanente y explicitar al mismo tiempo qué significa este para nosotros desde el punto de vista económico-salvífico. Tal es la principal tarea de una doctrina trinitaria para nuestro tiempo.

Bibliografía: Kasper Walter. “fundamentación de la doctrina trinitaria” en El Dios de Jesucristo, Basauri (Viscaya): SalTerrae, 2013, p.389-406 Elaborado por Luis Miguel Rodríguez...


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